domingo, 2 de mayo de 2021

PASEO POR LA RIBERAS DEL ARROYO RIOPUDIO (MAIRENA DEL ALJARAFE) (1 MAY 2021)

Este río tiene una longitud de 22 kilómetros y recorre la comarca del Aljarafe de norte a sur, desde su nacimiento en Olivares (en el paraje de Heliche) hasta Coria del Río, donde acaba su curso en el Guadalquivir. Pasa por los municipios de Olivares, Salteras, Espartinas, Bormujos, Bollullos de la Mitación, Mairena del Aljarafe, Almensilla, Palomares del Río y, por último, Coria del Río.

El río Pudio atravesaba en épocas romanas yacimientos de azufre que le daban un olor a putrefacto, “putidus” en latín de donde toma su nombre actual. El Diccionario Geográfico de Pascual Madoz (1845-1850) menciona reiteradamente al Riopudio: “Su caudal insignificante, y a veces nulo en el verano, se aumenta extraordinariamente en tiempo de grandes lluvias, haciéndole temible su paso, quedando con muy poca agua en cesando éstas”.
 
No puedo decir que este sea un sendero recomendable pero trampoco es el más feo que hemos hecho, la falta de agua en el río así como lo cerrado de su cauce pues es un lastre que hay que asumir, por contra, es una ruta cómoda y hacerla en primavera nos permitirá disfutar de un muestrario de flores, árboles futales y de ornato muy variado que es lo que representa su mayor interés, el botánico. Dispone de dos áreas recreativas, una en cada extremo dotadas con mesas y bancos que nos permitirán echar el resto del día.

Lo más negativo del itinerario es que estos caminos son usados frecuentemente por ciclistas que confunden una vereda con prioridad peatonal con una pista de competición.
 
 Distancia: 8,39 kilómetros.
Tiemplo empleado: 2 horas 30 minutos.
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 37° 20.688'N -  6° 05.608'W.

El coche lo dejamos en el aparcamiento del área recreativa deñ arroyo del Riopudio.
 
 Rápidamente nos encontramos con uno de los siete puentes que se cree cruzaron el Riopudio en época romana. Está situado en el cruce de caminos entre el Cordel de Triana-Villamanrique y la Cañada Real de las Islas.

Una rampa con giro a la izquierda nos introduce de lleno en el sendero.


Y encontramos los que será la tónica del día, una cómoda pista con espesa vegetación y árboles frutales con algunos almeces, álamos, olmos y sauces entre ellos.

Sin dudas, las estrellas del día son las flores silvestres de las que encontraremos un numeroso muestrario, empezamos con un Cardo Mariano (Silybum marianum). 
 
 Flor del muerto (Chrysanthemum coronarium).

Los laterales del camino son un auténtico catalogo floral.
 
Abundan las amapolas (Papaver rhoeas).

Por el camino iremos encontrando varios puentes de madera que nos permitirán sortear el cauce de las diferentes arroyadas estacionales que lo nutren de agua.

Esta flor no creo que la hayáis visto mucho, se trata de la floracion de una zarzamora (Rubus fruticosus).

También veremos numerosos ejemplares de rosas silvestres, en este caso de trata de Rosa sempervirens.

Aunque no se ve nada ahí abajo está el cauce del arroyo.

Esta zona siempre estuvo ocupada por campos cultivados por lo que entre la vegetación silvestre también podremos encontrar un variado número de árboles frutales tales como almedros, ciruelos, higueras o como este que vemos un granado en plena floración.

Si nos acercamos al cauce podremos intentar ver algo de agua, esta es una de las pocas ocasiones que lo lograremos y no podemos decir que el color de la misma sea algo saludable.
 
Aquí una curiosa zanarohia silvestre (Daucus carota), especie de la familia de las umbelíferas, la zanahoria silvestre es una planta bienal que forma una roseta de hojas en primavera y verano, mientras desarrolla una gruesa raíz principal, que almacenará grandes cantidades de azúcar para la floración del año siguiente. La variedad Sativa es considerada la más importante y de mayor consumo dentro de esta familia y es nuestra clásica zanahoria. Es oriunda de Europa y Asia sudoccidental.

Otra planta que ahora está en plenitud de floración es la Achicoria (Cichorium intybus). El uso medicinal de la achicoria es viejo, como lo demuestra su presencia en la Capitulare de villis vel curtis imperii, una orden emitida por Carlomagno que reclama a sus campos para que cultiven una serie de hierbas y condimentos incluyendo "intubas" identificada actualmente como Cichorium intybus. Dada la característica que tiene su flor de seguir al sol, también recibía el nombre de "solsequium".

Si que queréis llegar a Bormujos o Bollullos de la Mitación seguro que no os perdéis, existen decenas de indicadores en todo el camino.

El camino es cercenado de cuajo por la carretera A-474 que une Castilleja de la Cuesta y Almonte y que debemos cruzar con la máxima atención, mucha circulación y a demasiada velocidad.

En este tramo abundan los cañaverales que aunque los hemos visto durante todo el trayecto, ahora colonizan todos los márgenes de la vereda.

Otra flor en ese caso menos habitual y conocida popularmente como azafrán azul, viperina o viperina azul (Carduncellus caeruleus), es una especie de la familia de las Asteráceas que se distribuye por la Región Mediterránea, es una planta bulbosa que se encuentra en matorrales secos y calcáreos.

Escuchamos muchos ruidos de coches frente a nosotros tenemos la autovía del Centenario, la famosa A-49 y que debemos cruzar por un paso soterrado. Giramos a la izquierda y por una vieja carretera con circulación nos dirigimos a dicho paso.

Estamos cruzando el cauce principal del Riopudio y esto nos permite ver la sequedad y estado en el que se encuentra.

Un giro a la izquierda y ya estamos en el paso soterrado.


Este tramo es el de menor interés de todos nos llevará a rodear el área recreativa que nos servirá como punto de inflexión de la ruta, allí daremos la vuelta para proceder a recorrer el Riopudio por su otra ribera.

Este área recreativa está bastante abandonada y parece en desuso.

Durante el tramo de regreso conectaremos en un par de ocasines con la Cañada Real de las Islas.

Y aprovecharemos para acercarnos a algunos de los puentes que cruzan el cauce de forma transversal.

Lo que nos permitirá ver el exíguo caudal solo salvado por algunos azudes que ayudan a la estabilizacion de pozas con agua.

El regreso no nos ofrece nada nuevo salvo la contemplación de algunos olivares cuyo suelo está colonizado por Andryala arenaria.

Y con unos detalles de esta magnífica planta herbácea. Todo el tramo de vuelta no ofrece nada nuevo a lo ya visto así que con estas fotos se acaba la entrada.

 
Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:
 
ACTIVIDAD COMPLEMENTARIA.
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros. 

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