La alcazaba de Reina es una fortaleza de origen árabe, declarada Bien
de Interés Cultural, que sirvió como punto estratégico defensivo
durante la conquista musulmana. La alcazaba de Reina está situada a unos
825 metros de altura, sobre un cerro cercano a la ciudad de Reina.
Constituye el punto de interés más representativo de la ciudad, y fue
declarado Monumento Histórico-Artístico el 3 de junio de 1931.
A su derecha vemos uno de los aljibes de la fortaleza, construido con ladrillos y argamasa, tenían por finalidad recoger el agua de lluvia que abastecía a la población.
Sin duda, esta alcabaza fue un lugar estratégico desde tiempos romanos, ya que dominaba las rutas que bajaban hasta el valle del Guadalquivir, además de controlar el cruce de antiguas calzadas como la romana que unía Corduba con Emérita Augusta, ya que a muy poca distancia se encuentra la ciudad romana de Regina. Sin duda tuvo gran importancia para la conquista árabe de la península.
Desde la carretera podemos apreciar la imponente imagen de esta fortaleza que acabamos de visitar y que no nos resistimos a darle un último vistazo.
Dejamos el coche en: 38º11.341'N - 5°57.346'W
Distancia: 1,04 kilómetros.
Tiempo: 44 minutos.
Dificultad: Fácil.
Existe una carretera que nos lleva hasta justo la entrada del recinto, así que hasta dentro con el coche.
Si bien el origen de la Alcazaba de Reina está por determinar, conserva una cerca que data de la época almohade (siglo XII).
Tras la conquista de la Península Ibérica por los musulmanes, la
población se trasladó a la sierra de Reina, donde construyó una
fortificación, conformada por un pequeño barrio militar con viviendas y
servicios, que tuvo una gran importancia estratégica, ya que servía de
residencia y, a su vez, de protección, tanto a las rutas de salida del
valle del Guadalquivir como a los cruces de las antiguas calzadas.
En el año 1246, el rey de Castilla, Fernando III, cedió la villa, con
su alcazaba, a la Orden de Santiago, para proteger a los peregrinos de
la invasión árabe.
Desde allí podemos ver una bonita imagen del alargado pueblo de Reina, localidad a la que pertenece el recinto. Reina se encuentra enclavado en las últimas estribaciones de Sierra Morena, en el sur de la provincia de Badajoz. Tuvo su origen en la antigua ciudad romana de Regina Turdulorum, en el cruce de las dos calzadas que unían Córdoba con Mérida. Se supone que su fundación es cesariana o augustea, recibiendo organización política romana en tiempos de Vespasiano.
En aquella época fue una población populosa, de casi 4000 habitantes,
que disponían de agua potable que llegaba a través de un acueducto. Sus
calles eran amplias y porticadas, con alcantarillado subterráneo que desembocaba en los arroyos de San Blas y San Pedro. Hoy día cuenta con 150 habitantes.
Posteriormente, se realizaron diversas restauraciones de la alcazaba,
entre las que destacan las llevadas a cabo por el maestre de la Orden
de Santiago, don Alonso Cárdenas, durante el siglo XV, y otras durante
el siglo XVI (1515 y 1575), acondicionando el aljibe y las estancias
residenciales.
Se piensa que en los siglos XVII y XVIII (1604-1738) se produjo el
abandono de la alcazaba, lo que conllevó el deterioro paulatino de la
fortificación.
La alcazaba fue construida con adobe y hormigón de barro y cal, y sillares graníticos provenientes de la antigua ciudad romana.
Está constituida por 14 torres albarranas de planta cuadrangular,
entre las que destaca la del homenaje, unidas mediante lienzos de
fabricación árabe. Éstas ejercían la función defensiva del recinto
interior, del que se conservan escasas estructuras, tales como varios
aljibes y la antigua iglesia consagrada a la patrona de la localidad;
Nuestra Señora de las Nieves.
Estamos en la Casa de la Encomienda, vestigio del dominio cristiano.
En época árabe esta era la entrada al recinto, mientras que en época santiaguista, la puerta que vemos en la fotografía anterior se utilizó para entrada exclusiva en la casa.
Se conservan varios aljibes, similares algunos de ellos a los de Cáceres y Medellín. La cerca que se conserva es de la época almohade (siglo XII), con diversas restauraciones posteriores.
Durante la subida podemos admirar la llanura de la Campiña
y la multitud de pueblos que en ella se encuentran: Casas de Reina,
Llerena, Berlanga, Ahillones o Azuaga.
Sin duda, la alcazaba es el elemento que más destaca en este
espacio de la Campiña. De origen árabe, reaprovecha elementos
constructivos anteriores, que muestran la antigüedad de la ocupación del
llamado cerro del Castillo.
Cuenta con 15 torres rectangulares
unidas entre sí por murallas de tapial de 2 metros de espesor. El
flanco norte y oeste están protegidas por sendas torres albarranas, una
de ellas, de posible factura octogonal sobre base cuadrada.
De entre sus torres destaca la del Homenaje.
Dentro de la fortaleza se encuentra la ermita de la patrona de Reina, Nuestra Señora de las Nieves.
Dentro de la fortaleza se encuentra la ermita de la patrona de Reina, Nuestra Señora de las Nieves.
Es una construcción de finales
del siglo XV, aunque sus orígenes pueden ser anteriores. Si nos
fijamos en las columnas y capiteles situados en el atrio y en los que se
encuentran en el coro de la iglesia, observamos su pertenencia a la
época visigoda.
El edificio es de una sola nave, con bóveda de cañón
apuntado. La cabecera, separada por un arco toral, se cubre con una
bóveda de crucería. En el altar mayor se encuentra la nueva imagen de la
Virgen de las Nieves, ya que la anterior fue destruida por el incendio
originado por un rayo que quemó el retablo y sus imágenes. A los pies de
la iglesia se sitúa un pequeño campanario, que se eleva sobre el tejado
de la propia ermita.Las paredes del edificio debieron estar pintadas, según lo
atestiguan los pocos restos que quedan. En la última restauración
llevada a cabo en los años 2008 y 2009, aparecieron en el atrio unas
singulares pinturas que muestran varios barcos, algunos personajes y
vegetación de difícil interpretación.
En sus cercanías se ubica un "mapa estelar" que se activa por la noche.
Adosado al edificio principal, al lado de la epístola, se
encuentra la sacristía, cubierta por una bóveda casi plana, dividida en
cuatro casetones. En el lado del evangelio está adosada la casa del
ermitaño, con arcos apuntados de ladrillo en su interior, de
construcción similar a la ventana tapiada todavía visible al exterior
A su derecha vemos uno de los aljibes de la fortaleza, construido con ladrillos y argamasa, tenían por finalidad recoger el agua de lluvia que abastecía a la población.
Sin duda, esta alcabaza fue un lugar estratégico desde tiempos romanos, ya que dominaba las rutas que bajaban hasta el valle del Guadalquivir, además de controlar el cruce de antiguas calzadas como la romana que unía Corduba con Emérita Augusta, ya que a muy poca distancia se encuentra la ciudad romana de Regina. Sin duda tuvo gran importancia para la conquista árabe de la península.
Desde la carretera podemos apreciar la imponente imagen de esta fortaleza que acabamos de visitar y que no nos resistimos a darle un último vistazo.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
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