jueves, 31 de diciembre de 2020

LAS ANTIGUAS CANTERAS DE LA SIERRA DE SAN CRISTÓBAL (PUERTO STA MARÍA)(30 DIC 2020)

En esta ocasión vamos a caminar por la vertiente oeste de la Sierra de San Cristóbal y perteneciente al término municipal de El Puerto de Santa María, allí se ubican las antiguas canteras que tanta fama dieron al lugar, de sus entrañas salieron las piedras con que se construyeron, entre otras, las catedrales de Cádiz y Sevilla, incluso hay quién afirma que el recientemente descubierto y aún no excavado puerto fenicio ubicado en las cercanías y que fue el puerto más grande del Mediterráneo, tambíen fue construido con piedras extraídas de este lugar.

Tantos siglos de explotación han alterado fuertemente el lugar pero esta extracción de piedra tanto en superficie como subterránea han dejado un paisaje singular y de un altítisimo interés etnológico, un patrimonio excepcional que también muere víctima del abandono sin que nadie haya sabido ver el potencial turístico que puede tener este lugar en el que destacan más de cuarenta galerías, más bien túneles que fueron horadados en busca de las mejores vetas de piedra y que hoy por hoy, podrían suponer uno de los mayores complejos de interés turístico que existen en España.

ADVERTENCIA: Este lugar está totalmente desprotegido y existe un peligro inherente de caídas  desde alturas considerables en algunos lugares, no existen ni vallas ni pasamanos protectores por lo que, al menos en uno de los lugares dónde estuvimos, hay que extremar la precaución y no acercarse demasiado, evitando el riesgo de algún resbalón y caída desde bastante altura. Si tenéis niños, yo NO los llevaría, el lugar es muy engañoso y dónde simplemente parece un terreno de monte bajo, existen huecos de gran profundidad. Estamos en una cantera, dónde además de la extracción a cielo abierto, se efectuaron extracciones subterráneas con toda la infraestructura que eso conlleva, parte de la cual, aún se conserva.
Por otra parte, en algunas de las cuevas se han producido desprendimientos de los techos, por lo que bajo ningún concepto deberíamos entrar en ellas, el peligro es patente. Desde fuera se pueden conseguir interesantes fotografías sin necesidad de correr riesgos innecesarios.

Antes de decidirte a realizar este recorrido te aconsejo leas los comentarios al final de la entrada.

Distancia recorrida: 8,74 kilómetros.
Tiemplo empleado: 3 horas.
Dificultad: Baja.
Dejamos el coche en:  36° 37.717'N - 6° 09.202'W
 
Dejamos el coche a las puertas de Centro de gestión y reciclaje de residuos inertes de derribo y construcción (ARESUR).
 
 
Bonito nombre para definir un lugar que se está utilizando para relleno con escombros de obras. Lugar que forma parte del gran yacimiento arqueólogico localizado en los entornos de la Sierra de San Cristóbal, pero bueno, esto es otra historia.
 
 
Los primeros metros podemos hacerlo por una vereda que discurre a la parte de derecha de la carretera que a pesar de lo solitario del lugar, está bastante transitada por vehículos.
 
 
La carretera se bifurca, por la derecha llegaríamos a la barriada de San Cristóbal, nosotros pillamos la de la izquierda, iremos dejando el caserío de la barriada a nuestra derecha.
 
 
Nos dirigimos al conocido como Cerro de Las Canteras y vamos buscando algún paso por el que acceder a la zona de túneles pero de momento está todo alambrado y como nos gusta respetar estas cosas pues continuamos caminando por fuera de las alambradas.

Y efectivamente, un poco más adelante la alambrada desaparece, estamos en zona abierta así que vía libre para entrar a la antigua cantera. En esta primera imagen podemos ver la altura del suelo original y el actual provocado por la extracción a cielo abierto que parecen datar de los siglos XIX y XX, dónde el uso de explosivos sería muy común e inviable con la explotación subterránea. Estas explotaciones supusieron una importante pérdida de suelo en el cerro.

Y llegamos a los túneles que viendo el color de la roca, se presumen como mucho más antiguos y anteriores a las extracciones a cielo abierto.

En algunos de ellos vemos rocas que se han ido desprendiendo de los techos y en otros, se intuye que fueron utilizados para rellenarlos con materiales sobrantes de la extraccción a cielo abierto.

Estos túneles, probablemente constituyan unos de los conjuntos más impresionantes de toda España, tan impresionantes como desconocidos, tal es su magnitud e impresión que causan al espectador que incluso el Rey Alfonso XIII, en una visita realizada al lugar en 1930, llegó a exclamar: "Estas son las cuevas más grandes y maravillosas que he visto". Antes de partir, dejó la encomienda de que esas cuevas, ya en desuso en aquellos tiempos, se convirtieran en un parador nacional. La clarividencia que tuvo este Rey hace casi cien años, no la han tenido ninguno de los poderes políticos posteriores, que no han sabido poner en valor un lugar que podría convertirse en una atracción turístico/cultural de primer orden a nivel español.
 
Aunque se poseen indicios de que el inicio de la explotación cantera dió comienzo durante la Edad de Cobre, el gran impulso en la extracción se remonta al siglo VIII a.C. y la construcción del poblado fenicio del diseminado de Doña Blanca (visitado en octubre de 2017)
 
La importancia de la explotación terminó decayendo, y resurgiendo nuevamente entre los siglos XVI-XVIII. Según Juan Clemente Rodríguez Estevez, doctor en Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, unos 15.000 barcos cargados de esta piedra, salieron de la Bahía de Cádiz y remontaron el Guadalete para llegar a la capital hispalense por el Guadalquivir, los bloques se transportaban en carretas de mulas hasta el embarcadero de El Portal y desde allí y embarcados en navíos llegaban a Sevilla.

Ya en Sevilla desembarcaban las piedras en el muelle junto a la Torre del Oro, ayudándose de grúas y poleas y transportados a los lugares de uso, siendo uno de esos lugares, dónde se erigió el ayuntamiento plateresco/renacentista. También fueron utilizadas en la construcción de edificios tan relevantes como las Catedrales de Sevilla, Cádiz y Jerez.
 
 
Este lugar estaba tan protegido que incluso fue usado por la Armada Española para guardar explosivos y este recinto fue acondicionado como polvorín de Armas Submarinas y en él, se custodiaron todas las minas, torpedos y cargas de profundidad que quedaron intactas, después de la desgraciada explosión del Almacén n.º 1 de la Base de Defensas Submarinas de la Armada en Cádiz, el 18 de agosto de 1947. Murieron 150 personas y hubo más de 5000 heridos.
 

Todas las galerías disponen de numerosos tragaluces y respiraderos que posiblemente también servirían como posibles rutas de escape ante cualquier hundimiento, en tiempos recientes la mayoría de estos huecos, salvo los horadadados en el techo (vana aclaración), fueron rellenados con escombros y restos de cantería, al objeto de sellar posibles entradas, no obstante, esa labor no fue perfectamente ejecutada, cosa que agradecemos enormemente.
 
 
Aquí vemos otro de los túneles cegados intencionadamente aunque desconozco si el material de relleno procede de los desechos de la explotación a cielo abierto o se corresponden a la época en que la Armada abandonó el lugar y se cerraron por cuestiones de seguridad.
 

Del periodo como recinto militar se conservan numerosas edificaciones donde se guardarían más explosivos. Todas estas edificaciones siguen el mismo patrón, fueron ubicadas en las cárcavas provocadas por las extracciones a cielo abierto, por lo que estaban rodeadas de fuertes muros naturales de piedra que en caso de una explosición accidental, servirían como primer muro de contención a la deflagración.

Y un nuevo corte vertical nos permite ver las decenas de metros a las que se situaban el suelo original. Millones y millones de metros cúbicos de piedra extraídas, algunas de las cuales formaron parte de los edificios más importantes del Renacimiento español.

Impresiona la calidad de las tallas realizadas y el cuidado que tuvieron para sacar piedra evitando desprendimientos inesperados.

De la importancia y valor estratégico que tuvo la Sierra de San Cristóbal en la antigüedad nos habla el hallazgo de restos de un poblado turdetano del siglo III a.C. y de una necrópolis, en el conocido como Poblado de Las Cumbres, relativamente cercano al poblado fenicio de Doña Blanca.

Algunas de las entradas son de muy fácil acceso aunque nosotros nos conformanos con ver algunas de las entradas posibles desde fuera.

Son miles de metros de galerías, y muchísimos respiraderos y accesos secundarios los qur iremos viendo en nuestro recorrido, sobre todo teniendo la certeza de que no seguimos una ruta preestablecida y estudiada para unir los diferentes túneles, caminamos al azar procurando obtener un track la más limpio posible.


Aquí vemos otra entrada cortada con pericia de maestro y que también fue cegada intencionadamente. En su dintel vemos un curioso grabado.
 

Sin lugar a dudas, los que trabajaron en esta cantera sabían lo que se hacían, existen imnumerables columnas y contrafuertes  que refuerzan las oquedades. Y la efectividad del trabajo queda patente al comprobar que hoy día, todo sigue en pie y ni siquiera pudimos observar grietas que pudieran hacer dudar de la seguridad de los túneles.

Por diferentes lugares también contramos escaleras talladas en la roca viva.

Consciente de que bidimensionalidad de las fotos se carga cualquier perspectiva y nos engañan  en relación al tamaño, le pido a mi compañera de caminos que se baje al nivel dónde llegó la extracción en esta zona, y aquí queda patente la majestuosidad de algunas secciones. 
 
 
 Y nuevas tallas, aquí podemos ver una cruz latina al lado de una pequeña hornacina.
 
Y en otra bocamina lo que en principio relaciono con otra Cruz de Caravaca pero que luego, viéndolo mejor me parece un esquema de la distribución de los túneles a los que se accede desde esta entrada. 
 
 
En un tiempo donde lo mismo no existÍan planos de los túneles, disponer de un esquema en la entrada del mismo supondría toda una garantía para que  el personal que accedía a los mismos tuviesen una idea de como estaban distribuidos y poder salir fácilmente, incluso poder distribuir adecuadamente a los que allí picaban, con la ayuda de este croquis sería mucho más fácil que todos tuviesen claro donde tenía que trabajar.

Si tuviese los medios adecuados me pasaría aquí los años necesarios para poder investigar por tantos kilómetros de túneles, este majestuoso lugar bien lo merece.
 
 
 

En una de las paredes vemos unos cortes que nos enseñan el sistema de trabajo en la extracción de los sillares que en este caso se quedaron a medias.

Como dije antes, me pasaría aquí media vida pero hay que seguir que empieza a hacer "jambre".

Vamos en busca de la Cañada del Hato que sabemos discurre paralela a la carretera A-2002 y una antigua valla metálica, recuerdo de la época militar nos corta el paso, afortunadamente está rota por diferentes lugares.

También pasamos por las ruinas de lo que tuvo que ser el acuartelamiento que custodiaban los polvorines.
 
Caminamos por una amplia pista que nos tiene que llevar a un pequeño puente que nos permitirá cruzar al otro lado del Canal de Agua, canal que aunque no vemos sabemos que está a nuestra derecha y que también discurre paralelo a la carretera.

Llegamos al puente. Ya sólo nos falta incorporarnos a la Cañada del Hato.

Solventamos el único inconveniente de la ruta y listo.
 
Dejando la alambrada a nuestra izquierda ya solo nos queda llegar directamente a nuestro punto de partida.

Pasamos por la portada de lo que en su momento era paso obligado para llegar a los depósitos de agua de la Sierra de San Cristóbal dependientes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, una instalación intermedia que recibe aguas del pantano de Los Hurones y a esta zona gaditana. Le saco una foto porque al fin y al cabo, esta portada y dos columnas que ahora vamos a ver son los responsables de este recorrido, pasaba por la carretera y me llamaron la atención y fueron la excusa para montar este recorrido.

 
Hemos cruzado hacia el lado de la instalación de reciclaje de áridos y accedido a la Cañada Real de la Vega o Esquivel, para ver dos solitarias columnas de las que no he encontrado información. Son dos bonitas columnas de mármol con pedestal de roca arenisca y que enmarcan la cañada.
 
En una de ellas podemos leer la palabra PLUS, y en la otra ULTRA.

Plus ultra (del latín, Más allá) es el lema oficial de España. Fue utilizado por primera vez en 1516 por Carlos I de España, que lo utilizó como su lema personal como expresión del dinamismo del nuevo Imperio español.

Según los estudios de Earl Rosenthal, el lema proviene de la influencia del médico y consejero personal de Carlos V, el humanista milanés Luigi Marliano (1464-1521). Este aconsejó al joven duque y futuro emperador en 1516, cuando alcanzó su mayoría de edad y fue proclamado gran maestro de la Orden del Toisón de Oro, poner bajo su oficina el lema latino Plus ultra.

Este lema se utilizó para animar a los navegantes a desafiar y olvidar la antigua advertencia de la mitología griega, según la cual Hércules había puesto dos pilares en el Estrecho de Gibraltar, y se creía que eran el límite del mundo, la última frontera que los navegantes del Mediterráneo podían alcanzar. Era el Non terrae plus ultra (‘No existe tierra más allá’) en referencia también a Finisterre, pero este lema perdió su poder simbólico a raíz de que Cristóbal Colón llegara a las Indias Occidentales cruzando el océano Atlántico en 1492. En el actual escudo de España, el lema viene escrito alrededor de las dos Columnas de Hércules.
 
Finalizo la entrada con una foto de una estela más bien menhir que hace unos años se descubrió en un espigón en la costa del Puerto de Santa María y que presenta unos extraños esgrafiados. Tras investigar el origen del sillar, resultó proceder de la cantera a cielo abierto que aún hoy se mantiene en activo en San Cristóbal. Los estudios determinaron que se trataba de un menhir datado a finales del Neolítico, y con una antiguedad de unos 5000-6000 años. Hoy día este menhir se encuentra expuesto en el Museo Municipal del Puerto de Santa María.

El Cerro de San Cristóbal está catalogado como Patrimonio Inmueble de Andalucía con la denominación: Cantera de San Cristóbal. Código: 01110270043. Lo que me gustaría saber es que si esto sirve para algo, esta maravilla no puede seguir en el olvido y mucho menos, abandonada y a expensas de cualquier energúmeno que intente acabar con ella.
 
Podéis descargaros el track cliicando en la siguiente imagen:
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

lunes, 28 de diciembre de 2020

ENSENADA DEL SALADILLO-PUNTA SAN GARCÍA-PUNTA DE GETARES (ALGECIRAS) (27 DIC 2020)

Saliendo desde la ensenada del Saladillo en Algeciras, lugar donde se encuentra el puerto y club náutico, este recorrido nos llevará en primer lugar a la Punta de San García, donde se ubica el parque del Centenario, continuaremos hacia la ensenada de Getares dando media vuelta en la conocida como Punta de Getares, ubicada en la cara norte de Punta Carnero, volviendo al punto de partida a través del paseo marítimo de Getares y la carretera que lo une con Algeciras, no sin antes hacer un pequeño desvío para conocer el parque fluvial del río Pícaro, un bonito paseo que recorre ambas orillas del arroyo del Pícaro o Guijo, como también es conocido.
 
Este sendero conforma la etapa 37 del periplo "La Costa de Cádiz".

Distancia: 13,79 kilómetros.
Tiempo: 4 horas 28 minutos.
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 36° 07.016'N - 5° 26.478'W
 
El coche se queda dentro de las instalaciones del Puerto de Algeciras en las proximidades del club náutico.

Tenemos que ir hacia atrás y salir del puerto. Al regreso al puerto pretendemos dar una vuelta por el club náutico así que la llegada al coche será en la misma dirección con que hacemos la salida.

Tras salir de las instalaciones del puerto tomamos un paseo que discurre paralelo a la carretera de Algeciras a Getares.

Rápidamente nos encontramos con el monumento al Escopetero de Getares. Los Escopeteros de Getares fueron una compañía militar española que vigilaba la costa del estrecho de Gibraltar desde Tarifa a Algeciras durante los siglos XVIII y XIX. A principios del siglo XVIII se formaron varias milicias en la costa norte del Estrecho de Gibraltar con el objetivo de evitar posibles ataques de piratas norteafricanos; una de estas milicias, formada por voluntarios de Tarifa, estaba establecida en las cercanías de la playa de Getares cuando se produjo la invasión británica del Peñón de Gibraltar en 1704. Como consecuencia de esta invasión y para evitar posibles desembarcos británicos en la zona, se integró a esta milicia en los cuerpos del ejército con el nombre de Compañía de Escopeteros de Getares en 1705. En el momento de su fundación la compañía estuvo compuesta por cuarenta hombres al mando del capitán Gaspar Salado. Este número permaneció fijo hasta 1717 cuando se amplió a 80 soldados y dos mandos con el objetivo de cubrir también el tramo de costa al oeste de la bahía de Algeciras.

En este tramo de ida intentaremos acercarnos a costa todo lo posible, esto hace que en las proximidades de la calle Albácora y ante la primera ocasión, nos acerquemos al agua. Las vistas a ese pellizco en el estómago de todos los españoles serán contínuas.

Caminamos unas decenas de metros por la trasera de los unifamiliares, estamos en la conocida como playa del Chinarral en la ensenada del Cucareo. Allí al fondo vemos la punta de San García.

Al final de ese tramo el paso está cortado y la pendiente impide cualquier alternativa así que volvemos a callejear.
 
 
Al final de la calle Delfín encontramos la entrada al Parque del Centenario.

Fue construido en 2007. Este espacio tiene más de 100.000 m2 de monte bajo que albergan las ruinas del antiguo fuerte de San García, destruido en 1811 por las tropas británicas en la guerra de la Independencia. También se puede observar la antigua torre almenara del siglo XVI.
 
Las especies vegetales que se pueden observar en este lugar son el palmito, el lentisco y otras especies similares, todas ellas adaptadas a los fuertes vientos y a la salinidad de la zona. Un amplio carril de arena compactada nos guiará en las alternativas para visitarlo. Vemos unos bloques de hormigón que nos sirven de improvisados enmarques a la bahía de Algeciras.
 

Desde la Punta de San García las vistas son espectaculares y se convierten en un privilegiado lugar de avistamiento de aves.
 
 
A pesar de la poca elevación del terreno una mirada atrás nos permite ver parte de la serranía malagueña, destacando el Hacho de Gaucín, Gaucín, Los Reales de sierra Bermeja o sierra Crestellina. A la izquierda también podemos ver algo de la Sierra de Grazalema.
 

Aunque la marea está llena, podremos ver los espectaculres flysch que forman la Unidad de Algeciras y compuestos por rocas margo-arenicoso-micáceo del Oligoceno-Mioceno inferior.

No entraré en detalles de como ser forman los flysch porque ya he hablado numerosas veces en otras entradas del blog, solo señalar que se producen cuando en una roca sedimentaria convergen dos materiales de diferente dureza, la erosión afecta rápidamente al más blando haciéndolo desaparecer, quedando al descubierto solo las capas más duras que formaban esa roca. En esta imagen, además de esta formación geológica, podemos ver dos tipos de piratas de hoy día y del pasado que tan negativamente afectan a este paradisíaco lugar, los hijos de la gran.... bretaña y el narcotráfico.

Por el camino encontraremos algunos puentes que facilitan el desplazamiento a personas con movilidad reducida o comodonas.

En la misma punta encontramos los restos del Fuerte de San García construido durante el siglo XVIII para defender la costa del Estrecho de Gibraltar de incursiones británicas tras la conquista de la ciudad de Gibraltar en 1704.

Se encontraba defendido por tierra por dos baluartes con un camino de ronda interior para los centinelas; los costados estaban protegidos por una gruesa muralla en el lado sur, el más accesible mientras que por el norte limitaba con el acantilado, en ambos lados sendos baluartes (semibaluartes) defendían la posición.
 
  
 
El conjunto se completaba con la presencia en cotas superiores de una torre almenara, la Torre de San García, construida durante entre 1585 y 1580 para la vigilancia de la costa, esta torre continuó con su función mientras estuvo en funcionamiento el fuerte llegando incluso a ampliarse para mejorar las comunicaciones con otras torres cercanas.

Desde la punta es donde mejor podemos apreciar las formaciones conocidas como flysch.

 
 
Tras punta Carnero y en algún momento podremos ver África y el monte Musa.

Estamos en el Estrecho de Gibraltar y como no podía ser de otra forma, esta zona está llena de búnkeres.


Tras el núcleo urbano de Getares podemos ver viejas conocidas, en primera línea la sierra del Algarrobo (visitada en diciembre de 2017), y las sierras del Bujeo y Luna.

En la parte más alta del cerro tenemos una torre mirador que en su momento era visitable, ya no por lo que se convierte en un montón de hierros oxidados sin utilidad y fuera de todo contexto.


Un gran pórtico de hormigón nos indica que salimos del Parque del Centenario.


A través de la calle Carabela nos introducimos de lleno en el urbanizado de Getares. En la calle Corbeta damos un vistazo atrás y tenemos una bonita vista del peñón y la Punta de San García con la cala de la Cantera por debajo.


Una corta pero intensa bajada nos lleva directamente a la playa.

Que a pesar de la hora y magnífico día, se muestra sorprendentemente solitaria.


En la playa de Getares suelen diferenciarse dos zonas, la zona de San García al norte, con pequeños cantos rodados en vez de arena y arrecifes y de unos 800 metros de longitud y la zona de Getares propiamente dicha, con arena más fina y unos 1.590 metros.

La playa es cruzada por el río Pícaro que forma en las proximidades un bosque galería que ha quedado rodeado de construcciones aunque aún es posible visitarlo a través del parque fluvial que luego veremos.

Hemos llegado a la Punta de Getares, lugar donde daremos la vuelta, nos sorprenden dos impresionantes búnkeres y una sorporendente formación pétrea que parece un milhojas. Estamos disfrutando un un flysch en primera línea.


 

Tras recrearnos lo indecible con el lugar, ponemos un punto de atención a lo que será el próximo tramo del este periplo costero, se trata de la zona comprendida entre Cala Secreta y el lugar donde estamos, la Punta de Getares y que por su presumible dificultad para hacer el paso en primera línea de playa, he ido dejando un poco de lado, pero ya no puedo dilatarlo más, me tengo que quitar este en principio difícil tramo.

Hacerlo por la parte alta no tiene ninguna dificultad, pero quiero hacer una de las pasadas por la parte baja. En la foto no se aprecia bien pero al final de esta cala hay un viaducto y es a partir de ahí y hasta la factoría ballenera donde seguro encuentro problemas, pronto lo sabremos.
 

¡Joder! no he terminado esta ruta y ya estoy pensando en la próxima 😊😊😊😊. Hemos vuelto al Arroyo del Guijo, también conocido como Pícaro, vamos en busca de un paseo que lo recorre parcialmente por ambas orillas, se le conoce como Paseo Fluvial. A unos metros de la playa, en la margen derecha del río se encuentran los restos arqueológicos de la ciudad romana de Caetaria, importante factoría de salazones y de fabricación de garum.
 
El pico del Algarrobo se refleja en el agua, parada obligatoria, en esta salida no me traje la cámara de fotos y estoy tirando de móvil, hace fotos aceptables pero no es lo mismo, a ver si sale algo decente, madre e hijo en perpetuo abrazo. Este río tiene una longitud de 7,7 kilómetros desde su nacimiento en la zona denominada Altos del Guijo en la sierra del Algarrobo hasta su desembocadura en este lugar que vemos.

Tras recorrer unos metros por la arena seca llegamos al principio o final, según se mire, del paseo marítimo de Getares, el cual seguiremos un breve trecho hasta donde según mis informaciones debe haber un puente (inicio o final, según se mire, de la ruta fluvial, jajaja).

Y efectivamente hay un puente de hierro y madera más que bonito, esto promete.

Realmente bonito y fresco este agradable paseo que tanto nos está sorprendiendo.

Tras cambiarnos de orilla a través del puente de San Bernardo, nos encontramos lo que a la postre será el rincón más bonito de todo el paseo, una cascada y su poza correspondiente, bastante más pequeña de lo que pudiera parecer en la foto, pero mola un rato.

Sin dudas este tiempo tan caluroso para las fechas en las que estamos nos tiene a todos, plantas y animales, un tanto despistados, si el otro día fueron los narcisos en floración total, hoy vemos una mariposa monarca en plena actividad, aunque es una especie temprana no deberíamos empezar a verlas hasta mediados/finales de enero, pero en fin, así está la cosa.

Hemos vuelto al paseo marítimo, que se encuentra hasta las trancas de gente, pasamos por aquí como alma que persigue el diablo.

El regreso lo hacemos por el paseo que recorre la carretera de Algeciras a Getares y que fue el principio del recorrido.

No podemos evitar pararnos ante el que probablemente sea el mayor eucalipto que hemos visto en nuestra vida, en su parte baja tranquilamente debe tener al menos cuatro metros de perímetro, bestial.

Tras pasar por las verjas del puerto procedemos a dar una pequeña vuelta por el club náutico, espigones y rampas, algo que siempre gusta a todos y nos recreamos viendo a unos tranquilos pescadores que disfrutan de este gran día.

Y sobre todo, nos recreamos con los barcos ¿por qué nos gustarán tanto estas imágenes marineras?

Para terminar, un pequeño video de la Ensenada del Cucareo.

Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:
 
Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.