miércoles, 28 de agosto de 2019

PLAYAS DE LA FONTANILLA-BATELES-CASTILNOVO-EL PALMAR (CONIL-VEJER) (26AGO2019)

En la salida de hoy nuevamente usamos la Playa de la Fontanilla como lugar de inicio, pero esta vez caminaremos hacia el Sur, o sea, en dirección a Barbate, pasaremos por la Playa de los Bateles, Playa de Castilnovo y su torre, y la Playa del Palmar que también dispone de una torre de vigilancia, la Torre Nueva o del Palmar que será el lugar por donde retornemos al punto de salida, a través de la Avenida de la Playa en el Palmar y un nuevo tramo de la Vereda de Cádiz.

Dejamos el coche en: 36° 16.879'N - 6° 05.940'W
Distancia: 13,05 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 10 minutos.
Dificultad: Fácil.

Como en la vez anterior, el coche se queda en el amplio aparcamiento de la Playa de la Fontanilla.

La Playa de La Fontanilla dispone de un arenal de 1200 metros de largo con una anchura de 40 metros aunque este último parámetro fluctúa con la dinámica mareal.
Probablemente sea la mejor playa de Conil, su arena fina, limpia y dorada invita a visitarla, sea para caminar, correr o simplemente tirarse en ella.

Conectamos rápidamente con la playa de los Bateles . Tiene una extensión de 850 metros de largo por 130 metros de ancho, y discurre junto al centro de la localidad. Esta playa finaliza en el Arroyo Salado, que pronto cruzaremos. Al igual que la Fontanilla, su suelo también es de arena fina y dorada, siendo una playa excesivamente utilizada por la comodidad de sus servicios, aparcamientos y estar junto al núcleo urbano de Conil.

Su nombre "Bateles" hace referencia sin lugar a dudas, al batel una embarcación a remos compuesta por cuatro remeros y un patrón o timonel. Los remeros manejan cada uno un remo, al igual que el patrón. Es una embarcación de aproximadamente siete metros de longitud y debía abundar en esta playa, siendo la embarcación utilizada por los pescadores artesales y los de la almadraba.

Desde la misma orilla podemos distinguir dos edificios emblemáticos de Conil, la Torre de Guzmán y la Iglesia de Santa Catalina.

La Torre de Guzmán es la torre del homenaje de un castillo que fue levantado por Alonso Pérez de Guzmán, mejor conocido como Guzmán El Bueno, el fundador oficial de Conil de la Frontera.

Pedro de Medina, cronista de la casa ducal, nos habla sobre el inicio de la repoblación de esta villa de Conil y nos dice: "Este lugar era de pocos vecinos, y como don Alonso comenzó a armar las almadrabas, pareciéndole que este lugar aprovecharía para la guarda de la gente de ellas, hizo aquí un castillo con sus muros y torres y en medio una torre fuerte y grande muy bien labrada, como hoy parece, que se llama Torre de Guzmán, así quedó después llamarse la Villa de la Torre de Guzmán".

Fue el núcleo alrededor del cual fue surgiendo la nueva villa durante los siglos XIV y XV, configurándose a su alrededor la que se llamó Plaza Mayor con los edificios principales, entre los que destaca es campanario que vemos que pertenece a la antigua Iglesia de Santa Catalina, una construcción que data del siglo XV y que hasta principios del siglo XX fue la Iglesia Mayor de Conil.

El Río Salado sirve de divisoria entre la Playa de los Bateles y la Playa de Castilnovo. En 2015 fue declarado Zona Especial de Conservación y forma parte de la Red Natura 2000 y de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía​ . En la zona de influencia de este río podemos encontrar especies tan emblemáticas como: antibios (gallipato, salamandras y varios tipos de sapos y ranas), aves (cigüeñas, rapaces, y todo un sinfín de aves menores), mamíferos (gato montés, conejos, lirones o meloncillos, y reptiles (culebras, galápagos o lagartos).

A nuestra izquierda vemos el puente que cruza el río Salado y por el que pasaremos a la vuelta.

Bueno, olvidaba lo más importante, este río hay que cruzarlo, podemos quitarnos las botas y "arremangarnos" los pantalones y pillar un acceso directo a la otra orilla, o desviarnos hacia el puente, cruzarlo y volver a la orilla. Cada uno que haga lo que quiera, nosotros somos de "botas fuera". WP VADEO.

Toda esta zona, al igual que su cercana de La Janda es de amplio aspecto ganadero y se nota incluso en la decoración. Aunque por las cercanías tiene su ganadería de toros bravos Nuñez del Cuvillo, los que veremos en algún momento del recorrido son totalmente mansos y hay que tratarlos bien, de ellos salen los exquisitos chuletones de vaca Retinta.

Si la Playa de la Fontanilla nos parecía grande, esta de Castilnovo aparenta ser enorme y lo mejor de todo, es muy poco concurrida por lo que supone todo un placer caminar por sus arenas y el rumor de las olas. A lo lejos vemos la Torre de Castilnovo que será una parada técnica en el trayecto de vuelta ya que se encuentra justo al lado de la Vereda de Cádiz.


La Playa de Castilnovo tiene una ongitud de 2.600 metros y el ancho 180 metros, según épocas y momento de la marea. Es una de las pocas playas vírgenes que quedan junto a un núcleo de población importante. Y recibe su nombre por la torre que la preside.

El asunto de los perros en las playas está bastante regulado, pero parece que los caballos en la playa no tanto, aunque resulta curioso ver a un caballista con traje de neopreno y aletas de buceo encima de un caballo.

El Arroyo del Conilete sirve de frontera en las playas de Castilnovo y El Palmar, pero su desembocadura que se realiza en la zona del Cañuelo, está cubierta de arena por lo que pasamos por encima sin darnos cuenta. WP MALCUCAÑA.
La pequeña escollera de la Punta del Roque del Este, protege tanto a la Torre del Palmar como al búnker existente a sus pies.

La Torre Nueva o Torre de El Palmar posee una planta troncocónica y está situada sobre un promontorio de la playa en el límite de la pleamar. Mientras que las torres de planta cuadrada eran típicamente señoriales, las de planta circular eran mandadas construir por el rey y seguían diseños estandarizados y eran de carácter defensivo. Tiene 5 metros de diámetro y 12 metros de altura. WP TORRE NUEVA.

Junto a la torre, veremos el primer búnker de los varios que encontraremos por el recorrido, se construyeron durante la Guerra Civil Española al amparo del Plan Defensivo del Campo de Gibraltar.WP BÚNKER PALMAR.

La Playa del Palmar pertenece al término municipal de Vejer de la Frontera, aún recuerdo aquellos tiempos en los que veíamos una playa virgen, solitaria y de carácter familiar. Pero eso pasó a la historia, salvo que te vayas hasta la proximidades de la Playa de Zahora, dónde sí que se respira paz. Afortunadamente es una playa grande y ancha y puedes librarte de respirar humos de coleguitas sin demasiada dificultad. Su extensión aproximada es de 4200 metros de largo por 50 metros de ancho.

La Torre del Palmar  junto con otras torres de la costa como su vecina la del Tajo o la de Meca, formaban el conjunto de torres vigía de la costa de Cádiz. Estas torres también llamadas atalayas, se usaron durante los siglos XVI-XIX para alertar a los pueblos vecinos de posibles inclusiones desde la costa. Las torres, alineadas entre sí, se comuncaban entre ellas a través de señales de humo, y construían su puerta de acceso, situada a varios metros de altura para dificultar los posibles asedios. Hoy día, la torre del Palmar se encuentra totalmente reformada, al igual que la mayoría del conjunto de torres almenaras.

Esta torre es nuestro destino final del recorrido, así que iniciamos el regreso por una carretera conocida como Avenida de la Playa. El trayecto por asfalto es de poco más de un kilómetro, aunque podríamos hacerlo por su parte izquierda, tras ese cañizo que vemos, pero resulta muy incómodo. WP ASFALTO.

Durante todo este trayecto encontraremos pasarelas que nos llevan directamente a la playa sin necesidad de pisar ninguna duna y la vegetación que alberga.

El asfalto se acaba al llegar al Arroyo del Conilete, lugar donde conectaremos con la Vereda de Cádiz.

Tenemos suerte y está seco, en otros momentos puede llevar bastante agua y se complicaría el paso por aquí. El tramo de playa correspondiente a esta zona se conoce como Playa de Malcucaña.

Este par de chuchos vieron a un caminante solitario y decidieron hacerme algo de compañía, se vinieron conmigo desde El Palmar hasta la Torre de Castilnovo, muy juguetones ambos.

 La torre se encuentra justo al lado de la vereda, aquí la vemos con Conil como telón de fondo.

En sus inmediaciones se encuentra lo que parece una de esas vasijas grandes usadas para diferentes usos, tales como acumular agua o como recipientes para salazones. Siendo este lugar el elegido por mis improvisados acompañantes, para dejarme seguir solo. En su mirada se aprecia el gesto de despedida o lo mismo esperaba a que le diese algo de comer, quién sabe.

Poco antes de la torre, encontramos otro búnker. WP BÚNKER CASTILNOVO.


Se trata de una torre almenara y de almadraba del siglo XVI, su función fue tanto de vigilancia militar, como de vigilancia para detectar el paso de los atunes, recurso ampliamente explotado en las cercanas almadrabas.


Tiene planta cuadrada y una escalera de caracol en uno de sus vértices. Exteriormente la componen dos cuerpos bien diferenciados. Uno primero partido por una cornisa intermedia con una altura aproximada de 20 metros seguido de un cuerpo final retranqueado con una altura cercana a los tres metros, labrada con muro de piedra ostionera.

En sus cercanías vemos uno de los conocidos como Postes de Almadraba. Se usaban como señales de pesca y como lugares de referencia en el calado de la almadraba.

Su interior está hueco aunque aún se aprecian las oquedades que ocupaban las vigas que sostenían los diferentes niveles. Huecos que a pesar del intento humano por taponarlos con mallas metálicas, han sido ocupados por las palomos como lugar de anidamiento.

En la parte que mira al mar hay abiertos en el muro tres vanos. Actualmente los huecos de vigía están habitados por palomas (Columba livia) y una numerosa colonia de grajos (Corvus frugilegus). Pertenecía a la fortaleza-poblado de Conilete (destruido en su totalidad por el tsunami de 1755), y que le dio nombre al arroyo que hace poco hemos cruzado.

 Fue parcialmente destruida por el maremoto del 1 de noviembre de 1.755, pero aún se conservan restos de los muros de las viviendas existentes alrededor de ella. Actualmente se encuentra restaurada.

Es visitada por miles de turistas toda vez que el Sendero de Castilnovo, recibió en el año 2018 el distintivo de "Sendero azul", una distinción que se concede a itinerarios y elementos paisajísticos que enlazan playas o puertos con Bandera Azul y contribuyen al uso sostenible del litoral.

Como buen municipio de La Janda, muchas de las fincas de Conil se dedican a la cría de vacunos, sean toros o como en este caso, vacas de la afamada raza Retinta. Los Reyes Católicos la seleccionaron como parte de la Cabaña Real de Carreteros creada en 1447 para el transporte de mercancías desde sus yacimientos hasta los puertos de exportación (tal vez por eso les guste tanto el mar).  Es una de las tres razas de vacuno puras y autóctonas de España, que llegó al sureste de Europa en tiempos prehistóricos desde Oriente Medio.
Aquí unos ejemplos de buenos chuletones de Retinta, pero aún perfectamente organizados en origen en las cercanías del Cortijo del Prado.

WP BÚNKER CASTILNOVO.

Un par de grandes palmitos enmarcan la Vereda de Cádiz y Cónil.

Aquí nos desviamos de la Vereda de Cádiz, se introduce en la finca y la alambrada hace que nos tengamos que desviar a la izquierda y caminar dejándola a nuestra derecha.

Dentro de la Finca del Prado encontramos un bonito pozo. WP POZO DEL PRADO.

El Pozo del Prado, posiblemente sea del siglo XIX, es de grandes dimensiones, construido con mampostería de piedra y decorado con pintura a la almagra componiendo rombos.

El almagre es una variedad de ocre rojo, distinguiéndose de otros ocres rojos en que es enteramente natural.

El almagre o almagra es un término usado desde 1278 y procede​ del àrabe hispánico almáḡra, y este del árabe clásico maḡ[a]rah, (tierra roja). Se trata de un pigmento empleado en pintura artística, en alfarería y como una de las técnicas de decoración cromática más antiguas. Por extensión, el término «almagre» da nombre al color producido por dicho pigmento.

Y al lado y también dentro de la finca, un nuevo búnker. Sorprende ver como para mejor camuflaje este búnker se enterró en la arena, quedando sus aberturas prácticamente a nivel del suelo pero algo más elevado que la costa por lo que desde dentro se podía ver perfectamente lo que sucedía por allí. WP BÚNKER DEL PRADO.

Hemos llegado al Puente del Salado y desde lo alto podemos apreciar claramente el mini estuario creado en la desembocadura del río.

Y por la derecha, vemos como se ha construido siguiendo los márgenes del río.

Hemos llegado al Paseo Marítimo de la Playa de los Bateles. Está ubicado en el Paseo del Atlántico.

Esta playa es poseedora de una Bandera Azul y dispone de todos los servicios, accesos y todas las comodidades posibles.

Al final del Paseo del Atlántico nos desviamos a la izquierda y  accedemos a un camino que discurre paralelo a la orilla y que aunque no lo parezca, forma parte de la playa.

Como el andar por la arena se hace pesado pues subiremos a la carretera de acceso a la Fontanilla, por esas escaleras que vemos pegada al acantilado.

Ya solo nos quedan escamos metros para llegar al punto de partida.

Podéis descargaros el track, clicando en la siguiente imagen:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/fontanilla-bateles-castilnovo-palmar-conil-vejer-26ago2019-40572666
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros. 

jueves, 22 de agosto de 2019

PLAYA DE LA FONTANILLA-CABO ROCHE (CONIL) (19AGO2019)

Conil dispone de unos 14 kilómetros de playa y es uno de los destinos favoritos por decenas de miles de visitantes, pero más que por la cantidad de kilómetros, lo que distingue a las playas de Conil son sus cristalinas aguas y acantilados.

Saliendo desde la Playa de la Fontanilla (Conil de la Frontera) esta ruta nos llevará hasta el puerto pesquero de Cabo de Roche. Queremos hacer un circular y no repetir tramos, así que durante la ida nos iremos alejando de la costa. Todo el tramo de vuelta será por la playa salvo en aquellas zonas dónde sería imposible o peligroso hacerlo por la parte baja, debido a los frecuentes desprendimientos de rocas o pasos inaccesibles.

Como suele ser habitual en todas las rutas que pretendamos hacer por la orilla del mar, es recomendable tener en consideración los horarios de las mareas para poder programar los pasos de los lugares más expuestos, durante el momento de la bajamar, aunque en esta ruta el único lugar dónde tendríamos imposibilidad de paso en un momento inadecuado de marea sería en la punta de Puntalejo justo en el lugar dónde se encuentra un búnker que pretendemos visitar.
 
 Esta ruta conforma la etapa 19 del periplo "La Costa de Cádiz".

Dejamos el coche en: 36° 16.879'N - 6° 05.940'W
Distancia: 10,33 kilómetros.
Tiempo: 2 horas 48 minutos.
Dificultad: Fácil.

El coche se queda en el amplio aparcamiento de la Playa de la Fontanilla, justo en su entrada hay una rampa que debemos subir, iniciándose la ruta. WP APARC FONTANILLA.

Esta rampa nos da acceso a lo que es el parque más grande de Conil y donde abundan los pinos piñoneros, dispone de césped y diversos servicios, y lo que es lo mejor, unas fabulosas vistas al Atlántico, costa africana y a las zonas y playas más cercanas.

En este tramo existen dos miradores, este primero llamado Mirador de la Fontanilla, y desde donde divisaremos toda la Playa de la Fontanilla y hacia la izquierda, las playas de los Bateles y Castilnovo. WP MIRADOR FONTANILLA.

Hoy el día es brumoso, aún así podremos ver la Torre de Castilnovo y al fondo, la Playa de Zahora y el Tómbolo y Faro de Trafalgar.

Y a la derecha, la Fontanilla y la Punta del Roqueo, en línea de horizonte el resto de las Calas de Levante finalizando con el Cabo de Roche.

El segundo mirador es el conocido como Mirador del Puerto Pesquero, la visual es prácticamente la misma, con la diferencia de que Cabo Roche está algo más cercano. WP MIRADOR PTO PESQUERO.

Nos dirigimos hacia el Cabo de Roche por la franja costera del acantilado, ya de regreso pasaremos por la Cala del Aceite y la Punta del Roqueo y otras playas.

Pero de momento nos estamos apartando de la línea alta de acantilado, y caminamos por la conocida como Vereda de Cádiz. Esta vereda es una antigua vía pecuaria que hoy día se encuentra muy fragmentada y que unía Conil con Cádiz, dicha vía pecuaria también pasaba por el centro de San Fernando, hasta que a principios de los años sesenta del siglo pasado fue construída la carretera Nacional IV, ocupando el trazado que hasta entonces había tenido la Vereda de Cádiz a su paso por San Fernando.

Justo por encima de la Punta del Roqueo encontramos un restaurante con unas magníficas vistas.

Y un cuidado mirador desde el que podremos deleitarnos. Eso sí, algún cartel avisa de que las mesas sólo son para clientes.

Tomarse un gin tonic viendo la puesta de sol desde este lugar, después de un caluroso día de playa, tiene que ser todo un deleite. WP MIRADOR ROQUEO.

Estas escaleras coloridas con las ipomeas purpúreas nos abre paso al tramo que discurre por la zona correspondiente a la playa de la Fuente del Gallo. En su parte baja existen unas higueras que desprenden un fragante olor. WP ESCALERA.

Desde allí volvemos a asomarnos al gran mirador que supone toda la antigua Vereda de Cádiz. A estas horas del día la playa luce su mejor momento, la turba ansiosa de sol y baño aún no ha llegado. WP MIRADOR PLAYA.

La playa de la Fuente del Gallo tiene una longitud de un kilómetro y sin apenas desnivel, por lo que en las horas de pleamar apenas queda arena seca donde refugiarse, aún así es una de las playas naturales más bonitas que podamos ver.

El camino por el acantilado es cortado por las instalaciones del Hotel Flamenco y tendremos que rodearlo por la calle Sevilla y la Avenida de Extremadura. WP HOTEL.

Al final de la Avenida de Extremadura nos encontraremos una rotonda y la vereda por la que debemos salir del asfalto. WP VEREDA.

A lo lejos vemos una bonita imagen de la exclusiva urbanización Fuente del Sol que visitamos recientemente y que nos sorprendió  por su aspecto solitario y deshabitado a pesar de estar en pleno mes de agosto.

A nuestro frente llegamos lo que a la postre será el único punto común entre los trayectos de ida y vuelta, se trata de la Cala del Quinto o Puntalejo, aunque en realidad está formada por tres calas más pequeñas y para facilitar la cosa pues con distintos nombres, Sudario, Quinto y Camacho.

Nos apartamos de la Vereda de Cádiz y cruzamos un campo de labor. Este camino nos llevará directamente a un pontón por el que debemos cruzar el Arroyo del Campamento, en las inmediaciones del camping Cala del Aceite.

Poco a poco empezamos a encontrar arbolado.

Un gran pino destaca sobre los demás. WP PINO.

Cambiamos de biotopo y la arena roja del Cuaternario da paso al suelo típico de los pinares costeros, dónde predomina la arena de playa.

Y llegamos al agreste Pinar de Roche milagrosamente salvado de la especulación. Este pinar es un espacio natural protegido formado por un bosque de pino piñonero, declarado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) e integrado en la Red Natura 2000. Ejerce de linde entre los términos municipales de Conil y Chiclana de la Frontera.​

Con alguna que otra vuelta conseguimos llegar al extremo opuesto del pinar, desde donde podremos disfrutar de unas inmejorables vistas del Faro y Cabo de Roche y del Puerto Pesquero y Deportivo.

Y como no, del acantilado y del inmenso mar.

Hemos continuado intentando perimetrar en lo posible el pinar hasta llegar a uno de los extremos de la Cala del Aceite, a la que bajaremos a través de un gran surco horadado por la lluvia.

La Cala del Aceite es la cala más grande de todas las de y también de las más pintorescas, siendo un refugio seguro en los días de levante ya que su orografía semicircular rodeada de acantilados la protege de los fuertes vientos costeros.

Destaca por su arena dorada, el agua cristalina y el característico color rojizo de sus acantilados. Merece la pena darse un paseo al atardecer. Los mil matices anaranjados del horizonte y el rojizo de las paredes de la playa crean una atmósfera onírica de gran romanticismo.

A pesar de ser la cala más alejada de la población este lugar está tremendamente masificado, habiendo caido en declive desde que ya hace bastantes años se abriera el camping de igual nombre. Desde entonces nunca fue lo mismo y lo que era una playa paradisíaca y solitaria, ahora se ha convertido un hervidero de gente y mejor no pasear por la parte alta, cualquier rincón está lleno de basuras y resíduos de visitantes poco civilizados a los que les cuesta trabajo acudir a los aseos que tienen el bar ubicado en el centro de la cala. Aún recuerdo los buenos domingos pasados en esta cala, cuando apenas era visitada y te podías pasar todo un domingo de agosto sin apenas ver a nadie. Entonces sí que era un entorno natural, limpio y tranquilo, pero todo esto ya forma parte de la historia.

Probablemente los acantilados de Conil sean los más vivos de Andalucía y yo diría que de España, la acción del mar y la lluvia lo tienen sometidos a un constante cambio donde cada vez que pasas, ves nuevos desprendimientos.

Rápidamente llegamos a la siguiente cala, se trata de la Cala Melchor. Aunque el acceso a ella es algo complicado, pero se puede bajar andando.

Al igual que la costa de La Barrosa este acantilado conileño está conformado por un extenso cantil en cuya base, sobre la rasa marina, se desarrolla una playa de sedimentos finos interrumpido por grandes bloques caídos, procedentes del desmantelamiento del propio acantilado.

Además de su interés geomorfológico, la pared del cantil es un buen ejemplo para reconocer las distintas unidades litológicas del Plioceno Superior y Cuaternario y la relación estratigráfica entre ellas. La base del acantilado se modela sobre unas calcarenitas-calcirruditas del Plioceno Inferior. Por encima, y con un contacto discordante y erosivo neto, se diponen unos conglomerados y calcirruditas con un abundante registro de conchas marinas (Ostrea, Pectem, Glycymeris, etc.) correspondientes al Plioceno Superior.

Estos materiales contituyen lo que en la región se denomina “Piedra Ostionera”. A techo de esta formación se desarrolla una antigua superficie de karstificacion sobre la que se instalan las arenas rojas del Cuaternario.

Por todo el acantilado podremos ver numerosas especies vegetales, entre las que destacan: el hinojo de mar (Crithmun maritimum), la higuera (Ficus carica), sabinas (Juniperus phoenicea), lentiscos (Pistacia lentiscus), aulagas (Calicotome villosa), romeros (Rosmarinus officinalis), tomillos (Thymus vulgaris) y muchos palmitos (Chamaerops humilis).

En el suelo podemos ver hasta qué punto está vivo este acantilado, una gran grieta que ahonda varios metros nos indica que probablemente este trozo de suelo, caiga durante el próximo invierno. Mejor no acercarse demasiado.

Estamos en la Punta del Sudario y desde aquí ya vemos nuevamente la Cala del Quinto o Puntalejo, lugar por dónde bajaremo a la orilla que no dejaremos hasta finalizar recorrido.

Señalar que llevamos el sol de cara por lo que casi todas estas fotos fueron tomadas una vez pasados los lugares y a nuestras espaldas.

La Cala del Quinto está separada de la playa de Fuente del Gallo por un saliente rocoso que alberga un pequeño búnker, incrustado en el acantilado. Está dividida en dos formando un pequeño valle debido a la acción erosiva de un arroyo que desemboca en la playa, se trata del Arroyo del Quinto.

En algunas paredes podemos ver numerosos ejemplares de una especie invasora americana, se trata de la Pita (Agave americana), y de dónde deriva el nombre de una de las pequeñas calas de las cercanías, me refiero a la Cala de los Pitones.

En uno de sus extremos y creando una línea divisoria visual entre esta cala y la playa de la Fuente del Gallo, encontramos un búnker al que podemos acceder a través de esa pequeña terraza que vemos pegada al acantilado. WP BÚNKER.

En bajamar se observa que todo el fondo marino está cubierto por una plataforma rocosa, antesala de las plataformas de abrasión del Estrecho, con pequeños espacios de arena y aguas cristalinas. Contiene un paisaje de gran belleza geológica donde acantilado y plataforma rocosa se entrelazan y protegen la playa del efecto del mar. Foto tomada desde la techo del búnker.


Se trata de uno de los búnkeres construidos tras la Guerra Civil, en la década de los 40 del siglo XX, como parte de la línea de defensa costera de la entrada al Estrecho de Gibraltar.
 
Su estructura se conserva íntegra y en relativo buen estado de conservación, excepto los accesos y, de las paredes exteriores, las más expuestas a la intemperie, cuyo estado es muy malo. Está protegido por la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Si queréis pasar por esta punta, es necesario tener en cuenta el horario de la bajamar, con media marea ya sería imposible pasar sin mojarse y a riesgo de algún resbalón.

Justo al lado vemos un nuevo valle provocado por la erosión del agua, en este caso el responsable es el Arroyo del Pradillo que desemboca por aquí. WP ARROYO DEL PRADILLO.


Hemos llegado a la playa de la Fuente del Gallo. Es de arena fina y dorada, de aguas limpias, frescas y cristalinas. Es ancha, pero se acorta bastante con la marea alta, cada cierto tiempo se suele regenerar de arena. La mejor hora de baño en esta playa es al atardecer y con la marea baja. Es muy frecuentada cuando sopla el levante, ya que  los acantilados nos protegen parcialmente del viento.

Desde allí podemos divisar unas afloraciones rocosas conocidas como las Tres Marías, por ser tres piedras las que suelen verse con marea alta. WP MIR3MARÍAS.

También veremos otra pequeña porción rocosa de las conocidas como "plataformas de abrasión" o "flysch". Las más conocidas son los Flysch del Estrecho (visitados en septiembre de 2018), pero todo este tramo de costa también los posee, con la salvedad de que suelen estar cubiertos de arena y sólo son visibles cuando por efecto de los temporales la arena es arrastrada hacia otros lugares.

En esta pared vemos los plegamientos que formaron el acantilado. Los pliegues se originan por esfuerzos de compresión sobre las rocas sedimentarias que no llegan a romperlas; en cambio, cuando sí lo hacen, se forman las llamadas fallas. Por lo general se ubican en los bordes de las placas tectónicas y obedecen a dos tipos de fuerzas laterales, originados por la propia interacción de las placas.


No deja de sorprendernos la casi absoluta soledad que en estos momentos presenta la playa, se nota que sus usuarios no madrugan, pero ya poco puede durar, son casi las doce de la mañana.

En algún tramo el acantilado está protegido con mallas metálicas por el más que posible riesgo de desprendimientos.

El pie del acantilado ha sido protegido por una barrera pétrea defensiva, pero el peligro de desprendimientos es más que real.

Recuerdo que voy sacando fotos hacia nuestras espaldas para evitar el efecto de contraluz del sol. Esta punta que acabamos de pasar es la Punta del Roqueo y separa las playas de la Fuente del Gallo y La Fontanilla.

Lentamente el agua empieza a volver a sus dominios y nosotros ponemos fin a la salida de hoy en el lugar dónde la comenzamos,  la Playa de la Fontanilla, que con algo más de un kilómetro de longitud por cuarenta metros de ancho, probablemente sea la mejor playa de Conil.

Podéis descargaros el track, clicando en la siguiente imagen:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/la-fontanilla-cabo-roche-conil-19-ago-2019-40310691
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.