La conocida como Cueva de las Palomas en realidad son un conjunto de cuatro cuevas que fueron descubiertas para la ciencia en 1916, digo esto, porque seguro que los señores Henri Breuil y Miles Crawford Burkitt no las descubrieron, aunque sí que fueron los primeros que documentaron las pinturas rupestres que en ellas existen y las catalogaron incluyéndolas en su libro Rock paintings of southern Andalusia publicado en 1924.
De los cuatro abrigos sólo veremos el más importante y que contiene más pinturas, es conocido como Cueva de las Palomas I. Quién tenga interés en ver los demás abrigos pues por allí cerca se encuentran, aunque ya aviso que sus accesos no son nada fácil.
La salida la efectuaremos desde el kilómetro 4,5 de la carretera CA-7200 que une Facinas con el Puerto de Ojén. Empezaremos a caminar por la Pasada del Mojón y a través de la pista que une los aerogeneradores eléctricos y un cortafuegos, llegaremos a la zona conocida como Los Barracones, dónde en una de sus lajas podremos encontrar la cueva.
Distancia: 15,01 kilómetros. Ida y vuelta prácticamente por el mismo camino.
Tiempo: 6 horas 54 minutos.
Dificultad: Fácil, salvo los últimos 500 metros que son de dificultad moderada alta.
Dejamos el coche en: 36º9.565'N - 5º40.523'W.
La salida la efectuaremos desde el kilómetro 4,5 de la carretera CA-7200 que une Facinas con el Puerto de Ojén. Empezaremos a caminar por la Pasada del Mojón y a través de la pista que une los aerogeneradores eléctricos y un cortafuegos, llegaremos a la zona conocida como Los Barracones, dónde en una de sus lajas podremos encontrar la cueva.
Distancia: 15,01 kilómetros. Ida y vuelta prácticamente por el mismo camino.
Tiempo: 6 horas 54 minutos.
Dificultad: Fácil, salvo los últimos 500 metros que son de dificultad moderada alta.
Dejamos el coche en: 36º9.565'N - 5º40.523'W.
El coche se queda justo en la entrada de la pista que da acceso al parque eólico.
La cancela puede abrirse fácilmente pero un cartel avisa de la prohibición de paso excepto para vehículos autorizados. Si pasásemos, nos ahorraríamos seis kilómetros de camino, que no es cuestión baladí, pero no se puede pasar.
Serán casi tres kilómetros de aburrida pista hasta dejar la zona de los aerogeneradores.
Por nuestro frente vemos la Sierra del Niño y el Cerro de la Torrejosa (por allí pasamos en diciembre de 2015), justo por detrás del cerro y fuera de nuestra vista se encuentra el Embalse de Almodóvar.
Y a nuestro frente, la Loma de la Carrera del Turco y nuestro objetivo final, el cerro del Puerto del Hoyo, lugar dónde se encuentra Los Barracones. Bajo los aerogeneradores vemos la pista que debemos seguir.
Aunque aún no lo sabemos, la Cueva de las Palomas está en el lugar señalado.
Salimos de la zona de los aerogeneradores por esa cancela que vemos, tiene un paso habilitado a su izquierda. WP PASO14.
Tras un giro, a nuestra izquierda podremos ver el Cerro de la Rosa Grande, la Sierra de la Plata y la laja de Las Algas (visitadas en octubre de 2018). WP VISTAS SILLA PAPA.
Una nueva cancela que debemos pasar. WP ANG30.
El camino está en bastante buen estado, aunque algunos tramos y debido a las recientes lluvias, se encuentran embarrados.
En medio del camino encontramos un brote de agua, el color delata el alto contenido en hierro que tiene. WP BROTE.
Una nueva mirada a nuestra izquierda nos permite ver las sierras de Fates, Salaviciosa (visitada en noviembre de 2016) y La Plata.
Intentamos atisbar el lugar por dónde se puede encontrar la cueva, pero eso está lleno de agujeros y cualquiera de ellos podría ser. Nos hemos salido de la vereda y durante un rato caminamos campo a través en busca de otra pista/cortafuegos, que discurre algo más arriba.
Debemos vadear el Arroyo de Los Toriles, cuyo rumor alegre rompe la monotonía del tramo, ese tronco nos vendrá de perlas para cruzar sin mojarnos. WP VADEO.
Este tramo ha sido desbrozado recientemente y el paso se muestra ancho, algo removido por las ruedas de algunos vehículos, pero perfecto para caminar.
A la vera del camino, nos encontramos una curiosa formación pétrea. WP GARITA.
Y totalmente escondida en una isla de lentiscos y acebuches, vemos las ruinas de lo que fue el Cortijo de Los Toriles.
De nuevo damos un vistazo a la Sierra de la Plata y bajo ella, el Parque Eólico del Almarchal. La bruma va desapareciendo y nos permite ver el mar.
Y una nueva mirada buscando intuir la dichosa cueva, allí hay una grande, pero tampoco es.
Nos estamos acercando a la cueva que se encuentra por dónde marca el círculo rojo, desde aquí no se ve, pero justo a su izquierda y a media altura está otro de los abrigos que nos marca la posición.
Podemos apreciar la continuación del larguísimo cortafuegos/camino que nos ha traído hasta aquí con total comodidad. Lo abandonaremos a media altura.
Un nuevo vadeo para cruzar el Arroyo de la Tía María. Por aquí abunda el ganado y las pisadas lo tienen todo removido, ¿pero qué sería del senderista sin un poco de barro en sus botas?
Llevamos caminado siete kilómetros y con total comodidad, pero aquí empezaremos a pagar el peaje por disfrutar de la cueva. Debemos abandonar el cortafuegos y empezar a subir como se pueda, estamos a 140 metros de altura y la cueva se encuentra a 250 metros, en línea recta nos separa de la cueva 340 metros, y deberemos abrirnos paso por un matorral alto, con abundantes zarzas y con suelo fangoso y con muchas piedras sueltas que no veremos por culpa de la vegetación y además apenas existen algunos tramos de veredillas de cabras.
Esto se traduce en que tendremos que zigzaguear sin rumbo fijo, intentando ir subiendo sin ver a dónde nos dirigimos, por eso es importante buscar alguna marca en la laja que nos permita, las pocas veces que podremos hacerlo, pues ir orientándonos y acercarnos a la cueva sin dar excesivos rodeos. Aunque el camino que hicimos lo refleja el track, tampoco os servirá mucho, esto es un intrincado laberinto, y se trata de ir subiendo. Al final los 340 metros en línea recta, se convierten en 500 metros de recorrido y las posibilidades de arañazos son del 100%, y hablo llevando pantalón completo y manga larga.
Cuándo más desorientados creemos estar, llegamos a un clarito y vemos un hito, al menos, no vamos desencaminados. Un hito que a la postre, tampoco nos servirá de mucho salvo el consuelo moral ya recibido de que alguien también pasó por aquí.
A media subida y por un instante, podemos ver dos de los abrigos, nos interesa el de la derecha, así que volvemos a orientarnos.
Tras bastante esfuerzo conseguimos llegar a su boca.
Lo primero que vemos es que está lleno de grandes rocas, algunas procedentes de desprendimientos del techo y otras que parecen haber sido arrastradas por las corrientes de agua que pueden canalizarse por la segunda entrada a la cueva, está abierta por ambos lados.
Vista de la entrada posterior o principal, depende de como se mire. El importante desnivel del terreno hacia el abrigo hace presuponer que por aquí puede canalizarse mucha agua con importantes lluvias.
El techo y algunas de las paredes laterales están plagados de los conocidos como "taffonis" o "nidos de abeja", oquedades resultado del efecto del viento y partículas en suspensión, sobre ellas, por lo que también es evidente que el viento debe pegar de lo lindo. La boca principal está orientada al sureste por lo que cuándo sople el levante, esto debe estar bien ventilado.
Tras tomarnos un respiro y dejar que la vista se adapte a la menor claridad de la cueva, empezamos a cotillear por allí. Rápidamente y a nuestra derecha vemos un gran panel con muchas pinturas en muy buen estado, probablemente las que mejor se conservan de todas las que llevamos visto hasta ahora en ninguna otra cueva.
Algunas de las pinturas están datadas en unos 20.000 años y se corresponden con el periodo del Paleolítico Superior, y son las menos visibles, aunque la inmensa mayoría se encuadran como realizadas en la Edad de Bronce, y tienen alrededor de unos 5.000 años de antigüedad.
En primer lugar nos llama la atención una serie de pinturas, probablemente de las menos visibles, en las que parece representarse, entre otros motivos, el de un barco a velas. Aparentemente existen pinturas superpuestas y de diferentes épocas, en naranja remarco aquellas que parecen más antiguas y sin una interpretación clara.
Esta porción tal vez sea de las más interesantes, ademas de figuras de animales muy esquematizados, en el centro de la imagen vemos lo que Breuil describe como "ramiforme inscripto dentro de un escudo y que parece estar relacionado con los símbolos de ídolos femeninos" y a su derecha una especie de tridente que parece representar una mano femenina. Bajo las líneas quebradas aparece un zoomorfo que Breuil lo define como "un carnívoro esquemático con cola muy larga y cabeza pequeña sin orejas", aunque si lo miramos al revés podríamos ver una especie de dinosaurio con cola pequeña y pescuezo muy largo, ¿existieron dinosaurios en la Península Ibérica?
Mirándolo al revés, siendo la parte larga la supuesta cola, podríamos asemejarlo a Concavenator corcovatus (Cazador jorobado de Cuenca), que pertenece al grupo de los Carcarodontosaúridos, un dinosaurio de la Península Ibérica que vivió a principio del cretácico y medía unos 6 metros de longitud, pero evidentemente no se correspondería en el tiempo con el periodo Calcolítico, que es dónde se encuadran el grueso de las pinturas, pero molaría.
También vemos otros signos esquemáticos no definidos.
También vemos algún cérvido y otros trazos incompletos, probablemente también de zoomorfos. Insisto en lo de siempre, estas superposiciones no tienen ningún fin divulgativo, ni educativo ni científico, sólo son un entretenimiento personal.
Probablemente esta zona del panel sea la más controvertida, una serie de figuras cruciformes y ramiformes que según Topper, podrían identificar algún tipo de rebaño y al pastor del rebaño. Y una señal doble ramiforme que según Topper indicaría un "Arbol de Generaciones" o tal vez, a un clan de pastores.
En la pared de enfrente, con apenas pinturas, vemos otras figuras cruciformes, tal vez figuras antropomorfas muy esquematizadas y otros signos sin identificar y que aparentemente son más antiguos.
Sin dudas, esta es la zona más interesante, vemos varios cérvidos, el de más a la izquierda, que algunos identifican con dos ciervos, y según otros, se trata de un sólo animal boca abajo y sin cabeza, entre ellos una especie de arma boleadora con una bola en la punta. También se aprecian otras figuras zoomorfas y antropomorfas.
Aquí vemos en detalle, la supuesta arma boleadora y a su derecha los dos cérvidos, que analizando su trazo se podría determinar como pintados épocas diferentes, el autor del primero de ellos quiso resaltar que se trataba de un ciervo macho, bajo ellos, un ciervo más pequeño, tal vez una cría o una hembra, por su falta de cornamenta.
Apartado del panel principal, encontramos este grupo de puntos.
Y a su derecha y casi imperceptible hoy día, lo que tal vez sea la pintura más antigua de la cueva, se trata de un prótomo o prótome de caballo, y que se data como realizada en el Paleolítico Superior.
Se llama "prótomo" al busto de un hombre o animal, usado como elemento decorativo.
En una de las rocas desprendidas vemos una especie de cuenco o cazoleta que probablemente sería el lugar dónde preparaban los pigmentos.
En una de las zonas del suelo, encontré esta especie de grabados, lástima de que la foto esté desenfocada y no pueda atreverme a pintar cosas.
Una toma natural del panel principal.
Pasado la emoción de la llegada y la inspección de la cueva, llega el momento de volver al presente, y es dónde mi compañera de caminos piensa: "Subir hemos subido, pero ¿como leches vamos a bajar?
La respuesta la obtiene pronto: Pues como se pueda. 😄😄😄😄😄
Conforme nos alejamos de la cueva, nos resulta imposible no volver la vista atrás y dejarla bien ubicada por si en un futuro volvemos.
También nos llama la atención la profunda garganta existente bajo la sierra del Niño, la dejamos anotada por que ese lugar agreste, promete.
Todo el camino de vuelta es idéntico al de ida, así que nada más por esta entrada, con una última foto empezando a atardecer, me despido.
La cancela puede abrirse fácilmente pero un cartel avisa de la prohibición de paso excepto para vehículos autorizados. Si pasásemos, nos ahorraríamos seis kilómetros de camino, que no es cuestión baladí, pero no se puede pasar.
Serán casi tres kilómetros de aburrida pista hasta dejar la zona de los aerogeneradores.
Por nuestro frente vemos la Sierra del Niño y el Cerro de la Torrejosa (por allí pasamos en diciembre de 2015), justo por detrás del cerro y fuera de nuestra vista se encuentra el Embalse de Almodóvar.
Y a nuestro frente, la Loma de la Carrera del Turco y nuestro objetivo final, el cerro del Puerto del Hoyo, lugar dónde se encuentra Los Barracones. Bajo los aerogeneradores vemos la pista que debemos seguir.
Aunque aún no lo sabemos, la Cueva de las Palomas está en el lugar señalado.
Salimos de la zona de los aerogeneradores por esa cancela que vemos, tiene un paso habilitado a su izquierda. WP PASO14.
Tras un giro, a nuestra izquierda podremos ver el Cerro de la Rosa Grande, la Sierra de la Plata y la laja de Las Algas (visitadas en octubre de 2018). WP VISTAS SILLA PAPA.
Una nueva cancela que debemos pasar. WP ANG30.
El camino está en bastante buen estado, aunque algunos tramos y debido a las recientes lluvias, se encuentran embarrados.
En medio del camino encontramos un brote de agua, el color delata el alto contenido en hierro que tiene. WP BROTE.
Una nueva mirada a nuestra izquierda nos permite ver las sierras de Fates, Salaviciosa (visitada en noviembre de 2016) y La Plata.
Intentamos atisbar el lugar por dónde se puede encontrar la cueva, pero eso está lleno de agujeros y cualquiera de ellos podría ser. Nos hemos salido de la vereda y durante un rato caminamos campo a través en busca de otra pista/cortafuegos, que discurre algo más arriba.
Debemos vadear el Arroyo de Los Toriles, cuyo rumor alegre rompe la monotonía del tramo, ese tronco nos vendrá de perlas para cruzar sin mojarnos. WP VADEO.
Este tramo ha sido desbrozado recientemente y el paso se muestra ancho, algo removido por las ruedas de algunos vehículos, pero perfecto para caminar.
A la vera del camino, nos encontramos una curiosa formación pétrea. WP GARITA.
Y totalmente escondida en una isla de lentiscos y acebuches, vemos las ruinas de lo que fue el Cortijo de Los Toriles.
De nuevo damos un vistazo a la Sierra de la Plata y bajo ella, el Parque Eólico del Almarchal. La bruma va desapareciendo y nos permite ver el mar.
Y una nueva mirada buscando intuir la dichosa cueva, allí hay una grande, pero tampoco es.
Nos estamos acercando a la cueva que se encuentra por dónde marca el círculo rojo, desde aquí no se ve, pero justo a su izquierda y a media altura está otro de los abrigos que nos marca la posición.
Un nuevo vadeo para cruzar el Arroyo de la Tía María. Por aquí abunda el ganado y las pisadas lo tienen todo removido, ¿pero qué sería del senderista sin un poco de barro en sus botas?
Llevamos caminado siete kilómetros y con total comodidad, pero aquí empezaremos a pagar el peaje por disfrutar de la cueva. Debemos abandonar el cortafuegos y empezar a subir como se pueda, estamos a 140 metros de altura y la cueva se encuentra a 250 metros, en línea recta nos separa de la cueva 340 metros, y deberemos abrirnos paso por un matorral alto, con abundantes zarzas y con suelo fangoso y con muchas piedras sueltas que no veremos por culpa de la vegetación y además apenas existen algunos tramos de veredillas de cabras.
Esto se traduce en que tendremos que zigzaguear sin rumbo fijo, intentando ir subiendo sin ver a dónde nos dirigimos, por eso es importante buscar alguna marca en la laja que nos permita, las pocas veces que podremos hacerlo, pues ir orientándonos y acercarnos a la cueva sin dar excesivos rodeos. Aunque el camino que hicimos lo refleja el track, tampoco os servirá mucho, esto es un intrincado laberinto, y se trata de ir subiendo. Al final los 340 metros en línea recta, se convierten en 500 metros de recorrido y las posibilidades de arañazos son del 100%, y hablo llevando pantalón completo y manga larga.
Cuándo más desorientados creemos estar, llegamos a un clarito y vemos un hito, al menos, no vamos desencaminados. Un hito que a la postre, tampoco nos servirá de mucho salvo el consuelo moral ya recibido de que alguien también pasó por aquí.
A media subida y por un instante, podemos ver dos de los abrigos, nos interesa el de la derecha, así que volvemos a orientarnos.
Tras bastante esfuerzo conseguimos llegar a su boca.
Lo primero que vemos es que está lleno de grandes rocas, algunas procedentes de desprendimientos del techo y otras que parecen haber sido arrastradas por las corrientes de agua que pueden canalizarse por la segunda entrada a la cueva, está abierta por ambos lados.
Vista de la entrada posterior o principal, depende de como se mire. El importante desnivel del terreno hacia el abrigo hace presuponer que por aquí puede canalizarse mucha agua con importantes lluvias.
El techo y algunas de las paredes laterales están plagados de los conocidos como "taffonis" o "nidos de abeja", oquedades resultado del efecto del viento y partículas en suspensión, sobre ellas, por lo que también es evidente que el viento debe pegar de lo lindo. La boca principal está orientada al sureste por lo que cuándo sople el levante, esto debe estar bien ventilado.
Tras tomarnos un respiro y dejar que la vista se adapte a la menor claridad de la cueva, empezamos a cotillear por allí. Rápidamente y a nuestra derecha vemos un gran panel con muchas pinturas en muy buen estado, probablemente las que mejor se conservan de todas las que llevamos visto hasta ahora en ninguna otra cueva.
Algunas de las pinturas están datadas en unos 20.000 años y se corresponden con el periodo del Paleolítico Superior, y son las menos visibles, aunque la inmensa mayoría se encuadran como realizadas en la Edad de Bronce, y tienen alrededor de unos 5.000 años de antigüedad.
En primer lugar nos llama la atención una serie de pinturas, probablemente de las menos visibles, en las que parece representarse, entre otros motivos, el de un barco a velas. Aparentemente existen pinturas superpuestas y de diferentes épocas, en naranja remarco aquellas que parecen más antiguas y sin una interpretación clara.
Esta porción tal vez sea de las más interesantes, ademas de figuras de animales muy esquematizados, en el centro de la imagen vemos lo que Breuil describe como "ramiforme inscripto dentro de un escudo y que parece estar relacionado con los símbolos de ídolos femeninos" y a su derecha una especie de tridente que parece representar una mano femenina. Bajo las líneas quebradas aparece un zoomorfo que Breuil lo define como "un carnívoro esquemático con cola muy larga y cabeza pequeña sin orejas", aunque si lo miramos al revés podríamos ver una especie de dinosaurio con cola pequeña y pescuezo muy largo, ¿existieron dinosaurios en la Península Ibérica?
Mirándolo al revés, siendo la parte larga la supuesta cola, podríamos asemejarlo a Concavenator corcovatus (Cazador jorobado de Cuenca), que pertenece al grupo de los Carcarodontosaúridos, un dinosaurio de la Península Ibérica que vivió a principio del cretácico y medía unos 6 metros de longitud, pero evidentemente no se correspondería en el tiempo con el periodo Calcolítico, que es dónde se encuadran el grueso de las pinturas, pero molaría.
También vemos otros signos esquemáticos no definidos.
También vemos algún cérvido y otros trazos incompletos, probablemente también de zoomorfos. Insisto en lo de siempre, estas superposiciones no tienen ningún fin divulgativo, ni educativo ni científico, sólo son un entretenimiento personal.
Probablemente esta zona del panel sea la más controvertida, una serie de figuras cruciformes y ramiformes que según Topper, podrían identificar algún tipo de rebaño y al pastor del rebaño. Y una señal doble ramiforme que según Topper indicaría un "Arbol de Generaciones" o tal vez, a un clan de pastores.
En la pared de enfrente, con apenas pinturas, vemos otras figuras cruciformes, tal vez figuras antropomorfas muy esquematizadas y otros signos sin identificar y que aparentemente son más antiguos.
Sin dudas, esta es la zona más interesante, vemos varios cérvidos, el de más a la izquierda, que algunos identifican con dos ciervos, y según otros, se trata de un sólo animal boca abajo y sin cabeza, entre ellos una especie de arma boleadora con una bola en la punta. También se aprecian otras figuras zoomorfas y antropomorfas.
Aquí vemos en detalle, la supuesta arma boleadora y a su derecha los dos cérvidos, que analizando su trazo se podría determinar como pintados épocas diferentes, el autor del primero de ellos quiso resaltar que se trataba de un ciervo macho, bajo ellos, un ciervo más pequeño, tal vez una cría o una hembra, por su falta de cornamenta.
Apartado del panel principal, encontramos este grupo de puntos.
Y a su derecha y casi imperceptible hoy día, lo que tal vez sea la pintura más antigua de la cueva, se trata de un prótomo o prótome de caballo, y que se data como realizada en el Paleolítico Superior.
Se llama "prótomo" al busto de un hombre o animal, usado como elemento decorativo.
En una de las rocas desprendidas vemos una especie de cuenco o cazoleta que probablemente sería el lugar dónde preparaban los pigmentos.
En una de las zonas del suelo, encontré esta especie de grabados, lástima de que la foto esté desenfocada y no pueda atreverme a pintar cosas.
Una toma natural del panel principal.
Desde dentro se divisa de izquierda a derecha, la Sierra de Salaviciosa, una pequeña porción de la Sierra de San Bartolomé y la Sierra de la Plata.
Pasado la emoción de la llegada y la inspección de la cueva, llega el momento de volver al presente, y es dónde mi compañera de caminos piensa: "Subir hemos subido, pero ¿como leches vamos a bajar?
La respuesta la obtiene pronto: Pues como se pueda. 😄😄😄😄😄
Conforme nos alejamos de la cueva, nos resulta imposible no volver la vista atrás y dejarla bien ubicada por si en un futuro volvemos.
También nos llama la atención la profunda garganta existente bajo la sierra del Niño, la dejamos anotada por que ese lugar agreste, promete.
Todo el camino de vuelta es idéntico al de ida, así que nada más por esta entrada, con una última foto empezando a atardecer, me despido.
Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
Fantástico relato y muy bien explicado. Me ha transmitido muchas ganas de visitar este sitio aunque lo veo algo complicado al final, antes de acceder a la cueva.
ResponderEliminarGracias por la información y buena suerte para las próximas rutas. Tiene un blog muy bonito y útil. Saludos desde Cádiz.
Tanto la subida como la bajada de la cueva tiene su puntito, pero el esfuerzo tiene su recompensa, algún arañón te llevas pero merece la pena.
EliminarUn saludo y gracias.
Hola muy buenas, tenéis un blog muy interesante y suelo pasar a ver alguna entrada que otra de vez en cuando. Quería dejaros algún aviso e información respecto a la visita a este abrigo, lo primero y quizás mas importante es que yo aconsejaría pedir permiso para adentrarme en una finca privada donde suele haber montería. De hecho en una de mis muchas visitas a este abrigo he tenido un par de percances una con postas por encima de mi cabeza y en otra resulta que lamentablemente entre sin permiso y fui a encontrarme con los guardas que me comunicaron que al día siguiente vendrían cazadores y no era plan de estar andando por la zona cuando ellos estaban echando pienso para los corzos. Si mal no recuerdo la finca pertenece al Pedregoso y entiendo que en época que no haya caza, pidiendo permiso y yendo por pista no creo que pongan el mas mínimo problema y de ponerlo no quedaría otra que solicitar formalmente la visita al BIC. Luego otra cosa que añadiría y viendo no suelo vuestra visita sino la de otros senderistas y amigos mas cercano... yo personalmente ya que estoy allí visitaría los cuatro abrigos. Los tres restantes pillan según se entra al abrigo principal, saliendo por atrás todos a mano izquierda. No son fáciles de visitar dos de ellos, pero tampoco es que te tengas que jugar la vida, solo hay que poner un poco de sentido común y un poco de tranquilidad. Si necesitáis algo mas de información de como acceder a ellos no tendría problemas en informaros. Se que este tema crea mucha controversia, pero entiendo que gente que se desplaza allí con todos los avatares que conlleva, nunca es para hacer daño a las pinturas. A pesar de que este abrigo sufrió grandes daños años atrás y yo mismo fui uno de los que interpuso una denuncia. Pocas cosas mas que comentar, que el abrigo 2 tiene una espiral que me encanta, que el tercero tiene muchas pinturas visibles y que apenas se publicaron nada de ellas y este es muy fácil de acceder y que el 4 tiene la importancia que aparecieron unas Manos en Negativos que pueden ser las pinturas mas antiguas de todo el complejo, aunque estas pinturas no son visibles para el ojo humano. Aun así este abrigo también es muy bonito de visitar y tiene unas pinturas muy interesante. Ya para terminar un ultimo apunte sobre este abrigo 4. Una de las veces que fui salio un Buitre del abrigo de al lado, en otra que pase al lado había un huevo de buitre. Que pasa??? Pues que si eres aficionado a andar como yo perfecto, que si eres aficionado al arte rupestre, perfecto, pero si eres un aficionado al mundo de las aves, maldita gracia que le hacen que pases por ahí... yo personalmente me sentí preocupado cuando vi que estaba incubandolo y el animal se fue y no volvió en horas. Con el tiempo me entere que nació el polluelo.
ResponderEliminarGracias por tu detallada explicación, de cualquier forma la naturaleza debe seguir su curso y por regla general cada vez que el hombre interviene, la caga. Una veces por la sobreexplotación y otras por la sobreconservación, la protección de una especie lleva al declive de otra, sea buitre o conejo.El conejo al igual que el jabalí ya son una plaga, y el buitre está a un paso, cada vez son más ejemplares y no hay comida para todos, y no te cuento nada de las plagas de topillos, originada por unos ecologistas con buen corazón pero con poco seso que se dedicaron a criarlos y soltarlos para las rapaces de la zona tuviesen comida, y que cada vez que el clima es propicio destrozan el campo castellano, sé que es difícil pero si queremos ser buenos protectores del MEDIO AMBIENTE con mayúsculas y la vida natural, no podemos ni extinguirlos ni sobreprotegerlos, en el término medio está la virtud, pasa que estos asuntos están en manos de grupos que se mueven por diferentes intereses y no solo por el que deberían. Si los grupos ecologístas estuviesen dirigidos por profesionales y expertos en la naturaleza y no por activistas políticos, otro gallo cantaría, pero ¿quién le pone el cascabel al gato?
EliminarSaludos y gracias por tu acertado comentario.
A donde quiero llegar y aun no he nombrado los que hacen Bulder y se suben por las rocas donde hay arte rupestre. Pues entiendo que todos debemos ponerle mucho sentido común a todo este boom que han surgido en los últimos años, referente a todas estas aficiones. Debemos ser conscientes de que algunas vez erraremos y deberemos rectificar, que todos tenemos que seguir aprendiendo, que todos debemos ser mas comprensivos y muchas muchas cosas mas y que me costaría explicar a través de este medio. Todo esto te lo dice una amante del senderismo, del arte rupestre, de las aves y la fotografía. Se que he soltado un pequeño toston, que viene a cuento de una visita mía muy reciente a un abrigo cerca de la Cueva del Moro, donde habían unos señores con sus prismáticos viendo Milanos y criticando la obra echa en este abrigo o sus visitas, pues dicen que allí anida o visita cierto tipo de Vencejo y que escasea en Europa.... yo pensaba en los que hacen bulder algo mas abajo y que dañan las paredes que contienen pinturas pero que lo hacen por desconocimiento. En fin que aquí estamos unos relatando por una cosa y otros por otra y entiendo que lo que falta es algo mas de informacion por parte de las autoridades. Se debería identificar, donde anidan aves, donde no pasar porque esten criando, deberían indicar zonas donde no hacer boulder o donde si y las fincas privadas ademas de advertir que lo es indicar temporadas de casa o época de veda. Y ya creo que si lo he dicho todo, aunque sobre todo esto habría mucho mas que hablar. Saludos y nos vemos en las montañas.
ResponderEliminarPues sí, esto es como la vida, a veces es demasiado complejo, siempre habrá alguien que se moleste por lo que sea, la cuestión es protestar, cuando con un poco de sentido común por todas las partes la conviencia es posible, senderistas, pajareros, ecologistas, antiecologistas, cueveros, cazadores, propietarios, escaladores, en fin, creo que hay espacio para todos, solo es cuestión de tolerancia y respeto mutuo. Con referencia a la caza, yo algún año he dispuesto de un listado editado por la Junta de Andalucía dónde se detallaban todas las actividades de caza mayor, cinegéticas, anillados, etc... que estaban previstas se realizaran durante el año, con fechas, fincas, etc... era una información formidable, pero desde hace tres años no volví a encontrarla, una pena.
EliminarUn abrazo.
Comparto tus palabras, totalmente de acuerdo... por cierto una pena que no este disponible esa información desde hace tres años, a ver si encuentro información al respecto. Saludos, nos vemos.
EliminarImpresionante. Expectacular. Increible.
ResponderEliminarImpone respeto y espero que guardemos y mantengamos este tesoro para muchas generaciones en el futuro.
Realmente especial.
Gracias
Sin dudas te ha gustado, me alegro. Un saludo.
EliminarDónde se puede pedir el permiso para hacer la ruta
ResponderEliminarNi idea.
EliminarEse es siempre el problema, lo correcto es pedir permiso, ahora ¿donde?. Teniendo en cuenta que uno no planifica siempre con antelación el destino de las salidas, localizar el "donde" se me hace tarea imposible. Que no es po no pedirlo.
ResponderEliminarEsa es la pregunta del millón. Muchos sabemos que hay que pedir permiso al dueño y nos gustaría hacerlo, ¿pero cómo nos ponemos en contacto con él?
Eliminar