La ermita de Nuestra Señora de la Oliva es un templo de culto católico ubicado en la carretera Vejer de la Frontera-Barbate, a 5 km. de Vejer de la frontera.
El templo levantado en 1779 consta de una sola nave con bóveda de cañón, salvo el presbiterio que presenta bóveda semiesférica sobre pechinas. El retablo del altar mayor, realizado en 1763, de estilo barroco contrasta con el neoclásico de la iglesia más sobrio.
Lo primero que nos llama la atención es una inscripción sobre su arco de entrada: "QUASI OLIVA SPECIOSA IN CAMPIS". Es una cita del Libro del Eclesiastés (El Libro del Eclesiastés en hebreo Qohéleth, "eclesiasta", "asambleísta" o "congregacionista"), a veces conocido como el "Libro del Predicador", es un libro del Antiguo Testamento de la Biblia, perteneciente al grupo de los denominados Libros Sapienciales o de Enseñanzas. La cita corresponde al capítulo 24, versículo 19 y podríamos traducirlo como: "Como oliva hermosa en los campos de aquel desierto’ o tal vez: "Me levanté como un hermoso olivo en los campos" está dedicada a María y que por sus connotaciones resultaba idónea para dar la bienvenida a todo aquel que se acercaba al templo del Olivar.
La cita completa es: Et quasi palma exaltata sum in Cades et quasi plantatio rosae in Hiericho!
Quasi oliva speciosa in campis et quasi platanus exaltata sum iuxta aquam in plateis!
Sicut cinnamomum et aspaltum aromatizans odorem dedi quasi murra electa dedi suavitatem odoris!
"Quasí palma exaltata sum in Cades, et quasi plantatio rosae in Jericho. Quasi oliva speciosa in campís, et quasi platanus exaltata sum juxta aquam in plateis. Sicut cinnamonum et balsamum aromatizans odorem dedi: quasi myrrah electa dedi suavitatem odoris. Sin entender los latines dichos por Juan de Dios González con inflexiones abaritonadas el más seguro efecto, la reina María Luisa hallaba aquella mañana una misteriosa armonía entre el olor del incienso, la fragancia de los naranjos de un patio cercano y ciertas palabras de la Lección litúrgica que aludían a perfumes conocidos cuyos nombres se estampaban sobre los potes de porcelana...".
Bueno, a lo que vamos que enseguida se ma va la olla. El templo actual data de 1780 y está edificado sobre una construcción más antigua que se remonta al periodo de dominación visigoda de la Península Ibérica, la cual fue consagrada en el año 678 por el obispo Teodoracio y se construyó en el mismo lugar que ocupaba anteriormente una antigua villa romana, cuyos materiales se reciclaron para la construcción del templo cristiano.
Tras el periodo de dominación musulmana y la reconquista, la iglesia debió de reconstruirse y desde mediados del siglo XIV está dedicada a la advocación de Nuestra Señora de la Oliva, patrona de Vejer de la Frontera.
Vista de la sacristía.
Prueba de la antigüedad del recinto es un pedestal romano
que aún se conserva, el cual contiene una inscripción funeraria de
origen precristiano. Fue encontrada en el mes de mayo de 1799 en esta ermita, al quitarse la plataforma existente a un lado del presbiterio. Este pedestal sirvió de soporte sobre un túmulo que contenía un enterramiento en el altar de la basílica visigótica. Es un pedestal romano funerario decorado en el centro por una guirnalda y dos palomas, con una inscripción que dice: "Consagrado a los dioses MANES, A MARCO AURELIO NUNCIA, hijo de Marco, de la tribu Galerencia, de edad 43 años, quién convivió en conyugal concordia, este monumento cuidó de hacerlo su esposa y además su hijo heredero".
Teodoracio, sucesor de Pimenio en el Obispado, erigió una basílica en este lugar, usando este pedestal para grabar en su otra cara la dedicación, en el séptimo año de su episcopado (674 de nuestra era). Y colocándose en él, las reliquisas de San Esteban, de las sevillanas Santa Justa y Rufina y de los emiritenses SAN SERVANDO Y SAN GERMÁN, que habían sufrido martirio en esta comarca. La dedicación dice así: En el nombre de nuestro señor Jesucristo. Aquí se han depositado las reliquias de los santos Servando, Germán, Justa y Rufina, el día 15 de enero del año VII de D.Teodoracio, obispo.
En la misma vitrina encontramos una porción de columna procedente de la Ermita de San Ambrosio (visitada en septiembre de 2019).
Contiene la inscripción fundacional en el que se conmemora la colocación de las reliquias de los santos, antes citados, y que dice lo siguiente:
En nombre de N.S.JC. aquí están las reliquias de los santos Vicente, Félix y Julián mártires. La dedicación de esta basílica se hizo en el día 14 de noviembre. Año XI del obispo Don Pimenio de la era 682.
La ermita dispone de unas coquetas vidrieras.
En 2004 se realizaron unas obras de ampliación de dos pequeñas naves laterales.
En el interior de la ermita puede contemplarse un retablo barroco fechado en 1773 y la imagen de la Virgen de la Oliva, obra del escultor Martín Alonso de Mesa realizada en 1596.
A pesar de que el retablo ha perdido casi toda su decoración original, está magníficamente conservado.
Frente por frente de la ermita encontramos un cuidado jardín que preside una estatua de un Sagrado Corazón..
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
El templo levantado en 1779 consta de una sola nave con bóveda de cañón, salvo el presbiterio que presenta bóveda semiesférica sobre pechinas. El retablo del altar mayor, realizado en 1763, de estilo barroco contrasta con el neoclásico de la iglesia más sobrio.
Lo primero que nos llama la atención es una inscripción sobre su arco de entrada: "QUASI OLIVA SPECIOSA IN CAMPIS". Es una cita del Libro del Eclesiastés (El Libro del Eclesiastés en hebreo Qohéleth, "eclesiasta", "asambleísta" o "congregacionista"), a veces conocido como el "Libro del Predicador", es un libro del Antiguo Testamento de la Biblia, perteneciente al grupo de los denominados Libros Sapienciales o de Enseñanzas. La cita corresponde al capítulo 24, versículo 19 y podríamos traducirlo como: "Como oliva hermosa en los campos de aquel desierto’ o tal vez: "Me levanté como un hermoso olivo en los campos" está dedicada a María y que por sus connotaciones resultaba idónea para dar la bienvenida a todo aquel que se acercaba al templo del Olivar.
La cita completa es: Et quasi palma exaltata sum in Cades et quasi plantatio rosae in Hiericho!
Quasi oliva speciosa in campis et quasi platanus exaltata sum iuxta aquam in plateis!
Sicut cinnamomum et aspaltum aromatizans odorem dedi quasi murra electa dedi suavitatem odoris!
Me levanté como el cedro del Líbano, como el ciprés del monte Sión;
Crecí como la palmera de Kadesh, como los rosales de Jericó.
Me levanté como un hermoso olivo en los campos , como un plátano en el camino frente al mar (casi aceituna speciosa en campis, y casi platanus exaltata sum juxta aquas)
Exudo un aroma a canela y bálsamo oloroso, un aroma a mirra elegida;
Como curiosidad señalar que esa cita también es el lema de la ciudad brasileña de Oliveira (Minas Gerais) o que la misma cita fue utilizada por cubano Alejo Carpentier en su relato "El reino de este mundo", una novela publicada en 1949 cuyo tema principal, lo real maravilloso, se enmarca en la revolución haitina y que en su capítulo "Crónica del 15 de agosto", dice textualmente:Crecí como la palmera de Kadesh, como los rosales de Jericó.
Me levanté como un hermoso olivo en los campos , como un plátano en el camino frente al mar (casi aceituna speciosa en campis, y casi platanus exaltata sum juxta aquas)
Exudo un aroma a canela y bálsamo oloroso, un aroma a mirra elegida;
"Quasí palma exaltata sum in Cades, et quasi plantatio rosae in Jericho. Quasi oliva speciosa in campís, et quasi platanus exaltata sum juxta aquam in plateis. Sicut cinnamonum et balsamum aromatizans odorem dedi: quasi myrrah electa dedi suavitatem odoris. Sin entender los latines dichos por Juan de Dios González con inflexiones abaritonadas el más seguro efecto, la reina María Luisa hallaba aquella mañana una misteriosa armonía entre el olor del incienso, la fragancia de los naranjos de un patio cercano y ciertas palabras de la Lección litúrgica que aludían a perfumes conocidos cuyos nombres se estampaban sobre los potes de porcelana...".
Bueno, a lo que vamos que enseguida se ma va la olla. El templo actual data de 1780 y está edificado sobre una construcción más antigua que se remonta al periodo de dominación visigoda de la Península Ibérica, la cual fue consagrada en el año 678 por el obispo Teodoracio y se construyó en el mismo lugar que ocupaba anteriormente una antigua villa romana, cuyos materiales se reciclaron para la construcción del templo cristiano.
Tras el periodo de dominación musulmana y la reconquista, la iglesia debió de reconstruirse y desde mediados del siglo XIV está dedicada a la advocación de Nuestra Señora de la Oliva, patrona de Vejer de la Frontera.
Vista de la sacristía.
Teodoracio, sucesor de Pimenio en el Obispado, erigió una basílica en este lugar, usando este pedestal para grabar en su otra cara la dedicación, en el séptimo año de su episcopado (674 de nuestra era). Y colocándose en él, las reliquisas de San Esteban, de las sevillanas Santa Justa y Rufina y de los emiritenses SAN SERVANDO Y SAN GERMÁN, que habían sufrido martirio en esta comarca. La dedicación dice así: En el nombre de nuestro señor Jesucristo. Aquí se han depositado las reliquias de los santos Servando, Germán, Justa y Rufina, el día 15 de enero del año VII de D.Teodoracio, obispo.
En la misma vitrina encontramos una porción de columna procedente de la Ermita de San Ambrosio (visitada en septiembre de 2019).
Contiene la inscripción fundacional en el que se conmemora la colocación de las reliquias de los santos, antes citados, y que dice lo siguiente:
En nombre de N.S.JC. aquí están las reliquias de los santos Vicente, Félix y Julián mártires. La dedicación de esta basílica se hizo en el día 14 de noviembre. Año XI del obispo Don Pimenio de la era 682.
En 2004 se realizaron unas obras de ampliación de dos pequeñas naves laterales.
En el interior de la ermita puede contemplarse un retablo barroco fechado en 1773 y la imagen de la Virgen de la Oliva, obra del escultor Martín Alonso de Mesa realizada en 1596.
A pesar de que el retablo ha perdido casi toda su decoración original, está magníficamente conservado.
Frente por frente de la ermita encontramos un cuidado jardín que preside una estatua de un Sagrado Corazón..
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