lunes, 4 de noviembre de 2019

VISITA A LA IGLESIA RUPESTRE MOZÁRABE DE BOBASTRO (ARDALES-MÁLAGA) (5MAY2013)

Bobastro es el complejo rupestre del siglo IX más importante de Málaga. A pocos metros de lo que fue la fortaleza, se encuentran los restos de una iglesia rupestre mozárabe que es lo que veremos hoy. Una casi basílica donde todos sus elementos están tallados en roca viva, transformando una elevación rocosa en una obra única en España.

Dejamos el coche en: 36° 53.979'N - 4° 46.829'W
Distancia: 1 kilómetro.
Tiempo: 1 hora.
Dificultad: Fácil.

Para conocer la Iglesia Mozárabe de Bobastro es necesario conocer algo de la vida de su constructor, el muladí Omar ibn Hafsún. Se denominaba muladíes a la población de origen hispanorromano y visigodo que adoptó la religión, la lengua y las costumbres del Islam para disfrutar de los mismos derechos que los musulmanes tras la formación de Al-Ándalus.

Omar ibn Hafsún protagonizó la revuelta más importante con la que tuvo que enfrentarse el emirato de Córdoba en los finales del siglo IX y principios del X. Era el último intento por mantener privilegios de tipo feudal por parte de la aristocracia de origen visigodo. Parauta (Valle del Genal-Málaga), es casi con seguridad el lugar de nacimiento de Omar, descendiente de una familia visigoda convertida al islam (muladíes). 

Una riña acabada en muerte, hizo que Omar tuviera que huir a Tahert, en la actual Argelia, donde trabajó como aprendiz de sastre. Dice la leyenda que visitó su taller un anciano procedente de Al- Ándalus que se postró a sus pies le profetizó que gobernaría un gran reino. De regreso a su tierra, en 880, aglutinó en torno a él a los descontentos con los impuestos que Córdoba imponía a los muladíes. Reunió una partida de seguidores con los que se fortificó en Bobastro, auténtico baluarte desde el que tuvo en jaque al poder cordobés. Al principio, los omeyas lo ven como un simple bandolero, pero pronto comprendieron que iba a ser algo más.

Tan bien le van las cosas que el emir de Córdoba, Muhammad I, envía un fuerte contingente y Omar se rinde pactando entrar al servicio del emir con sus hombres, (año 883), y dentro del ejército omeya participa en una campaña por tierras de Álava. Pero apenas dos años después regresa a su vida rebelde y a Bobastro, donde reúne a cientos de partidarios mozárabes, muladíes e incluso bereberes unidos contra la aristocracia cordobesa de origen árabe.

Hafsún llegó a crear un estado alternativo al califato, un estado embrionario que buscó la legitimación del poder y el reconocimiento exterior. En su máximo apogeo, llegó a dominar los territorios de las actuales provincias de Cádiz (donde hoy día aún se conservan los restos de un castillo, el Castillo de Matrera, que visitamos en octubre de 2019), Sevilla, Córdoba, Jaén, Granada, Almería, Murcia y, especialmente, la de Málaga, donde tuvo su cuartel general en Bobastro (Ardales), con los altibajos provocados por la lucha constante contra el poder cordobés.

Durante el dominio islámico de la Península Ibérica, los mozárabes (cristianos que viven en zona musulmana) tienen prohibido edificar nuevos templos. Las iglesias rupestres son una forma de burlar esta prohibición. La existencia de una iglesia cristiana se explica por la conversión al cristianismo de ibn Hafsún hacia el año 898 y aunque con este gesto se ganó la adhesión de la población de la montaña malagueña, mayoritariamente cristiana, perdió el apoyo de muchos de sus seguidores.

Y esto es lo que veremos hoy, la Iglesia Rupestre de Bobastro construida o al menos mandada construir y amparada por Omar ibn Hafsún, en lugar aislado y oculto a la vista de curiosos.

La visita es guiada previo pago de su importe. El acceso se realiza desde la carretera Álora-Ardales, unos dos kilómetros al norte de El Chorro y del lado sur del Desfiladero de los Gaitanes. Desde aquí, una pista asfaltada sube al cerro de Las Mesas de Villaverde, pero a medio camino está el acceso peatonal a parte de las ruinas de Bobastro.Al margen de la carretera MA-448 que es donde dejamos el coche, existe una caseta de control donde se pueden sacar las entradas.
Imagen obtenida de: http://www.malaga.es/es/turismo/patrimonio/lis_cd-5083/basilica-mozarabe-ruinas-bobastro-ardales-rincon-singular

Bobastro es un conjunto arqueológico medieval que data de los siglos noveno y décimo entre los que destaca la iglesia rupestre mozárabe, de planta basilical con tres naves y arcos de herradura, toda ella excavada en la roca y anexa a un complejo eremítico conventual, construida en torno al año 917 después de Cristo. Cuando nos aproximamos a ella, no vemos nada, salgo una afloración rocosa como otras muchas del lugar.

Aunque el templo es la parte más conocida y quizá la más espectacular, el yacimiento ocupa lo que es todo el entorno de “Las mesas de Villaverde”, que es como se conoce este lugar. El yacimiento engloba el templo rupestre y una pequeña cantera situada junto a éste, todo ubicado en el lugar donde se encuentra el templo.


Desde la parte visible al exterior no se ve nada, sólo una mole de piedra sin más, en cambio, visto desde dentro podemos ver como se trabajó la piedra para tallar en su interior la basilica. Esa parte oscura que parece un agujero es donde se ubicaba el "Sancta Sanctorum".

Aquí los famosos arcos de herradura, tallados en la roca viva y de una sola pieza.

Es la única basílica de origen mozárabe que se conoce de Al-Andalus. Fue destruida por Abderramán III, cuando, después de resistir como territorio independiente durante más de 50 años a los intentos cordobeses, fue conquistada el 19 de enero de 928.

Excavada en roca arenosa, es de planta basilical, con tres naves separadas por arcos de herradura, transepto y cabecera de tres ábsides, el central en arco de herradura y los laterales rectangulares.

Perfectamente orientada al este, tiene una longitud aproximada de 16,50 m de largo por 10,30 m de ancho. En la zona se encuentran restos de otros edificios que pertenecieron a otros habitantes que se refugiaron allí.

Y la Andarina, como siempre, haciendo de la suyas, aquí protegiendo la entrada cual bravo y apresto vigilante.

En la cima del cerro, desde donde se disfrutan muy buenas vistas del entorno, encontramos los restos de una fortificación. Sorprende encontrarse con un embalse de agua en lo más alto, al que se bombea agua de noche para conseguir electricidad durante el día.




Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros. 

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