viernes, 18 de diciembre de 2015

PINAR DEL REY (AREA RECREATIVA, ARROYO DE LA ALHAJA, TAJO DEL PAJARRACO, CERRO DEL ÁGUILA) SAN ROQUE - 13 DIC 2015

El Pinar del Rey es un parque periurbano a cinco kilómetros de San Roque y tiene una extensión de 338 hectáreas. Estos terrenos fueron cedidos en 1462 por el rey Enrique IV en compensación por la pérdida para la comunidad del peñón de Gibraltar. En 1800 la Marina Española replantó todo el terreno con pinos con la idea de poder abastecer la demanda de madera por parte de la industria naval de la época. Con el avance de los materiales y la construcción naval, la madera dejó de usarse y gracias a ello hoy día podemos disfrutar de este gran pinar. En su superficie existen cuatros pequeños senderos señalizados: Área Recreativa, Arroyo de la Alhaja, Tajo del Pajarraco y Cerro del Águila, este sendero que os traigo es un compendio de todos ellos. Su variada flora y fauna seguro hacen las delicias de los más exigentes. Especial mención merecen unas paredes de barro compactado dónde durante la primavera/verano anidan los abejarucos, todo un espectáculo de color. Este sendero sin lugar a dudas es un auténtico deleite para los cinco sentidos.

Dejamos el coche en uno de los aparcamientos de los que está dotado el pinar, en 36º14.033'N - 5º23.876'W.
Distancia: 11,89 kilómetros.
Tiempo: 5 horas 19 minutos.
Dificultad: Fácil.

El inicio de cada sendero parcial está dotado de una zona de aparcamiento, en nuestro caso dejamos el coche en las inmediaciones del comienzo del arroyo de la Alhaja.

A pesar de las escasas lluvias el lugar es de un frescor extraordinario. Rápidamente nos dirigimos al comienzo de este primer tramo que se desarrollará paralelo al arroyo de la Alhaja.

Una magnífica y cómoda escalinata nos llevará a la primera poza y a la fuente La Alhaja.

Si el paraíso existe, debe ser algo muy parecido a esto.  Está formado por un bosque galería en el que destacan: álamos, fresnos, sauces y alisos y un bonito quejigal.

En la otra margen se encuentra la fuente.

En sus aguas habitan especies como el barbo gitano (Luciobarbus sclateri), la boga del Guadiana (Pseudochondrostoma willkommii) o el cachuelo (Squalius pyrenaicus).

Caminaremos muy cercanos al arroyo por lo que el cerrado camino rebosa verdor. Cuidado con las zarzas.

Todo el margen está recorrido por una alambrada pero con pasos habilitados de forma estratégica, lo que nos permitirá hacer incursiones periódicas hasta las orillas, cosa que no debemos pasar por alto.

Por momentos el bosque galería se convierte en conejera galería. Además del bosque ripícola podremos ver abundantes alcornoques, quejigos y por supuesto, pinos.


Una primera cancela y cartel anunciador impide "supuestamente" el paso de motos y otros vehículos pero las rodadas en el suelo nos indican que no todo el mundo hace caso a la prohibición.

Uno de esos pasos al arroyo nos llevará a este bonito rincón. WP MEANDRO.

Entre la fauna residente podemos destacar al zorro, el meloncillo, el águila calzada y el ya nombrado abejaruco.

En un cruce de caminos un cartel nos indica que accedemos a la Cañada Real de Manilva a Los Barrios.

 Los ejemplares de pinos tienen un tamaño más que respetable.

Una zona de picnic especialmente acotada para niños. WP GUARDERIA.

El Amazonas debe parecerse a esto.

En otro de los rincones del rio nos encontramos una acumulación de hojas secas de álamos que le dan a la zona un colorido especial.

Nos alejamos un poco del cauce y accedemos a una zona clara y dónde el pino ya es el auténtico protagonista.

En una nueva incursión al cauce nos encontramos con este pozo. Al mirar dentro vemos con satisfacción que está lleno de pequeños ejemplares de cangrejo de rio "autóctonos" (Austropotamobius pallipes), una especie en peligro de desaparición por la proliferación del cangrejo rojo americano.

En esta zona el arroyo lleva menos caudal de agua aunque no por eso deja de ser igual de bonito.

Un poco más adelante volvemos a ver agua, pero ya no es cristalina, son pozas casi estancadas y bien que se nota.

Un nuevo camino "La Pasada de Salomón" nos introduce en el sendero del Tajo del Pajarraco.

Todo es mucho más abierto.

Un nuevo paso nos indica el camino.

Este sería el comienzo oficial del sendero Tajo del Pajarraco, dotado con un aparcamiento específico. WP PARK2.

Este tramo probablemente sea de los de mayores riquezas del parque.

Pinos, quejigos, bosque de ribera y algunos alcornoques como el de la foto, en un avanzado estado de floración.

Por aquí el agua debe correr de lo lindo, la erosión del terreno provoca llamativas cicatrices.

Llegamos a este abrevadero recientemente catalogado en el proyecto "Conoce tus Fuentes", estamos en las cercanías del Cortijo de La Ventilla.

Y como no podía faltar, quejigos con sus caprichosas formas.

Nos acercamos nuevamente al cauce del arroyo de La Alhaja, a estas alturas ya viene seco.


 Una zona de bujeo en las proximidades de La Ventilla.

Nos paramos un poco para recrearnos con este bello narciso (Narcissus papyraceus). Buenos recuerdos de mis tiempos macreros esto de hacer flores, pero sólo los ricos o los jubiletas pueden llevar para adelante muchas aficiones y no es precisamente mi caso.

Un puentecillo nos permite vadear un cauce seco de correntías estacionales.

Un poco escondida y a nuestra izquierda encontraremos la Fuente del Pino.

A la izquierda la Loma de la Caballería dónde se encuentra el Cerro del Pajarraco, a la derecha Las Ventillas.


Salimos de la vereda para incorporarnos (espero que por poco tiempo) a una pista forestal.

Salimos de la pista para dirigirnos al segundo punto interesante de este tramo. Una antigua cantera dónde dicen pueden verse restos fosilizados de animales y plantas marinas pertenecientes al Mioceno. Damos un rápido vistazo y no vemos nada, lo pisoteado del terreno parece indicar que la zona es visitada frecuentemente por coleccionistas. Continuamos el camino.

Esa puertecilla de la izquierda nos abre paso al Tajo del Pajarraco. Dejando la alambrada a nuestra derecha llegaremos al pasillo de la siguiente foto.

Y desde aquí pues a subirse en la piedra que queramos. El tajo está formado por dos peñas areniscas características del Aljibe.

Ya desde lo alto vemos una cueva y parece grande, se trata de la Cueva de las Palomas, me la apunto porque ya tengo excusa para volver por esta zona. Por detrás, Las Tarayuelas y un poco más a la izquierda El Chapatal.

Al centro y un poco más alto que los demás, el cerro del Saú (206 mts) y por detrás el Puerto Palomas.

A nuestro frente la Sierra del Arca.

 La foto recuerdo.

Bajando del tajo nos encontramos una vereda un tanto incómoda, menos mal que son pocos metros. Por esta zona destacan entre el monte bajo, los madroños, jaras, brezos, durillos, labiérnagos y helechos.

Abajo el camino se bifurca, nosotros a la izquierda.

Mirando hacia atrás algo llama nuestra atención, ¡Aibá! ¡Menudo lagarto!. WP PIEDRA DEL LAGARTO.

En esta curva el camino se bifurca nuevamente, desgraciadamente la nueva vereda (que se aparta del camino previsto) es cortada de forma radical por la alambrada y no se visualiza ningún posible paso. Así que al no poder dar un vistazo seguimos cerrando el cambio de sentido.
 
Nueva salida de pista (nos parecemos a Hamilton). Estamos terminando la parte correspondiente al sendero del Tajo del Pajarraco y empezamos la del Cerro del Águila.


Rápidamente nos encontramos en su base. La verdad es que más que cerro parece un montón de escombros cubierto de algunos matorrales. Aumenta la densidad de alcornoques y el sotobosque con algunas plantas aromáticas.
El Cerro del Águila (148 mts) es el punto más alto del pinar.

Desde su ¿cima? podremos divisar, además del propio pinar, la ciudad de San Roque, Sotogrande y más a su izquierda la Sierra de Almenara, al frente parte del Estrecho de Gibraltar y si el día está claro, Ceuta con su Hacho, y el Djebel Musa.

El peñón de Gibraltar entre nubes y brumas.


Por allí al fondo derecha, los Barrios y el Parque Natural de Los Alcornocales.


Castellar y su castillo.

Tirando de zoom.

A varios centenares de metros de bajar del cerro nos encontramos otra zona muy erosionada y con algo de desnivel, es el segundo lugar dónde podríamos encontrar fósiles.

Llevamos rato caminando por un cortafuegos cuándo nos encontramos la casa del Huerto del Ventorrillo.

Una nueva zona de aparcamiento nos indica que en nuestro caso salimos del sendero del Cerro del Águila. WP PARK3.

Accedemos al último tramo conformado por parte del sendero "Área Recreativa", un camino totalmente llano a través de un hermoso pinar dónde también podremos ver robledillas, jaras, coscojas, mirtos y los onmipresentes helechos.

Nuevamente nos sorprende otra arrollada estacional pero esta vez con un surco inmenso.

Esto toca a su fin, un último alcornoque gemelo nos dará paso a la parte común del sendero y ya vista al comienzo.

Yo sólo queda regresar al coche, sorprendidos nuevamente por un sendero que ha superado nuestras expectativas más optimistas.

Para terminar os pongo un repertorio de las setas y hongos que fuimos encontrando por el camino, ningún cartel habla de ellas pero sin dudas son una parte importante de este encantador pinar. Nunca me habían llamado la atención pero reconozco que de un tiempo a esta parte cada vez siento más curiosidad por ellas. Al no estar seguro de sus nombres, los omito.






 Y para terminar, una inmensa. OJO: Excepto una, ninguna es comestible.

Podéis descargaros el track, clicando en la siguiente imagen:
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

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