domingo, 11 de agosto de 2019

LA BARROSA-SANCTI PETRI (CHICLANA) (5 AGO 2019)

Saliendo desde la calle Asunción en las inmediaciones de la primera pista de la playa de La Barrosa (Chiclana de la Frontera), nos internaremos en el conocido como pinar de Sancti Petri, llegando al Poblado de Sancti Petri, por el carril peatonal que une dicho pinar con el poblado, un antiguo pueblo pesquero dedicado a la captura y manufactura del atún, aunque hoy día convertido en un enclave turístico muy mal organizado desde el punto de vista arquitectónico. La vuelta la haremos por la playa.
 
Esta ruta conforma la etapa 16 del periplo "La Costa de Cádiz".

Dejamos el coche en: 36º22.533'N - 6º11.412'W.
Distancia: 10,27 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 4 minutos.
Dificultad: Fácil.

El coche se queda aparcado en los aparcamientos existentes al principio de la calle Asunción, en las proximidades de la primera pista de acceso a la playa de La Barrosa.

Rápidamente dejamos el acerado y nos internamos en el pinar. Este tramo podríamos hacerlo por la acera que vemos a la derecha de la imagen, pero además de haber menos sombra, es más aburrido y cómodo y a nosotros nos gusta el campo.

Estos pinares tienen su origen en el siglo XVIII cuando la demanda de madera para los astilleros de la zona, la construcción y leña para combustible, tuvieron un fuerte tirón, siendo plantadas de pinos piñoneros (Pinus pinea) grandes zonas de la provincia, siendo ésta una de ellas. Estos pinos viven acompañados de los matorrales clásicos de nuestras costas, como el Enebro marítimo (Juniperus macrocarpa), retamas (Retama sphaerocarpa) y lentiscos (Pistacia lentiscus).

A lo lejos una primera toma del que será el protagonista prioritario del día, el Castillo de Sancti Petri.

Finalizando el pinar la densidad del arbolado disminuye, permitiéndonos disfrutar de un sinfín de romeros, retamas  y juníperos phoeniceas y macrocarpas. El suelo está duro pero en algunos tramos encontraremos la arena suelta clásica de los pinares costeros.

Sorprende que en un paisaje de pinar costero alguien haya tenido la "inteligente" idea de plantar un montón de eucaliptos.

A veces es imposible compaginar la actividad turística con el ecosistema y prima el dinero. El punto final del pinar es una gran parcela que ha sido desprovista de toda vegetación y es utilizada como zona de aparcamiento para mayor regocijo de los organizadores de eventos. Por la zona señalada cruzaremos la carretera y nos incorporaremos a un carril peatonal que discurre paralelo al carri bici y que nos llevará hasta el antiguo poblado.

Pero antes de eso nos desviaremos un poco para ver de cerca la zona de marisma dónde se ubica un criadero de lenguados. Este tramo es opcional y prescindible, pasa que íbamos algo adelantados con la hora de la marea e hicimos tiempo, como es bien sabido, todos los senderos con zonas de playa conviene hacerlos evitando la pleamar, la marea baja y la arena húmeda facilitan el andar.

Esta piscifactoría nació al amparo del Proyecto Eureka y de los que Cupimar recibió cuantiosas ayudas para luego dejar el proyecto abandonado sin devolver el dinero, claro está. Tras varias denuncias pues no pasó nada, el dinero se perdió y las denuncias archivadas. Esto es un claro ejemplo de la canallada andaluza de los últimos 35 años: A ROBAR QUE SON DOS DÍAS.

Hoy día la explotación la realiza una empresa de Barbate.

Estas instalaciones se ubican en la confluencia de los caños Alcornocal y del Molino.

Una pena que un espacio natural como este sea utilizado como cementerio de barcos, que aunque no afean demasiado el ambiente, no dejan de ser vertidos sólidos en descomposición ajenas al ecosistema.


Justo al otro lado del caño y además de un sinfín de embarcaciones de recreo, está el muelle pesquero, que también se vió envuelto en la polémica, se gastaron medio millón de euros en un dragado del caño para permitir la segura navegación de los barcos pesqueros y los lodos que sacaban de una zona, fueron vertiéndolos en zonas dragadas previamente, de nuevo nuestra taifa andaluza miró para otro lado. Una muestra más del expolio continuado durante décadas que ha sufrido las arcas del Estado y la desvergüenza política.

El Eola, magnífico velero de dos palos muere lentamente, y nos deja una imagen melancólica del triste final de lo que en su momento, tuvo que ser un buen velero. ¿Cuantas historias nos podría contar?

 Hemos vuelvo por el mismo camino y ahora sí que nos incorporamos al paseo peatonal.

Esta playa era una de las elegidas prioritariamente por mis padres en mis tiempos niños para pasar el día, realmente si quitamos las rampas de madera, casetas para socorristas y otras infraestructuras modernas, nada ha cambiado aquí, sigue tan bonita como siempre.

Justo en la entrada del poblado nos encontramos una estatua. Se trata de una obra elaborada en bronce patinado por el escultor Mario César de las Cuevas, y representa a un gran Hércules de unos 3,50 metros de altura de corte clásico que señalando al Castillo de Sancti Petri..

La basada de dos metros de diámetro, muestra el mar del que emergen dos atunes,en clara referencia a la importancia que tuvo la almadraba de Sancti Petri para el desarrollo y la consolidación de la zona.

Aunque la playa sigue igual, lo que ha cambiado totalmente es el espacio donde debería estar el antiguo poblado. Hoy día sólo se conservan un par de casas originales, lo demás ha sido derruido o transformado.

Como pasear por el interior de lo queda del poblado es imposible, pues lo perimetraremos. El tramo de paseo marítimo que recorre el Caño del Alcornocal, nos viene de perlas.

Durante años existieron proyectos para rehabilitar y puesta en uso de esta zona con tanta historia, pero los ecologistas torpedearon de forma contínua cualquier intento de puesta en valor de este lugar privilegiado. Como dije antes, el poblado ha sido prácticamente echado abajo y en su explanada central se ha montado un gran escenario dónde todo el verano se organizan conciertos.

De lo poco agradable que podemos ver por este engendro en lo que se ha convertido esta pequeña península, son unos grandes murales pintados en las paredes de algunos de las construcciones con alegorías marinas o emotivas, como esta que vemos y que decora la Asociación de Pescadores "El Pituta" en homenaje a Mariano Gómez "El Pituta", un entrañable personaje ligado a la almadraba, desde sus orígenes.


El local de la asociación Amigos de Sancti Petri, también decorada con atunes y una ballena corcovada.

A la altura del Caño del Chanarro, las aguas tranquilas me llevan de nuevo a mi niñez, pasa que por entonces apenas había barquitas de pesca, ahora son legión sin orden ni concierto.


Tras pasar la asociación de pesca "Caño de Chanarro", llegamos a un nuevo invento para justificar la construcción de un restaurante, se trata de La Casa del Farero, ubicado en la antigua Casa del Farero y adcrista de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, que concedió la concesión de la explotación a una empresa privada, cuyo dueño fue detenido hace un par de años por blanqueo de dinero (supongo que muchas bocas que alimentar). Allí hay un centro de interpretación del Castillo y el Poblado atunero. Todo construido incumpliendo la actual Ley de Costas. En fin, más de lo mismo.

Imposible no sacar mil fotos a este remanso de paz.

 Hemos rodeado la punta de la península de Sancti Petri y ya vamos en busca de la arena de playa.

A nuestra izquierda, uno de los edificios con más solera, la sede social del Club Náutico de Sancti Petri, el más antiguo del lugar.

Y enfrente, sus pantalanes.


Al fondo el gran escenario que ocupa todo el centro del poblado. Por delante algo más interesante: una de las construcciones originales. Un mosáico de cerámica dice:  Consorcio Nacional Almadrabero-Barriada Obrera 1946-Sancti Petri.

El Consorcio Nacional Almadrabero fue una empresa creada a partir de una sociedad de almadraberos, que comenzó a explotar en las instalaciones almadraberas en España desde el año 1928, bajo el impulso de Primo de Rivera que da un espaldarazo definitivo e impulsa el desarrollo empresarial, siendo después de la Guerra Civil y bajo la dictadura del General Franco, cuándo para hacer frente a la precariedad y chabolismo dónde se hacinaban los trabajadores del Consorcio, El chabolismo dio paso a unas infraestructuras formadas por viviendas, escuelas y una iglesia. Los lugareños contaban con economato, bar y cine para las compras y los momentos de esparcimiento. Esto incluía actividades deportivas (el campo del Club Deportivo Sancti Petri se había inaugurado tempranamente, un 16 de abril en 1933).

Aunque el gran auge de la manufactura pesquera fue durante la primera mitad del siglo XX, hay que remontarse a 1695 -tres siglos antes- cuando fueron instaladas las primeras chancas. Éstas eran depósitos utilizados para curar boquerones, caballas y otros peces, con la finalidad de ponerlos en conserva. La almadraba, como arte pesquero, hunde sus raíces en la cultura musulmana y llegaba hasta la prehistoria misma. En la Gadir fenicia ya se pescaba atún, y mucho antes también, de hecho, la pesca del atún en nuestras aguas se remonta al periodo Calcolítico, hace 5.000 años, aquí, en el Sureste europeo, el atún formaba parte fundamental de la dieta humana, y una prueba de ello la tenemos en las pinturas rupestres de la Cueva de Atlanterra, dónde nuestros antecesores dejaron todo un anuario solar que marcaba el paso del atún rojo por el Estrecho de Gilbraltar. La Cueva de Atlanterra también es conocida como Cueva de las Orcas y fue visitada en noviembre de 2018.

A los más jóvenes ni les sonará pero ¿quién no ha tenido en su casa este tipo de conservas que aún  hoy día se comercializa? Pues que sepáis que todo nació en 1928.

 Un último vistazo al hacinado club náutico y seguimos adelante.

A nuestra derecha el Caño de Sancti Petri y en línea de horizonte, la flecha litoral de la Punta del Boquerón en San Fernando (visitada en octubre de 2014).

Este caño es un canal poco profundo por donde el de agua de mar, que fluye entre las localidades de San Fernando, Chiclana y Puerto Real. Y justo a nuestro enfrente tenemos las primeras vistas al Castillo y que ya no cesarán hasta finalizar el recorrido.


Y ante nosotros la casi virgen playa que a estas horas del día se ofrecen como una maravilla de la tranquilidad, aunque durará poco, pronto empezará a acudir miles de bañistas enamorados de estas aguas.

Inevitable no mirar al castillo (visitado en septiembre de 2015). La construcción última original es una mescolanza de varias épocas y distintos usos que ha tenido en el tiempo y que siguiendo la tradición fueron edificándose unas encima de las anteriores. La torre que vemos está construída en el s. XVI y actualmente funciona como faro .
 
La primera referencia escrita referida al castillo pertenece a Estrabón el cual relata la construcción de un santuario en honor del dios Melkart en las antiguas Islas Gadeiras y se remonta al siglo I a.C., aunque parece ser que existe alguna referencia escrita por Homero que afirma lo hicieron sobre una antigua construcción fundada en tiempos de la Guerra de Troya en el s.XII o XIII a.C. 
Melkart era la figuración primitiva de Hércules y que según el historiador algecireño Pomponio Mela, estaba enterrado allí. A Melkart se le conoce también como el Hércules gaditano.

Al final del desierto tramo de playa vemos un espigón por que el vamos a intentar acercarnos un poco al castillo.

Lo que empezó siendo un templo, fue convertido posteriormente en castillo y más tarde se adaptó para la instalación del faro que actualmente continúa en servicio.

Según los historiadores clásicos y antes de su remodelación como fortaleza por allí pasaron Anibal y Julio César.

Es innegable el gran valor estratégico que tuvo de la construcción, una plaza fortificada que protegía el acceso a Cádiz por su "puerta trasera", este valor fue apreciado desde la antiguedad por lo que siempre desempeñó un papel importante desde el punto de vista defensivo de la gran Gadir fenicia.

El último momento de gloria vivido por el castillo tuvo lugar durante la Guerra de la Independencia que junto a las baterías de Urrutia, San Genís y Aspiroz, también en el caño de Sancti Petri se convirtieron en una de las defensas vitales de lo que durante un tiempo fue el único territorio libre español  y que se reducía a la isla de San Fernando.

En aquella punta se encuentra la Torre Bermeja y el sendero estará prácticamente terminado.

Y eso es lo más cerca que estuvimos del castillo.

Con la bajamar podremos ver perfectamente toda la laja de piedra de esta playa.


Que el mar se come la costa es más que evidente, basta ver donde ha quedado uno de los hitos que delimitaba en su momento, la línea de playa.

Este lugar era uno de mis preferidos para jugar, lo llamábamos "La Olla". Técnicamente podríamos definirlos como Pilancones o Marmitas de Gigante, una estructura erosiva originada por la acción del oleaje sobre esta superficie ha originado.

Toda esta zona de piedra está formada por arenas calcáreas y restos de organismos fósiles marinos, (fundamentalmente lamelibranquios: Cardium, Pecten, Ostrea) muy clastificados, unidos por cemento calcáreo, areniscas conglomeráticas calcáreas bioclásticas (roca ostionera).

Esta formación que vemos es similar a la que podremos ver en la Playa de El Chato, y que se denomina “beachrock”, los sedimentos de una antigua playa muy cementados que producen un resalte geomorfológico. son depósitos formados por cantos gruesos, algunos de los cuales son restos de organismos fósiles (pectínidos y ostras), aglutinados mediante una matriz arenosa. Pertenecen al Pleistoceno Superior. En esta foto también podemos ver varias marmitas más.

Y otro hito que poco a poco terminará engullido por el mar. Impresiona ver el montón de metros que se ha perdido en las dunas.

Llegamos al Punto Mágico "Templo de Hércules". WP PUNTO MÁGICO.

Un texto en latín dice:
HINC SPECTA. VIATOR, QUID EXIMIUM TEMPLUM 
GADITANO HERACLI. DICATUM FUERIT.
PHOENICES OLIM DEO MELQART ID EREXERE.
HIC APUD MAGNI ALEXANDRI STATUAM CAIUS 
JULIUS CAESAR FLEVIT; HIC FINIS TERRARUM SOL 
OCCIDEBAT.

Lo que traducido a mi manera, vamos de forma muy libre, podría venir a decir: Mira enfrente viajero el maravilloso templo gaditano dedicado a Hércules. Los fenicios lo levantaron en honor del dios Melkart. Aquí estuvo el gran Alejandro Magno y Cayo Julio César lloró. Por aquí se pone el sol.

Por la cara delantera otra placa: "Caminante, desde aquí tus ojos contemplan hoy el mismo escenario que hace tres mil años contemplaron los fenicios y eligieron para construir su famoso Templo a Melkart (hoy Castillo de Sancti Petri. Tú disfrutas ahora de este espectáculo único que tanto los fenicios como Aníbal y Julio César pudieron ver al atardecer durante los equinoccios de primavera y otoño cuando el candente disco solar se ponía justo en la vertical del Santuario de Hércules antes de que, según sus creencias, se apagaran las aguas del Atlántico con estruendosos chirridos"

Y llegamos a la zona más interesante desde el punto de vista geológico, se trata de los acantilados de La Barrosa. Está conformado por un extenso cantil en cuya base, sobre la rasa marina, se desarrolla una playa de sedimentos finos interrumpida por grandes bloques caídos, procedentes del desmantelamiento del propio acantilado.

Además de su interés geomorfológico, la pared del cantil es un buen ejemplo para reconocer las distintas unidades litológicas del Plioceno Superior y Cuaternario y la relación estratigráfica entre ellas.

Por un momento apartamos nuestro interés por el acantilado y nos dirigimos a uno de los miradores que podremos encontrar por el camino, dos de ellos están conectados a la playa a través de una escalinata de madera.

Son un magnífico lugar desde los que disfrutar de toda la franja costera.

Y como no, del susocicho castillo, ya dije que lo veríamos desde muchos lugares.

A nuestra izquierda el lugar de la costa por donde continuaremos, con marea alta sería muy difícil pasar por esa punta.

Y a nuestra derecha, el lugar por donde hemos llegado, la franja rocosa y la escalinata de acceso a la zona alta del acantilado y al mirador.

La base del acantilado se modela sobre unas calcarenitas-calcirruditas pertenecientes al Plioceno Inferior. A lo largo de  todo el acantilado, además, veremos fenómenos de tubificaciones o sufosión (piping) ligados al retroceso erosivo del mismo. Sobre la topografía más reciente se orientan campos de dunas activas.

A lo largo de esta zona se acotó una zona por peligro de desprendimientos. Hace algunos años murió una persona por culpa de la caida de una gran roca, e hicieron como Pilatos, clavaron las estacas y así pueden lavarse las manos caso de que desgraciadamente se repita el accidente. La realidad es que es el único accidente que conozco que se haya producido en los últimos sesenta años, pero los palos estarán allí por mucho más.

Por encima de la capa rocosa, y con un contacto discordante y erosivo neto, se diponen unos conglomerados y calcirruditas con un abundante registro de conchas marinas (Ostrea, Pectem, Glycymeris, etc.) de edad Plioceno superior.

Con un poco de zoom podemos apreciar más fácilmente la capa de conchas marinas.

A techo de esta formación se desarrolla una antigua superficie de kastificación sobre la que se instalan las arenas rojas del Cuaternario. Esta zona es muy conocida por los pescadores de la zona que la llaman "Los barros coloraos" y que usan en sus marcaciones para el fondeo de sus embarcaciones en busca de la codiciada hurta.

Información obtenida de la Guía de Georrecursos de Andalucía.- Capiítulo 3.- Costa de Cádiz.


Es casi mediodía y la tranquilidad de la que hemos disfrutado llega a su fin, una vorágine humana empieza a inundar toda la costa, efecto que tiene su mayor impacto en la magnífica playa de La Barrosa, un lugar idílico pero sólo en invierno. Si buscas unas vacaciones tranquilas y donde el reposo sea tu fin primordial, esta no es tu playa.

Lo último que vemos, antes de abandonar la arena es el acantilado de Laja Bermeja, donde se ubica la torre de igual nombre. La Torre Bermeja data del siglo XVI casi suspendida entre el verde pinar y el azul del cielo. Esta torre pertenece al sistema de torres de vigilancia costera mandado construir por Felipe II en el siglo XVI para defender las costas españolas de los piratas berberiscos. La campaña de fortificación del atlántico andaluz, desde Gibraltar hasta Ayamonte, fue encomendada al comisionado real Luis Bravo de Laguna.
Cuenta con planta redonda y sólida construcción, y tenía como misión la vigilancia y aviso temprano de la llegada de invasores.

Con un último vistazo al enjambre humano ávido de sol y agua, ponemos fin a nuestro recorrido.

Podéis descargaros el track, clicando en la siguiente imagen:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/la-barrosa-sancti-petri-chiclana-05ago2019-39555467
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

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