martes, 13 de abril de 2021

LLANOS DEL CAMPO-PEÑUELAS-ALBARRACINEJO-LLANO DE LOS FÓSILES-FUENTE DEL DESCANSADERO (BENAMAHOMA) (10 ABR 2021)

Saliendo desde el área recreativa de los Llanos del Campo en Benamahoma, esta ruta nos llevará a coronar la cima del cerro de Las Peñuelas y las tres alturas del cerro del Albarracinejo, posteriormente y tras vadear el hoy seco cauce del arroyo del Albarracinejo y afrontar una fuerte subida llegaremos al Llano de los Fósiles por las laderas de los cerros Ponce y Albarracín, continuaremos en busca del cortijo de las Zahúrdas desde el que tras una contínua e inigualable bajada llegaremos a la fuente del Descansadero y siguiendo la ruta del arroyo de igual nombre llegaremos al punto de salida.

Distancia: 9,88 kilómetros.
Tiemplo empleado: 6 horas 45 minutos.
Dificultad: Moderada alta.
Dejamos el coche en:  36°45.336'N - 5°27.285'W.

El coche lo dejamos en el aparcamiento del área recreativa de los Llanos del Campo.
 
Desde allí mismo tenemos una visual de lo que será uno de los cerros a los que pretendemos subir. Cruzamos la carretera e iniciamos por donde el sendero oficial "Llanos del Berral".
 
Y accedemos a la pista que nos llevaría a dichos llanos. Por enfrente nuestra veremos el cerro El Vasco.
 
Rápidamente dejaremos la cómoda pista, nos salimos hacia la derecha y comenzamos una larga y contínua subida de unos tres kilómetros que nos llevará hasta los cerros de Las Peñuelas y Albarracinejo.

Durante la subida tendremos magníficas vistas del entorno, empezando por los cerros Vasco, Olivillo y Cuevas (visitados en abril de 2021).

La novedad botánica del día la pondrá Cytinus ruber, una planta comestible (la pulpa del ovario es dulce) y usada antiguamente en medicina popular como astringente. Se encuentra entre los matorrales en donde parasita cistus de flor rosada (Cistus albidus), conocida por nosotros como Jara Pringosa.

Si la semana pasada nos quedamos con las ganas ver florecida a la Rosa Albardera o Silvestre (Paeonia broteri) hoy nos hartaremos de verla. Probablemente en esta zona de Grazalema se encuentran las mayores colonias de esta planta endèmica de la península Ibérica. Habita en prados, pastizales y sotobosques de pinares y carrascales sobre suelos maduros calizos. También es frecuente en canchales y gleras en ambientes especialmente húmedos. A pesar de su bello aspecto y delicado aroma, es una planta muy tóxica y no es consumida por el ganado doméstico y ni siquiera por cabras monteses, es tóxica hasta el punto de ser también conocida como: flor del diablo, flor maldita, hierba de la almorrana, hinchamanos o matagallinas.

Para hoy habían dado algo de lluvia pero no hay ni una nube y bien que lo agradeceríamos, a pesar de ir disfruntando de bastante sombra el calor se empieza a notar.
 
Pillamos altura rápidamente y ya empezamos a tener buenas vistas del castillo de Aznalmara, valle del Tavizna, sierra de la Silla y a nuestra izquierda, las sierras de Ubrique y el Caíllo.

Aunque el ascenso es bastante cómodo alguien nos puso una piedra en el camino.

Hemos llegado a un collado que será un punto común de paso en los desplazamientos que haremos, primero giraremos a la izquierda para subir al cerro de las Peñuelas, volviendo aquí para el asalto al Albarracinejo, y regresando nuevamente para continuar la ruta. Allí enfrente tenemos a los cerros Ponce y Albarracín (visitado en  noviembre de 2014).

Primero hacia las Peñuelas, dejaremos la alambrada a nuestra derecha.

Ràpidamente nos paramos, acabamos ver la flor insignia de Andarines Gaditanos, se trata de Orchis Langeii.

Conforme subíamos por nuestra izquierda también fue cerrándose otra alambrada, ambas convergen en este punto. El paso lo tenemos en el lugar que marco.


Desde la cima tenemos inmejorables vistas a la sierra de la Silla y Tavizna, más a la derecha la sierra del Juncoso, Cabezo de Santa María y el pantano de los Hurones.

Con un poco de zoom sobre el pantano también podemos ver los cerros Mulera, Atrera y las sierras de la Sal y las Cabras.

Y una miradita hacia la próxima parada, el Albarracinejo.
 
 
Regresados al punto común damos un vistazo al Albarracinejo, este cerro tiene tres alturas significativas, así que tendremos que visitarlas.


En lo que denomino " Alto 1" que es la primera elevación, se encuentra un vértice geodésico no oficial.

 Justo a los pies de las rocas donde se encuentra el vértice y bajo la arboleda, vemos una magnífica colonia de la Rosa Albardera.
 

El "Alto 2" es el que he llamado de forma genérica "Albarracinejo".


El "Alto 3" sin dudas es algo más complicado para subir y sobre todo, bajar, lo mismo no dimos con la trazada más fácil.


Las vistas son comunes en los tres, destacando:
 
Al este las sierras del Pinar, Monete, puerto del Boyar, Endrinal y el cerro de Las Cuevas.
 

Al sur, en primer término el cerro de Las Peñuelas y por detras, la sierra de la Silla al completo.

Metiendo zoom, vemos al oeste los cerros Pajarete, Búho y el castillo de Matrera (visitado en octubre de 2019).
 
Y prácticamente al norte, Benamahoma y su guardaespaldas la sierra del Labradillo y a su izquierda, la loma de Becerra y el cerro de Cuatro Términos.

De regreso al punto común, continuamos nuestro recorrido. Aunque alguna se tirara al suelo cual sabandija para pasar bajo la alambrada, algo que viendo las señales hace bastante gente, un par de metros a la derecha tenemos un cómodo paso.


Pero antes de tirar hacia abajo damos un visual intentando un análisis de nuestra próxima meta volante, y allí está el llano de los Fósiles, tenenos una bajada, y luego una subidita y ya estamos allí.

Acabamos de empezar a bajar y el "Alto 3", ya va quedando alto y lejos.

Una cómodo vereda nos va acercando al cauce del arroyo del Albarracinejo, afluente del río Tavizna.
 
Por el camino encontramos otra belleza, tan bonita como pequeña, la flor no debe medir más de un centímetro de diámetro, se trata de Convolvulus tricolor.
 
Esto es coser y cantar, no esperaba una continuación tan cómoda.

A nuestra derecha encontramos una corraleta: tenemos que girar a nuestra izquierda.
 
Rápidamente llegamos al cauce esperado, está más seco que una mojama.

Y se acabó lo bueno, nos enfrentamos a una subida de 110 metros en una distancia lineal de 600 metros. A la salida del cauce incluso tenemos que ayudarnos de las manos, preludio de que llegar al llano de los Fósiles no va a ser tan fácil como imaginé desde allá arriba.

Paramos para tomar aire y damos un vistazo atrás, los altos del Albarracinejo ya quedan lejos.

Y más a la derecha, aparece El Cintillo que con la bruma y el sol de cara no habíamos podido ver.

Llevamos casi un kilómetro viendo jaras blancas (Cistus albidus) en floración.

La bruma termina de abrir así que aprovechamos para algunas fotos lejanas.

Y una "pintadita" del tramo de ruta que hemos seguidos desde la bajada del collado entre Las Peñuelas y Albarracinejo.

Entra en juego la sierra del Hinojal a la izquierda de la del Pinar, entre ellos un pico que creo es el Cornicabra en la sierra de Zafalgar.

Y por fin llegamos al llano de los Fósiles. Se acabó lo duro, a partir de aquí puro disfrute (aunque también es cierto que con el estómago lleno todo tiene otro color).

Parece un valle en U de origen glaciar.

Toma para el recuerdo con las sierras del Hinojal y Pinar como telón de fondo.

Poco después llegamos al cortijo del Albarracinejo, también conocido como casa de las Zahúrdas (Zahúrda = cochinera).

Desde la casa comenzamos una de las bajadas más bonitas que podemos ver en este parque natural. Dicha bajada finaliza a pies de la A-372 que debemos cruzar.


Desde uno de los claros del tupido bosque tenemos una visual de Benamahoma.

Mucho menos común es el jaguarzo morisco (Cistus salviifolius), que tiene la flor blanca.

Y seguimos la deliciosa bajada, es el lugar más fresco de todo el recorrido y encima se ha nublado, así que encantados de la vida que ya hemos pasado mucha calor.

Y una nueva toma de Benamahoma cvuando un rayo de sol entre nubes, la ilumina.

Ahi tenemos la cancela y la carretera que debemos cruzar.

Pronto llegamos a la fuente del Descansadero construida por el ICONA a pincipios del siglo XX. Está rodeada de la típica vegetación de los márgenes de un río, destacando: adelfas, juncos y sauces. Su agua es fresca y cristalina.

También abunda una de nuestras orquídeas silvestres más bonitas (Ophrys lutea).

El cauce del arroyo del Descansadero sigzaguea por la carretera por lo que veremos algunos de los puentes construidos al efecto.
 
 Un pequeño giro a la izquierda y rápidamente a la derecha nos lleva directamente al área recreativa de los Llanos del Campo.

Llegando al punto de salida a través de su campo de fútbol.

Sin poder evitar dar una última mirada a estas sierras que tanto nos fascinan damos por finalizada la salida de hoy.

Y un mini video con vistas desde los cerros de las Peñuelas y Albarracinejo:

Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:

Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

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