sábado, 30 de octubre de 2021

NOVO SANTI PETRI-PARQUE DE LA BATALLA DEL 5 DE MARZO DE 1811 (CHICLANA)(28 0CT 2021)

El objetivo del día era conocer el Parque de la Batalla del 5 de marzo de 1811, más conocida como la Batalla de Chiclana, erigido en conmemoración y recuerdo de la batalla producida ese día en las inmediaciones y la loma del Puerco durante la invasión francesa y de vital importancia dentro de la conocida como Guerra de la Independencia y devolver a nuestra memoria, además del importante hito histórico pues algunos de los personajes más relevantes en ese día e injustamente olvidados.
 
Al ser un paseo corto pues aprovecharemos para dar una vuelta por el Novo Santi Petri y playas de La Barrosa y la del Puerco, pasando por su torre vigía.

Distancia: 9,16 kilómetros.
Tiempo:2 horas 41 minutos.
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 36°20.331'N - 6°09.613'W
 
El coche se queda en el aparcamiento de acceso a Tiburón playa.
 
 Y nos incorporamos a la antigua Vereda de Cádiz de la que aún se conservan partes "arenosas".

Aunque la mayor parte de la vereda ha sido asfaltada y convertida en lo que conocemos como avenida Amílcar Barca.
 
A nuestra izquierda dejamos uno de los campos de golf de la zona. 

Tras sobrepasar el hotel Barrosa Park nos dirigimos en busca de la orilla, lugar donde caminaremos hasta llegar a las inmediaciones del hotel Riu Chiclana.

En línea de horizonte divisamos el castillo de Santi Petri en el término municipal de San Fernando.

Nos llama la atención lo que ha crecido la duna o bajado la playa, sin dudas, este verano de tan poco levante ha incidido en una pérdida sustancial de arena.

Tras pasear por parte de la playa de la Barrosa y playa del Puerco y a la altura del hotel Riu abandonamos la arena. El lugar está marcado un poste que indica la zona 39.

Tras subir la escalera aparecemos justo en la zona de Tiburón playa, lugar donde por la parte alta, tenemos aparcado el coche.

Allí tenemos uno de los hitos pertenecientes a la Ruta Napoleónica. Dicha ruta es un proyecto que a través de 30 hitos localizados por la ciudad de Chiclana hace un recorrido por de uno de los periodos más importantes en su historia: la Invasión Francesa. Pronto os daré cuenta de esta interesante y novedosa ruta. En este caso que nos ocupa se trata de un recuerdo a Catherine Balland, una francesa que hoy llamaríamos "provisionista o cantinera" conocida como la Vivandiere que recorría la primera línea de batalla ofreciendo a los soldados comida y bebida en un lugar donde nadie se atrevía a ir, sin dudas, desafiar al fuego enemigo para reconfortar a los soldados del regimiento no debía de ser fácil, y los soldados pensaban que les daba suerte. El regimiento 95º que luchó en Chiclana de la Frontera contó con una “vivandière” llamada Catherine Balland que, por su valentía y coraje, llegó a recibir la Legión de Honor en 1813. Con este hito catalogado con el número 18, se le rinde merecido homenaje.

Estos hitos están figurados como unas siluetas que representan la sombra del personaje como si estuviese allí en persona.

Todo este tramo es un bonito y cómodo paseo por un camino que recorre paralelo a la costa en dirección a la Torre del Puerco. Caminamos por un tramo del Parque Periurbano de La Barrosa.

En una de sus rotondas encontramos una gran piedra y una placa en recuerdo de Gustavo Virués Ortega, un chiclanero aficionado a la montaña y muerto durante una expedición en Marruecos.

En el día de hoy estamos viendo cosas nuevas en este camino ya conocido. Se trata de una escultura que representa al dios Melkart, es la referencia de otra nueva ruta abierta por el inquieto ayuntamiento chiclanero y denominada "Chiclana de origen fenicio", una ruta que recrea en el término municipal el recorrido que los primeros fenicios pudieron hacer cuando llegaron a nuestras costas, desembarcaron y se asentaron en el Cerro del Castillo. Es decir, permite recorrer las playas de La Barrosa y Sancti Petri, atravesar la marisma (Parque Natural Bahía de Cádiz) y seguir el cauce del río Iro –vínculo natural con nuestra historia– hasta llegar al yacimiento del cerro del Castillo, origen del entramado urbano de la ciudad de Chiclana, ruta de la que también os daremos debida cuenta.
El estilo de la escultura nos recuerda a algo conocido, y pronto lo comprendo, es obra del prolífico artista isleño Antonio Aparicio Mota, académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, y del que hemos hablado en varias ocasiones en en blog.

Y llegamos a la Torre del Puerco, una torre vigía que pertenecía al sistema de torres de vigilancia costera mandado construir por Felipe II en el siglo XVI para defender las costas españolas de los piratas berberiscos.
 
 Allí encontramos otro hito perteneciente a la Ruta Napoleónica, se trata del dedicado al pintor de batallas Louis François Lejeune.
 
 Directamente nos dirigimos a la Loma del Puerco en busca del Parque de la Batalla del 5 de marzo de 1811.
 
Justo en su entrada encontramos el hito núm.20 y último de la Ruta Napoleónica y dedicado al sargento Masterson, un componente del 2º Batallón del Regimiento 87º de los Fusileros Irlandeses y que recuerda la toma del Äguila Imperial emblema de los regimientos franceses durante las guerras napoleónicas.
 
El águila imperial francesa era el emblema de la Grande Armée de Napoleón I, la cual se representaba sobre el asta de las banderas de sus regimientos. Durante las guerras napoleónicas, la captura de un águila por parte de las tropas enemigas fue un duro golpe para cualquier regimiento. En la Guerra de la Independencia Española, en la Batalla de Chiclana, los irlandeses capturaron su primer águila, una de las accones bélicas más celebradas en la Gran Bretaña. 
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En la Loma del Puerco tuvieron lugar el 5 de marzo dde 1811 algunos de los episodios más importantes de la conocida como Batalla de Chiclana y aunque el resultado final, usando el argot ajedrecístico, fue de tablas, supuso un cambio en el devenir de la Guerra de la Independencia, a partir de la cual los aliados angloespañoles comenzaron a llevar la iniciativa de la contienda. Además, fue una de las acciones que frenó la última gran tentativa napoleónica de invadir Cádiz, sede de las Cortes y del Gobierno patriota.
 
 Tras el monolito y placas conmemorativas llegamos a una especie de plaza de armas adornada con dos cañones.
 
El recorrido está jalonado por diez monolitos que nos van relatando en orden cronológico, algunos de los acaecimientos más detacados de ese día. El primero de ellos nos recuerda a la conocida como "Vigía de la Barrosa" y ubicado en el punto más alto de la Loma del Puerco, indica el lugar donde estuvo un edificio ruinoso, también catalogado como capilla, ermita o casa blanca, tomar esta cima fue el objetivo del sangriento combate entre las tropas del General Grahan y el Mariscal Victor.
 
La coalición contra los franceses estuvo compuesta por soldados españoles, británicos, portugueses y alemanes. Tácticamente y en términos de bajas sufridas, la batalla fue una victoria para las tropas aliadas. Habían marchado una distancia considerable durante aquel día (y la noche anterior) y estaban luchando contra una fuerza que casi la doblaba en número. Las tropas británicas perdieron aproximadamente 1240 soldados, incluyendo portugueses y alemanes bajo mando británico. Las bajas españolas fueron entre 300 y 400. Los franceses perdieron cerca de 2380 hombres. Sin embargo, el error de los aliados, de no perseguir a los franceses derrotados, permitió al Mariscal Claude-Victor Perrin,  Victor para los amigos, reocupar las líneas del asedio a Cádiz, y la batalla no tuvo resultados estratégicos decisivos; de hecho, Victor la consideró una victoria, dado que el asedio continuó como hasta entonces.
 
Una placa en varios idiomas nos recuerda que: EL 5 DE MARZO DE 1811 SE LIBRÓ EN ESTA COLINA LA "BATALLA DE CHICLANA O DE LA BARROSA" CONTRA LAS TROPAS NAPOLEÓNICAS. MILES DE SOLDADOS BRITÁNICOS, FRANCESES, ESPAÑOLES, PORTUGUESES, POLACOS Y ALEMANES REGARON CON SANGRE ESTA LOMA. HOY, YA EN UN NUEVO MILENIO, LOS DESCENDIENTES DE AQUELLOS SOLDADOS CONVIVEN EN UNA EUROPA UNIDA Y EN PAZ. CON MOTIVO DEL VII CENTENARIO DE CHICLANA DE LA FRONTERA. 1303-2003.

 Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:

Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

jueves, 28 de octubre de 2021

PARQUE DE LAS CAÑADAS (RUTA 2).- CAÑADA REAL DEL CAMINO ANCHO (PUERTO REAL) (26 OCT 2021)

La Cañada Real del Camino Ancho arranca en el Meadero de la Reina, desde donde marcha hacia la carretera de Malasnoches, cruza la carretera de Malasnoches o del Marquesado,  deja el Club Hípico Jinetes de la Bahía, y llega al descansadero llamado de La Chacona, en donde curva a la izquierda tomando dirección Norte atravesando la Cañada Real del Camino de Medina hasta llegar a la Vereda del Camino Viejo de Paterna, que atraviesa para  cruzar bajo la autopista Cádiz-Sevilla, continúa entre terrenos del Casino, Bahía de Cádiz, hasta llegar al Descansadero de la Alcantarilla del Salado, por el que se interna en el término municipal de Jerez de la Frontera. La anchura legal de esta vía pecuaria es de setenta y cinco metros, su dirección va de SO a NE y de S a N, y su longitud es de 10.420 metros.
 
Esto es un paseo por el tramo de cañada real que discurre por el Pinar de Las Cañadas, entre el cruce con la carretera A-408 (cruce con la Cañada Real del camino de Paterna de Rivera) y las cercanías de la autopista Cádiz-Sevilla que cruza en dirección a Jerez.
 
Dejamos el coche en: 36°31.446'N - 6°06.741'W
Distancia: 8,14 kilómetros.
Tiempo: 2 horas 2 minutos.
Dificultad: Fácil.

Dejamos el coche en el cruce de la cañada real con la carretera A-408.
 
Esta cañada es la más importante de las vías pecuarias de Puerto Real y una magnifica referencia para orientarse y conocer el Parque de las Cañadas.
 
El Parque de las Cañadas se sitúa entre los parques naturales Bahía de Cádiz y el Complejo Endorréico de Puerto Real, durante su recorrido veremos distintos paisajes como son las zonas de pinar, de cultivos y algunas algo más antropizadas (una forma retórica de hablar de zonas totalmente afectadas por el hombre y en clara referencia a las diversas construcciones agrícolas y al parque eólico y fotovoltáico que iremos dejando a nuestra derecha durante todo el recorrido y que queda semioculto gracias a la espesa vegetación.

Tras algo más de un kilómetro, esta cañada cruza de forma perpendicular la Vereda del Camino Viejo de Paterna.
 
 Uno de los claros a nuestra derecha nos permite ver parte de la zona "antropizada".
 
Hace calor pero todo este corredor está lleno de pinos y se convierte en un delicioso y tranquilo paseo solo alterado por el ruido de algunas bombas de agua que riegan las plantaciones circundantes.

Algunas de ellas aparentemente utilizadas como "caza subvenciones", vemos pacas de algodón que tras ser recogido permanecen tiradas por la cañada.
 
 A nuestra izquierda nos encontramos un gran pino que muestra la vejez de este pinar que tantos recuerdos me trae, era uno de los lugares preferidos por mis padres para pasar los "domingo de campo" y aquí me traían asíduamente, tradición que continué con mi familia cuando los niños eran pequeños, por aquí veníamos y pasábamos unas jornadas inolvidables.

A pesar de que algunas fincas están abandonadas, veremos diversos pozos que a pesar de las basuras, aún conservan agua.


En cambio otras, siguen habitadas y con señales claras del mundo rural.

También permanecen algunas plantas no pertenecientes al biotopo natural de la zona, como esta colonia de pitas.

El final y donde daremos la vuelta nos viene indicado por un cartel que avisa de la existencia de camaleones, intentamos localizar a alguno pero fue imposible, aunque por otra parte y como dije antes, por aquí vinimos mucho y vimos un amplio muestrario de especies animales, pero de camaleones, pues nunca vimos ninguno. Será cuestión de poner más dedicación.
 
Las vías pecuarias de Puerto Real constituyen, en todo su término, un entramado de unos 150 kilómetros de cañadas, cordeles y veredas, además de descansaderos y abrevaderos de ganado, cuya titularidad ostenta la Junta de Andalucía. En muchas de ellas se conservan copiosos pinares de pino piñonero, junto a lentiscos y acebuches, un sotobosque que preserva una riquísima flora, y a la vez, esconde una singular fauna.

Suelen servir de corredores ecológicos, intercomunicando varios parajes de importancia natural y constituyen el hábitat de numerosas especies de aves paseriformes e insectívoras (cuevos, alcaudones, jilgueros, mosquitines), de presa (cernícalos, búhos, lechuzas, o águilas calzadas y culebreras) y de maníferos (erizo, lirón, el meloncillo y conejos, muchos conejos).

Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

lunes, 25 de octubre de 2021

SALINAS LA TAPA, SAN JOSÉ Y MIRADOR PARQUE DEL GUADALETE (23 OCT 2021)

Volvemos a caminar por un entorno marismeño, en esta ocasión vamos a visitar la salina de San José, pasando previamente por la salina de La Tapa, y daremos la vuelta una vez lleguemos al mirador del Parque del Guadalete, un parque periurbano creado en 2003 en una antigua escombrera ubicada entre el polígono industrial Las Salinas y el río Guadalete y que no termina de cuajar. Recorriendo este sendero entramos en contacto con el ecosistema más característico del parque natural Bahía de Cádiz, las salinas, que constituyen un rico patrimonio cultural y uno de los elementos definitorios del paisaje de este espacio natural.
 
Distancia: 8,13 kilómetros.
Tiempo:2 horas 53 minutos.
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 36º35.472'N - 6º12.934'W
 
El coche se queda en uno de los aparcamientos del Pinar de la Isleta, también conocido como el "Tiro Pichón", en el Puerto de Santa María.
 
Pronto llegamos a la entrada principal de la salina de La Tapa, que dejaremos a nuestra derecha para tomar una vereda que se acerca a la autovía. A lo lejos, montañas blancas de sal rompen la monotonía del llano paisaje.
 
Por el camino encontraremos un par de pasarelas que nos permitirán cruzar el caño que rodea a la salina. La salina de La Tapa es una de las pocas salinas industriales que permanecen en la Bahía de Cádiz, sus grandes cristalizadores y muros son uno de los mejores lugares para la observación de avocetas, chorlitejos o charranes.
 
Una vista aérea nos permitiría comprender fácilmente este caño, se trata del conocido como Caño Bajero, es una canalización de agua que permitía la evacuación del "agua vieja", esa agua con pocos nutrientes y oxígeno que permanecía en los esteros y que de forma periódica necesitaba ser renovada.
 
 Cruzanos una nueva pasarela.
 
 
Continuamos hacia el sur y atravesamos un puente sobre el rio Guadalete, siendo un lugar perfecto para disfrutar de excelentes vistas panorámicas del curso del río, las salinas y uno de los ecosistemas más característicos del parque natural, las marismas. Así como el último tramo natural del río Guadalete que después de 169 kilómetros de recorrido desemboca en la bahía tras su paso por el Puerto de Santa María.
 
En lo que dicen fue un antiguo matadero construido en el siglo XVIII llega la primera sorpresa del día, allí coincidimos en la puerta con uno de los miembros de la Asociación Belenista del Puerto de Santa María, que muy amablemente nos invita a pasar y nos explica algo de los usos actuales que se les están dando a estas instalaciones.
 
Lo primero que me llama la atención es una placa de mármol grabada y que no se corresponde con la información que he encontrado por la red, esa información nos remite siempre al antiguo matadero del siglo XVIII pero fijándonos en la placa, vemos que aparece una fecha, la misma está tallada en 1697, o sea, siglo XVII.
 
 Tras un rato intentando descifrarla, aunque me faltan algunos grupos de letras, esto es lo que creo dice:
 
 El interior está muy bien cuidado y allí se ubican una peña flamenca, una academia de baile y la Asociación de Belenistas Portuenses.
 
 
 
 
Esta asociación belenista tiene unos talleres donde diversos artesanos y aficionados realizan sus actividades así como una muestra visitable de dioramas con belenes a pequeña escala que son una pasada, también es visitable el Belén que montan anualmente y que permanece en exposición todo el año.
 
Este es el Belén de este año pasado, una auténtica obra arte con relaciones perfectas de proporciones, escalas, buen gusto y sobriedad. Realmente magnífico.
 
Tras salir de la instalación continuamos por una triste y sucia carretera asfaltada y a nuestra derecha encontramos un local que rompe lo vetusto del lugar, se trata del restaurante Aponiente local regentado por el prestigioso chef Angel León.
 
 
Tras desviarnos a la derecha hacia el polígono industrial San José, llegamos a la salina de igual nombre.

Como es habitual la salina está abandonada y es difícil ver la red de canales y depósitos elaborados para su mantenimiento y explotación. Esta era una de las más de 140 salinas que, a principios del siglo pasado ocupaban lo que es hoy el Parque Natural Bahía de Cádiz.
 
Tras su abandono, el lugar se convirtió en un vertedero, situación que se ha reconducido en las últimas décadas habiéndose recuperado en parte y convirtiéndose en un lugar de gran valor medioambiental, habiéndose restaurado parte de su infraestructura, tales como cristalizadores, calentadores, esteros, etc...
 
Junto al camino principal el agua de lluvia es recogida por un rosario de lagunas temporales alrededor de las cuales se mueven diferentes aves, anfibios y una variada vegetación que sin ser habitual en las marismas pues encuentran un lugar ideal para desarrollarse ante estas acumulaciones de agua dulce. La salina tiene varias rutas posibles, nosotros haremos la que recorre todo el perímetro de la misma.
 
 
En el primer tramo destaca un Molino de Mareas construido en 1819 sobre el caño llamado "Madre Vieja del Guadalete" estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XX. Este molino conocido como "Molino del Caño" es el único del Puerto Sta María y fue el de construcción más tardía y en él se adoptó el sistema de rodete, más eficiente que el sistema de los anteriores.
 

Nos sorprende el buen estado de conservación y es cuando nos percatamos de que se trata del restaurante Aponiente, dicho local está instalado en el molino y de ahí su perfecta presentación.

Una de las características del entorno salinero es la riqueza de sus fangos, que favorece una fauna poco visible como puedan ser crustáceos, mariscos y gusanos que son los protagonistas de una actividad ancestral y muy arraigada a la bahía de Cádiz, el marisqueo, que tanta importancia tiene en la gastronomía gaditana.

A nuestra derecha vemos el Guadalete en su lento discurrir hacia la desembocadura, este lento discurrir propicia el asentamiento de partículas que al cabo de millones de años propiciaron la aparición de las marismas al existir un contacto directo del agua dulce con el agua salada procedente del mar y que el reflujo mareal lleva hasta kilómetros adentro, pero las marismas no son solo fango, agua, plantas y aves, es una compleja red de relaciones y procesos que reportan numerosos para el hombre, siendo uno de los ecosistemas más productivos que existen.

A punto de cerrar el circular salinero nos encontramos con el único paso que nos pone una pequeña dificultad, por efecto de las corrientes el lateral de la última compuerta se ha erosionado y el camino no tiene continuación, lo solventamos fácilmente cruzando por las piedras y utilizando el muro de contención de la compuerta y su forma escalonada por pasar al otro lado. Este paso puede verse comprometido en momentos de la pleamar. Foto cuasi cenital una vez superado el obstáculo.

Como último dato importante y de la importancia que tienen las marismas está en que Cádiz se sitúa en una de las rutas migratorias de aves más importantes de Europa que se desplazan hacia África en busca de mejores temperaturas y posibilidades de alimento  por lo que las enormes extensiones de fango que quedan al descubierto con la marea baja se convierten en un inmenso comedor de una gran cantidad de alimentos proteínicos para las aves por lo que estos humedades, además de servirles de zona de descanso las proveen del suficiente alimento que les permitirá continuar con garantías su largo viaje. Se da la circusntancia de que la Bahía de Cádiz y sus agradables temperaturas es un lugar tan ideal para pasar el invierno que muchas especies han renunciado a la larga migración y han formado grandes colonias que habitan el entorno durante todo el año. Zarapitos, alcaravanes, espátulas y ánades son especies que podemos ver frecuentemente, lo que a su vez ha atraído a otras aves predadoras como pueden ser el águila pescadora, el aguilucho lagunero o los cernícalos.

Tras salir de la salida y retomar el camino cruzamos una maloliente canalización de agua llegamos a las proximidades del Parque del Guadalete que se levanta entre el polígono industrial las Salinas y el río Guadalete sobre una antigua escombrera regenerada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Al pasar por una de las entradas podemos comprobar que es un secarral y que si queremos que se convierta en un lugar agradable necesitará de nuevas actuaciones de limpieza y plantado de árboles. Podríamos entrar por aquí y llegaríamos directamente al mirador, nosotros continuamos por el camino que discurre paralelo ¿por qué? pues por nada especial, son igual de feos ambos.
 

Y allí tenemos el mirador, una vez lo visitemos regresaremos al punto de salida por el mismo camino por el que llegamos.
 

Esta zona alta central tiene diferentes tipos de árboles jóvenes y dispone de zona de descanso y bancos con mesas para comer.
 
 
Desde el mirador tendremos unas vistas privilegiadas del río Guadalete, el entorno marismal y el Puerto de Santa María.

 Mini video con las vistas desde el mirador:
 
Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen.

Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.