CIRCULAR A LA SIERRA DE ENMEDIO (RUTA DEL BUDA-MIRADOR DE LA PEÑA) (TARIFA) (6 DIC 2018)

La Sierra de Enmedio es una elevación rocosa de poca altura, ubicada en el término municipal de Tarifa y situada entre las sierras de San Bartolomé y de Ojén, y las ensenadas de Valdevaqueros y Los Lances, su proximidad al mar la convierten en un gran mirador de todo este tramo del Estrecho de Gibraltar.

Esta ruta discurre por dicha sierra, y nos permitirá tener inmejorables vistas de la parte del Estrecho de Gibraltar que discurre entre Punta Paloma y Tarifa, y si la visibilidad acompaña, pues de toda la costa norteafricana. En su inicio coincide en parte con el sendero oficial de La Peña, aunque ha tenido arraigo popular el llamarlo como Ruta del Buda, toda vez que en nuestro camino encontraremos una oquedad que alguien aprovechó por poner la figura de un Buda que, con el paso del tiempo ha tenido calado entre los caminantes, hasta el punto de haber alterado el nombre del sendero. También subiremos al vértice geodésico de La Peña, nombre con el que es conocido el cerro dónde se ubica, pasaremos por el parque eólico, bajando por un bonito pinar desde el que tendremos magníficas vistas del Valle de Ojén y la sierra de igual nombre, volviendo al punto de partida a través del Mirador de La Torre de la Peña.

Distancia: 9,07 kilómetros.

Tiempo: 5 horas 20 minutos

Dificultad: Fácil, salvo el acceso al vértice geodésico.

Dejamos el coche en: 36º3.691'N - 5º39.869'W
 

El sendero oficial se inicia en el Punto de Información del Parque Natural del Estrecho, justo en el lateral de la carretera N-340, aunque nosotros nos ahorraremos unos metros y aparcaremos algo más arriba, justo al lado de las Casas del Torrejón.

La ladera del Cerro de la Peña es escaparda y ganamos altura rápidamente, lo que nos permite empezar a tener buenas vistas desde un primer instante.

El tramo común del sendero tiene menos de 200 metros y pronto llegaremos a la bifurcación del mismo. Seguimos la flecha negra y volveremos por dónde la flecha naranja.

La senda está muy marcada y para mayor inri hay trapitos anudados a las ramas de los árboles que también lo van indicando.

Pasamos por una zona dónde parece que toneladas de piedra están esperando el momento adecuado para desprenderse.

A pesar de ir en constante subida, el camino en absoluto se hace pesado.

Y mucho menos teniendo en cuenta la innumerables paradas que haremos para mirar el paisaje, y sus vistas privilegiadas de Punta Paloma, la Ensenada de Valdevaqueros y su afamada duna (visitadas en marzo de 2017), una duna que a pesar de su origen "humano", se ha convertido en un monumento cuasi natural, a la par que su prima la Duna de Bolonia. WP VISTA12.

Pronto dejamos la zona de pinar y entramos en un camino rodeado de monte bajo dónde abundan las jaras pringosas, aunque el día no esta especialmente claro y a pesar del sol de cara, podemos ver las costas africanas con relativa nitidez.

Aunque en breve saltará viento de Levante que rápidamente llena el Estrecho de nubes bajas.

A nuestra derecha podemos ver Ceuta, recién tapada por las nubes, el Jebel Musa, y toda las cadenas montañosas norteafricanas, más cerca tenemos Tarifa, la Isla de las Palomas y la playa de Los Lances. WP VISTA15.

En poco más de un kilómetro de recorrido llegaremos al "santuario del Buda", una figura de Buda y multitud de abalorios y prendas dejadas allí por algunos de los caminantes que nos precedieron. WP BUDA.

En Asia, las culturas budistas y taoístas suelen amontonar rocas como una forma de representación asociada al equilibrio emocional interno y la capacidad estar en armonía con la naturaleza en meditación, así que nosotros depositamos, a modo de ofrenda, nuestro pequeño montículo de piedras apiladas como señal de este equilibrio que nunca quisiéramos perder.

Dejamos de alimentar nuestro zen particular y volvemos al camino, el sol empieza a apretar y por aquí seguimos sin ver un árbol.

Continuamos en claro ascenso y nada mejor que tomar una foto para recupear el aliento. Las vistas serán repetitivas y sólo irán cambiando las alturas desde las que las veremos. Nuevamente Punta Paloma, ahora entra en juego el Río del Valle, y a su derecha las Sierras de San Bartolomé (visitada en octubre de 2018) y La Plata (visitada también en octubre de 2018).

En las proximidades del parque eólico, la pendiente se suaviza y aumenta notablemente la densidad de jaras pringosas (Cistus lanadifer), que en estas fechas, pringan de verdad.

Y por fin, y allí en lo alto, visualizaciones nuestro siguiente objetivo, el vértice geodésico de La Peña, a 448 metros de altura. Evaluamos la posibilidad de efectuar el asalto al vértice desde este punto, entre las rocas y por debajo del mismo se aprecia una franja verde que bien pudiera servir de paso, pero vista de más cerca la intuímos muy difícil, la vegetación es muy alta y encima tiene un desnivel considerable, así que desistimos y lo haremos por el lugar previsto, atacándolo por la parte izquierda.

Venimos progresando por un clásico valle en U.

A nuestro frente vemos parte del parque eólico de la Sierra de Enmedio, no discuto que este tipo producción de energía no contaminante del aire tenga su gancho, pero parece que nadie quiere hablar de otros tipos contaminaciónes, como puede ser la visual, tan dañina o más que la contaminación sonora, una bella sierra convertida en un muro de ventiladores que espanta cualquier atisbo de naturaleza limpia, por no hablar del daño que causan los aerogeneradores al medio animal, mucha cháchara ecologista sobre la importancia de proteger las migraciones de aves y las aves en sí mismas, que en el Estrecho de Gibraltar concentra los volúmenes más altos de Europa, pero aquí están estas aspas asesinas que matan cientos de aves anualmente. De hecho, a mediados de 2017 se comprobó la desaparición de la última pareja de alimoches (Neophron percnopterus) que anidaba en dicha sierra, certificándose la muerte de uno de los ejemplares adultos y del pollo que criaban quedan totalmente desintegrada la población de alimoches en el área de Tarifa.

Cerca de la parte alta dejaremos momentáneamente la vereda para dirigirnos al vértice geodésico de La Peña. WP DESVÍO VG.

Interesa entrar en esa mini cresta más bien por la izquierda pero sin pasarse demasiado, cuánto más a la derecha mayor será la pared que tendremos que medio trepar, pero si nos vamos excesivamente a la izquierda, la parte alta es casi intransitable por las grandes rocas sueltas y la inexistencia de un paso claro. Cojamos por dónde cojamos, en los últimos metros antes de la pared, encontraremos jaras pringosas altísimas que nos dificultarán el paso, así que manga y pantalón largo se hacen imprescindibles, y si además llevamos calcetines altos, mejor que mejor, las espinillas lo agradecerán.

Aún estamos por la parte intermedia y las jaras ya nos llegan a las caderas.

Pero en las proximidades de la pared, el paso se complica, afortunadamente serán cinco o seis metros lineales.

Y ahí lo tenemos, guardando tan buen equilibrio por el hito que le pusimos al Buda. WP VÉRTICE GEODÉSICO.

Tras las fotos de rigor, hacemos algunas vistas largas.

A poniente vemos la Ensenada de Valdevaqueros, el río del Valle, la duna, Punta Paloma, San Bartolomé y al fondo y en línea de horizonte, la Sierra de la Plata o Silla del Papa.

Al Sur, la embocadura del Estrecho y cordilleras norteafricanas.

Al Sureste, la Playa de los Lances, Tarifa y la Isla de las Palomas, algunas cordilleras norteafricanas y más a la izquierda, el Djebel Musa o Monte de Moisés, tengo que investigar esto de Moisés, a ver si encuentro alguna teoría verosímil.

Al Noreste, y de derecha a izquierda, las sierras del Bujeo, Luna y Ojén, marcado con el círculo rojo, el Tajo de la Corza (visitado en febrero de 2014), y por debajo el Valle de Ojén, las Caheruelas, Majal Viejo, Hoyo de las Cabras y La Longanilla (visitados estos últimos en noviembre de 2017).

Y al Norte, el parque eólico de la Sierra de Enmedio y el camino por el que continuaremos la ruta.

Nos tomamos un respiro antes de iniciar la bajada y retorno al punto del desvío y esto nos permite ver un par de cruces grabadas en la roca.

Retomado el camino pronto llegamos a la pista que une los aerogeneradores e iniciamos el Camino de Fates, en el Monte de la Peña.

Y de nuevo disfrutamos de maravillosas vistas. En este sendero no podemos hablar de miradores independientes, todo él es un grandioso mirador. WP MIRADOR.

A llegar al aerogenerador núm.12, debemos estar atentos, aquí dejamos la pista y nos metemos a la derecha, en una estrecha vereda y en claro descenso. WP SALIDA PISTA.

Aunque por algún rato perdemos la vista del mar, será sólo eso, un rato, nuevamente empezamos a tener vistas largas. Caminamos por la vertiente Este del Cerro de la Peña.

Y nos adentramos en un espeso pinar, cuya sombra agradecemos, el calor aprieta a base bien.

El vértice geodésico de La Peña ya quede lejos, parece mentira lo rápido que se desciende.

Escuchamos el rumor del agua, un pequeño salto con su correspondiente cauce, nos avisa de que estamos vadeando el Arroyo de Don Sancho. WP ARROYO SANCHO.

Lo que era una veredilla de cabras se transforma en una vereda fresca y cómoda, lo cual se agradece.

Aunque como lo bueno dura poco, desaparece el espeso arbolado y nuevamente nos quedamos "al sol", por Dios por Dios, al menos 24 grados en pleno diciembre, empiezo a arrepentirme de no haber traido el bañador.

  

Nueva panorámica. WP VISTA91.

Probablemente este sea el lugar desde dónde veremos la Playa de los Lances y Tarifa, desde más cerca. WP VISTA91.

El casi impercitible viento de Levante metió nubes en el Estrecho y nos quita nitidez, pero en cambio nos ofrece unas imágenes idílicas y casi mágicas que no podemos desaprovechar y nos deleitamos con el momento.

Casi sin darnos cuenta nos hemos incorporado a un triste camino de cemento por el que caminaremos durante unos cincuenta metros, aunque lo dejaremos en un brusco giro a la derecha.

Nos acercamos al conocido como Descando de Mari Luz, y cuándo pensábamos que el camino estaba finiquitado nos encontramos con un nuevo vadeo y una sendilla incómoda y casi imperceptible. WP VADEO19.

Afortunadamente sólo se queda en un sobresalto, rápidamente el camino se aclara y pasamos a un llano por dónde llegaremos al Mirador de la Torre de la Peña.

Nos sabe a poco este mirador después de los lugares por los que acabamos de pasar, pero son cosas de la vida. WP MIRADOR PEÑA.

Debe su nombre a que desde allí podemos ver la Torre de la Peña, también conocida como Torre de la Roca del Ciervo, una torre almenara construida en la cima de la Peña del Ciervo. Formaba parte del sistema defensivo del Estrecho de Gibraltar y vigilaba el tramo correspondiente a la Ensenada de Valdevaqueros y la Playa de Los Lances, también controlaba el paso costero que permitía la comunicación entre Tarifa y La Janda, y que atravesaba la Sierra de Enmedio.

A los pies del mirador encontramos los restos de lo que pudo ser un aljibe o una gran botija para agua, pero no he encontrado ninguna información sobre la misma.

Aunque nunca me lo reconocería, mi compañera de caminos ya está pensando en la próxima ruta, la dejo estar un ratillo, que se merece un respiro.

Estamos a unos escasos 500 metros del punto de salida, este tramo también se corresponde con parte de la ruta oficial de La Peña.

Un puentecillo de madera será lo último reseñable de este fantástico sendero. WP PUENTE.

 

Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:

 

Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.