El conocido como Parque de Las Cañadas es un conjunto de vías pecuarias y antiguos caminos agropecuarios que forman una tortuosa red que se extiende desde Puerto Real hasta Medina Sidonia, recorre diferentes paisajes como son las zonas de pinos, lentiscos y acebuches, zonas de cultivo y otras zonas parcialmente antropizadas. En total son 112 kilómetros distribuidos según vemos en la siguiente imagen, todas las vías se enlazan lo que nos permitirá un sinfin de combinaciones y trazados.
Red de cañadas y caminos del parque
Este trazado que os enseño discurre por las Cañadas Reales del Camino de Medina Sidonia, Arcos y Camino Ancho, e incluye un tramo por el Corredor Verde Dos Bahías.
Dejamos el coche en: 36°29.520'N - 6°08.540'W
Distancia: 15,52 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 29 minutos.
Dificultad: Fácil.
Durante algunos centenares de metros caminaremos por asfalto, afortunadamente será el único tramo de estas características. Ya estamos caminando por la Cañada Real del Camino de Medina Sidonia. Este tramo tiene una longitud de 4,7 kilómetros.
El asfalto dará paso a un coloreado adoquinado.
En menos de un kilómetro ya estaremos pisando tierra.
Durante el recorrido encontraremos diversos paneles informativos, algunos de los cuales han sido vandalizados, no sólo en mi pueblo existe gentuza.
Tenemos que cruzar la CA-3205, también conocida como carretera de Malas Noches.
La zona de Malas Noches es conocida porque en ella se ubicaba una antigua fuente de igual nombre que se nutría de los abundantes manantiales de la zona, sobre esa fuente se construyó otra, la Fuente de la Higuera, estos manantiales fueron explotados desde la Edad Media. En el siglo XVIII y tras las obras pertinentes en la traída de aguas se construyeron fuentes en el núcleo urbano de Puerto Real, una toma en el Muelle para los bajeles y el sobrante se enviaba para la ciudad de Cádiz. Las captaciones de agua de los manantiales de Malas Noches estuvieron activas hasta principios del siglo XXI aunque con notables altibajos.
La existencia de estas bolsas de agua propició la aparición de un nutrido número de pozos, tantos como propiedades había en la zona. Caminamos por el paraje de El Zurraque.
Tras un campo de labor vemos un brazo verde, una franja de vegetación delata el paso del arroyo de Las Salinetas (visitado en febrero de 2019).
A pesar de la poca lluvia caída hasta ahora, la humedad ambiental se hace patente en el tronco de algunos árboles.
En esta zona arbolada además de los pinos piñoneros, abundan los lentiscos y los acebuches, sin olvidar los numerosos palmitos. El palmito es nuestra única palmera autóctona.
Palmito (Chamaerops humilis)
Debemos estar atentos a este giro a la izquierda, es fácil pasarlo de largo.
Comenzamos el tramo correspondiente al Corredor Verde Dos Bahías, por esta vía caminaremos durante 2,9 kilómetros. Este corredor tiene una longitud total de 93 kilómetros y discurre por los parques naturales de la Bahía de Cádiz, Alcornocales y Paraje Natural de las Marismas del Río Palmones.
Entre acículas secas de pinos encontramos una planta legendaria, se trata de una mandrágora florecida. La mandrágora es una planta altamente tóxica que puede provocar la muerte de aquel que la ingiera, tiene actividad a través de la piel, por lo que es poco prudente
manipular las hojas, frutos y sobre todo las raíces. Puede provocar
mareos, dificultad para respirar y bradicardia, simplemente al manosearla.
Ha sido protagonista de muchas leyendas y rituales. Durante la Edad Media era utilizada por las brujas para sus diferentes rituales y ungüentos.
La leyenda asegura que todas las raíces de mandrágora se transforman en
hombrecitos de verdad, como pequeños duendes, y que se dedican a
favorecer al dueño de la planta.
La mandrágora ha sido utilizada como parte del argumento en libros tan conocidos como El Príncipe de Maquiavelo o Harry Potter de J.K.Rowling, en la película El Juego del Fauno con la mandrágora hacían un ungüento que curaba a las personas petrificadas, incluso en la Biblia se recogen unos pasajes donde Raquel, la mujer de Jacob, pide unas mandrágoras para su uso.
Como decía al principio, este sendero discurre entre pinares y campos de labor que adquieren una magnífica gama tonal cuando están recién arados.
A la altura de la Laguna Seca nos encontramos un magnífico tomillar.
Toda esta zona está cuadriculada con antiguas conducciones de agua que datan del siglo XVIII. La Laguna Seca está ubicada en los Llanos de Guerra y muy próxima a donde estaba la Fuente de la Higuera.
De nuevo la naturaleza nos obsequia con una bucólica imagen.
Por el paraje de El Zurraque cruzamos la Cañada Real del Camino de la Sierra, nosotros seguimos al frente. "En general se deduce de las fuentes árabes que el término que dió origen a la voz castellana "zurraque" tenía el sentido general de "desagüe, desaguadero" y más relacionado con elementos artificiales de la conducción del agua que naturales. El término "zurraque" no es extraño en la toponimia peninsular, está bien documentado al menos desde el siglo XV y, generalmente, está asociado a elementos hídricos. (Lagóstena Barrios, 2015).
Ya en la Cañada Real de Arcos nos encontramos nuevas plantas con floración en otoño. Por esta cañada haremos 2,1 kilómetros.
Y algunas setas y hongos. Aquí un Coprinus en diferentes estados de desarrollo.
A la altura del Descansadero del Martillo de Tejarejo nos incorporamos a la Cañana Real de Medina, nuevamente, en un tramo de 1,7 kilómetros. La encrucijada de caminos es compleja por lo que a veces nos cuesta entender dónde estamos. El panel informativo nos señala las dos posibilidades existentes, pero nosotros seguimos de frente, vamos en busca de la Cañada Real del Camino Ancho que con un tramo de 4,1 kilómetros pondrá punto final al trazado.
Tras pasar la barriada de La Chacona pasamos por la puerta de la Asociación Gaditana de Terapias con Animales (AGATA).
Un nuevo tramo adoquinado pone fin a nuestro paseo de hoy.
Casi al lado del coche vemos un ejemplar de Palo borracho. Lo particular de este árbol sudamericano, aparte de su espectacular floración, es la forma de su tronco ensanchado en forma de botella, tronco que se llena de agua como reserva para épocas de sequía.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde el humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
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