lunes, 10 de junio de 2019

MANANTIAL Y CANAL DEL TEMPUL (SAN JOSÉ DEL VALLE)(06JUN2019)

Cuenta la historia que en el año 17 antes de Cristo el manantial del Tempul ya suministraba agua a la entonces ciudad de Gades, hoy conocida como Cádiz. Los romanos de aquella época construyeron un acueducto de más de 60 kilómetros para conectar el núcleo urbano con el depósito natural de agua, situado actualmente en el municipio de San José del Valle. Esta conexión fue realizada mediante piezas alargadas 'machihembradas' de piedra tallada y unidas con mortero de cal y arena que conectadas formaban todo el tubo. No sería casualidad que casi dos milenios después, en 1.863, fuera esta misma formación natural la elegida para abastecer por primera vez a Jerez tras estudiar qué depósito natural tenía mejores recursos.

Menos conocido es el dato de que el acueducto original era el más largo de la Hispania romana y discurría oculto bajo tierra a escasos metros de profundidad. Una compleja infraestructura hidráulica ideada para abastecer a Gades de agua y que nace en los manantiales de Tempul, en la sierra de las Cabras, y recorre Arcos, San José del Valle, la campiña de Jerez y Cádiz, fue esta idea original la que más tarde copiarían arquitectos e ingenieros más modernos, para construir la actual canalización de aguas que abastece a Jerez de la Frontera de sus necesidades hídricas.
Así que aprovechando un desplazamiento a San José del Valle (Cádiz), no podía dejar pasar la oportunidad de visitar el Manantial del Tempul e intentar seguir en parte, el lugar por dónde el actual Canal del Tempul inicia su recorrido entre las Lomas de Los Cuquillos y El Bollo, en busca de La Barca de la Florida para terminar en Jérez de la Frontera.

Distancia:3,46 kilómetros.
Tiempo: 2 horas 12 minutos (realmente con una hora llega).
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 36°38.522'N - 5°40.939'W.

El coche se queda en una explanada existente en las cercanías del Manantial del Tempul, que a su vez está cerca de la Venta del Tempul. WP MANANTIAL.

En primer lugar nos dirigiremos al tramo de la Cañada Real de la Sierra que discurre paralela a la canalización subterránea que se dirige hasta el Embalse de Guadalcacín. Desde el aparcamiento tendremos que hacer unos seiscientos metros por la carretera para llegar a la angarilla que inicia el sendero. Ojo con los coches.

Al llegar a la angarilla de inicio del sendero vemos que existe un posible aparcamiento justo al lado aunque difícil de ver yendo conduciendo. Sería un lugar adecuado para dejar el coche, aunque de cualquier forma tendríamos que hacer el tramo de carretera para llegar luego al manantial, siempre cabe la opción de hacer ese trayecto en coche. WP ANGARILLA.

El Embalse de Guadalcacín es el más grande de la provincia de Cádiz y tiene una capacidad para 800 hectómetros cúbicos de agua. Para hacernos una idea de lo grande que es, basta con saber que un hectómetro cúbico es lo mismo que un gigalitro, o sea, mil millones de litros, así que a multiplicar por 800. En la foto sólo podemos ver una pequeña parte del embalse.

Antes de caminar por la Cañada Real de la Sierra, buscamos una elevación que nos permita tener una vista general del entorno. Esa pared alta que protege esta zona del embalse es el conocido como Tajo del Àguila (visitado en enero de 2016).

Hacia poniente vemos la Sierra de Dos Hermanas y la Punta de los Navazos, por detrás y parcialmente oculta por la vegetación está la Sierra Valleja.

A la izquierda de la Sierra de Dos Hermanas, vemos la Loma de la Espartosa y la Sierra del Valle.

Rápidamente ingresamos en la Cañada Real de la Sierra, parcialmente asfaltada en este tramo. Justo bajo nuestros pies discurre el Canal del Tempul.
El actual acueducto del Tempul tiene un trazado es muy parecido al efectuado por los romanos en su famoso acueducto de Gades. Según estudios actuales se data en la época del emperador Claudio (siglo I a.C.).

Nos llama la atención la isleta formada en el centro de las aguas.

En esta foto, tomada desde el paraje de El Talancón (al otro lado del embalse) podemos ver la isleta y la zona por la que accederemos al pantano.

Rápidamente llegamos a la orilla, el nivel no está demasiado alto, dejando al aire zonas otras veces sumergidas, estas orillas son ideales para el desarrollo óptimo de una infinidad de Tamarix o Tarajes (Tamarix africana), una planta muy resistente a los terrenos encharcados.


Este nivel bajo de agua ha provocado la muerte de numerosos ejemplares de unas almejas típicas de agua dulce conocidas como náyades. El nombre de náyades, se utiliza en honor de las míticas ninfas, seres protectores de ríos y arroyos, que guardaban las corrientes de agua. Su forma de vida filtrando y depurando las aguas, y por tanto causando un beneficio a quien luego las utiliza, les hace merecedoras de este nombre. Las almejas de agua dulce constituyen una familia muy numerosa, cuyas especies tienen todas gran semejanza entre si.

El camino por el que veníamos se adentra en el agua, marcándonos claramente el recorrido del Canal del Tempul. Discurría paralelo al cauce del Río Majaceite, hoy día oculto por la subida de aguas que provocó la construcción del embalse.

Por esta zona vemos grandes tocones de árboles que han sucumbido a la inmensión que se produce con la subida de las aguas.

Regresamos por el mismo camino y nos acercamos al Manantial del Tempul que se encuentra a escasos metros de dónde aparcamos el coche.


Desde el Mirador Alto de los Tajos del Águila, podemos hacernos una idea de la ubicación del Manantial, oculto desde aquí por el Castillo del Tempul.
Del castillo sabemos que fue construido en el siglo XIII por los árabes sobre una edificación militar de origen romano, ejerció funciones defensivas para el primer asentamiento de la población y probablemente también controlaba el manantial que tan importante valor estratégico tenía. Tras varios cambios de mano entre árabes y cristianos fue arrebatado en el siglo XIV a la ciudad de Algeciras por el Infante de Castilla don Pedro. De la importancia del lugar hablan las continuas rencillas, guerras o peleas internas que durante cuatrocientos años tuvieron lugar por el control del castillo y por tanto, del manantial, siendo Felipe V el que ordenó en 1701 que se confirmasen los privilegios concedidos a Jerez por el rey Alfonso XI en 1371.


Cuenta la historia que en el año 17 antes de Cristo el manantial del Tempul ya suministraba agua a la entonces ciudad de Gades, hoy conocida como Cádiz. Los romanos de aquella época construyeron un acueducto de 67 kilómetros para conectar el núcleo urbano con el depósito natural de agua, situado actualmente en el municipio de San José del Valle.

Esta conexión fue realizada mediante piedras alargadas "machihembradas", unidas con argamasa de cal y arena, que conectadas formaban todo el tubo. No sería casualidad que casi dos milenios después, en 1.863, este mismo manantial fuese el elegido para abastecer por primera vez a Jerez, tras estudiar qué depósito natural tenía mejores recursos.

En otro de los miradores de los Tajos del Águila podemos ver una muestra de las piezas de piedra machihembradas que formaban parte de la canalización original. ¿Se imaginan cuánto trabajo supuso hacer más de 60 kilómetros contínuos a base de estas piedras talladas? Probablemente hoy día no habría dinero para pagarlo.
Está claro que los romanos a pesar del "pecho de lata" y el "cepillo de barrer en la cabeza", sabían lo que se traían entre manos. Un imperio no lo levanta cualquiera.


El actual acueducto del Tempul es una obra de ingeniería realizada en 1864 y comunica el manantial con Jerez. Su trazado es muy parecido al efectuado por los romanos en su famoso acueducto de Gades, una de las obras más importantes de Hispania y se cree que el quinto más importante de todo el Imperio.

Es una pena que el manantial esté cerrado a cal y canto y no pudiese visitarlo, teniéndome que conformar con tomar algunas fotos desde el perímetro exterior. Hubiese sido interesante poder ver más de cerca esta infraestructura con tanta historia a sus espaldas.

Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/manantial-y-canal-del-tempul-san-jose-del-valle-2019-06-06-37444832
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

4 comentarios:

  1. Muchas gracias por tanta información que nos aportas y por esas maravillosas fotos. Muy bien documentado que está todo. Enhorabuena y un saludo.

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Gracias por tu visita.