Saliendo desde la Barriada de la Paz esta ruta nos llevará a través del paseo marítimo y bordeando la Zona Franca de Cádiz al Dique de Levante donde se ubica el Centro Náutico Elcano, regresaremos al punto de partida por la Avenida Juan Carlos I, un tramo que además de permitirnos disfrutar de parte de la costa gaditana que da al saco interno de la Bahía de Cádiz nos permitirá conocer algunas de sus plazas y edificios más emblemáticos como pudiera ser las instalaciones del antiguo Depósito de Tabaco en el Barrio de Loreto, uno de los escasos ejemplos de la arquitectura industrial gaditana de principios del siglo XX que siguen en pie.
Este tramo urbano conforma la Etapa 14 del periplo "La Costa de Cádiz".
Dejamos el coche en: 36° 30.958'N 6° 16.342'W
Distancia: 11,33 kilómetros.
Tiempo: 2 horas 51minutos.
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en los aparcamientos del paseo marítimo en la Barriada de la Paz.
Sopla levante fuerte y el puente de la Constitución se lleva todo el protagonismo, nada nuevo bajo el sol.
Nos dirigimos en dirección a Puntales por el magnífico paseo marítimo de la Barriada de la Paz.
Las barquitas nos señalan que nos estamos acercando a la Asociación de Pescadores Recreativos "El Alcazar".
Una mirada hacia atrás nos permite ver la matemática parábola que forma la escollera.
Tras callejear un poco llegamos a la Plaza de San Lorenzo del Puntal. En sus proximidades se ubica el castillo de San Lorenzo del Puntal, también conocido como Castillo de Puntales, era junto con el de San Luis y el de Matagorda, parte del complejo sistema defensivo instalado en la ciudad de Cádiz durante la Guerra de la Independencia, para controlar la entrada a la Bahía.
Vemos una coqueta fuente con una escultura formada por un niño que monta un caballito de mar, en clara referencia al barrio y su estrecha relación con el mar.
La Zona Franca está rodeada por una valla que nos impide continuar cerca del mar así que debemos rodearla.
Lo que nos lleva a la calle Ronda de Vigilancia y su bonito arbolado formado unos llamativos ejemplares de Tipuana tipu que se cubren de un impresionante color amarillo en tiempos de floración.
Justo en la entrada de la Zona Franca encontramos unos restos de construcciones romanas.
Se trata de parte de una factoría romana de salazón de la época de Julio Claudia (finales del siglo I a.C. a mediados del siglo I d.C.), hallados en la calle Juan Ramón Jiménez de Cádiz.
A su lado también vemos restos de una fuente romana calificada como "Exedra" datada en el siglo I d.C. En la casa griega y romana, la exedra
se define como una sala con asientos alrededor, que se destina a la
conversación. Tenía una cuidada decoración y sus dimensiones variaban.
La cultura, el arte y el ocio se unían en estas estancias aptas para la
recepción de visitas
Tras pasar por las antiguas instalaciones de Altadis, llegamos al Centro Náutico Deportivo Elcano.
Tras pasar por las antiguas instalaciones de Altadis, llegamos al Centro Náutico Deportivo Elcano.
Llegando rápidamente al inicio del conocido como Dique de Levante, un largo espigón de algo más de ochocientos metros.
En el muelle vemos atracado uno de los barcos de Greempeace, creo que se trata del Esperanza.
Y casi a nuestro frente Cádiz y en primera línea el barrio de Puntales y su castillo, fácilmente localizable por la torre de electricidad que hay en su entrada.
Ya vemos el final del espigón.
Ya de regreso vemos las instalaciones pertenecientes a la sección náutica del club y sus barcos recreativos.
Al espigón principal hay que añadirle un ramal de unos doscientos metros que nace perpendicular al mismo y por el que también paseamos..
El puente Carranza y el levante haciendo estragos.
Dentro de las instalaciones del club náutico vemos un velero expuesto, construido por IZAR (ahora NAVANTIA), para participar en uno de los certámenes de la Copa América de Vela, nunca más hicieron otro.
Ya vemos en busca de la Avenida Juan Carlos I por la que prentendemos volver al punto de inicio, podríamos hacerlo por parte del camino de venida pero preferimos echarmos al margen de la carretera y pasar entre la valla protectora de la autovía y la de la Unidad de Carreteras del Ministerio de Fomento ¿por qué?
Pues porque dentro de sus intalaciones se encuentra un monolito y busto dedicado a José León de Carranza., Alcalde de Cádiz desde el 8 de febrero de 1948 unos meses después de la terrible explosión de Cádiz de agosto del 1947, cargo que desempeñó ininterrumpidamente hasta su fallecimiento el 23 de mayo de 1969, marcando toda una época en la ciudad.
Potenció los antiguos carnavales, reconvertidos en Fiestas
Típicas Gaditanas, alcanzando gran notoriedad y difusión. Entre las
obras realizadas durante su alcaldía destaca el puente ,que evitó el secular aislamiento de Cádiz y lleva su nombre, sobre la Bahía de Cádiz, que une la ciudad con Puerto Real y era un anhelo histórico de los gaditanos, a pesar de las trabas de algunos estamentos. También promocionó el fútbol, el Trofeo Carranza en el estadio que hizo y llamó con el nombre de su padre "Ramón de Carranza".
Trofeo que se juega en el estadio por el que poco después pasamos.
Ya caminando por la Avenida Juan Carlos I, pasaremos por varias plazas, esta es la conocida como plaza de la Fuente.
Llegando rápidamente al edificio de los antiguos Depósitos de Tabaco, uno de los escasos ejemplos de la arquitectura industrial gaditana de principios del siglo XX que siguen en pie.
Y llegamos al último tramo de nuestro paseo, la plaza de Santa Ana.
Alli encontramos la remozada Batería de la Segunda Aguada y unos cañones fabricados en la primera mitad del siglo XVIII procedentes del artillado del Baluarte de San Cruz y recuperados en 2009 conjunto a 16 cañones más. Esta batería formaba parte del complejo defensivo sur de Cádiz. Este frente defensivo comenzaba en la parte sur de Cádiz con el Castillo
de San Lorenzo del Puntal, junto al barrio de Puntales, continuaba con
las Baterías de extramuros de Segunda y Primera Aguada, terminando
dentro de las murallas de Cádiz con la Batería de San Santiago.
Existieron otras baterías, pero han desaparecido totalmente con el paso
de las décadas. La mayoría de ellas estaban construidas en piedra
ostionera, resistente y abundante en la zona. No debemos olvidar que caminamos por un terreno ganado al mar. Dando aquí por finalizado el paseo, el coche lo tenemos un par de calles a nuestra izquierda.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
Me alegra que vuelvas a publicar tus senderos, soy un seguidor tuyo aunque nunca haya dicho nada pero te echaba de menos, un saludo.
ResponderEliminarP.D. Gracias
Antonio, muchas gracias.
Eliminaryo digo lo mismo que antonio te echaba de menos tambien te sigo tus sendero y los hagos
ResponderEliminarGracias desconocido. Ya pasó el verano y poco a poco estamos entrando en las botas. Me alegra que puedan servirte de ayuda.
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