martes, 9 de julio de 2019

PINAR DE LA ALGAIDA-LAGUNA DE TARELO (SANLÚCAR) (06JUL2019)

El Pinar de la Algaida forma parte del conocido como Parque Natural del Entorno de Doñana. Su nombre parece que procede del árabe "Al Gaida", que significa El Bosque. Está situado en el margen izquierdo del río Guadalquivir, siendo la zona verde más importante de Sanlúcar de Barrameda.

Allí podremos ver diferentes especies vegetales, tales como el piño piñonero y el típico matorral bajo de nuestras tierras, constituidos principalmente por jaras, lentiscos, brezos y juníperos tanto phoenicea como oxycedrus.

Justo al lado del aparcamiento donde dejaremos el coche, se encuentra la Laguna de Tarelo, que nosotros dejaremos para el final del recorrido. Esta laguna es un humedal de gran importancia y lugar de anidamiento de numerosas aves, entre las que destacan las cigüeñas negras, grullas, flamencos, calamones o fochas, y dominando las zonas de pinos, algunas variedades de águilas, buitres y una gran colonia de milanos.

Dejamos el coche en: 36º50.792'N - 6º18.916'W.
Distancia: 11,87 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 35 minutos.
Dificultad: Fácil.
 
El coche se queda en un gran aparcamiento existente justo en la entrada del pinar y dónde se ubica el Área Recreativa La Algaida.

La principal característica del pinar a día de hoy, es su gran diversidad y muestra la constante interrelación entre las actividades humanas y el paisaje existente.

La Algaida fue una antigua isla en medio del llamado Lacus Ligustinus, con caños del río que la bordeaban. Esos caños se han colmatado en época relativamente reciente y pueden haber estado en el dominio marítimo hasta hace 150 o 200 años. Hoy día lo que podemos ver es un pinar de repoblación y varias obras productos del ser humano, como pueden ser su pista central que nos llevará directamente a la Ermita de La Algaida y su carril bici que discurre casi paralelo al anterior.
Esta carril bici será el utilizado por nosotros para hacer este primer tramo que nos llevará hasta la ermita. Cuidado con las bicis, tienen preferencia.

Entre el matorral bajo, encontraremos infinidad de ejemplares de la sabina (aunque con este nombre también son conocidas en otros lugares, otras variedades de juníperos), en nuestro caso se trata del Junípero phoenicea.

En menor cantidad también veremos el protegido Juníperus oxycedrus.


Abundan los jaguarzos (Halimium commutatum).


Es curioso que las únicas plantas que en estas fechas conservan sus flores, son todas de flor amarilla (Thapsia villosa).

La única flor de color diferente que veremos es el rosa de la adelfa (Nerium oleander).

Aunque el suelo es generalmente arenoso, en algunos lugares podremos ver el barro típico de las marismas que nos recuerdan que no hace mucho, esto era zona inundable y probablemente siga siéndolo en épocas de cuantiosas lluvias.

Algunas dunas con pretensiones, son convertidas en cerros, este que vemos es el Cerro de las Arenas, su nombre lo dice todo. La subida al mismo será el mayor reto del día.

En su zona más alta encontramos una torre de vigilancia contraincendios que domina todo el pinar.

Una vez superada la dura prueba 😊😊😊😊😊y desde sus 14 metros sobre el nivel del mar, podemos ver una imagen representativa del biotopo en el que nos encontramos, un pinar de repoblación sobre arenas y sistemas dunares con zonas bajas de abundantes lodos.

El motivo de andar por el carril bici es por simple comodidad, por la pista apenas existen sombras y pueden pasar vehículos a motor, y el carril bici es más sombreado y supuestamente seguro.

De niño lo conocíamos como "rabos de conejo", hablamos de Lagurus ovatus.

El carril bici acaba en una rotonda que comunica con la pista que hemos ido dejando a nuestra izquierda. Estamos entrando en el Área Recreativa La Ermita.

En las inmediaciones encontramos un abrevadero del que dimos buena cuenta a nuestros amigos del proyecto Conoce tus fuentes, y unos caballos que se negaron a separarse del agua y la sombra que ocupaban.



Un gran tablón nos indica los posibles destinos si partimos desde este lugar.

Y justo enfrente, la Ermita de Nuestra Señora del Carmen de La Algaida.

Se trata de una construcción muy sencilla datada en 1971, alberga una imagen de una Virgen con Niño. Esta ermita está cerrada durante todo el año, excepto los días de la celebración de la romería que se celebra en el mes de octubre. Dentro de la misma, además de la Virgen, existen tres cuadros y varias tallas sacras.

Al lateral izquierdo de la ermita existe una escalera que da acceso a la puerta de entrada que nos sirve de improvisado mirador. A nuestro frente la Marisma de Adventus y afinando la vista, parte del Guadalquivir.

El Pinar de la Algaida era en época protohistórica, un conjunto de dunas móviles con algunas pequeñas islas. Y desde antiguo fue punto de referencia en las creencias religiosas de sus moradores. Por restos hallados, se conoce que los fenicios instalaron un santuario en una de las islas. Se habla de la existencia de una congregación de mujeres de vida licenciosa que eran visitadas por los marinos de la zona. Este yacimiento está muy cerca de la Ermita de La Algaida, resultando más que paradójico que en ese lugar se construyese una ermita con una talla de "Virgen con Niño", como queriendo contraponer la naturaleza de la mujer como madre frente a la visión tradicional de la prostitución sagrada que en este pinar se ejercía.

El lugar también fue habitado por otras culturas desde la antigüedad, y muestra de ello son los numerosos restos arqueológicos encontrados entre sus dunas, tales como "El Tesorillo" un recinto sagrado prerromano dedicado posiblemente a la diosa Astarté o Venus, deidad femenina asociada con el planeta; templo que algunos especialistas sugieren pudiera ser el lugar que Estrabón en su Geografia llamó «luciferi fanum»: Luciferi Fanum, quod vocant lucem dubiam (el Templo del Lucero al que llaman Luz Dudosa). También en las cercanías existen otros yacimientos de origen romano como "El Pozo de los Caveros" y "La Factoría", un pequeño astillero para la reparación de barcos y un embarcadero.

Dejamos la ermita y rápidamente nos incorporamos al camino conocido como Cañada de Bonanza al Pozo de la Viuda. Por esta zona los signos de ser zona inundable son muy evidentes.

Esta cañada es muy utilizada por las carretas y caballistas que participan tanto en la romería de la Virgen de La Algaida, como en la del Rocío.

En algunas zonas se evidencia el año seco que llevamos.

Pero en otras, el verde es espectacular, sin dudas, en el subsuelo el nivel freático está cerca.

La Cañada de Bonanza está perdida en algunos tramos pero nosotros intentamos seguirla a toda costa.

Hemos llegado a un cruce de caminos y a lo lejos un gigantesco árbol llama nuestra atención, así que giramos hacia la derecha y llegamos a una zona bastante más agreste y cerrada.

 En un oscuro y oculto rincón encontramos lo que parece un pozo.

Se trata del Pozo de la Viuda. La cubierta del pozo tiene forma ojival de metro y medio de diámetro por tres de alto, aproximadamente. Realizado en piedra cubierta de mampostería. Es un pozo de antiguo arraigo popular. Ya en el año 1847 Luis de Igartuburu en su Manual de la provincia de Cádiz, y hablando sobre las fuentes y los pozos de Sanlúcar de Barrameda, escribe: "A Sanlúcar, hasta mediados del siglo XIX, no venían los forasteros buscando su mar ni la delicia de su clima veraniego; venían buscando sus aguas medicinales, de las que, según juicio e incluso de especialistas, “se obtenían remedios para todos los males". Y entre las fuentes que cita, habla del Pozo de la Viuda (Algaida), y las cualidades de sus aguas para tratar afecciones cutáneas.

La trasera del pozo dispone de una pequeña canalización, hoy día tapada, por la que se evacuaba el agua sobrante a un cauce que conecta con una de las lagunas existentes por la zona.

En sus inmediaciones existe un aljibe pero de más reciente construcción.


Ensismismados por el fantástico pozo casi no nos damos cuenta de un gran y peculiar ejemplar de pino, que semicaido ha encontrado la forma de sobrevivir.

Y aunque sea poco original, no me resisto a subirme a él.

Y por fin llegamos al árbol que vimos de lejos. Se trata de un grandísimo ejemplar de eucalipto, que está catalogado como Árbol Singular de Andalucía. En su tronco podemos apreciar una serie de grandes grapas que ejercían la función de escalera cuándo, a falta de un lugar más adecuado, los vigilantes subían a él para la vigilancia de posibles incendios.

Sin dudas, el Eucalipto del Pinar de la Algaida, es el mayor que hemos visto nunca, con una altura de más de 42 metros y a ras de suelo, el diámetro de su tronco debe alcanzar los cuatro metros, realmente impresiona.

Mirando hacia arriba podemos ver la evolución de la escala que permitía subir al menos hasta los veinte metros de altura.

Su copa tiene una proyección de casi seiscientos metros. ¡Bestial!

En las cercanías del eucalipto existe una charca con carrizos (Phragmites australis), zarzas (Rubus ulmifolius) y tajares (Tamarix africana). Por la zona también vemos numeros lentiscos (Pistacia lentiscus), aladiernos (Rhamnus alaternus), álamos blancos (Populus alba), higueras (Ficus carica) y alguna que otra morera (Morus sp). La espesa vegetación impide una toma mejor. WP POZA1.

Tras intentar seguir en busca de la Cañada de Bonanza, nos vemos obligados a retornar sobre nuestros pasos para continuar y esto nos permite ver una nueva poza pero esta vez más grande y abierta, nos acercarnos hasta la orilla, incomodando a un sinfín de ranas que toman el sol plácidamente. WP POZA2.

En las cercanías del Puntal de Henares nos encontramos esta ¿fuente? en la que nos refrescamos del intenso calor que estamos sufriendo, aunque el agua es potable preferimos beber de la nuestra. WP FUENTE.

A partir de aquí nos incorporamos definitivamente a la Cañada de Bonanza al Pozo de la Viuda. En algunos tramos la excesiva arena suelta nos hace caminar entre los pinos que tiene el firme más duro.

Como último hito del día llegamos a la Laguna de Tarelo dónde existe un observatorio de aves.

Dependiendo de la época del año y de los niveles de inundación, pueden observarse una gran variedad de aves como zampullines, somormujos, fochas común, garceta común y varias especies de anátidas como el ánade real, cuchara común o la malvasía.


Se trata de una laguna artificial nacida en la década de los 80 del siglo pasado (¡jó, que antiguo suena y fue el otro día!) y que surgió de una extracción continuada de áridos que llegó al nivel freático provocando la salida de agua y la correspondiente inundación de toda la zona de extracción.

Está incluida en la lista de espacios RAMSAR (Convención para la protección de humedales de importancia internacional), como uno de los humedales del Parque Nacional de Doñana. En la actualidad España dispone de 75 "sitios RAMSAR".

Esta laguna es rica en avifauna abundando especies como el calamón, la focha, la avoceta o la malvasía, también goza de numerosos anfíbios y reptiles y en menor medida algunos mamíferos como la rata de agua. La vegetación es muy escasa y de tipo palustre. 
De aquí al coche nos quedan unos doscientos metros, así que damos por finalizado el sendero.

 Podéis descargaros el track, clicando en la siguiente imagen:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pinar-de-la-algaida-laguna-de-tarelo-sanlucar-de-barrameda-06jul2019-38410286
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

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