domingo, 17 de noviembre de 2019

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GRACIA (ESPERA-CÁDIZ) (15 NOV 2019)


Es un templo renacentista cuya construcción se inició en el siglo XVI para prolongarse hasta el XVIII, tras sufrir los terremotos de 1636 y 1755. Es uno de los más bellos templos de la provincia, contando entre sus artífices con Hernán Ruiz II, el arquitecto mayor de la Catedral Hispalense. Su planta es de cruz griega y la portada principal pertenece ya al barroco, como su Retablo Mayor.

Está dedicada a la advocación de Santa María de Gracia, elegante imagen que tallara Pablo Legote, autor también del impresionante trabajo de los lienzos del retablo mayor. Las canteras de Espera aportaron la piedra para las iglesias parroquiales de Arcos de la Frontera, muchas más poblaciones y el templo parroquial que levantaron los espereños a principios del XVI.

En la fachada principal se distinguen tres pisos de ventanas, tres a cada lado de la puerta.

Y en una de ella, en el friso, una fecha; 1 de noviembre de 1.755, día del terremoto de Lisboa (y posterior tsunami) que arrasó buena parte de la costa atlántica andaluza) que destruyó parcialmente el templo.  Esta inscripción recuerda el acaecimiento y dice: POR UN TERREMOTO FUE DESTRUIDO ESTE TEMPLO EL DÍA PRIMERO DEL MES DE NOVIEMBRE DE 1755.

Hasta hace poco aquí se custodiaba el Crismón Cristiano, una piedra hecha de barro cocido (siglo IV-V d.C) posiblemente procedente de Carissa Aurelia donde viene representada las letras Alfa y Omega (Principio y Fin) y un círculo en cuyo interior aparece representado un pez, símbolo del cristianismo en aquella época. Hoy día esta pieza se conserva en el Museo Arqueológico.

 
El retablo es del siglo XVII y está compuesto por grandes lienzos que representan La Anunciación, La Presentación, La Visitación, La Transfiguración, La Epifanía y La Adoración de los Pastores. El terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755) causó grandes daños en esta iglesia, hasta el punto de tener que desmontar el retablo mayor para volver a encajar las piedras que cubren el ábside. Aunque la obra realizada en aquel tiempo fue grandiosa, faltas en el terreno y las consecuencias del movimiento sísmico hicieron que el edificio siguiese presentando ruina. Definitivamente, en 1963 se abría al culto después de muchos años cerrado.

En la parte inferior va una hornacina con la imagen, policromada, de Nª Sª de Gracia, única escultura de Pablo Legot, fechada en 1651.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita.