Saliendo desde la playa de Las Piletas en las inmediaciones de la Punta del Espíritu Santo esta ruta nos llevará por la costa hasta las Lagunas de Bonanza, volviendo al punto de partida a través del paseo marítimo de Sanlúcar. Pasaremos por lugares tan emblemáticos como el Bajo de Guía, lugar de culto para los rocieros, el Puerto de Bonanza o el antiguo faro de San Jerónimo en el pinar de igual nombre todo ello aderezado con el incomparable Parque Nacional de Doñana.
Recorremos íntegramente de las playas de Las Piletas, la Calzada, Bonanza y Bajo de Guía para luego adentrarnos en una zona de alto valor tanto ecológico como agrícola como es el entorno de Doñana al que pertenecen las Lagunas de Bonanza. Una alternancia del pueblo pesquero y del agrícola que nos mostrará las raíces más profundas de este bonito lugar en plena desembocadura del río Guadalquivir.
Dejamos el coche en el amplio aparcamiento playero de Las Piletas.
Por delante de nosotros tenemos algo más de cuatro kilómetros de playa que nos llevarán hasta el Puerto de Bonanza, lugar donde momentáneamente dejaremos el mar y entraremos en el campo.
Estamos en el marco incomparable de la desembocadura del río Guadalquivir, en la otra orilla el Parque Nacional de Doñana.
Algunos pescadores madrugadores ya ocupan los supuestamente mejores lugares de pesca.
No hace mucho que ha salido el sol y esto nos permite disfrutar de unas texturas doradas, difícilmente observables más avanzada la mañana. Los amantes de la fotografía conocemos este efecto como "la hora dorada", suceso que se produce tanto al amanecer como al ocaso justo antes de la otra conocida como "hora azul".
Llegamos al embarcadero de la playa de Bajo de Guía, allí se ubicó el antiguo Muelle de Olaso que fue un muelle de atraque de barcos que mandó construir en 1911 el II Marqués de Olaso, propietario entonces de la linea de vapores Sevilla-Sanlúcar. El muelle aguantó hasta 2005, en que fue demolido. Bajo de Guía es la playa más pequeña de Sanlúcar de Barrameda, su longitud es de apenas ochocientos metros, pero si es bastante ancha, pues cuenta con sesenta metros de arena. En ella se encuentra el pantalán del Buque Real Fernando, el cual realiza travesías hacia el Guadalquivir atracando en Doñana
Esta playa es muy característica y famosa pues por ella cruzan cada año las hermandades en su peregrinación hacia la aldea de El Rocío en la que es una de las romerías más famosas del mundo. Por el pantalán del buque Real Fernando pasan cada mes de mayo las carrozas con los romeros rumbo a Doñana.
Desde Bajo de Guía podemos ver la playa de Bonanza, siguiendo la línea de agua y a la izquierda el Puerto Pesquero de Bonanza y más a la derecha la lonja, el edificio de la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar y el faro.
A la altura de los Astilleros Andaluces una máquina con pala anda removiendo la arena, está limpiando los raíles del carro usado para echar barcos al agua una vez reparados.
La playa de Bonanza finaliza en el puerto pesquero, allí nuevamente infinidad de barquitas de pesca amenizan nuestra vista, me llama la atención la fuerza con que tira la marea, ya está subiendo y su efecto es llamativo.
Es una playa muy frecuentada por los habitantes de la zona, dedicados mayoritariamente a la pesca, por lo que es normal ver embarcaciones alrededor de la zona conformando una estampa única.
Nuevamente los mismos protagonistas pero esta vez más cerca, el puerto, la lonja, la cofradía y el faro.
El faro de Bonanza es un faro de río, destinado a indicar luminosamente la entrada en el puerto pesquero de Sanlúcar de Barrameda. Por ello se halla junto a la dársena de entrada, a pie de la playa de Bonanza. Fue construido en 1856, siendo reformado diez años después por el ingeniero Jaime Font para aumentar el alcance de su luz. Además se le añadió linterna porque la lámpara, alimentada con aceite de oliva, se ubicaba en una ventana del faro a 15,5 metros de altura.
El estilo arquitectónico es mudéjar, para no desentonar con los edificios que le rodean y porque es el estilo con que los duques de Montpensier construían todo en Sanlúcar. Finalmente, debido a la reforma, se eliminó el remate mudéjar intalando una linterna bajo cúpula. Para compensar se puso una franja de azulejos.
El puerto pesquero no ofrece demasiado interés, salvo el derivado de unas vistas más altas de la desembocadura del Guadalquivir, aún así, entramos a dar un vistazo.
Visitado el puerto, volvemos al camino, la playa desaparece y caminamos junto a un entorno de marisma, a lo lejos, las pirámides de sal de la salina de Nuestra Señora del Rocío.
Tras caminar por la Colada de Bonanza, más bien por la acera, porque la colada está parcialmente intransitable, nos desviamos hacia el Camino de la Troncosa, vamos en busca de los Llanos de Bonanza.
Sin tiempo de aclimatación hemos pasado de la mar salada al mar de plástico, o lo que es lo mismo, del Sanlúcar marinero al Sanlúcar agrícola.
Las lagunas se ubican en la zona conocida como Llanos de Bonanza. Aunque estas lagunas no son de origen natural ya que se formaron hacia 1987 a consecuencia de los trabajos extracción de áridos para el enarenado de los campos de cultivos de La Algaida, hoy día se han naturalizado y son hábitat de numerosa fauna, tanto acuícola como avícola.
Y aunque sufren innumerables agresiones a diario -extracciones de agua, explotaciones ilegales del acuífero, vertederos incontrolados, vertidos de combustible, usurpaciones de terrenos públicos, etc... muestran una gran diversidad, especialmente en avifauna, ya que, aunque sus dimensiones son reducidas, albergan un gran número de aves acuáticas cuya observación en otros muchos lugares obliga a biólogos, naturalistas y amantes de las aves en general a recorrer grandes distancias.
Son innumerables las explotaciones de regadío que se nutren del agua de las lagunas, en este caso vemos una plantación de chícharos.
Estamos cerrando el círculo hacia la derecha, ahora nos incorporamos al Camino del Cura.
Entre las especies que podemos observar con la ayuda de unos simples prismáticos, están martinetes, garcillas cangrejeras, calamones, zampullines, fochas, destacando las malvasías, que encuentran en estos humedales refugio, alimento e incluso un lugar de reproducción, siendo una especie catalogada “en peligro de extinción” en toda España.
Tras un nuevo giro a la derecha nos incorporamos a un tramo de asfalto, seguimos rodeando las lagunas.
En total son tres lagunas, dos de ellas bastante grandes y al verlas desde diferentes ángulos nos han pensar que son otras diferentes, pero no, son las mismas lagunas, dos de ellas las veremos a nuestra derecha y por la parte interior de la ruta que vamos realizando, la tercera y más pequeña, queda a nuestra izquierda.
La verdad es que salvo una de ellas, donde se aprecian muchas basuras y resíduos, se encuentran en bastante buen estado.
Finalizado el tramo de lagunas llegamos al conocido como Pinar de San Jerónimo, que iremos bordeando dejándolo a nuestra izquierda.
Vamos hacia la zona llamada La Pólvora.
Es la primera sombra que encontramos durante todo el trayecto, aunque como el día está fresco pues tampoco ha sido muy deseada.
En medio del pinar se ubica el Faro de San Jerónimo. Un faro de quinto orden y que servía de enfilación para navegar en la desembocadura del Guadalquivir.
Fue proyectado en 1894 por José Rosende, inaugurándose en 1897. Es una torre cilíndrica, de cantería, de diámetro constante. la altura es de 24 metros sobre el terreno y 46 metros sobre el nivel del mar. Dejó de funcionar en agosto de 1982.
Bajando por el Camino del Guarda nos encontramos esta imagen de la Virgen de Fátima.
Y a nuestra izquierda, la última laguna, en esta ocasión está prácticamente desecada excepto esta balsa que vemos y que se encuentra totalmente colonizada por algas verdes, no se ve ni una sola ave.
Hemos entrado de nuevo en el núcleo urbano de Bonanza, en la Avenida de Huelva y a nuestra izquierda vemos la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen.
Rápidamente nos hemos acercado nuevamente a la franja litoral, una larga pasarela que parte de la Plaza de Jaen nos devuelve a la arena de la playa de Bonanza.
La marea sube rápidamente y nos permite ver este curioso brazo de mar.
Alli encontramos el Baluarte de San Salvador.
Fue edificado durante la época del VIII Duque de Medina Sidonia Manuel Alonso Pérez de Guzmán "Guzmán El Bueno", sus trazas son obra de Jusseppe Gómez de Mendoza, maestro mayor de las fortificaciones de Cádiz.
En 1645 pasó junto con
Sanlúcar de Barrameda a la corona.
De esta fortaleza se conserva sus muros, restos de la entrada, las troneras y un par de garitas. Los muros estuvieron parcialmente ocultos, semienterrados por la arena hasta 1990, pero fueron liberados por diversas obras desde esa fecha.
Se construyó alrededor de 1626, por orden de el rey Felipe IV con el objeto de proteger el puerto de Bonanza de la piratería; está enclavado entre Bajo de Guía y Bonanza. Sorprende las grandes jambas bajo la garita.
Esta fortaleza está compuesta de un interior con cuerpo de guardia, repuesto y almacenes. Está construido en piedra de sillería. Su planta es cuadrangular y abaluartado, siendo de reducidas dimensiones, con terraplén y cañoneras. Aún puede apreciarse los huecos donde pivotaría la puerta levadiza.
Debido a sus reducidas dimensiones, tan solo cabrían cuatro piezas de artillería, por lo cual resultó insuficiente para las funciones a las que estaba destinado, suponiendo esto motivo de su temprano abandono.
Durante 1810 en la Guerra de Independencia Española, sirvió como centro de mando de las tropas francesas que estaban al cargo de la defensa de la desembocadura del Río Guadalquivir. Desde principios del Siglo XX se le empezó a conocer popularmente en Sanlúcar con el nombre de El Castillo de la Pantista, por ser ocupado por la ex-presidiaria del mismo nombre que lo convirtió en su residencia habitual, una vez que salió de la cárcel.
Como dije antes, los muros estuvieron muchos años enterrados en arena y tal vez por eso, se hayan conservado mucho mejor, en uno de los paramentos laterales podemos ver diferentes marcas que parecen proceder de su estado original, aunque no he encontrado información sobre las mismas.
Algunos metros más adelante encontramos un búnker de los construidos en España después de la Guerra Civil para defensa de costa.
Una especie de canal o caño que vierte aguas al mar nos corta el paso, buscamos el lugar de vadeo más óptimo.
En las cercanías del Muelle de Olaso en Bajo de Guía comienza el paseo marítimo.
Pasamos por el mítico restaurante Casa Bigotes.
Y por las puertas de la Capilla de Nuestra Señora del Carmen. Una de las placas de azulejo de su fachada dice: El día de la VIRGEN DEL CARMEN del año 1817, pudo verse desde aquí, el primer Barco de Vapor que navegó por aguas de España, el "REAL FERNANDO", de Bonanza a Bajo de Guía...enarbolando la Bandera toda azul, de la matrícula sanluqueña. Laus Deus.
También encontramos el monolito inaugurado en 2010 que recoge los escudos de las hermandades que hacen su peregrinación a la aldea almonteña del Rocío por Doñana.
Poco más adelante vemos el reloj de sol inaugurado el 20 de septiembre del 2011 y promovido por la Fundación “Puerta de América”. Esta inauguración formó parte del proyecto ‘Sanlúcar 2019-2022’ para la conmemoración del quinto aniversario de la Primera Circunnvegación, cuya salida y fin tuvo lugar en Sanlúcar.
A nuestra izquierda encontramos el remozado edificio de la Fábrica de Hielo, hoy día convertido en Centro de Visitantes del Parque Nacional de Doñana. La Fábrica de Hielo es un edificio de estilo modernista construido en 1944 (aunque en su frontal figura el año 1951), bajo la denominación de Marqués de Valterra.
Ésta abastecía de hielo a los barcos de pesca de Sanlúcar y se mantuvo funcionando en su cometido original hasta 1978, tras haber superado una grave explosión provocada por los gases empleados en el proceso de fabricación.
Su fachada está decorada con unos magníficos azulejos fabricados en Triana (Sevilla).
A la entrada de Bajo de Guia se erige
el último de los monumentos dedicados al Rocío de cuantos existen en el
mundo, junto a la reja que flanquea el monumento, existe una leyenda que indica lo siguiente:
Tras sobrepasar el centro neurálgico de Bajo de Guía y el bullicio de los bares y restaurantes preparándose para un intenso fin de semana, el paseo marítimo recobra la tranquilidad.
El mar azul se funde con el cielo en la misma desembocadura del Guadalquivir.
Cruzamos por un puente un nuevo cauce soterrado de origen desconocido o tal vez portador de aguas de lluvia.
A la altura de la plaza de Los Azahares el paseo marítimo se acaba y con él, nuestra ruta.
El coche permanece en ese mini oasis improvisado de la playa de Las Piletas.
Dejamos el coche en: 36°46.620'N - 6°22.185'W
Distancia: 13,38 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 19 minutos.
Dificultad: Fácil.
Por delante de nosotros tenemos algo más de cuatro kilómetros de playa que nos llevarán hasta el Puerto de Bonanza, lugar donde momentáneamente dejaremos el mar y entraremos en el campo.
Las playas de la Calzada y las Piletas
son dos de las playas de Sanlúcar mas características. Están
prácticamente juntas, pues una es la continuación de la otra. La que
está junto a la de Bajo de Guía es La Calzada, que ocupa gran parte del
centro de la ciudad y a continuación está Las Piletas, que colinda con
La Jara, la última playa de Sanlúcar.
Sus extensiones son 2300 metros de largo por 60 metros de ancho, compuesta por arena fina y dorada y oleaje moderado.
Es conocida como el “Hipódromo de
Sanlúcar”, pues en ella se celebran cada año las famosas carreras de
caballos que datan del 1845.
Estamos en el marco incomparable de la desembocadura del río Guadalquivir, en la otra orilla el Parque Nacional de Doñana.
Algunos pescadores madrugadores ya ocupan los supuestamente mejores lugares de pesca.
No hace mucho que ha salido el sol y esto nos permite disfrutar de unas texturas doradas, difícilmente observables más avanzada la mañana. Los amantes de la fotografía conocemos este efecto como "la hora dorada", suceso que se produce tanto al amanecer como al ocaso justo antes de la otra conocida como "hora azul".
Llegamos al embarcadero de la playa de Bajo de Guía, allí se ubicó el antiguo Muelle de Olaso que fue un muelle de atraque de barcos que mandó construir en 1911 el II Marqués de Olaso, propietario entonces de la linea de vapores Sevilla-Sanlúcar. El muelle aguantó hasta 2005, en que fue demolido. Bajo de Guía es la playa más pequeña de Sanlúcar de Barrameda, su longitud es de apenas ochocientos metros, pero si es bastante ancha, pues cuenta con sesenta metros de arena. En ella se encuentra el pantalán del Buque Real Fernando, el cual realiza travesías hacia el Guadalquivir atracando en Doñana
Esta playa es muy característica y famosa pues por ella cruzan cada año las hermandades en su peregrinación hacia la aldea de El Rocío en la que es una de las romerías más famosas del mundo. Por el pantalán del buque Real Fernando pasan cada mes de mayo las carrozas con los romeros rumbo a Doñana.
Desde Bajo de Guía podemos ver la playa de Bonanza, siguiendo la línea de agua y a la izquierda el Puerto Pesquero de Bonanza y más a la derecha la lonja, el edificio de la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar y el faro.
La playa de Bonanza finaliza en el puerto pesquero, allí nuevamente infinidad de barquitas de pesca amenizan nuestra vista, me llama la atención la fuerza con que tira la marea, ya está subiendo y su efecto es llamativo.
Es una playa muy frecuentada por los habitantes de la zona, dedicados mayoritariamente a la pesca, por lo que es normal ver embarcaciones alrededor de la zona conformando una estampa única.
Nuevamente los mismos protagonistas pero esta vez más cerca, el puerto, la lonja, la cofradía y el faro.
El faro de Bonanza es un faro de río, destinado a indicar luminosamente la entrada en el puerto pesquero de Sanlúcar de Barrameda. Por ello se halla junto a la dársena de entrada, a pie de la playa de Bonanza. Fue construido en 1856, siendo reformado diez años después por el ingeniero Jaime Font para aumentar el alcance de su luz. Además se le añadió linterna porque la lámpara, alimentada con aceite de oliva, se ubicaba en una ventana del faro a 15,5 metros de altura.
El estilo arquitectónico es mudéjar, para no desentonar con los edificios que le rodean y porque es el estilo con que los duques de Montpensier construían todo en Sanlúcar. Finalmente, debido a la reforma, se eliminó el remate mudéjar intalando una linterna bajo cúpula. Para compensar se puso una franja de azulejos.
Tras caminar por la Colada de Bonanza, más bien por la acera, porque la colada está parcialmente intransitable, nos desviamos hacia el Camino de la Troncosa, vamos en busca de los Llanos de Bonanza.
Sin tiempo de aclimatación hemos pasado de la mar salada al mar de plástico, o lo que es lo mismo, del Sanlúcar marinero al Sanlúcar agrícola.
Las lagunas se ubican en la zona conocida como Llanos de Bonanza. Aunque estas lagunas no son de origen natural ya que se formaron hacia 1987 a consecuencia de los trabajos extracción de áridos para el enarenado de los campos de cultivos de La Algaida, hoy día se han naturalizado y son hábitat de numerosa fauna, tanto acuícola como avícola.
Y aunque sufren innumerables agresiones a diario -extracciones de agua, explotaciones ilegales del acuífero, vertederos incontrolados, vertidos de combustible, usurpaciones de terrenos públicos, etc... muestran una gran diversidad, especialmente en avifauna, ya que, aunque sus dimensiones son reducidas, albergan un gran número de aves acuáticas cuya observación en otros muchos lugares obliga a biólogos, naturalistas y amantes de las aves en general a recorrer grandes distancias.
Son innumerables las explotaciones de regadío que se nutren del agua de las lagunas, en este caso vemos una plantación de chícharos.
Estamos cerrando el círculo hacia la derecha, ahora nos incorporamos al Camino del Cura.
Entre las especies que podemos observar con la ayuda de unos simples prismáticos, están martinetes, garcillas cangrejeras, calamones, zampullines, fochas, destacando las malvasías, que encuentran en estos humedales refugio, alimento e incluso un lugar de reproducción, siendo una especie catalogada “en peligro de extinción” en toda España.
Tras un nuevo giro a la derecha nos incorporamos a un tramo de asfalto, seguimos rodeando las lagunas.
En total son tres lagunas, dos de ellas bastante grandes y al verlas desde diferentes ángulos nos han pensar que son otras diferentes, pero no, son las mismas lagunas, dos de ellas las veremos a nuestra derecha y por la parte interior de la ruta que vamos realizando, la tercera y más pequeña, queda a nuestra izquierda.
La verdad es que salvo una de ellas, donde se aprecian muchas basuras y resíduos, se encuentran en bastante buen estado.
Finalizado el tramo de lagunas llegamos al conocido como Pinar de San Jerónimo, que iremos bordeando dejándolo a nuestra izquierda.
Vamos hacia la zona llamada La Pólvora.
Es la primera sombra que encontramos durante todo el trayecto, aunque como el día está fresco pues tampoco ha sido muy deseada.
En medio del pinar se ubica el Faro de San Jerónimo. Un faro de quinto orden y que servía de enfilación para navegar en la desembocadura del Guadalquivir.
Fue proyectado en 1894 por José Rosende, inaugurándose en 1897. Es una torre cilíndrica, de cantería, de diámetro constante. la altura es de 24 metros sobre el terreno y 46 metros sobre el nivel del mar. Dejó de funcionar en agosto de 1982.
Bajando por el Camino del Guarda nos encontramos esta imagen de la Virgen de Fátima.
Hemos entrado de nuevo en el núcleo urbano de Bonanza, en la Avenida de Huelva y a nuestra izquierda vemos la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen.
Rápidamente nos hemos acercado nuevamente a la franja litoral, una larga pasarela que parte de la Plaza de Jaen nos devuelve a la arena de la playa de Bonanza.
La marea sube rápidamente y nos permite ver este curioso brazo de mar.
Alli encontramos el Baluarte de San Salvador.
Fue edificado durante la época del VIII Duque de Medina Sidonia Manuel Alonso Pérez de Guzmán "Guzmán El Bueno", sus trazas son obra de Jusseppe Gómez de Mendoza, maestro mayor de las fortificaciones de Cádiz.
De esta fortaleza se conserva sus muros, restos de la entrada, las troneras y un par de garitas. Los muros estuvieron parcialmente ocultos, semienterrados por la arena hasta 1990, pero fueron liberados por diversas obras desde esa fecha.
Se construyó alrededor de 1626, por orden de el rey Felipe IV con el objeto de proteger el puerto de Bonanza de la piratería; está enclavado entre Bajo de Guía y Bonanza. Sorprende las grandes jambas bajo la garita.
Esta fortaleza está compuesta de un interior con cuerpo de guardia, repuesto y almacenes. Está construido en piedra de sillería. Su planta es cuadrangular y abaluartado, siendo de reducidas dimensiones, con terraplén y cañoneras. Aún puede apreciarse los huecos donde pivotaría la puerta levadiza.
Debido a sus reducidas dimensiones, tan solo cabrían cuatro piezas de artillería, por lo cual resultó insuficiente para las funciones a las que estaba destinado, suponiendo esto motivo de su temprano abandono.
Durante 1810 en la Guerra de Independencia Española, sirvió como centro de mando de las tropas francesas que estaban al cargo de la defensa de la desembocadura del Río Guadalquivir. Desde principios del Siglo XX se le empezó a conocer popularmente en Sanlúcar con el nombre de El Castillo de la Pantista, por ser ocupado por la ex-presidiaria del mismo nombre que lo convirtió en su residencia habitual, una vez que salió de la cárcel.
Una especie de canal o caño que vierte aguas al mar nos corta el paso, buscamos el lugar de vadeo más óptimo.
En las cercanías del Muelle de Olaso en Bajo de Guía comienza el paseo marítimo.
Pasamos por el mítico restaurante Casa Bigotes.
Y por las puertas de la Capilla de Nuestra Señora del Carmen. Una de las placas de azulejo de su fachada dice: El día de la VIRGEN DEL CARMEN del año 1817, pudo verse desde aquí, el primer Barco de Vapor que navegó por aguas de España, el "REAL FERNANDO", de Bonanza a Bajo de Guía...enarbolando la Bandera toda azul, de la matrícula sanluqueña. Laus Deus.
Poco más adelante vemos el reloj de sol inaugurado el 20 de septiembre del 2011 y promovido por la Fundación “Puerta de América”. Esta inauguración formó parte del proyecto ‘Sanlúcar 2019-2022’ para la conmemoración del quinto aniversario de la Primera Circunnvegación, cuya salida y fin tuvo lugar en Sanlúcar.
Rezando el siguiente texto obra de Antonio Pigafetta uno de los supervivientes del Viaje:
“Gracias a la Providencia, el sábado 6
de septiembre de 1522 entramos en la bahía de San Lúcar… Desde que
habíamos partido de la bahía de San Lúcar hasta que regresamos a ella
recorrimos, según nuestra cuenta, más de catorce mil cuatrocientas
sesenta leguas, y dimos la vuelta al mundo entero,…..”
Ésta abastecía de hielo a los barcos de pesca de Sanlúcar y se mantuvo funcionando en su cometido original hasta 1978, tras haber superado una grave explosión provocada por los gases empleados en el proceso de fabricación.
“Este
monumento al Sentimiento Rociero, obra del escultor sanluqueño José
Manuel Lanza Albarrán, fue iniciado en marzo de 2015 por iniciativa de
la entonces Hermana Mayor Pepi Pérez Domingo, e inaugurado y bendecido
por el Señor Obispo de Asidonia-Jerez, Don José Mazuelos Pérez, día 15 de
julio de 2017.El Hermano Mayor de la Hermandad de Nuestra Señora del
Rocío, Don Francisco Galán García, hizo entrega del mismo a la ciudad de
Sanlúcar de Barrameda representada por el Señor Alcalde, Don Víctor
Mora Escobar”.
El mar azul se funde con el cielo en la misma desembocadura del Guadalquivir.
Cruzamos por un puente un nuevo cauce soterrado de origen desconocido o tal vez portador de aguas de lluvia.
A la altura de la plaza de Los Azahares el paseo marítimo se acaba y con él, nuestra ruta.
El coche permanece en ese mini oasis improvisado de la playa de Las Piletas.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita.