En esta ruta recorreremos el tramo de costa existente entre la Punta de Getares y el inicio de Cala Arenas pero intentando hacerlo por la parte baja del acantilado, algo que si alguien lo hizo nunca lo documentó públicamente, al menos yo no lo he encontrado. Una vez llegados a las proximidades de Cala Arenas subiremos hacia la urbanización de Getares y por un tramo asfaltado y haciendo zig zag iremos ganando metros hasta conectar con el camino que nos llevará por las laderas del cerro de la Horca volviendo al punto de salida por las cercanías del arroyo del Urate.
Usando el argot gastronómico el sendero de hoy podríamos llamarlo un plato "Mar y Montaña", que ya es una mezcla de recorrido costero con el de monte.
Para hacer este itinerario es imprescindible conocer el horario de mareas y hacer coincidir el paso por la orilla con el momento de la bajamar, y cuanto más coeficiente tenga la marea, mejor.
Esta ruta conforma la etapa 36 del periplo "La Costa de Cádiz".
Distancia: 9,37 kilómetros.
El coche lo dejamos en una explanadilla de la carretera A-223 Avenida de Punta Carnero, también conocida como Carretera del Faro. Con una flecha marco el lugar por donde deberíamos aparecer si todo va conforme a lo previsto.
Tiemplo empleado: 3 horas 25 minutos.
Dificultad: Moderado.
Dejamos el coche en: 36°25.299'N - 5°26.608'W.
Antes de bajar a la orilla nos acercamos a lo que antaño fue un mirador y que nos permite divisar toda la playa de Getares y su núcleo urbano principal (visitados en diciembre de 2020).
Tras las fotos de rigor buscamos la orilla, nuestra intención es no dejarla hasta llegar a Cala Aremas, labor que se nos antoja complicada ya que como en salidas anteriores ya había dado un ojo a los lugares a priori más conflictivos que son los que coinciden con las puntas pues tenía anotados un par de lugares que ya veremos, el primero de ellos es justo al comienzo, se trata de una pared totalmente vertical, es la marcada con el círculo, que espero tenga algún paso ya que hoy es la marea más grande o la segunda más grande del año y estamos en plena bajamar.
En primer lugar nos acercaremos al búnker que es el fin o inicio (según os lo plantéis) de la siguiente etapa. A partir del búnker se inicia la playa de Getares. Hoy caminaremos en sentido contrario, dirección al faro de Punta Carnero.
Antes de esa punta de la izquierda se encuentram las antiguas instalaciones de La Ballenera, hasta los años sesenta se pescaban ballenas en el Estrecho y las traían
hasta allí para descuartizarlas y vender la carne y el aceite. Este sea probablemente el paso más conflictivo de todos, aunque aún no lo sabíamos pudimos llegar hasta la zona marcada con el círculo, a partir de ahí la única posibilidad de seguir sería echarse al agua, lástima que por unas pocas decenas de metros no pudimos culminar nuestras aspiraciones. Para que os hagáis una composición de lugar señalo con una flecha amarilla el puente que usamos de paso para evitar tener que retrocer demasiada distancia para poner incorporarnos al itinerario oficial del sendero "Getares-La Ballenera". Si no os importa no acercaros a esta parte del acantilado, podéis subir al arcén de la carretera justo donde acaba el tramo empedrado de la cala o directamente desde la salida, la subida que yo hice requiere de una trepada de unos cinco metros en la que hay que usar las manos y tener mucho cuidado para evitar resbalones.
A pesar del magnífico camuflaje que permiten las piedras mi vista se va hacia una polilla, se trata de la conocida como Esfinge de la Vid (Hyles livórnica), es una polilla nativa del sur de Europa, África y Asia oriental.
Albergábanos esperanzas de que con la marea vacía quedase un paso inferior pero es algo imposible, estamos en plena bajamar y las cristalinas aguas nos permiten ver que aún hay más de un metro de profundidad. Pero también vemos que de momento, una estrecha cornisa nos permite continuar pero tras recorrerla durante unos 30 metros la cornisa se acaba y solo queda la lisa pared, así que tenemos que dar la vuelta, con el desánimo que provoca el saber que la próxima bajada sería por La Ballenera.
Así que para evitar retroceder demasiado rato optamos como pasar bajo el puente y afrontar la trepadilla que os contaba al principio, hay que hacerla con cuidado aunque yo os recomiendo que volváis sobre vuestros pasos hasta encontrar una subida más fácil, pasa que tengo que estar en casa a mediodía y no quiero perder demasiado tiempo.
Mientras medito la trepada aprovecho para una de esas fotos que tanto me gustan. Tras la subida pasamos el puente en sentido inverso a nuestra marcha y poco más adelante encontramos un saltadero que nos permite acceder al arcén de la carretera que está covenientemente protegida por una alambrada en todo este tramo.
Esta carretera tiene poca circulación en estas fecha, aún así iremos con máximo cuidado.
Llegamos a la altura de La Ballenera, el camino de bajada está unos trescientos metros más adelante y luego habría que hacerlos en sentido contrario, recuerdo que no puedo perder demasiado tiempo así que opto por seguir por la carretera hasta el faro de Punta Carnero, allí hay una bajada mucho más propicia, ya no puedo hacer completamente el recorrido por bajo del acantilado, así que por unos metros más tampoco empeorará la cosa.
Por frente de la bajada citada empieza un tramo de carril bici que está protegido por unos bloques de cemento muy resistentes, ahora caminamos muy más tranquilos.
En algunos momentos nos cambiamos de "arcén" para tomar algunas fotos, esto nos permite ver las caracteristicas plataformas de abrasión conocidas como flysch y de las que hablamos extensamente en esta entrada: Unidades Flysch del Estrecho de Gibraltar.
Por nuestra derecha vemos la zona del cerro de la Horca, por detrás de ese pico que vemos haremos el regreso.
Ya tenemos a la vista el faro de Punta del Carnero por donde bajaremos a la orilla y esperamos que sea de forma definitiva.
Efectivamente encontramos una bajada bien marcada y aprovechamos para inspeccionar el lugar de posible paso, el mayor problema (salvo el que a la postre fue el único ¡qué curioso!) es el que podríamos encontrar en los salientes rocosos, al menos eso pensaba.
El faro empieza a quedar por encima nuestra.
En esta cala podemos ver en primera línea las plataformas de abrasión y la isla Cabrita.
También podemos ver otras formaciones típicas de nuestras costas, se tratan de los Taffonis o Nidos de Abeja, ya conocidos por todos.
Estamos empezando a rodear la punta del Carnero y ya estamos mirando la siguiente. Nuestro caminar es lento, demasiadas piedras sueltas hacen que vayamos con toda precaución, sobre todo cuando nos aproximamos a las partes húmedas y llenas de "verdín". Esta gran cala que vemos a la derecha es la conocida como de la Parra y la punta siguiente Las Azofeas.
Parte final de la punta del Carnero. Hay que pisar zona verde, cuidadín.
Aunque lentamente pero vamos avanzando, una mirada atrás desde Cala Parra nos permite ver donde va quedando el faro.
La cala de la Parra es una cala grande, pedregosa y con bastante basura, parece un vertedero de todo lo que el mar devuelve a tierra porque sabe que no es suyo. Restos de plásticos, botellas, redes o planeadoras se mezclan con el pedregal.
Como era previsible en la punta de las Azofeas encontramos una nueva dificultad, afortunadamente el bajo nivel de agua nos permite encontrar un pasillito pegado a las rocas, así que nos pegamos a la pared cual sabandijas asegurando cada paso para evitar un resbalón que nos lleve a lavarnos los pies y tener que continuar el camino con los calcetines mojados, algo poco recomendable.
En las inmediaciones de Punta Secreta el panorama no cambia, flysch a nuestra izquierda y pedregal a la derecha.
Cuando hay agua y desde la parte alta Cala Secreta es un lugar idílico, pero pasamos por debajo y casi nos cuesta distinguir ese lugar tan maravilloso para el baño cuando la marea está llena. Cala Secreta fue visitada por última vez en noviembre de 2017.
A lo lejos vemos una vieja conocida, la Isla de las Palomas, frente a ella se encuentra el fin del trayecto costero y el lugar por donde debemos abandonar la costa. Hay que estar pendientes para no pasarse.
Un último recodo y listo, a lo lejos vemos la punta y torre del Fraile y por debajo la punta donde se ubica el antiguo cuartel de los Carabineros, conocido como Cuartel de la Cañada.
Recién pisado asfalto dejamos a nuestra izquierda el lugar de acceso a la anterior etapa costera, nosotros giramos a la derecha y entramos en la urbanización de Getares.
Urbanización que en estas fechas se encuentran prácticamente desierta e iniciamos un extenuante zig zag en rabioso ascenso siguiendo el trazado de la carretera. Son unos 180 metros de elevación los que tenemos que ganar en apenas 450 metros lineales.
Es bueno sacar fotos, esto permite alguna paradita para tomar aire, el mar ya va quedando bastante bajo.
Llegados a la calle Centolla abandonados el asfalto y nos tiramos monte arriba, atajamos un poco para ahorrarnos unos metros y llegar más rápidamente a la pista que nos introducirá en la parte "montaña" del menú de hoy.
Es un camino en bastante buen estado y muy bien empedrado, parece ser que también fue obra de los presos post guerra civil, por eso también se conoce como "Camino de los Prisioneros".
Desde este lugar está tomado el video que veréis luego.
La vegetación empieza a espesar pero el magnífico y bien empedrado camino se abre paso con autoridad.
Hemos llegado a la parte más alta del recorrido, a partir de aquí todo será bajada, podemos seguir la amplia pista o pillar la veredilla de la izquierda con la que atajaremos un poco.
Desde algunos claros tendremos unas espectaculares vistas a todo el Campo de Gibraltar.
En línea de horizonte podemos percibir aunque con algo de dificultad: la sierra de las Nieves, el Hacho de Gaucín, los Reales de Sierra Bermeja y sierra Crestellina, a nuestra derecha la sierra de Carboneras (visitada en octubre de 2020).
En las proximidades de la Dehesa de la Punta y cortijo de Urate la senda sigue franca, aunque la vegetación ha disminuido un poco.
Camino que pronto abandonaremos, una oculta portilla que debemos tomar. WP PORTILLA.
Y el paso de la portilla se convierte en un paso a un biotopo totalmente cerrado, nos metemos de lleno en un húmedo bosque galería.
A pesar de lo cerrado del entorno, el camino es franco y fácil de seguir, aunque la alta humedad del suelo y las pisadas de las vacas convierten algunos tramos en un barrizal.
Una nueva vista de la Bahía de Algeciras nos muestra como hemos perdido altura, ahora ya estamos casi a su nivel.
La bajada se suaviza lentamente, ya incluso escuchamos el motor de algún coche, nos aproximamos al final de este magnífico y sorprendente recorrido.
Me sigue sorprendiendo que en un lugar de tan espesa vegetación el camino se mantenga de forma tan clara y limpia.
Llegamos a un amplio llano donde haremos un último giro a la derecha.
Y en pocos metros ya estamos enfrentados al coche.
Para terminar un pequeño video desde la zona alta de la urbanización de Getares.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita.