Santa Lucía es una pedanía de Vejer de la Frontera situada a unos 3 kms. de la misma y que actualmente cuenta con 193 habitantes. En ella se ubica un entramado de molinos que aprovechaban el agua procedente del Manantial de la Muela para la molienda del trigo. Construidos allá por el siglo XV actualmente se conservan cinco molinos que con una ingeniosa disposición escalonada y a través de atarjeas canalizaban el agua de un molino a otro, siendo aprovechado el mismo caudal por todos los molinos. Hoy visitaremos dichos molinos en una ruta circular fácil de 6,3 kms. en la que tardaremos parando mucho sobre tres horas, pero para variar un poco del "resto de la humanidad andarina", el regreso lo haremos por la Colada de Saladilla a Patria.
La salida comienza en la A-393 a la altura del polígono industrial Cañada Ancha. Dejamos el coche en: 36º16.054'N y 5º57.861'W.
Distancia: 6,3 kms.
Tiempo: 2 horas 10 minutos.
Distancia: 6,3 kms.
Tiempo: 2 horas 10 minutos.
Parece que a algún propietario de la zona no les agrada los visitantes, ya que lo primero que encontramos es el cartel destrozado que indica el inicio del sendero.
El inicio del sendero es poco alentador, un triste camino desprotegido y vallado lateralmente no nos dan ninguna señal del auténtico vergel que encontraremos más adelante.
A través de un cañaveral nos aproximanos al "núcleo urbano".
Un cartel indicativo nos cuenta algo de la barriada de Santa Lucía.
La cañada desemboca casi enfrente de la que fuese casa de los Duques de Medina Sidonia.
Un escudo de armas nos recuerda unos tiempos de campesinos, caballeros y bellas damas raptadas.
Es salir de la vereda y ya oímos ese sonido celestial del agua, un pequeño canalizo paralelo a la carretera sirve de lecho a una alegre correntía de agua que procede de los molinos.
Este es el sendero oficial que una vez finalizado el tramo de los molinos nos indicará girar a la derecha para continuar por la Colada de la Verde Cabra, nosotros para llevar la contraria nos iremos a la izquierda y haremos el cabra por la Colada de la Saladilla a Patria.
Enseguida nos encontramos con el primer molino, se trata del de Santa Lucía. El agua está desviada de su curso a través del molino lo que provoca una bella y fresca cascada.
Continuamos el paseo y a poca distancia nos encontramos con el Acueducto de Santa Lucía. Los estudiosos del tema dicen que fue construido para suministrar agua a la ciudad de Vejer aunque viendo la altura en la que se encuentra Vejer y que el sistema de canalización funcionaba por gravedad, parece difícil que consiguiesen vencer tanto desnivel, salvo que la ciudad antigua estuviese en cotas más bajas.
Esto sí que es bonito y no el camino triste. Una valla de madera nos indica el camino que debemos seguir.
Se nota que el agua es vida.
Otra indicación, nos indica que nos encontramos en el Molino de Batán.
Nos subimos a su atarjea que nos sirve de improvisado mirador.
A continuación llega el Molino de Miraflores.
El final de su atarjea a mayor altura que el anterior se encuentra protegida para evitar que los curiosos como yo se aproximen demasiado.
Nos iremos por la vereda que sube a esa loma. Por aquí debe vivir el enemigo de los senderistas, carteles de prohibido el paso y algún que otro perro peligroso suelto lo indican.
Señalar que habiendo intentado presentar una denuncia a la Junta de Andalucía de la circunstancia, se lavaron las manos diligentemente y después de ir rebotando de consejería en consejería desistí del tema.
Un tercer indicio nos confirma nuestras sospechas, la Colada de la Saladilla ha sido utilizada para depositar rastrojos y restos de poda y troncos secos de manera que se dificulta el paso andando y se imposibilita el tráfico con bicicletas.
Una vez solventado el paso sólo nos queda seguir por la colada.
Que tiene su salida junto a esos locales.
Este tramo debemos hacerlo por el arcén de la carretera hasta llegar a dónde dejamos el coche.
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