lunes, 30 de diciembre de 2019

PUERTA VERDE DE SAN FERNANDO A CHICLANA (29DIC2019)

Este tramo de la ruta conocida como Puerta Verde conecta el término municipal de San Fernando con el de Chiclana a través de salinas y esteros, biotopo fundamental en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz. Durante el recorrido, se puede apreciar la presencia de una importante avifauna ligada a los humedales y salinas de la zona. La mayoría de las especies presentes son aves migratorias que utilizan estos parajes como zona de descanso, antes de emprender de nuevo el vuelo.

Especial interés histórico adquiere el Puente Zuazo y su entorno, dado que jugó un papel crucial durante la Guerra de la Independencia, impidiendo el asalto final del ejército francés al único territorio que les faltaba por invadir y que entre los años 1810 y 1812 fue a lo único que se redujo España. Este hecho fue hábilmente aprovechado en los fastos del Bicentenario de nuestra Constitución en 2012, que fueron titulados como "Cuando España fue una isla", en clara referencia a San Fernando, lugar por donde nunca pudieron pasar las tropas napoleónicas y que en ese momento, fue el único territorio libre de la España peninsular.

Dejamos el coche en: 36°27.655'N -  6°11.675'W
Distancia: 13,82 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 13 minutos.
Dificultad: Fácil.

El coche puede quedarse en el aparcamiento de la Feria de San Fernando, justo en el inicio de la ruta.

Antes de iniciar la ruta hacemos una parada en el Molino de Mareas del Zaporito, antaño allí, además de la instalación molinera, existió un embarcadero, un astillero y unos baños, los conocidos como Baños de Ureña.

Su nombre le viene del caño donde se encuentra ubicado. El molino de mareas fue un ingenio tecnológico de una enorme importancia en la economía de la Bahía de Cádiz. Estos molinos aprovechaban la fuerza de las mareas, como fuente de energía inagotable, para hacer girar las piedras y realizar la molienda, normalmente de trigo, aunque tambien molían otros cereales.

Rápidamente pasamos por el puente que cruza el Caño del Zaporito. Cuando La Isla contaba con apenas 300 habitantes, Juan Domingo Saporito, caballero genovés de noble cuna, llega a Cádiz donde se establece, llega a ser Administrador de Aduanas, y se compra una gran finca en San Fernando que comprendía los terrenos que se extiende desde la Alameda Moreno de Guerra hasta el caño de Sancti Petri y desde la calle Santísima Trinidad a la calle Dolores.
Juan Domingo Saporito fue un hombre de negocios con una gran visión de futuro, pues supo aprovechar la importancia que a principios del s. XVIII tenía el caño de Sancti Petri como vía natural de comunicación entre Chiclana y San Fernando.
Por él circulaban las embarcaciones cargadas de pescado, sal, arena etc. Por este motivo Juan Domingo decidió construir un canal que uniera el embarcadero de su finca con el mencionado caño, y con este motivo el 14 de noviembre de 1711 firmó un contrato con Juan de la Cueva y Diego de Molina, entre otros, para realizar las obras. Este canal en la Isla llamados caños, tenían la particularidad de ser artificial y llevar agua de mar.

Más tarde en 1789 Gaspar Molina y Zaldívar, III Marqués de Ureña y IV Conde de Saucedilla, realizaría reformas en él, pues lo que hasta entonces existía, más que un muelle, era un embarcadero.
El mencionado Marqués era bisnieto de José Micón, rico comerciante también genovés y afincado en Cádiz, quién en 1717 compró a Domingo Saporito la finca que tenía en la Isla.
Tras la breve reseña histórica continuamos nuestra ruta entrando en el conocido como Paseo Marítimo de la Magdalena, un deteriorado paseo que bordea el Caño de Zaporito y el el Sancti Petri.

Rápidamente aparecerá a nuestro frente el Puente de Zuazo. Unos de los lugares más emblemáticos de la historia española y dónde ocurrieron algunos de los combates y episodios más heróicos en una época dónde los españoles luchábamos juntos por nuestra libertad. Alcanzó su momento álgido durante la Guerra de la Independencia, convirtiéndose en el único bastión que no pudo ser invadido por los franceses.

Está construido con piedra ostionera y su origen se remonta a la época romana cuándo sólo se trataba de parte del acueducto por el que pasaba el agua procedente de los manantiales de El Tempul, hablamos del famoso acueducto de Gades, el de mayor longitud de la Hispania romana.
El puente actual fue obra del ingeniero Louis Gautier y debe su nombre al poseedor del señorío del "Logar de la puente" que fue otorgado por el rey Juan II de Castilla en el s.XV a Juan Sánchez de Zuazo.

En uno de los muros de las dependencias que protegían el puente encontramos esta placa en memoria de los hechos acaecidos durante la invasión francesa, cuando tras unas heróicas defensas el ejército francés se batió en retirada. La misma dice:

AQUÍ FUE EL LÍMITE DE LA ESPAÑA LIBRE

LAS BRIGADAS DE ARTILLERÍA E INFANTERÍA
REAL DE MARINA
Y FUERZAS NAVALES Y DEL EJÉRCITO AL MANDO DEL
CAPITÁN DE NAVÍO
DON DIEGO DE ALVEAR Y PONCE DE LEÓN
CON SU HEROISMO Y VALOR RECHAZANDO LOS ATAQUES DEL EJÉRCITO FRANCÉS
DESDE EL 10 DE FEBRERO DE 1810 AL 25 DE AGOSTO DE 1812
HICIERON DE ESTAS PIEDRAS VENERABLES EL
ÚLTIMO BALUARTE DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA

Justo enfrente y casi paralelo al mismo, veremos el nuevo viaducto por el que transcurre la autovía CA-33. Ambos sobre el caño de Santi Petri.

Conforme pasamos el puente de Zuazo y a nuestra izquierda aparece otro edificio emblemático, se trata del Real Carenero, una de las primeras construcciones en la Real Isla de León, un antiguo astillero y fábrica de motonería, lanas y jarcias, y que dedicaba a abastecer a los navíos de la Armada.
Aunque físicamente pertenece al término municipal de Puerto Real, su historia está íntimamente ligada a la de San Fernando, constituyendo el germen fundamental de lo que con los años sería la ciudad. Fue construido en la época de los Reyes Católicos y parece ser que sobre unas construcciones romanas que se dedicaban a la construcción y reparación de las naves que por allí navegaban. Lo que no cabe dudas es que para nadie pasó desapercibida la importancia estratégica del lugar, segundo acceso a la bahía y ciudad de Cádiz.


Y a continuación todo en entramado de baluartes o reductos que tan activamente tuvieron participación en la Guerra de la Independencia. Algunos de ellas fueron construidos en el siglo XVI y demuestran la importancia que tenía el paso por el puente, único lugar por donde podía accederse por tierra a la ciudad de Cádiz, ya que el entramado de caños y sus inexpunables lodos hacían totalmente imposible el poder pasar por otro lado. Adquirieron su máxima importancia y valor durante la Batalla del Portazgo en 1810. Este de la foto es el Reducto de San Ignacio, la caseta en el centro era el polvorín.

Una pasarela de madera lo une directamente con el Baluarte de San Pedro. 

Basta un ligero vistazo a la imagen satelital para comprobar cuán importante se consideraba el lugar.

Así se defendía el puente de Zuazo:
1.- Real Carenero.                                 5.- Reducto de la Concepción.
2.- Reducto de San Ignacio.                  6.- Reducto de Santiago.
3.- Batería de Angulo.                           7.- Batería de San Pedro.
4.- Batería de Alburquerque.                 8.- Baluarte de San Pedro.

Salta a la vista que quién quisiese acercarse al puente con "malas intenciones" tendría que pasar un corredor de artillería nada fácil de soportar.

Dejamos el "Logar de la Puente" y seguimos por un camino reciente, un sendero llamado "Puerta Verde de San Fernando" y que llega hasta Chiclana. Aunque caminamos paralelos a las vías del tranvía, a ambos lados tenemos el entramado de salinas y esteros que forman parte del Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Estamos cruzando el caño Zurraque, a nuestra izquierda el viaducto por el que pasa la autovía. El día está desapacible y un fuerte viento de levante incomoda más de lo apetecible, eso hace que el color del agua, ya de por sí bastante oscuras, sean auténtico chocolate.


Y un sinfín de caños más pequeños que abastecen de agua todo el entramado de antiguas salinas que vamos dejando a nuestra izquierda.

Hasta este lugar y a ambos lados de las vías del tranvía existen sendos caminos, venimos caminando dejando las vías a nuestra derecha y la vereda se acaba, por este paso que vemos nos cambiamos de banda y a partir de aquí caminaremos dejando las vías a nuestra izquierda. Nuestra dirección está marcada con la flecha negra, en rojo una alternativa que tomaremos para la vuelta.


Las fuertes rachas de viento y el sol de cara no nos arredran, nosotros a lo nuestro.

Todas las aves que pululan por nuestro entorno están en tierra y buscando el resguardo, esto nos permite alguna que otra foto cercana.

Con un poco de zoom nos acercamos a los flamencos rosas (Phoenicopterus ruber).

También vemos las tímidas cigüeñuelas (Himantopus himantopus).

 Y una garceta común (Egretta garzetta) que asustada intenta levantar el vuelo a contraviento.

En línea de horizonte, ya vemos Chiclana bastante más cerca.

Al igual que la garceta, esta bandada de archibebes (Tringa flavipes) también huyen despavoridas.

En el apeadero de Pinar de los Franceses ponemos fin a nuestro avance. Tenemos dos opciones: cruzar la carretera y volver a San Fernando en autobús, la parada la tenemos justo enfrente, la línea es la M-120 y bajarnos en Venta de Vargas, o volver a pie repitiendo tramo.

Ahora el viento lo llevamos de espaldas, así que no veas la velocidad de vuelta. El caminar es mucho más cómodo y encima el sol ya no nos da en la cara, así que todo mucho mejor.


En el trayecto de ida no nos quisimos entretener en este puente que da salida a un carril de servicio de la autovía, pero ahora vamos a subirnos (ojo que no debemos continuar por él) y obtener algunas tomas más elevadas.

Vemos San Fernando con un poco más de perspectiva, todo el entramado salinero y bajo nosotros las vías por las que algún día circulará el controvertido tranvía.

A nuestras espaldas, Chiclana y las salinas de San Pablo, Santa Matilde y San Joaquín.

Y a nuestra derecha, las salinas de los Hermanos, San Eugenio, San José y San Enrique y Cañaveral.

Y más hacia San Fernando, las salinas de San Basilio, Santa Beatriz, San Federico y Vicario.

Nuevamente llegamos al paso bajo las vías, pero esta vez y para variar un poco vamos a acceder a la pista que discurre paralela a que trajimos en la ida, para eso aprovechamos que el vallado está roto y accedemos a la parte superior del paso (marcado en rojo).

Aunque el paso es seguro y alejado de los raíles, lo hemos realizado a sabiendas de que no pasará ningún tranvía, cuando esté en funcionamiento yo no pillaría por aquí.

Y de nuevo el caño de Zurraque en todo su esplendor chocolatero.

Esta alternativa de camino tampoco es que ofrezca nada diferente, pero...

A la altura del apeadero de Tres Caminos, ambas pistas se unen.

El color oscuro de las aguas de los caños constratan con el azul cielo de la embalsada. La Real e Ilustre Isla de León está a tiro de piedra, el regreso al punto de salida lo realizamos a través de la Ronda del Estero cuyos edificios nos protegerán del fuente viento, que ya nos dió bastante.

 Podéis descargaros el track, clicando en la siguiente imagen:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/via-verde-de-san-fernando-a-chiclana-29dic2019-44931097
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.  

domingo, 29 de diciembre de 2019

DE PUNTA ESPÍRITU SANTO A LAS LAGUNAS DE BONANZA (SANLÚCAR) (27DIC2019)

Saliendo desde la playa de Las Piletas en las inmediaciones de la Punta del Espíritu Santo esta ruta nos llevará por la costa hasta las Lagunas de Bonanza, volviendo al punto de partida a través del paseo marítimo de Sanlúcar. Pasaremos por lugares tan emblemáticos como el Bajo de Guía, lugar de culto para los rocieros, el Puerto de Bonanza o el antiguo faro de San Jerónimo en el pinar de igual nombre todo ello aderezado con el incomparable Parque Nacional de Doñana.

Recorremos íntegramente de las playas de Las Piletas, la Calzada, Bonanza y Bajo de Guía para luego adentrarnos en una zona de alto valor tanto ecológico como agrícola como es el entorno de Doñana al que pertenecen las Lagunas de Bonanza. Una alternancia del pueblo pesquero y del agrícola que nos mostrará las raíces más profundas de este bonito lugar en plena desembocadura del río Guadalquivir.

Dejamos el coche en: 36°46.620'N -  6°22.185'W
Distancia: 13,38 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 19 minutos.
Dificultad: Fácil.

Dejamos el coche en el amplio aparcamiento playero de Las Piletas.

Por delante de nosotros tenemos algo más de cuatro kilómetros de playa que nos llevarán hasta el Puerto de Bonanza, lugar donde momentáneamente dejaremos el mar y entraremos en el campo.

Las playas de la Calzada y las Piletas son dos de las playas de Sanlúcar mas características. Están prácticamente juntas, pues una es la continuación de la otra. La que está junto a la de Bajo de Guía es La Calzada, que ocupa gran parte del centro de la ciudad y a continuación está Las Piletas, que colinda con La Jara, la última playa de Sanlúcar.

Sus extensiones son 2300 metros de largo por 60 metros de ancho, compuesta por arena  fina y dorada y oleaje moderado.
Es conocida como el “Hipódromo de Sanlúcar”, pues en ella se celebran cada año las famosas carreras de caballos que datan del 1845.

Estamos en el marco incomparable de la desembocadura del río Guadalquivir, en la otra orilla el Parque Nacional de Doñana.

Algunos pescadores madrugadores ya ocupan los supuestamente mejores lugares de pesca.

No hace mucho que ha salido el sol y esto nos permite disfrutar de unas texturas doradas, difícilmente observables más avanzada la mañana. Los amantes de la fotografía conocemos este efecto como "la hora dorada", suceso que se produce tanto al amanecer como al ocaso justo antes de la otra conocida como "hora azul".

Llegamos al embarcadero de la playa de Bajo de Guía, allí se ubicó el antiguo Muelle de Olaso que fue un muelle de atraque de barcos que mandó construir en 1911 el II Marqués de Olaso, propietario entonces de la linea de vapores Sevilla-Sanlúcar. El muelle aguantó hasta 2005, en que fue demolido. Bajo de Guía es la playa más pequeña de Sanlúcar de Barrameda, su longitud es de apenas ochocientos metros, pero si es bastante ancha, pues cuenta con sesenta metros de arena. En ella se encuentra el pantalán del Buque Real Fernando, el cual realiza travesías hacia el Guadalquivir atracando en Doñana

Esta playa es muy característica y famosa pues por ella cruzan cada año las hermandades en su peregrinación hacia la aldea de El Rocío en la que es una de las romerías más famosas del mundo. Por el pantalán del buque Real Fernando pasan cada mes de mayo las carrozas con los romeros rumbo a Doñana.

Desde Bajo de Guía podemos ver la playa de Bonanza, siguiendo la línea de agua y a la izquierda el Puerto Pesquero de Bonanza y más a la derecha la lonja, el edificio de la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar y el faro.

A la altura de los Astilleros Andaluces una máquina con pala anda removiendo la arena, está limpiando los raíles del carro usado para echar barcos al agua una vez reparados.

La playa de Bonanza finaliza en el puerto pesquero, allí nuevamente infinidad de barquitas de pesca amenizan nuestra vista, me llama la atención la fuerza con que tira la marea, ya está subiendo y su efecto es llamativo.

Es una playa muy frecuentada por los habitantes de la zona, dedicados mayoritariamente a la pesca, por lo que es normal ver embarcaciones alrededor de la zona conformando una estampa única.

Nuevamente los mismos protagonistas pero esta vez más cerca, el puerto, la lonja, la cofradía y el faro.

El faro de Bonanza es un faro de río, destinado a indicar luminosamente la entrada en el puerto pesquero de Sanlúcar de Barrameda. Por ello se halla junto a la dársena de entrada, a pie de la playa de Bonanza. Fue construido en 1856, siendo reformado diez años después por el ingeniero Jaime Font para aumentar el alcance de su luz. Además se le añadió linterna porque la lámpara, alimentada con aceite de oliva, se ubicaba en una ventana del faro a 15,5 metros de altura.
El estilo arquitectónico es mudéjar, para no desentonar con los edificios que le rodean y porque es el estilo con que los duques de Montpensier construían todo en Sanlúcar. Finalmente, debido a la reforma, se eliminó el remate mudéjar intalando una linterna bajo cúpula. Para compensar se puso una franja de azulejos.

El puerto pesquero no ofrece demasiado interés, salvo el derivado de unas vistas más altas de la desembocadura del Guadalquivir, aún así, entramos a dar un vistazo.


Visitado el puerto, volvemos al camino, la playa desaparece y caminamos junto a un entorno de marisma, a lo lejos, las pirámides de sal de la salina de Nuestra Señora del Rocío.

Tras caminar por la Colada de Bonanza, más bien por la acera, porque la colada está parcialmente intransitable, nos desviamos hacia el Camino de la Troncosa, vamos en busca de los Llanos de Bonanza.

Sin tiempo de aclimatación hemos pasado de la mar salada al mar de plástico, o lo que es lo mismo, del Sanlúcar marinero al Sanlúcar agrícola.

Las lagunas se ubican en la zona conocida como Llanos de Bonanza. Aunque estas lagunas no son de origen natural ya que se formaron hacia 1987 a consecuencia de los trabajos extracción de áridos para el enarenado de los campos de cultivos de La Algaida, hoy día se han naturalizado y son hábitat de numerosa fauna, tanto acuícola como avícola.

Y aunque sufren innumerables agresiones a diario -extracciones de agua, explotaciones ilegales del acuífero, vertederos incontrolados, vertidos de combustible, usurpaciones de terrenos públicos, etc... muestran una gran diversidad, especialmente en avifauna, ya que, aunque sus dimensiones son reducidas, albergan un gran número de aves acuáticas cuya observación en otros muchos lugares obliga a biólogos, naturalistas y amantes de las aves en general a recorrer grandes distancias.

Son innumerables las explotaciones de regadío que se nutren del agua de las lagunas, en este caso vemos una plantación de chícharos.

Estamos cerrando el círculo hacia la derecha, ahora nos incorporamos al Camino del Cura.

Entre las especies que podemos observar con la ayuda de unos simples prismáticos, están martinetes, garcillas cangrejeras, calamones, zampullines, fochas, destacando las malvasías, que encuentran en estos humedales refugio, alimento e incluso un lugar de reproducción, siendo una especie catalogada “en peligro de extinción” en toda España.

Tras un nuevo giro a la derecha nos incorporamos a un tramo de asfalto, seguimos rodeando las lagunas.

En total son tres lagunas, dos de ellas bastante grandes y al verlas desde diferentes ángulos nos han pensar que son otras diferentes, pero no, son las mismas lagunas, dos de ellas las veremos a nuestra derecha y por la parte interior de la ruta que vamos realizando, la tercera y más pequeña, queda a nuestra izquierda.

La verdad es que salvo una de ellas, donde se aprecian muchas basuras y resíduos, se encuentran en bastante buen estado.




Finalizado el tramo de lagunas llegamos al conocido como Pinar de San Jerónimo, que iremos bordeando dejándolo a nuestra izquierda.

Vamos hacia la zona llamada La Pólvora.

Es la primera sombra que encontramos durante todo el trayecto, aunque como el día está fresco pues tampoco ha sido muy deseada.

En medio del pinar se ubica el Faro de San Jerónimo. Un faro de quinto orden y que servía de enfilación para navegar en la desembocadura del Guadalquivir.
Fue proyectado en 1894 por José Rosende, inaugurándose en 1897. Es una torre cilíndrica, de cantería, de diámetro constante. la altura es de 24 metros sobre el terreno y 46 metros sobre el nivel del mar. Dejó de funcionar en agosto de 1982.

Bajando por el Camino del Guarda nos encontramos esta imagen de la Virgen de Fátima.

Y a nuestra izquierda, la última laguna, en esta ocasión está prácticamente desecada excepto esta balsa que vemos y que se encuentra totalmente colonizada por algas verdes, no se ve ni una sola ave.

Hemos entrado de nuevo en el núcleo urbano de Bonanza, en la Avenida de Huelva y a nuestra izquierda vemos la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen.

Rápidamente nos hemos acercado nuevamente a la franja litoral, una larga pasarela que parte de la Plaza de Jaen nos devuelve a la arena de la playa de Bonanza.

La marea sube rápidamente y nos permite ver este curioso brazo de mar.

Alli encontramos el Baluarte de San Salvador.

Fue edificado durante la época del VIII Duque de Medina Sidonia Manuel Alonso Pérez de Guzmán "Guzmán El Bueno", sus trazas son obra de Jusseppe Gómez de Mendoza, maestro mayor de las fortificaciones de Cádiz.

En 1645 pasó junto con Sanlúcar de Barrameda a la corona.

De esta fortaleza se conserva sus muros, restos de la entrada, las troneras y un par de garitas. Los muros estuvieron parcialmente ocultos, semienterrados por la arena hasta 1990, pero fueron liberados por diversas obras desde esa fecha.

Se construyó alrededor de 1626, por orden de el rey Felipe IV con el objeto de proteger el puerto de Bonanza de la piratería; está enclavado entre Bajo de Guía y Bonanza. Sorprende las grandes jambas bajo la garita.

Esta fortaleza está compuesta de un interior con cuerpo de guardia, repuesto y almacenes. Está construido en piedra de sillería. Su planta es cuadrangular y abaluartado, siendo de reducidas dimensiones, con terraplén y cañoneras. Aún puede apreciarse los huecos donde pivotaría la puerta levadiza.

Debido a sus reducidas dimensiones, tan solo cabrían cuatro piezas de artillería, por lo cual resultó insuficiente para las funciones a las que estaba destinado, suponiendo esto motivo de su temprano abandono.

Durante 1810 en la Guerra de Independencia Española, sirvió como centro de mando de las tropas francesas que estaban al cargo de la defensa de la desembocadura del Río Guadalquivir. Desde principios del Siglo XX se le empezó a conocer popularmente en Sanlúcar con el nombre de El Castillo de la Pantista, por ser ocupado por la ex-presidiaria del mismo nombre que lo convirtió en su residencia habitual, una vez que salió de la cárcel.

Como dije antes, los muros estuvieron muchos años enterrados en arena y tal vez por eso, se hayan conservado mucho mejor, en uno de los paramentos laterales podemos ver diferentes marcas que parecen proceder de su estado original, aunque no he encontrado información sobre las mismas.



Algunos metros más adelante encontramos un búnker de los construidos en España después de la Guerra Civil para defensa de costa.

Una especie de canal o caño que vierte aguas al mar nos corta el paso, buscamos el lugar de vadeo más óptimo.

En las cercanías del Muelle de Olaso en Bajo de Guía comienza el paseo marítimo.

Pasamos por el mítico restaurante Casa Bigotes.

Y por las puertas de la Capilla de Nuestra Señora del Carmen. Una de las placas de azulejo de su fachada dice: El día de la VIRGEN DEL CARMEN del año 1817, pudo verse desde aquí, el primer Barco de Vapor que navegó por aguas de España, el "REAL FERNANDO", de Bonanza a Bajo de Guía...enarbolando la Bandera toda azul, de la matrícula sanluqueña. Laus Deus.

También encontramos el monolito inaugurado en 2010 que recoge los escudos de las hermandades que hacen su peregrinación a la aldea almonteña del Rocío por Doñana.

Poco más adelante vemos el reloj de sol inaugurado el 20 de septiembre del 2011 y promovido por la Fundación “Puerta de América”. Esta inauguración formó parte del proyecto ‘Sanlúcar 2019-2022’ para la conmemoración del quinto aniversario de la Primera Circunnvegación, cuya salida y fin tuvo lugar en Sanlúcar.
Rezando el siguiente texto obra de Antonio Pigafetta uno de los supervivientes del Viaje:
“Gracias a la Providencia, el sábado 6 de septiembre de 1522 entramos en la bahía de San Lúcar… Desde que habíamos partido de la bahía de San Lúcar hasta que regresamos a ella recorrimos, según nuestra cuenta, más de catorce mil cuatrocientas sesenta leguas, y dimos la vuelta al mundo entero,…..”

A nuestra izquierda encontramos el remozado edificio de la Fábrica de Hielo, hoy día convertido en Centro de Visitantes del Parque Nacional de Doñana. La Fábrica de Hielo es un edificio de estilo modernista construido en 1944 (aunque en su frontal figura el año 1951), bajo la denominación de Marqués de Valterra.
Ésta abastecía de hielo a los barcos de pesca de Sanlúcar y se mantuvo funcionando en su cometido original hasta 1978, tras haber superado una grave explosión provocada por los gases empleados en el proceso de fabricación.

Su fachada está decorada con unos magníficos azulejos fabricados en Triana (Sevilla).

A la entrada de Bajo de Guia se erige el último de los monumentos dedicados al Rocío de cuantos existen en el mundo, junto a la reja que flanquea el monumento, existe una leyenda que indica lo siguiente:
“Este monumento al Sentimiento Rociero, obra del escultor sanluqueño José Manuel Lanza Albarrán, fue iniciado en marzo de 2015 por iniciativa de la entonces Hermana Mayor Pepi Pérez Domingo, e inaugurado y bendecido por el Señor Obispo de Asidonia-Jerez, Don José Mazuelos Pérez, día 15 de julio de 2017.El Hermano Mayor de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, Don Francisco Galán García, hizo entrega del mismo a la ciudad de Sanlúcar de Barrameda representada por el Señor Alcalde, Don Víctor Mora Escobar”.

Tras sobrepasar el centro neurálgico de Bajo de Guía y el bullicio de los bares y restaurantes preparándose para un intenso fin de semana, el paseo marítimo recobra la tranquilidad.

El mar azul se funde con el cielo en la misma desembocadura del Guadalquivir.

Cruzamos por un puente un nuevo cauce soterrado de origen desconocido o tal vez portador de aguas de lluvia.

A la altura de la plaza de Los Azahares el paseo marítimo se acaba y con él, nuestra ruta.

El coche permanece en ese mini oasis improvisado de la playa de Las Piletas.

Podéis descargaros el track, clicando en la siguiente imagen:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/punta-espiritu-santo-lagunas-bonanza-sanlucar-27dic2019-44803143
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.