Sendero que saliendo desde Villaluenga nos llevará a través de una pista
hasta los Llanos del Republicano dónde podremos ver la afamada Sima del
Republicano, y subir luego a través del Puerto del Correo a la Sierra
de Líbar y cercanías de los Llanos de Líbar. Recorrido fácil salvo la
subida y bajada al Puerto del Correo, dónde las piedras excesivamente
desgastadas pueden provocar más de un resbalón sobretodo si hay humedad.
Desde el Llano del Republicano podremos contemplar la Sierra de Líbar,
Mojón Alto, la Sierra del Palo, y Sierra del Endrinal con sus dos
símbolos, el Simancón y El Reloj.
Dejamos el coche en: 36º41.425'N - 5º22.321'W
Distancia: 10,5 kilómetros
Tiempo: 5 horas 50 minutos incluyendo paradas.
Dificultad: moderada baja.
Dificultad: moderada baja.
El Llano del Republicano es un gran poljé situado a pocos kilómetros de Villaluenga del Rosario y accederemos a el por una cañada en las proximidades de la Ermita de Villaluenga del Puerto de las Nubes. El sendero está muy bien señalizado por lo que no tendremos problemas en su realización.
Justo antes de este cartel y a nuestra derecha hay un camino descendente que debemos obviar, el correcto es el de la izquierda.
Justo antes de este cartel y a nuestra derecha hay un camino descendente que debemos obviar, el correcto es el de la izquierda.
El primer tramo discurre por la Colada de la Plaza de Toros al Puerto de las Viñas, una pista bien marcada y compactada a veces con asfalto o cemento. Discurre por un bosque de encinas, dónde podremos ver diferente ganado suelto.
En este punto el camino se bifurca, el de la izquierda sube a los depósitos de agua, nos interesa el de la derecha, también bien señalizado.
Las sierras de Líbar y Mojón Alto constituyen el límite entre las provincias de Cádiz y Málaga. Pertenecientes a la Cordillera Bética estas sierras se formaron en el mar por el depósito de sedimentos en capas sucesivas, el movimiento de los continentes hizo que dichos estratos se levantaran, estos estratos inclinados son muy fáciles de apreciar sobretodo en la subida al Puerto del Correo.
La erosión de la caliza confiere a esta sierra un modelado kárstico sin igual. Las abundantes lluvias en unión al anhídrido carbónico del aire disuelven la cal de la roca, lo que provoca por un lado bicarbonato cálcico y por otro, una arcilla roja que con el paso del tiempo van sedimentando en las partes más bajas del valle formando extensos llanos también conocidos como "dolinas"
Esta cancela nos da acceso a Llano del Republicano.
El Llano del Republicano es uno de los poljés más grandes de la sierra de Grazalema. Un sistema cerrado dónde toda el agua de lluvia desagüa por un sumidero "la Sima del Republicano", lo discurren varios arroyos, en estas fechas aún secos, entre los que destaca el arroyo de Los Álamos, Los Pajares y el de las Merinas.
Cancha Bermeja, que quedará a nuestra izquierda, es una zona de torcal. El torcal se produce por la erosión de estratos que han mantenido su forma horizontal provocando caprichosas y espectaculares formas.
En primer lugar nos dirigimos a la Sima del Republicano, justo al pasar el arroyo de Los Pajares nos tenemos que desviar a la izquierda. El sendero también nos llevará casi paralelos al arroyo del Charco del Burro y de Los Álamos.
Como decía anteriormente, el Llano es un sistema rodeado de montes dónde todo el agua recogida vierte a un sumidero conocido como Sima del Republicano. Todo el agua allí vertida aflora a 18 kilómetros de distancia, en un lugar conocido como "Charco del Moro" en el cauce del río Guadiaro, después de haber superado un desnivel de 600 metros.
Los entendidos afirman que la sima tiene una longitud de unos 1.100 metros, siendo necesario material de espeología para poder adentrarse en ella, desde fuera pueden apreciarse diversos útiles dejados allí por los aficionados a dicha actividad, cadenas pasantes, argollas, etc...
Con las fotos de rigor en la mochila volvemos sobre nuestros pasos y nos dirigimos al collado del Puerto del Correo también conocido por "Tiro de la Barra", paso natural entre el Llano del Republicano y el de Líbar.
Una constante subida entre piedras nos llevará paralelos a un muro con una senda bien marcada y algo más llano.
El muro de piedra dará paso a una alambrada.
Diversas afloraciones de piedra nos amenizarán el camino. Un mini torcal pero con todo su encanto.
Un cartel informativo con unos tiempos relativamente acertados.
La constante subida nos obligará a parar de vez en cuándo a tomar aire lo que nos permitirá volver la vista atrás y comprobar como la sierra del Caíllo se aleja lentamente de nosotros.
En cambio la sierra del Palo se presenta más altiva.
Bueno, esta angarilla nos indica que hemos culminado el Puerto del Correo, tras una pequeña bajada podríamos llegar a los Llanos de Líbar pero no es el objetivo del día.
Retomanos el camino de regreso en busca de un lugar fresco para el avituallamiento.
A medio camino nos desviamos un poco para visitar el refugio del puerto del Correo que presenta un estado magnífico gracias al trabajo de algún/os desconocidos que además de pintarlo lo han limpiado completamente. Un pozo en servicio y cuatro pilones tallados en la piedra nos remontan a otros y probablemente más prósperos tiempos para esta zona.
Por el camino hemos podido observar encinas, alcornoques, pinos y la espectacular, en estas fechas de otoño por sus colores rojos, cornicabra. Los aficionados a las aves podrán fotografiar sin mucha dificultad un variado muestrario, entre los que destacan: buitres leonados, águilas perdiceras y culebreras, halcones peregrinos y otras menores como el cernícalo común o el roquero solitario.
De regreso al coche y ya saliendo de Villaluenga hacemos un alto en el camino para asomarnos al Mirador del Cintillo.
Si el Cintillo se veía espectacular desde Benaocaz, desde aquí no lo es menos.
Si miramos a la izquierda podemos ver la Sierra de Ubrique, más al frente la Sierra de la Silla y el Higuerón.
Con un último vistazo a la Silla, nos despedimos mandando un fuerte abrazo a Julia y Antonio, dónde quieran que estén y con los que pasamos un agradable rato.
En este punto el camino se bifurca, el de la izquierda sube a los depósitos de agua, nos interesa el de la derecha, también bien señalizado.
Las sierras de Líbar y Mojón Alto constituyen el límite entre las provincias de Cádiz y Málaga. Pertenecientes a la Cordillera Bética estas sierras se formaron en el mar por el depósito de sedimentos en capas sucesivas, el movimiento de los continentes hizo que dichos estratos se levantaran, estos estratos inclinados son muy fáciles de apreciar sobretodo en la subida al Puerto del Correo.
La erosión de la caliza confiere a esta sierra un modelado kárstico sin igual. Las abundantes lluvias en unión al anhídrido carbónico del aire disuelven la cal de la roca, lo que provoca por un lado bicarbonato cálcico y por otro, una arcilla roja que con el paso del tiempo van sedimentando en las partes más bajas del valle formando extensos llanos también conocidos como "dolinas"
Esta cancela nos da acceso a Llano del Republicano.
El Llano del Republicano es uno de los poljés más grandes de la sierra de Grazalema. Un sistema cerrado dónde toda el agua de lluvia desagüa por un sumidero "la Sima del Republicano", lo discurren varios arroyos, en estas fechas aún secos, entre los que destaca el arroyo de Los Álamos, Los Pajares y el de las Merinas.
Cancha Bermeja, que quedará a nuestra izquierda, es una zona de torcal. El torcal se produce por la erosión de estratos que han mantenido su forma horizontal provocando caprichosas y espectaculares formas.
En primer lugar nos dirigimos a la Sima del Republicano, justo al pasar el arroyo de Los Pajares nos tenemos que desviar a la izquierda. El sendero también nos llevará casi paralelos al arroyo del Charco del Burro y de Los Álamos.
Como decía anteriormente, el Llano es un sistema rodeado de montes dónde todo el agua recogida vierte a un sumidero conocido como Sima del Republicano. Todo el agua allí vertida aflora a 18 kilómetros de distancia, en un lugar conocido como "Charco del Moro" en el cauce del río Guadiaro, después de haber superado un desnivel de 600 metros.
Los entendidos afirman que la sima tiene una longitud de unos 1.100 metros, siendo necesario material de espeología para poder adentrarse en ella, desde fuera pueden apreciarse diversos útiles dejados allí por los aficionados a dicha actividad, cadenas pasantes, argollas, etc...
Con las fotos de rigor en la mochila volvemos sobre nuestros pasos y nos dirigimos al collado del Puerto del Correo también conocido por "Tiro de la Barra", paso natural entre el Llano del Republicano y el de Líbar.
En el primer tramo hay que tener cuidado con los resbalones, la piedra totalmente pulida y la humedad son enemigos del senderista. Sin tiempo al primer respiro ya empezamos a disfrutar de "vista larga".
Una constante subida entre piedras nos llevará paralelos a un muro con una senda bien marcada y algo más llano.
El muro de piedra dará paso a una alambrada.
Diversas afloraciones de piedra nos amenizarán el camino. Un mini torcal pero con todo su encanto.
Un cartel informativo con unos tiempos relativamente acertados.
La constante subida nos obligará a parar de vez en cuándo a tomar aire lo que nos permitirá volver la vista atrás y comprobar como la sierra del Caíllo se aleja lentamente de nosotros.
En cambio la sierra del Palo se presenta más altiva.
Bueno, esta angarilla nos indica que hemos culminado el Puerto del Correo, tras una pequeña bajada podríamos llegar a los Llanos de Líbar pero no es el objetivo del día.
Retomanos el camino de regreso en busca de un lugar fresco para el avituallamiento.
A medio camino nos desviamos un poco para visitar el refugio del puerto del Correo que presenta un estado magnífico gracias al trabajo de algún/os desconocidos que además de pintarlo lo han limpiado completamente. Un pozo en servicio y cuatro pilones tallados en la piedra nos remontan a otros y probablemente más prósperos tiempos para esta zona.
Por el camino hemos podido observar encinas, alcornoques, pinos y la espectacular, en estas fechas de otoño por sus colores rojos, cornicabra. Los aficionados a las aves podrán fotografiar sin mucha dificultad un variado muestrario, entre los que destacan: buitres leonados, águilas perdiceras y culebreras, halcones peregrinos y otras menores como el cernícalo común o el roquero solitario.
De regreso al coche y ya saliendo de Villaluenga hacemos un alto en el camino para asomarnos al Mirador del Cintillo.
Si miramos a la izquierda podemos ver la Sierra de Ubrique, más al frente la Sierra de la Silla y el Higuerón.
Justo al frente la Sierra del Albarracín y ya a la derecha Sierra Alta y fuera de la imagen la del Caíllo.
Con un último vistazo a la Silla, nos despedimos mandando un fuerte abrazo a Julia y Antonio, dónde quieran que estén y con los que pasamos un agradable rato.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
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