jueves, 12 de marzo de 2020

CERRO DEL ALMENDRAL-YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE FUENTE DE RAMOS (PUERTO SERRANO) (10MAR2020)

Nos hemos desplazado hasta Puerto Serrano para visitar el Conjunto Arqueológico Fuente de Ramos, una zona de unas 19 hectáreas en las que se han estudiado una necrópolis de la Edad de Bronce y una serie de hipogeos y enterramientos que fueron efectuados por los sucesivos ocupantes del territorio en un periodo que abarca desde el 2.000 a.C hasta el siglo XII. de nuestra era.

La necrópolis de Fuente de Ramos es un modelo de espacio funerario que pone de manifiesto la existencia de poblaciones estables en la vega del Guadalete desde hace 4.000 años. Se trata de un yacimiento del Bronce Antiguo que por los restos encontrados nos ha permitido constatar que sus habitantes se dedicaban a la agricultura, la ganadería, la caza y la recolección. También fue un cementerio islámico y lugar donde fueron enterrados sus moradores hasta entrados en el siglo XII de nuestra era.

Al ser un recorrido pequeño, también efectuaremos una subida al cerro del Almendral en las estribaciones de la Sierra de la Espuela y La Mota, por cuyas laderas se ubican parte de estos enterramientos colectivos y podremos disfrutar de unas vistas privilegiadas de todo el entorno y principalmente de la conocida como Vega del Guadalete, sierras de Montellano, Espuela, Mota y los Llanos de la Torre de Gailín, planicie donde se asienta Puerto Serrano.

Dejamos el coche en: 36°55.271'N - 5°32.162'W
Distancia: 7,02 kilómetros.
Tiempo: 2 horas 54 minutos.
Dificultad: Fácil.

El coche se queda al final de la calle de Antonio Machado, justo al inicio de nuestro recorrido.

Tras pasar el puente que atraviesa un canal que recibe aguas del Arroyo del Tejar, afluente del Guadalete, giramos a la izquierda en busca de la carretera que se dirige a la zona conocida como la Cocofuela. Dejaremos el yacimiento para el final por lo que debemos regresar por donde indica la flecha rosa.

 Decir que ese sendero discurre prácticamente en su totalidad, salvo el tramo de ascenso y descenso del cerro del Almendral por una carretera asfaltada.

Llevamos una discreta y cómoda subida lo que nos permite desde un primer momento tener vistas de Puerto Serrano y alguna otra población en la lejanía.

Hacia el noroeste y en línea de horizonte vemos la Torre de Lopera, se emplaza sobre una extensa meseta de amplia visibilidad al sur de la Serrezuela de Lopera, una torre con recinto amurallado que formaba parte de la conocida Banda Morisca. Junto a los castillos de Cote (visitado en febrero de 2019) y Aguzaderas (visitado en febrero de 2020) formarían un triángulo defensivo de vanguardia como primer punto fuerte antes de alcanzar otras plazas de retaguardia como Utrera y principalmente, Sevilla.

También es conveniente mirar hacia abajo, esto nos permitirá ver plantas excepcionales, tales como esta amapola pero nos llama la atención que es mucho más pequeña que las habituales amapolas, se trata de Papaver rupifragum, una especie de amapola protegida y endémica del Parque Natural de Grazalema, una rareza que merece ser disfrutada, máxime cuando no era una planta aislada sino un grupo de ellas las que encontramos entre la carretera y el terreno de labor, lo cual sin dudas, ha favorecido su pervivencia. En directo el color de los pétalos era totalmente anaranjado en cambio en la foto ha salido con reflejos amarillos. ¿?

A nuestra izquierda y frente por frente al cerro del Almendral encontramos una cancela por la que deberemos entrar si queremos subir a lo más alto de la elevación debiendo volver a pasar por ella al regreso, para poder continuar con el recorrido.

 Recién pasada la cancela encontramos un claro pasillo que discurre paralela a una alambra y parece llamarnos para que pillemos por ella. NO es el camino correcto, si seguimos de frente toparemos con una alambrada con señales inequívocas de que por ella es frecuente saltar, el problema lo tendremos en que después de ascender por unas veredas dificultosas y cerradas y ya en la parte alta, una nueva alambrada nos cerrará el paso y no podréis culminar el ascenso. Hay que girar a la derecha.

Y nos encontraremos otra cancela que debemos pasar. La forma más cómoda de subir es hacer lo mismo que nosotros, que de momento es seguir la pista, iremos en claro ascenso pero con una comodidad máxima.

Cuando llegueños a esta parte, hay una zona excavada que no tengo muy claro para qué puede servir, pues es el momento de girar a la izquierda y comenzar la subida directa a lo más alto, siguiendo lo que al menos en parte, es un cortafuegos.

 Al suroeste vemos Arcos, Bornos y su pantano y el más cercano, Villamartín.

 Puerto Serrano y los Llanos de la Torre de Gailín.

La Torre del Bollo de construcción bajomedieval, al igual que la de Lopera, formaría parte del cinturón defensivo y de vigilancia respecto al reino nazarita de Granada. García Fernández (1989, p. 48) la define como una atalaya almenara: torre óptica distribuida de forma espaciada que hacía posible notificar a través de ahumadas de día y fuego de noche a las poblaciones del interior la presencia de ejércitos enemigos. Ambas torres están en el término municipal de Utrera y enlazaban visualmente entre ellas y también con el Castillo de las Aguzaderas (visitado en febrero de 2020).

Al noroeste vemos Montellano, las sierras de Montellano y San Pablo (visitadas en febrero de 2019) , el castillo de Cote, y algo más al norte la Sierra de Esparteros y Morón de la Frontera.

La bajada del cerro la hacemos campo a través y aunque en un par de lugares el paso está algo complicado por la abundante vegetación es bastante fácil, basta seguir las veredillas marcadas. A tener en cuenta que existe buen desnivel pero al ir bajando apenas ofrece incomodidad. Si lo hicíeramos al revés y pretendiéramos subir por este trazado, sería bastante más complicado, desde abajo no se ven las veredas y la pendiente es importante. Al final terminamos conectando con la pista de subida pero a unos metros escasos de la cancela de entrada.

Tras volver a conectar con la carretera y a unos escasos doscientos metros llegamos al conocido como Llano de la Romería. En Julio tiene lugar la Romería en honor a Santa María Magdalena, patrona de la localidad. Es una de las fiestas que mejor ilustran el carácter religioso y a la vez ocioso de los policheros. La jornadas comienza al amanecer con el tradicional repique de campanas de la Parroquia. La "Malena", como popularmente se conoce a la Santa en Puerto Serrano, comienza su peregrinar hasta la Ermita del Almendral seguida del ambiente popular compuesto por fieles, caballistas, carretas, etc.

Una vez en la ermita, y después de la correspondiente misa, cantan y bailan los policheros hasta el atardecer, momento en el que la "Malena" vuelve a la Parroquia hasta el año siguiente.
El término "polichero" proviene de la palabra bolichero, que hace referencia a la persona que hace carbón en un boliche, aunque el gentilicio oficial de la gente de Puerto Serrano es portoserranense.  

 La ermita se encuentra justo al lado contrario del que hemos llegado.

Junto a ella y cavados en la roca vemos varios posibles hipogeos que por razones desconocidas por mi, sus bocas están tapiadas con piedras.


La ermita de Santa María Magdalena también es conocida como ermita del Almendral, noombre que recibe esta zona por hallarse en una antigua planicie plantadas con almendros. Es de construcción reciente y cobija una pequeña capilla que precede a la cueva donde apareció la imagen de Santa María Magdalena.
Cuentan que durante la Guerra de la Independencia la imagen fue escondida en esta cueva y. perdido su rastro, no fue encontrada hasta mucho después por un pastor. Por este motivo se realiza una romería en esta ermita en honor a Santa María Magdalena, patrona de Puerto Serrano.


Desgraciadamente aquello más que ermita es un trastero. Supongo que será material que se usa el día de la romería y para no cargar con él, pues lo dejan allí todo el año, destrozando la carga religiosa que pudiese tener esta ermita/cueva.

Por la parte exterior vemos diferentes tipos de cazoletas y marcas aunque no he encontrado ninguna información al respecto.

Incluso algunas letras grabadas.

Retornados al llano y en una afloración rocosa encontramos la primera necrópolis, se trata de unos enterramientos de época tardorromana. El lugar también fue utilizado en épocas más recientes como cementerio musulmán. Aquí vemos varias decenas de tumbas que a efectos arqueológicos se consideran dentro de la gran necrópolis de Fuente de Ramos.


El yacimiento de Fuente de Ramos se extiende desde la mseta del Almendral, donde se encuentra la ermita hasta la parte baja de la antigua fuente de igual nombre, hoy está abandonado y la puerta abierta, así que podremos visitarlo tranquilamente. Y de nuevo se repite la historia del despilfarro que durante décadas hemos tenido en Andalucía, aquí se gastaron pingües subvenciones europeas y una vez finalizada la obra y repartido el dinero, el lugar se abandonó a su suerte, es sorprendente tanta desfachatez incluso después de que esta historia ya la hemos visto en un sinfín de lugares. Miles de millones de euros fundidos alegremente y sin resultados positivos para el pueblo, luego queremos que nos tomen en serio en Europa.


El yacimiento que consta de una importante necrópolis de hipogeos cavados en la piedra y pertenecen al Bronce Antiguo, fechados probablemente entre el 2.000 a.C. y el 1.900 a.C. también tiene entradas alternativas.

Un cartel nos dice que este yacimiento forma parte de la "Ruta Arqueológica de los Pueblos Blancos", aunque más bien sería la "Ruta del despilfarro y reparto de subvenciones de la Unión Europea".

La instalación contaba con un centro de interpretación que ha sido totalmente expoliado y solo permanecen sus paredes como homenaje a un montón de golfos que se han enriquecido a nuestra costa. Bueno, dejo el tema que no quiero empezar mal el día.
Este yacimiento se integra en le marco de una gran necrópolis prehistórica, asociada posteriormente a otra necrópolis tardorromana y luego a otra musulmana, por lo que nos encontramos en un lugar que tradicionalmente fue un verdadero campo santo para diferentes culturas desde hace miles de años.

Este yacimiento evidencia la existencia de un poblamiento en esta zona hace cuatro mil años. Las cuevas de Fuente de Ramos, junto con las de la ermita del Almendral y otras existentes en las proximidades de Marciago, pertenecen a una necrópolis o cementerio de la Edad del Bronce, datado aproximadamente en el II milenio a.C.

En el lugar encontramos siete enterramientos colectivos que fueron utilizados como panteones familiares prehistóricos, aunque la zona arqueológica es grande, falta mucho por excavar, lo descubierto hasta ahora se reduce a unas necrópolis tardorromanas y musultanas y restos de poblamiento andalusí de los siglos XII y XIII.


Estas cuevas son realmente hipogeos. Como todos sabemos, un hipogeo es una construcción subterránea o excavada en una roca con techos abovedados, que algunas civilizaciones antiguas utilizaban como lugar de enterramiento.

Su esquema constructivo consta de una cámara central más o menos circular, paredes curvas semiabovedadas, techos planos y nichos laterales y entrada a través de corredor o pasillo.


Incluso alguno dispone de un agujero en la parte superior a modo de tragaluz. Son sepulturas colectivas con varios indivíduos enterrados con su ajuar correspondiente.


Por la parte alta de la roca también podremos ver imnumerables tumbas antropomorfas así como una serie de estructuras relacionadas con el culto, el ritual o las ceremonias de inhumación, tales como piletas, silos, cisternas o canalillos.

Pido disculpas por esta foto tan mala, olvidé cambiar los parámetros de la cámaras tras fotografiar los interiores y me salieron muchas imágenes sobreexpuestas y esto es lo único que he podido salvar para ilustrar la zona donde se encuentra la fuente que da nombre a la zona y al yacimiento, la Fuente de Ramos. Tras ella, tres supuestos hipogeos semienterrados a los que nadie hace referencia.

En la esquina derecha justo pegado a la valla y semi tapado por la vegetación está el cuarto hipogeo "oficial" y que suele pasar desapercibido para los visitantes.

A pesar de su pequeña boca, por dentro es grande. De techo plano y bien elaborado.

En una de sus paredes apreciamos lo que pudiesen ser unos grabados.

Una vez visitado, regresamos a la carretera para poner punto final a esta ruta. Puerto Serrano lo tenemos a un kilómetro escaso.

Para terminar, un mini video con una vista de 360ª desde el cerro del Almendral.

Podéis descargaros el track, clicando en la siguiente imagen:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cerro-del-almendral-yacimiento-arqueologico-de-fuente-de-ramos-puerto-serrano-10mar2020-47735985
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

martes, 10 de marzo de 2020

VALENCINA-DÓLMENES DE LA PASTORA Y MATARRUBILLA (8MAR2020)

Para la ruta de hoy nos hemos desplazado hasta Valencina de la Concepción, una localidad perteneciente al Aljarafe sevillano y ubicado a unos ocho kilómetros de la capital. Vamos a visitar los dólmenes de la Pastora y Matarrubilla, unas construcciones funerarias datadas en la Edad del Cobre, entre el 4000 y 2000 a.C.

Se ubican en una zona arqueológica que ocupa 779 hectáreas de los municipios de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, en la que se han encontrado múltiples vestigios de antiguos asentamientos humanos que desde la noche de los tiempos ocuparon este sector de la cornisa del Aljarafe.

Para aprovechar el desplazamiento, tras la visita hemos diseñado un recorrido perimetral a Valencina  que nos permitirá conocer de forma más directa lo que nos ofrece esta bonita localidad. Aunque lo primero que haremos es realizar la visita concertada a los dólmenes y museo arqueológico.

La visita a los dólmenes es independiente del track, por lo que la siguiente información solo corresponde a la ruta a pie.

Dejamos el coche en: 37° 25.052'N - 6° 04.593'W
Distancia: 8,35 kilómetros.
Tiempo: 2 horas 20 minutos.
Dificultad: Fácil.

Para comenzar la visita hemos quedado a las 10,30 en la puerta del Dolmen de la Pastora, allí nos atiende el guarda, un señor muy amable y que se encarga de abrir las puertas al interior de la instalación y del dolmen. Y llega nuestra primera sorpresa, tanto la reserva online como la magnífica coordinación telefónica posterior y el interés de tener a todo el grupo reunido a una hora exacta, nos indujo a pensar que sería una visita guiada, pero de eso nada, monada, nos abren la puerta al recinto y sírvase vd. mismo, así que hay que venir con la lección aprendida de lo que vamos a ver. Como hemos llegado con unos diez minutos de antelación pues me dedico a cotillear por las cercanías y justo en la misma puerta vemos unas excavaciones arqueológicas.

Este asentamiento del calcolítico es de lejos el mayor de toda la península Ibérica y posiblemente uno de los mayores de Europa occidental en la prehistoria tardía. A lo largo de los últimos 45 años se han recuperado numerosos restos humanos así como un espectacular ajuar formado por unas 4.000 cuentas de collar y numerosas figuras zoomorfas, otros utensilios y objetos de marfil, sílex o ámbar, dos altares circulares y más de 100 puntas de flecha.

De esta parcela que vemos excavada se han sacado a la luz interesantes construcciones vinculadas al yacimiento de Valencina, entre las que destaca un foso de cinco metros de anchura que posiblemente separó el poblado de la zona de enterramientos. También se han localizado construcciones subterráneas de plantas circulares o polilobulares que pudieran corresponderse a los fondos de las cabañas, silos u otras estructuras de intencionalidad funeraria. Se fechan mayoritariamente sobre el 3000 a.C, aunque también se han encontrado algunas evidencias tartésicas.
Desgraciadamente de estas excavaciones no se informa nada, ni siquiera nos dicen que están allí. El guarda bastante tiene con abrir y cerrar el recinto sin dejar a nadie dentro.

Nos abren la verja y allí al fondo vemos una estructura rara que poco tiene que ver con un dolmen, pero bueno, es una construcción protectora, lo interesante lo veremos tras sobrepasar la puerta de entrada.

Se trata de un tholos que muestra el corredor más largo de la Península Ibérica, por tholos se conocen varios tipos de construcciones antiguas, y entre ellas se encuentran este tipo de dólmenes.

El dolmen de La Pastora o dolmen de Mataherrera como se le conoce tradicionalmente, fue descubierto en 1860 durante la plantación de una viña en la finca de La Pastora, es una sepultura construida alrededor del 4500 a.C. en plena Edad del Cobre. Su estructura con un corredor de 44 metros y una cámara de 2,60 metros de diámetro llama la atención por los materiales usados: granito, arenisca y pizarra para suelo, techo y paredes y por las dificultades que tuvieron que superar para localizar y transportar esos materiales tan pesados desde distancias que superan los veinte kilómetros.

 El monumento se encuentra destruido en sus primeros dieciséis metros de corredor.


 Aunque se conservan intactos los dos tramos restantes y la cámara.

Originalmente el corredor se encontraba cerrado por un sello que formado por lajas de pizarra trabadas. Las paredes están construidas con pequeñas pizarras superpuestas y unidas con barro, siendo su sección trapezoidal.


La cámara circular tiene las paredes de pizarra y arenisca. El suelo está formado por una losa de piedra de enorme tamaño.

Arquitectónicamente, el techo de la cámara es de falsa cúpula, formada por una gran piedra de granito que descansa sobre las paredes antes mencionadas.

Una curiosidad significativa de este dolmen es su anómala orientación astronómica al oeste, cuando la norma suele ser que su entrada esté orientada al este (orto solar). 


Esta caracterización unida a su diseño constructivo, sus dimensiones o algunos de los objetos recuperados como las puntas de jabalina, le otorgan una consideración que supera su valoración como sepulcro para realzar su significación como lugar sagrado de especial relevancia.


A escaso kilómetro y medio se encuentra el segundo dolmen que veremos, se trata del dolmen de Matarrubilla. El trayecto lo hacemos en coche guiados por el guarda que una vez cerrado el recinto anterior, se pilla la moto y nos conduce hasta el lugar.

La entrada también está protegida por una construcción digamos que curiosa.

A diferencia del anterior, el corredor de este dolmen de Matarrubilla está bajo el nivel del suelo y es más moderno, está datado sobre el 2000 a.C.

Todo comenzó cuando en medio de una viña se descubrió una enorme losa granítica que por similitud con el vecino dolmen de la Pastora sugirió a los investigadores que podría tratarse de otro enterramiento. El tamaño de la piedra hizo que intentaran entrar en su interior volándola con dinamita.

El corredor mider 32,72 metros y sus paredes están formadas por hiladas alternantes de piedra y tierra. Tiene una anchura de 1,30 metros y el suelo está formado por arcilla compactada. La cubierta del dolmen está constituida por losas de piedra muy grandes, todas de arenisca excepto la cámara que es de granito.

Dentro de la cámara y ocupando prácticamente la totalidad de la misma se encuentra una pileta. Se trata de un bloque monolítico rectangular con un rebaje en la parte superior que sugiere una mesa de ofrendas.

Sin duda se trata de un elemento ritual que ya tuvo gran importancia en el diseño y planeamiento del monumento, ya que su colocación, ocupando gran parte del espacio de la cámara, debió producirse antes de la erección de la techumbre en falsa cúpula, por no hablar del material de su construcción, el mármol negro, una piedra que tuvo que ser transportadas cientos de kilómetros de distancia, ya que en las cercanías no existen canteras de este material.

La primera excavación en el dolmen la realizó Hugo Obermaier en 1918 cuando entrando por la cámara se investigaron los primeros nueve metros de corredor no pudiendo continuar al encontrarse el resto de las piedras derrumbadas.

En 1955 se procedió a una restauración debido al hundimiento de una de las losas, descubriéndose veinte metros más de corredor. Durante la excavación aparecieron tres perforaciones cilíndricas que mostraban las huellas de postes de madera que sujetaban  la cubierta en el momento de la construcción.

Dejamos el coche en la calle Trajano, muy cerca del Museo Arqueológico de Valencina ubicado en la Plaza de España. El museo era la parte final de la visita concertada así que una vez visitados los dólmenes nos dirigimos hacia él. Pero al llegar allí la puerta estaba cerrada. Un cartel informativo facilita un número de teléfono al que llamar si se tiene alguna consulta que realizar en fin de semana, llamanos al número ofrecido y nada, nadie atiende nuestra petición. Así que iniciamos la ruta a pie con el mal sabor de boca que nos deja la imposibilidad de visitar el museo arqueológico.
Justo en la plaza donde se ubica el museo se ha construido unas bancadas a modo de teatro que permite utilizar el lugar para diferentes tipos de espectáculos. Está simpática la idea.

En primer lugar nos dirigimos a la Plaza de Nuestra Señora de la Estrella.

Allí se ubica la parroquia de igual nombre, una construcción de una sola nave, formando los brazos del crucero dos capillas. Una de ellas está cubierta con bóveda de cañón, la del lado izquierdo. La otra capilla, la derecha, está cubierta por una falsa cúpula.

El altar mayor es una obra neoclásica y está presidido por Nuestra Señora de la Estrella Coronada, titular de la Iglesia, patrona y alcaldesa de la Villa y que es una imagen de vestir del siglo XVIII. Las esculturas que tiene la iglesia son: un Crucificado del siglo XVI, un Ecce Homo, la Virgen del Rosario y otros Santos del siglo XVIII.

Los retablos de la Capilla del Sagrario son del 1609, obras de Andrés de Ocampo y Antonio Pérez. En el mural izquierdo hay dos obras del siglo XVIII: un cuadro del Crucificado y otro de San José. En el muro derecho, un cuadro de San Antonio y otro de la Virgen del Carmen. Y otro cuadro situado debajo del coro. Estas tres obras están todas fechadas en el siglo XVIII.

En uno de los laterales exteriores encontramos la plaza del Santísimo Sacramento, y la terraza del Mesón Navarro del que nos han hablado bien y que pondremos luego en examen gastronómico.

Justo al lado encontramos otro de los lugares de interés de Valencina, se trata de la Hacienda Tilly. En algún momento fue visitable, pero después del fracaso en la visita al museo, ni siquiera lo intentamos al verlo todo cerrado y sin señales de vida.
Vemos su gran portada barroca (s.XVII) con pilastras laterales, frontón y un gran mosaico de la Inmaculada Concepción que sustituyó al escudo de armas original y que ocupaba ese lugar.


Desde la parte trasera podemos ver uno de sus jardines.

En su interior destaca una torre mirador rematado por una cruz y esta que vemos en la imagen, conocida como torre de Contrapeso, de tipo barroco con volutas laterales, almenillas con remates cerámicos y bonitos azulejos, también dispone de cruz y una veleta.


Nuestra siguiente parada se realiza en la Hacienda de Torrijos una antigua fortaleza militar de origen árabe.


En su interior se encuentra la Capilla del Cristo de Torrijos. Cuenta la tradición que el día 29 de septiembre del año 1600, festividad del Arcángel San Miguel y mientras el capataz buscaba una gallina extraviada descubrió la imagen del Santísimo Cristo, oculta en la muralla contigua a la capilla. Se trata de un Cristo de tamaño natural atado a una columna, tallado en mármol sin pulimentar, policromado y de estilo gótico y al que le profesan gran devoción, una imagen muy venerada y a la que se le atribuyen numerosas curaciones y prueba de ello son inmumerables exvotos que podemos ver allí expuestos, tanto de plata como en los clásicos cuadros ofrendas, clásicos de los siglos XIX y principios del XX.

Por un sombrado camino con antiguos eucaliptos nos alejamos de la hacienda y vamos en busca del camino de Caño Ronco.

Nos sorprende en gran diámetro y altura de los viejos eucaliptos.

Este desprotegido camino discurre entre campos de labor. Por aquí discurre parte de uno de los senderos locales oficiales conocido como "Sendero del Alcaraván".

Giramos a la izquierda y nos incorporamos al camino de Matarrubilla.

A nuestra derecha dejamos el Dolmen de Matarrubillas, visitado hace poco más de una hora.

Extremando la precaución cruzamos la carretera, el camino continúa por allí.

Tras conectar con la calle Clara Campoamor, llegamos a la Ermita de Nuestra Señora del Pilar. Se trata de un edificio de pequeñas dimensiones y planta hexagonal, en cuyos vértices presenta pilastras que sirven a su vez de soporte para la bóveda apuntada que cubre la edificación. Cabe destacar que tanto la bóveda como los remates de las pilastras se han decorado con azulejos de tipo trianero.
En su interior, dentro de una hornacina se alberga la imagen en barro cocido de 34 cms de altura de la Virgen del Pilar, datada en el S. XIV dentro de la Escuela Florentina. Dicha imagen estuvo sobre un pilar de ladrillos en un cruce de caminos en otro lugar de la localidad.

Pasamos por el parque municipal de La Gallega.


Este parque ejerce de improvisado mirador de toda la comarca del Aljarafe y parte de Sevilla capital.

Santiponce y por detrás La Algaba.


Y terminamos con lo que ya es un clásico en nuestras sálidas, pasar por cualquier lugar y aparecer los gatos buscando unas caricias de la susurradora de gatos.


Podéis descargaros el track, clicando en la siguiente imagen:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/valencina-dolmenes-pastora-y-matarrubilla-8mar2020-47729923
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.