Este sendero se inicia en el núcleo de población conocido como Meadero de la Reina, aunque nosotros siempre lo conocimos con Barrio Jarana.
Parece ser que el nombre de Meadero le viene en recuerdo de que por aquellos lares la reina Isabel II, tuvo un apretón y detuvo por allí su comitiva para poder hacer sus reales necesidades.
Lo que sí es historia es que por 1862, Isabel II acompañada de su esposo y sus dos hijos mayores, el Príncipe de Asturias que más tarde sería Alfonso XII y la Infanta Isabel, recorrieron algunas provincias andaluzas y que procedentes de Sevilla, llegaron a Cádiz el día 26 de septiembre, donde permanecieron algunos días y entre algunas actividades, presenciaron el despesque de un estero ubicado en las cercanías de la antigua Venta Arrecife, ubicada en las próximidades del actual Barrio Jarana, y fue allí dónde tras el apretón, y según cuentan, hizo sus necesidades.
Parece ser que el nombre de Meadero le viene en recuerdo de que por aquellos lares la reina Isabel II, tuvo un apretón y detuvo por allí su comitiva para poder hacer sus reales necesidades.
Lo que sí es historia es que por 1862, Isabel II acompañada de su esposo y sus dos hijos mayores, el Príncipe de Asturias que más tarde sería Alfonso XII y la Infanta Isabel, recorrieron algunas provincias andaluzas y que procedentes de Sevilla, llegaron a Cádiz el día 26 de septiembre, donde permanecieron algunos días y entre algunas actividades, presenciaron el despesque de un estero ubicado en las cercanías de la antigua Venta Arrecife, ubicada en las próximidades del actual Barrio Jarana, y fue allí dónde tras el apretón, y según cuentan, hizo sus necesidades.
Por otra parte, en esta zona hay testimonios de la existencia de poblamiento humano desde la antigüedad, cuya continuidad desde la Sacrana romana hasta la Jarana
actual estaría demostrada según algunos autores por la población
medieval de Xarrana (Šarana/Xarana) de época islámica.
Se tiene constancia de que la zona era un importante centro de producción alfarera durante la época romana. Se han encontrado un horno en el cercano puente Melchor y durante la construcción de la carretera A–4, restos de una villa romana con un mosaico de Baco, de enormes dimensiones. Las ánforas producidas en el actual territorio de Puerto Real servían para transportar vino y salazones a otros lugares del Imperio Romano. En Roma, en el Monte Testaccio, se han hallado restos de ánforas producidas en Puerto Real. Algunos autores sitúan en el actual término de Puerto Real, el enclave romano de Portus Gaditanus, cuya localización exacta sigue siendo objeto de debate aún hoy.
Se tiene constancia de que la zona era un importante centro de producción alfarera durante la época romana. Se han encontrado un horno en el cercano puente Melchor y durante la construcción de la carretera A–4, restos de una villa romana con un mosaico de Baco, de enormes dimensiones. Las ánforas producidas en el actual territorio de Puerto Real servían para transportar vino y salazones a otros lugares del Imperio Romano. En Roma, en el Monte Testaccio, se han hallado restos de ánforas producidas en Puerto Real. Algunos autores sitúan en el actual término de Puerto Real, el enclave romano de Portus Gaditanus, cuya localización exacta sigue siendo objeto de debate aún hoy.
Y es en este lugar, en el entorno que ocupó la vieja venta del
Arrecife y la Sacrana romana, dónde comienza el sendero de hoy, algunos lo conocen como el
Meadero de la Reina, en recuerdo a este supuesto acaecimiento, para
otros es el Barrio de Jarana de tan gratos recuerdos para mi, por ser
este lugar el elegido por mis padres y dónde pasábamos todos los
domingos unas inolvidades jornadas campestres con bicicletas, balones, arroces o barbacoas
incluidas, aunque hoy día, poco tiene que ver con lo que fue antaño.
También recuerdo una zona, dónde los restos de cerámicas romanas eran
ingentes, se amontonaban por decenas de metros cuadrados, sin que nadie
les prestase atención.
El destino será el Cerro de las Salinetas, lugar dónde se cree emanan las primeras aguas que forman el Arroyo de las Salinetas, dicho arroyo enlaza con el arroyo de Zurraque, después vierte aguas al Caño de Zurraque, posteriormente al Caño de Sancti Petri y finalmente desemboca al océano Atlántico por frente al Castillo de Sancti Petri.
El destino será el Cerro de las Salinetas, lugar dónde se cree emanan las primeras aguas que forman el Arroyo de las Salinetas, dicho arroyo enlaza con el arroyo de Zurraque, después vierte aguas al Caño de Zurraque, posteriormente al Caño de Sancti Petri y finalmente desemboca al océano Atlántico por frente al Castillo de Sancti Petri.
Distancia: 14,07 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 50 minutos.
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 36º29.527'N - 6º8.544'EW
El coche lo dejamos aparcado junto a la Venta Santa Ana, al inicio de la calle del Rosal.
A nuestra izquierda dejamos la humilde Plaza de la Reina.
La Calle del Rosal discurre por una franja verde con abundante arbolado en sus comienzos y rodadeada por casas y campos de labor. Caminamos por la Cañada Real del Camino de Medina Sidonia, que en estos primeros metros está pavimentado con hormigón impreso.
Varios almendros nos llama la atención, están repletitos de maravillosas flores.
Poco a poco, el arbolado se va perdiendo por su parte derecha, y aparecen los primeros sembrados de gramíneas.
El cielo azul y el mar verde.
Cuándo el cultivo esté mál alto, este símil de mar tomará todo el sentido.
A nuestra izquierda encontramos la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz, más conocida como Instalaciones Deportivas del Rosal, tiene cuatro campos de fútbol: dos de césped natural y dos con hierba artificial y aquí entrena el Cádiz C.F.
Como digo al principio, esta cañada es una estrecha franja verde, delimitada a ambos lados por campos de labor, no obstante, intentaremos evitar repetir exactamente le trayecto, así que nos iremos pegando, todo lo posible, a los márgenes laterales, al objeto de ensanchar la separación de los trazados de ida y vuelta.
Mirando hacia atrás y en línea de horizonte, San Fernando.
En el recorrido tenemos que cruzar la carretera alfaltada CA-3205 con circulación de vehículos, mucho cuidado. Antiguamente por aquí discurría la Cañada Real de Bornos. Un cartel informativo nos indica que venimos del Parque de las Cañadas-Cañada Real del Camino de Medina por la pasada de Cádiz.
Y que accedemos al tramo alternativo del Corredor Verde Dos Bahías. WP CARRETERA.
Y otro cartel nos indica el sendero Puerta Verde de Chiclana, que es la adecuación al uso público no motorizado de la Cañada Real de Bornos. El trazado de la Puerta Verde discurre por una zona de gran interés natural, paisajístico y cultural ya que discurre paralela a la zona perimetral del Parque Natural Bahía de Cádiz.
La Puerta Verde se sitúa en la zona norte del núcleo de población de El Marquesado y tiene dos accesos, el primero por El Marquesado y el segundo por el Parque de las Cañadas.
Caminamos rodeados de pinos piñoneros (Pinus pinea), pinos carrascos (Pinus halepensis), algarrobos (Ceratonia siliqua), acebuches (Olea europaea sylvestris), y variado matorral bajo, entre los que destacan: jaras, jaguarzos, tomillos, retamas, lentiscos e infinidad de palmitos.
Y por fuera de la cañada, pues los campos de labor, con algunos ejemplares aislados de pinos, en este caso, en las proximidades del Cortijo de Zurraque.
Por un instante, la senda se aparta de la zona arbolada y esto nos permite ver un gran pozo, tal vez, un hundimiento natural del terreno aunque parece estar realizado por la mano del hombre, y semioculto por diferentes ramajes. Tendrá al menos tres metros de profundidad y presenta un gran peligro para los despitados o niños pequeños. No tiene ningún tipo de protección, así que nuevamente a extremar la precaución. WP HUNDIMIENTO.
Y el nuevo cáncer medioambiental, curiosamente muy bien visto por los ecologístas, se tratan de los parques eólicos, contaminando visualmente el paisaje y sus molestos ruidos por no hablar del peligro que supone para las aves silvestres, principalmente para las rapaces por sus delicados estados de población.
Allí a lo lejos, el Cortijo de Mora.
Tenemos un primer contacto con el Arroyo de las Salinetas que justo en este lugar, recibe las aguas de los arroyos de Malas Noches y Guerra. Todo está enfangado y con bastante agua y buscamos un lugar para vadearlo.
Tenemos intención de no repetir trayecto en todo lo posible, así que pretendemos hacer la vuelta siguiendo el cauce del Arroyo de las Salinetas, hasta exactamente este punto, si la intención se convierte en realidad, deberíamos aparecer por donde marca la flecha amarilla.
Tras examinar el posible paso, la única opción nos la ofrece este lugar más estrecho y con algunas ramas y troncos que parecen facilitar el cruce. Es lo que se llama "andarse por las ramas".
La zona de barro desaparece rápidamente y nos vuelve a permitir un caminar cómodo. Los Llanos de Guerra nos regala una bonita y plástica toma.
Y a nuestra derecha, la Dehesa del Marquesado. Aunque no se aprecia, en la arboleda de la parte superior izquierda se encuentra el Cortijo del Marquesado.
Y una depresión con diferente matorral bajo que nos marca el cauce del Arroyo de Las Salinetas y por dónde deberíamos pasar al regreso.
Nuevamente vadeamos dicho arroyo, afortunadamente a pesar de lo previsible, este lugar apenas está enfangado, el suelo de arena y grava es firme, así que se pasamos sin problemas, procurando no mojarnos demasiado. Marcado en amarillo, un inconveniente para nuestro intento de regreso por el cauce, una alambrada lo corta de forma radical. Esta alambrada delimita el Coto del Marquesado.
Por detrás de la alambrada, el camino para el regreso parece viable.
¿Y eso que es? Un corazón afelpado en el cauce, sin dudas muy apropiado para el día de San Valentín, o tal vez lo contrario.
Seguimos adelante y el camino presenta una gran cicatriz, las lluvias han provocado un profundo canal que divide este tramo de cañada en dos.
Paralelo a nosotros y por la derecha, discurre la Cañada Real del Higuerón, al fondo el Cerro de la Horca y el Cortijo del Marquesado.
Y nos encontramos un nuevo asalto a los bienes públicos, aunque acaban de abrir esta cancela, el paso generalmente está cortado, la propiedad del coto, impide la libre circulación por la Cañada Real del Higuerón, en un nuevo acto de apropiación indebida permitido por la Junta de Andalucía y otros poderes con capacidad para evitar este tipo de abusos. WP COTO.
Vemos este cartel y ahora entendemos porqué actúan con tanta impunidad, están protegidos por una asociación protegida por los poderes públicos.
Hemos llegado a un nudo dónde se cruzan diferentes cañadas, aquí se encuentran la ya citada Cañada Real del Higuerón, la Cañada Real del Camino de Medina Sidonia y el Cordel de los Marchantes. WP CARTELERÍA.
Será por el Cordel de los Marchantes por donde continuemos un rato hasta llegar a una zona dónde el Arroyo de las Salinetas se expande, formando una especie de delta que en momentos de intensas lluvias, llegan incluso a forma una laguna que desaparece conforme cesa la lluvia.
Desde el cordel podemos ver las estribaciones del Cerro de la Horca y por cuyos límites discurre el arroyo y que por culpa de la alambrada anterior, ya no podremos caminar.
Y la explanada abierta que en ocasiones se convierte en laguna.
En el suelo encontramos una especie de canalización tras la que parece encontrarse la mano del hombre, pero lo más probable es que sea algo natural debido a la erosión diferencial. WP AFLORACIÓN.
Dicho tipo de formación cruzan de un lado a otro del llano y su formación podría deberse a un fenómeno tectónico conocido como Pliegues Buzantes o Pliegues con inmersión. Se define como Inmersión el ángulo que forma una línea (o eje del pliegue) con el plano
horizontal medido sobre un plano vertical que contenga esa línea. El
valor de la inmersión de una línea varía entre 0º y 90º.
Una roca se pliega cuando una superficie de referencia definida antes
del plegamiento como plana se transforma en una superficie curva. El
plegamiento es tanto mayor cuanto más numerosas y fuertes son las
variaciones de buzamiento. Las rocas en las que se aprecia el
plegamiento con mayor facilidad son las sedimentarias, cuyos planos de
estratificación se muestran como buenos planos de referencia.
Una vez producido este plegamiento puede darse el caso de que ese pliegue esté formado por materiales de diferente dureza y cuando actúa la erosión pues desgastan estos materiales de forma diferente al tener diferente dureza, entonces sucede el fenómeno conocido como Erosión Diferencial.
No lío más la cosa, quién tenga interés por la Geología Estructural, pues que se lea el linkeo anterior, dónde se explica detalladamente todo el proceso. Solo pretendía llamar la atención sobre este lugar tan interesante desde el punto de vista geológico.
En la parte superior izquierda vemos el Cerro de las Salinetas y por detrás y fuera de imagen, el Cerro de las Yeseras, otro nombre que también nos dan una pista de lo que es este lugar, todas las rocas que vemos totalmente erosionadas son yesos. WP SALINETA.
En las cercanías se encuentra el manantial de Las Salinetas, aunque por aquí tambien confluyen un par de pequeños arroyos estacionales.
En el lugar podremos ver numerosas cristalizaciones de sal y que justifican perfectamente el nombre de este lugar y arroyo correspondiente. Y las rodadas de una moto.
A poco que nos fijemos, veremos innumerables afloraciones de yesos, tanto blancos como rosados y que son el origen de las altas concentraciones de sales (yesos) en la zona.
El mineral de yeso es un constituyente común de rocas sedimentarias,
particularmente depósitos de sal marina, y suelos formados directamente
por evaporación o más tarde por hidratación de anhidrita. Los depósitos
de yeso se originaron como consecuencia de la evaporación de
disoluciones acuosas sobresaturadas en lagos o mares de poca
profundidad. En España, este fenómeno tuvo lugar principalmente durante
el Triásico y el Cenozoico.
Es un buen arroyo para caminarlo, su cauce pedregroso y de endurecidas tierras, permiten caminar por él con suma facilidad.
Es hora de iniciar el regreso y a pesar de saber que este tramo no lo podremos hacer por el cauce, no nos resistimos a dar un vistazo. Queremos caminar por el cauce pero no llevamos calzado de agua, así que no podemos mojarnos, debiendo circular por las orillas secas o semisecas.
La flecha indica por dónde vamos a entrar.
En algunos tramos existen muchos ramajes pero se pasa bien.
El suelo está lleno de rodadas de motocicletas por lo que con calzado adecuado se debe transitar aceptablemente.
No sé quiénes son los que transitan por aquí en moto, pero dañan gravemente los cauces de estos arroyos tan salvajes y tranquilos. ¿Serán los guardas y su gran dedicación por vigilar todos los rincones?
Con más facilidad de la prevista seguimos avanzando por el cauce.
Pero hasta aquí llegamos, es imposible seguir sin meternos en agua, así que media vuelta. WP MEDIA VUELTA.
Retornados hasta dónde la alambrada corta el cauce, ahora sí nos disponemos a seguir por esta variante. WP ALAMBRADA CAUCE.
A partir de aquí los vadeos serán contínuos, buscando siempre el lugar más seco para pasar.
Hasta aquí llegamos, una pena ya que apenas nos quedan unos cincuenta metros para conectar con el lugar previsto, pero la abundante vegetación nos obligaría a meternos en agua con el agravante de que esta es una zona de sedimentación y el cauce está muy lodoso.
Así que nos vemos obligados a caminar por el margen exterior de los Llanos de Guerra.
Y caminar paralelos al Arroyo de Buenas Noches hasta conectar con el paso entre ramas, para efectuar el último y definitivo vadeo al Arroyo de las Salinetas.
Pero esta vez en sentido inverso.
A partir de aquí y hasta el punto de partida, lo hacemos por el mismo camino.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde el humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
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