Como en todas las rutas playeras, interesa controlar el momento de la bajamar, lo cual nos hará mucho más fácil el caminar por la arena.
La Playa de la Barrosa es un lugar cargado de historia, el 5 de marzo de 1811 se vivió en este mismo escenario uno de los capítulos más importantes dentro de la Guerra de la Independencia Española, la Batalla de Chiclana, también conocida popularmente como la Batalla de la Barrosa, un combate en el que las tropas anglo-españolas derrotaron a las francesas de Napoleón.
Esta ruta conforma la etapa 17 del periplo "La Costa de Cádiz".
Dejamos el coche en: 36°22.495'N - 6°11.369'W
Distancia: 13,41 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 17 minutos.
Dificultad: Moderado.
El coche se queda aparcado al principio de la Calle Asunción, en lo que se conoce como primera pista de La Barrosa.
La Playa de la Barrosa se divide en tres zonas, conocidas familiarmente como pistas porque a cada una se llega por una carretera (pista) diferente. Este primer tramo lo haremos por la conocida como Primera Pista que discurre desde el paseo marítimo al Puesto de Socorro de la Cruz Roja. Cuenta con numerosos bares, restaurantes y lugares de ocio.
El tramo de la Segunda Pista, se caracteriza por ser una zona residencial como multitud de viviendas unifamiliares que iremos dejando a nuestra izquierda. Es un deleite para los sentidos ver esta gran playa totalmente desierta oyendo solo el rumor del mar, y eso que no es demasiado temprano.
A lo lejos y casi cubierto por el spray que provoca el viento, está Cabo de Roche. Nosotros pretendemos llegar hasta la Punta que se ve algo más cercana y dónde se ubica la Torre del Puerco.
Aquí acaba el paseo marítimo, a partir de ahora caminaremos por el carril de arena que vemos al frente.
Está muy bien compactado y se camina cómodo. Al frente empezamos a ver la franja litoral ocupada por el sistema dunar y por la que pretendemos llegar a la Torre del Puerco.
Aunque en algunos tramos existe mucha arena suelta, el paso se hace más cómodo de lo que en un principio habíamos previsto, la mayor parte del recorrido se hace por suelo duro.
A lo lejos, el sempiterno Castillo de Sancti Petri (visitado en octubre de 2015).
En este sistema dunar podemos ver dos zonas diferenciadas: La zona alta de la playa y su duna primaria, en la que destacan especies como el Barrón (Ammophila arenaria), Cardo Marino (Eryngium maritimum), Azucena de Mar (Pancratium maritimun), incluso la superprotegida Manzanilla Marítima (Anthemis maritima), siendo la Retama (Retama monosperma) la de mayor porte
Y la duna secundaria, en las que podemos encontrar: Pinos Piñoneros (Pinus pinea), Palmitos (Chamaerops humilis), el Lentisco (Pistacia lentiscus), la Sabina (Juniperus phoenicea), y por su relevancia ambiental el Enebro Marítimo (Juniperus oxycedrus subsp. macrocarpa).
No os engañeís con esta foto, aunque parezca que el camino es claro y abierto, nada de eso, este pequeño tramo es un respiro en el sinfín de zigzags que tendremos que ir haciendo, buscando siempre los pasos arenosos, evitando siempre pisar ninguna planta de este importante biotopo. El gps no refleja fielmente las vueltas y revueltas que tuvimos que dar, pero siempre hacia el frente.
Un poco antes de empezar la zona de la Tercera Pista nos vemos obligados a dejar la duna, tuve la impresión de que enfrente había un pequeño tramo por el que sería complicado continuar, así que sin pensarlo mucho, dí un rodeo, subiendo por la Calle Choco, rodeando así la zona supuestamente conflictiva.
Esto nos permitió ver lo cuidada que está esta parte del Parque Periurbano Pinar de La Barrosa un área de pinares en la que destacan los pinos piñoneros. Dispone de multitud de senderos que nos invitan al paseo entre su arboleda asi como de zonas de miradores. Está ubicado en la zona residencial conocida como Costa Sancti Petri. En él encontraremos una vegetación que es muy variada y en zonas tan proximas a la playa, algunas que se caracterizan por aguantar perfectamente la insolacion y largos periodos de escasez de aguas. Casi todo el terreno esta poblado de Pino Piñonero y de Enebro Marítimo, ofreciendo grandes zonas de sombra para el paseo. En este ecosistema tenemos especies vegetales en peligro, como una variedad de Tomillo (Thymus albicans), una planta carnívora llamada Atrapamoscas (Drosophyllum lusitanicum) y el Camaleón (Chamaeleo chamaeleon), que es santo y seña de casi toda la costa gaditana.
A la altura del Apartahotel Las Dunas nos encontramos otra porción de pista, esta vez con escandalosas rodadas de vehículos y se harán frecuentes las pasarelas de madera que conectan los hoteles con la playa.
Y como no podía ser de otra forma, un búnker que resiste al vandalismo y el paso del tiempo. WP BÚNKER.
Estamos próximos a una urbanización conocida como Novo Sancti Petri, en la que destacan numerosos hoteles de 4 y 5 estrellas, clavados en medio del imponente mar verde del pinar.
Todo este tramo y hasta la Torre del Puerco está salpicado de pasarelas de madera para mayor comodidad de los visitantes, a veces a ras de suelo y otras veces elevadas y con pasamanos, los cuales tendremos que ir sorteando de la mejor forma posible.
Esta que vemos finaliza en una especie de templete mirador.
El nombre de Barrosa deriva de "barro" y eso es lo que vemos aquí, diferentes escorrentías de agua han desprovisto de arena la cubierta dunar dejando a la vista lo que se esconde bajo la arena, una gran capa de barro. WP EROSIÓN.
Poco más adelante y a la altura del Hotel Barrosa Palace, vemos la importancia que para prevenir la erosión tiene la fijación de la duna gracias a la vegetación. Un gran pasillo que entre dunas protegidas por una cubierta verde.
Y una nueva zona erosionada, pero en esta ocasión no podemos sobrepasarla por fuera, así que directamente nos vamos a la hendidura que nos llevará al otro lado. WP CORTADO.
La línea de hoteles, continúa.
Como decía al principio, presuponía este tramo con más dificultad de la que realmente tiene.
En mi idea de alejarme todo lo posible de la playa, paso por las inmediaciones del Hotel Gran Meliá que dispone de hamacas hasta fuera de su propiedad. WP HAMACAS.
El camino se cierra un poco y topamos con la valla limítrofe del Club de Golf Novo Sancti Petri, la cual iremos dejando a nuestra izquierda. WP ALAMBRADA.
Probablemente este sea el tramo más difuso, ahí abajo, tapado por la vegetación, hay un cauce de aguas estacionales, parece cerrado pero una pequeña vereda se marca en la hierba, así que "tira palante". WP CAUCE.
Acabamos de traspasar la divisoria de La Barrosa con la Playa del Puerco, parecería un lugar solitario y lejano si no fuera por ese montón de sombrillas que nos indican que dentro de poco, esto estará lleno de gente, de momento, la playa sigue solitaria.
Un nuevo macizo de monte bajo nos cierra el paso, tras un par de intentos, encontramos un paso adecuado.
Que nos lleva a este rústico muro anti erosión que nos permite cruzar un nuevo cauce estacional. WP PASO PIEDRAS.
Tras el paso de cauce y de forma inesperada nos encontramos un camino empedrado que convierte este último tramo en un cómodo paseo. Y un nuevo mirador. WP MIRADOR ATENAS.
Al igual que La Barrosa, está playa está totalmente adecuada y señalizada, para hacer la vida más cómoda y fácil al visitante.
Un auténtico deleite este tramo. Es la extensión del parque periurbano de La Barrosa en las proximidades del inmenso complejo llamado Hotel Riu.
Y a lo lejos, ya divisamos la Torre del Puerco, lugar dónde bajaremos a la playa e iniciaremos el trayecto de vuelta.
Seguimos por este cuidado espacio y a lo lejos vemos una gran piedra.
Y una placa In Memoriam de Gustavo Virués Ortega, un montañero chiclanero muerto durante una expedición en Marruecos.
Nos aproximamos al Hotel Barceló, último de estos kilómetros de lujo conocido como Novo Sancti Petri.
Ya sólo nos queda acercarnos a la Torre del Puerco. También es conocida como "Torre Cabeza del Puerco", se trata de una torre vigía del siglo XVI y que formaba parte del sistema de torres de vigilancia costera, tan comunes en la zona.
Fue mandada construir por Felipe II para defender las costas españolas de los piratas berberiscos al comisionado real Luis Bravo de Laguna.
Su planta es redonda, como la de todas las torres entre Conil y Chiclana, a excepción de la de Roche. Tiene unos 2.5 metros de diámetro y 7 metros de altura, y está situada a unos 50 metros del mar. Para su edificación se utilizaron materiales romanos, como ladrillos, tégulas y desechos de cocción de alfares. Su función era la vigilancia militar, aunque también sirvió para controlar el paso de los atunes.
Un monolito con placa nos recuerda que en 1811 fue testigo de la Batalla de Chiclana entre las tropas anglo-españolas y francesas durante la Guera de la Independencia. Durante el siglo XIX sirvió como atalaya para almadrabas y jábegas, habiendo existido en sus proximidades una chanca (Depósito a manera de troje destinado a curar boquerones, caballas y otros peces para ponerlos en conserva).
Según Wikipedia, Troje, troj, troja o atroje es una estructura destinada al depósito de productos agrícolas. Existen variaciones en la forma de construirlos de acuerdo al producto que se guarda y a condicionantes económicos y culturales. Las estructuras más sencillas pueden consistir en meros compartimentos hechos con tabiques en una habitación, mientras las más elaboradas pueden ser edificios acondicionados para preservar al producto del deterioro ambiental y los agentes fitopatógenos.
A nuestra izquierda vemos la continuación de la Playa del Puerco que nos llevaría hasta el Cabo de Roche (ruta realizada en noviembre de 2018).
En las inmediaciones se encuentra un antiguo cuartel de la Guardia Civil, que en breve tiempo será convertido en restaurante.
El acceso a la playa la realizamos por la Bajada núm. 3.
El calcular este paso evitando la pleamar nos ayudará a un caminar más fluido por la arena húmeda.
Pocos lugares tienen olas tan bonitas y armónicas como estas.
Por delante, varios kilómetros de cómodo aunque monótono caminar.
Monotonía rota por una bandada de espátulas (Limes platalea), que en estas fechas se encuentran en plena migración, siendo la Playa de la Barrosa un lugar privilegiado para observarlas.
En poco tiempo llegamos a la Torre Bermeja, principio y fin del recorrido. Al igual que la Torre del Puerco, la Torre Bermeja fue construida en el siglo XVI por orden de Felipe II. Cuenta con planta
redonda y sólida construcción, y tenía como misión la vigilancia y
avisar de la llegada de invasores. Actualmente está incluida en una
finca particular,
La Playa de la Barrosa se divide en tres zonas, conocidas familiarmente como pistas porque a cada una se llega por una carretera (pista) diferente. Este primer tramo lo haremos por la conocida como Primera Pista que discurre desde el paseo marítimo al Puesto de Socorro de la Cruz Roja. Cuenta con numerosos bares, restaurantes y lugares de ocio.
El tramo de la Segunda Pista, se caracteriza por ser una zona residencial como multitud de viviendas unifamiliares que iremos dejando a nuestra izquierda. Es un deleite para los sentidos ver esta gran playa totalmente desierta oyendo solo el rumor del mar, y eso que no es demasiado temprano.
A lo lejos y casi cubierto por el spray que provoca el viento, está Cabo de Roche. Nosotros pretendemos llegar hasta la Punta que se ve algo más cercana y dónde se ubica la Torre del Puerco.
Está muy bien compactado y se camina cómodo. Al frente empezamos a ver la franja litoral ocupada por el sistema dunar y por la que pretendemos llegar a la Torre del Puerco.
Aunque en algunos tramos existe mucha arena suelta, el paso se hace más cómodo de lo que en un principio habíamos previsto, la mayor parte del recorrido se hace por suelo duro.
A lo lejos, el sempiterno Castillo de Sancti Petri (visitado en octubre de 2015).
En este sistema dunar podemos ver dos zonas diferenciadas: La zona alta de la playa y su duna primaria, en la que destacan especies como el Barrón (Ammophila arenaria), Cardo Marino (Eryngium maritimum), Azucena de Mar (Pancratium maritimun), incluso la superprotegida Manzanilla Marítima (Anthemis maritima), siendo la Retama (Retama monosperma) la de mayor porte
Y la duna secundaria, en las que podemos encontrar: Pinos Piñoneros (Pinus pinea), Palmitos (Chamaerops humilis), el Lentisco (Pistacia lentiscus), la Sabina (Juniperus phoenicea), y por su relevancia ambiental el Enebro Marítimo (Juniperus oxycedrus subsp. macrocarpa).
No os engañeís con esta foto, aunque parezca que el camino es claro y abierto, nada de eso, este pequeño tramo es un respiro en el sinfín de zigzags que tendremos que ir haciendo, buscando siempre los pasos arenosos, evitando siempre pisar ninguna planta de este importante biotopo. El gps no refleja fielmente las vueltas y revueltas que tuvimos que dar, pero siempre hacia el frente.
Un poco antes de empezar la zona de la Tercera Pista nos vemos obligados a dejar la duna, tuve la impresión de que enfrente había un pequeño tramo por el que sería complicado continuar, así que sin pensarlo mucho, dí un rodeo, subiendo por la Calle Choco, rodeando así la zona supuestamente conflictiva.
Esto nos permitió ver lo cuidada que está esta parte del Parque Periurbano Pinar de La Barrosa un área de pinares en la que destacan los pinos piñoneros. Dispone de multitud de senderos que nos invitan al paseo entre su arboleda asi como de zonas de miradores. Está ubicado en la zona residencial conocida como Costa Sancti Petri. En él encontraremos una vegetación que es muy variada y en zonas tan proximas a la playa, algunas que se caracterizan por aguantar perfectamente la insolacion y largos periodos de escasez de aguas. Casi todo el terreno esta poblado de Pino Piñonero y de Enebro Marítimo, ofreciendo grandes zonas de sombra para el paseo. En este ecosistema tenemos especies vegetales en peligro, como una variedad de Tomillo (Thymus albicans), una planta carnívora llamada Atrapamoscas (Drosophyllum lusitanicum) y el Camaleón (Chamaeleo chamaeleon), que es santo y seña de casi toda la costa gaditana.
A la altura del Apartahotel Las Dunas nos encontramos otra porción de pista, esta vez con escandalosas rodadas de vehículos y se harán frecuentes las pasarelas de madera que conectan los hoteles con la playa.
Y como no podía ser de otra forma, un búnker que resiste al vandalismo y el paso del tiempo. WP BÚNKER.
Estamos próximos a una urbanización conocida como Novo Sancti Petri, en la que destacan numerosos hoteles de 4 y 5 estrellas, clavados en medio del imponente mar verde del pinar.
Todo este tramo y hasta la Torre del Puerco está salpicado de pasarelas de madera para mayor comodidad de los visitantes, a veces a ras de suelo y otras veces elevadas y con pasamanos, los cuales tendremos que ir sorteando de la mejor forma posible.
Esta que vemos finaliza en una especie de templete mirador.
El nombre de Barrosa deriva de "barro" y eso es lo que vemos aquí, diferentes escorrentías de agua han desprovisto de arena la cubierta dunar dejando a la vista lo que se esconde bajo la arena, una gran capa de barro. WP EROSIÓN.
Poco más adelante y a la altura del Hotel Barrosa Palace, vemos la importancia que para prevenir la erosión tiene la fijación de la duna gracias a la vegetación. Un gran pasillo que entre dunas protegidas por una cubierta verde.
Y una nueva zona erosionada, pero en esta ocasión no podemos sobrepasarla por fuera, así que directamente nos vamos a la hendidura que nos llevará al otro lado. WP CORTADO.
La línea de hoteles, continúa.
Como decía al principio, presuponía este tramo con más dificultad de la que realmente tiene.
En mi idea de alejarme todo lo posible de la playa, paso por las inmediaciones del Hotel Gran Meliá que dispone de hamacas hasta fuera de su propiedad. WP HAMACAS.
Probablemente este sea el tramo más difuso, ahí abajo, tapado por la vegetación, hay un cauce de aguas estacionales, parece cerrado pero una pequeña vereda se marca en la hierba, así que "tira palante". WP CAUCE.
Acabamos de traspasar la divisoria de La Barrosa con la Playa del Puerco, parecería un lugar solitario y lejano si no fuera por ese montón de sombrillas que nos indican que dentro de poco, esto estará lleno de gente, de momento, la playa sigue solitaria.
Un nuevo macizo de monte bajo nos cierra el paso, tras un par de intentos, encontramos un paso adecuado.
Que nos lleva a este rústico muro anti erosión que nos permite cruzar un nuevo cauce estacional. WP PASO PIEDRAS.
Tras el paso de cauce y de forma inesperada nos encontramos un camino empedrado que convierte este último tramo en un cómodo paseo. Y un nuevo mirador. WP MIRADOR ATENAS.
Al igual que La Barrosa, está playa está totalmente adecuada y señalizada, para hacer la vida más cómoda y fácil al visitante.
Un auténtico deleite este tramo. Es la extensión del parque periurbano de La Barrosa en las proximidades del inmenso complejo llamado Hotel Riu.
Y a lo lejos, ya divisamos la Torre del Puerco, lugar dónde bajaremos a la playa e iniciaremos el trayecto de vuelta.
Y una placa In Memoriam de Gustavo Virués Ortega, un montañero chiclanero muerto durante una expedición en Marruecos.
Nos aproximamos al Hotel Barceló, último de estos kilómetros de lujo conocido como Novo Sancti Petri.
Su planta es redonda, como la de todas las torres entre Conil y Chiclana, a excepción de la de Roche. Tiene unos 2.5 metros de diámetro y 7 metros de altura, y está situada a unos 50 metros del mar. Para su edificación se utilizaron materiales romanos, como ladrillos, tégulas y desechos de cocción de alfares. Su función era la vigilancia militar, aunque también sirvió para controlar el paso de los atunes.
Un monolito con placa nos recuerda que en 1811 fue testigo de la Batalla de Chiclana entre las tropas anglo-españolas y francesas durante la Guera de la Independencia. Durante el siglo XIX sirvió como atalaya para almadrabas y jábegas, habiendo existido en sus proximidades una chanca (Depósito a manera de troje destinado a curar boquerones, caballas y otros peces para ponerlos en conserva).
Según Wikipedia, Troje, troj, troja o atroje es una estructura destinada al depósito de productos agrícolas. Existen variaciones en la forma de construirlos de acuerdo al producto que se guarda y a condicionantes económicos y culturales. Las estructuras más sencillas pueden consistir en meros compartimentos hechos con tabiques en una habitación, mientras las más elaboradas pueden ser edificios acondicionados para preservar al producto del deterioro ambiental y los agentes fitopatógenos.
A nuestra izquierda vemos la continuación de la Playa del Puerco que nos llevaría hasta el Cabo de Roche (ruta realizada en noviembre de 2018).
El acceso a la playa la realizamos por la Bajada núm. 3.
El calcular este paso evitando la pleamar nos ayudará a un caminar más fluido por la arena húmeda.
Pocos lugares tienen olas tan bonitas y armónicas como estas.
Por delante, varios kilómetros de cómodo aunque monótono caminar.
Monotonía rota por una bandada de espátulas (Limes platalea), que en estas fechas se encuentran en plena migración, siendo la Playa de la Barrosa un lugar privilegiado para observarlas.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
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