viernes, 13 de mayo de 2022

ALCAZABA DE REINA (BADAJOZ) (4 MAY 2022)

La alcazaba de Reina es una fortaleza de origen árabe, declarada Bien de Interés Cultural, que sirvió como punto estratégico defensivo durante la conquista musulmana. La alcazaba de Reina está situada a unos 825 metros de altura, sobre un cerro cercano a la ciudad de Reina.
 
Constituye el punto de interés más representativo de la ciudad, y fue declarado Monumento Histórico-Artístico el 3 de junio de 1931.
 
Dejamos el coche en: 38º11.341'N - 5°57.346'W
Distancia: 1,04 kilómetros.
Tiempo: 44 minutos.
Dificultad: Fácil.
 
Existe una carretera que nos lleva hasta justo la entrada del recinto, así que hasta dentro con el coche.
 
Si bien el origen de la Alcazaba de Reina está por determinar, conserva una cerca que data de la época almohade (siglo XII).
 
Tras la conquista de la Península Ibérica por los musulmanes, la población se trasladó a la sierra de Reina, donde construyó una fortificación, conformada por un pequeño barrio militar con viviendas y servicios, que tuvo una gran importancia estratégica, ya que servía de residencia y, a su vez, de protección, tanto a las rutas de salida del valle del Guadalquivir como a los cruces de las antiguas calzadas.
 
En el año 1246, el rey de Castilla, Fernando III, cedió la villa, con su alcazaba, a la Orden de Santiago, para proteger a los peregrinos de la invasión árabe.

Desde allí podemos ver una bonita imagen del alargado pueblo de Reina, localidad a la que pertenece el recinto. Reina se encuentra enclavado en las últimas estribaciones de Sierra Morena, en el sur de la provincia de Badajoz. Tuvo su origen en la antigua ciudad romana de Regina Turdulorum, en el cruce de las dos calzadas que unían Córdoba con Mérida. Se supone que su fundación es cesariana o augustea, recibiendo organización política romana en tiempos de Vespasiano. En aquella época fue una población populosa, de casi 4000 habitantes, que disponían de agua potable que llegaba a través de un acueducto. Sus calles eran amplias y porticadas, con alcantarillado subterráneo que desembocaba en los arroyos de San Blas y San Pedro. Hoy día cuenta con 150 habitantes.

Posteriormente, se realizaron diversas restauraciones de la alcazaba, entre las que destacan las llevadas a cabo por el maestre de la Orden de Santiago, don Alonso Cárdenas, durante el siglo XV, y otras durante el siglo XVI (1515 y 1575), acondicionando el aljibe y las estancias residenciales.

Se piensa que en los siglos XVII y XVIII (1604-1738) se produjo el abandono de la alcazaba, lo que conllevó el deterioro paulatino de la fortificación.

La alcazaba fue construida con adobe y hormigón de barro y cal, y sillares graníticos provenientes de la antigua ciudad romana.

Está constituida por 14 torres albarranas de planta cuadrangular, entre las que destaca la del homenaje, unidas mediante lienzos de fabricación árabe. Éstas ejercían la función defensiva del recinto interior, del que se conservan escasas estructuras, tales como varios aljibes y la antigua iglesia consagrada a la patrona de la localidad; Nuestra Señora de las Nieves.
 
 
 Estamos en la Casa de la Encomienda, vestigio del dominio cristiano.

En época árabe esta era la entrada al recinto, mientras que en época santiaguista, la puerta que vemos en la fotografía anterior se utilizó para entrada exclusiva en la casa.

Se conservan varios aljibes, similares algunos de ellos a los de Cáceres y Medellín. La cerca que se conserva es de la época almohade (siglo XII), con diversas restauraciones posteriores.

Durante la subida podemos admirar la llanura de la Campiña y la multitud de pueblos que en ella se encuentran: Casas de Reina, Llerena, Berlanga, Ahillones o Azuaga. 
 
Sin duda, la alcazaba es el elemento que más destaca en este espacio de la Campiña. De origen árabe, reaprovecha elementos constructivos anteriores, que muestran la antigüedad de la ocupación del llamado cerro del Castillo.
 
Cuenta con 15 torres rectangulares unidas entre sí por murallas de tapial de 2 metros de espesor.  El  flanco norte y oeste están protegidas por sendas torres albarranas, una de ellas, de posible factura octogonal sobre base cuadrada.

 De entre sus torres destaca la del Homenaje.


Dentro de la fortaleza se encuentra la ermita de la patrona de Reina, Nuestra Señora de las Nieves.

Es una construcción de finales del siglo XV, aunque sus orígenes pueden ser anteriores. Si nos fijamos en las columnas y capiteles situados en el atrio y en los que se encuentran en el coro de la iglesia, observamos su pertenencia a la época visigoda.

El edificio es de una sola nave, con bóveda de cañón apuntado. La cabecera, separada por un arco toral, se cubre con una bóveda de crucería. En el altar mayor se encuentra la nueva imagen de la Virgen de las Nieves, ya que la anterior fue destruida por el incendio originado por un rayo que quemó el retablo y sus imágenes. A los pies de la iglesia se sitúa un pequeño campanario, que se eleva sobre el tejado de la propia ermita.
 
Las paredes del edificio debieron estar pintadas, según lo atestiguan los pocos restos que quedan. En la última restauración llevada a cabo en los años 2008 y 2009, aparecieron en el atrio unas singulares pinturas que muestran varios barcos, algunos personajes y vegetación de difícil interpretación.
 
En sus cercanías se ubica un "mapa estelar" que se activa por la noche.
 
Adosado al edificio principal, al lado de la epístola, se encuentra la sacristía, cubierta por una bóveda casi plana, dividida en cuatro casetones. En el lado del evangelio está adosada la casa del ermitaño, con arcos apuntados de ladrillo en su interior, de construcción similar a la ventana tapiada todavía visible al exterior

A su derecha vemos uno de los aljibes de la fortaleza, construido con ladrillos y argamasa, tenían por finalidad recoger el agua de lluvia que abastecía a la población.

Sin duda, esta alcabaza fue un lugar estratégico desde tiempos romanos, ya que dominaba las rutas que bajaban hasta el valle del Guadalquivir, además de controlar el cruce de antiguas calzadas como la romana que unía Corduba con Emérita Augusta, ya que a muy poca distancia se encuentra la ciudad romana de Regina. Sin duda tuvo gran importancia para la conquista árabe de la península.

Desde la carretera podemos apreciar la imponente imagen de esta fortaleza que acabamos de visitar y que no nos resistimos a darle un último vistazo.


 Clicando en la imagen podréis descargaros el track.
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
 

jueves, 12 de mayo de 2022

PASEO POR MONESTERIO (BADAJOZ) (3 MAY 2022)

Nos fuimos a Monesterio a disfrutar de su afamado jamón y ya que estábamos allí hicimos un pequeño paseo por la ciudad, incluyendo por supuesto, una visita al Museo del Jamón, oficialmente conocido como Museo del Cerdo Ibérico y de la Dehesa.
 
Monesterio está situado en la Sierra de Tentudía, enclavándose en las estribaciones de Sierra Morena, a una altitud de entre 740 y 770 msnm., y establece la división entre Extremadura y Andalucía, dominando el Puerto de las Marismas a 760 msnm., puerta de entrada desde Sevilla y paso natural de la Vía de la Plata. Pertenece a la comarca de Tentudía y al partido judicial de Zafra.

En este punto es donde culminan las llamadas Cuestas de Culebrín, donde se cobró derecho de portazgo hasta mediados del siglo XIX. Durante varios siglos fue una Encomienda de la Orden de Santiago.

Constituye el municipio más meridional de Extremadura.

Dejamos el coche en: 38°4.974'N - 6°16.020'W (Paseo de Extremadura núm. 314)
Distancia: 2,86 kilómetros.
Tiempo: 1 hora 2 minutos.
Dificultad: Fácil. 
 
El coche lo dejamos en el Paseo de Extremadura núm. 314, justo a las puertas del Museo del Jamón aunque su visita la dejaremos para el final. 

 
Paseo por el que iniciamos nuestro paseo. 👼👼👼
 
Estamos en mayo y como suele tradicional de numerosos municipios españoles las calles se adornan con las conocidas como Cruces de Mayo una antigua tradición religiosa en la que se elaboran cruces con flores y se levantan en las plazas, pasajes y recintos abiertos. A veces también se decoran con mantones de manila, colchas multicolores y elementos populares. En la confluencia de la calle Zurbarán y Sevilla encontramos un ejemplo de este exorno.
 
En la conocida como Plaza del Pueblo se ubica la Iglesia de San Pedro Apóstol

La construcción primitiva de la Iglesia de San Pedro Apostol de Monesterio data del siglo XV. La Guerra de la Independencia, las guerras carlistas y la Guerra Civil causaron estragos externa e internamente en el edificio, hasta que finalmente, en la década de 1940, fue reconstruida y redecorada, presentando desde entonces su aspecto actual.
 
Se trata de una iglesia fortificada, De estilo originariamente mudéjar, la mayor parte de su fábrica es de ladrillo sin enlucir. La sencilla fachada frontal del edificio presenta un incipiente estilo renacentista, mientras que el tambor de cinco lados de la cabecera está rematado por almenas.

 Su altar mayor destaca por su impresionante bóveda de crucería de tradición gótica.

El retablo del altar mayor actual sustituyó al original, fue instalado a mediados del siglo XIX y procede de un convento desamortizado de Llerena, es de estilo manierista y fue elaborado en 1639 por el maestro ensamblador de Sevilla, Jerónimo Velázquez, colaborador de Zurbarán en algunas de sus obras.

Tras la destrucción de la parroquia en 1936, la devoción popular devolvió interesantes representaciones que son las que hoy forman los pasos de Semana Santa, que tanta importancia han adquirido en los últimos años.

En la década de 1940, en el proceso de rehabilitación de la misma, el pintor Eduardo Acosta Palop decoró las pechinas y la cúpula del Sagrario –los cuatro evangelistas sostienen las escenas del Triunfo de la Eucaristía-; además por encargo de Felipe Sayago Mejías, realizó los azulejos que se pueden admirar en la capilla del Crucificado. Esta cúpula cuenta con un lucernario, en otras construcciones dicha abertura es conocida como "oculo".

Con una última visual nos alejamos de esta bonita iglesia.

A través de las calles Doctor Alarcón, Primero de Mayo y Eduardo Naranjo, vamos en busca del Pilar del Llano.
 
Dicho pilar es una antigua fuente que además de abrevadero para el ganado también era unos de los puntos de suministro de agua potable para los vecinos cuando aún no había red de abastecimiento, así si miramos con atención se puede observar el desgaste producido en la piedra al poner los cántaros con los que se recogía el agua, de piedra granítica y modificado algunos de sus elementos hace unos años; fue escenario de bastantes ediciones del famoso rodeo de la feria ganadera de Monesterio, que se celebraba a finales de septiembre. 
 
A escasos metros del pilar encontramos la Cruz del Llano, de fabricación moderna tiene como singularidad, al igual que las otras cruces existentes en la ciudad, que guardan escrupulosamente la orientación con los puntos cardinales.
 
 A través de la avenida Ramón y Cajal llegamos a la Ermita de la Virgen de Tentudía. En su origen fue un almacén de una fábrica electro harinera construída en 1906, aunque en 1999 terminó una importante remodelación.

El edificio actual es una mezcla de estilos, en el interior una balaustrada de mampostería recorre los laterales del templo. El presbiterio cuenta con una cúpula semiesférica, su camarín acoge la imagen, también podremos ver una recreación pictórica de la aparición a las huestes cristianas de la Virgen María en la sierra de Tentudía, obra del pintor local Pérez-Carrasco Megía en 1992.

En la plaza de la ermita podemos ver unos bonitos jazmines repletos de flores y una fuente.


Tras callejear un poco llegamos al Museo del Jamón. El Museo del Jamón de Monesterio es un centro dedicado al producto más emblemático de la localidad y de Extremadura, el jamón ibérico. Durante la visita nos adentraremos en la dehesa, conoceremos las características del cerdo ibérico, las costumbres asociadas a la matanza y las virtudes que distinguen a tan afamado producto.
 
El recorrido comienza en la planta alta, dividida en cuatro salas. La primera, Un paraje único, recrea la Dehesa extremeña donde se cría el cerdo ibérico, después continuaremos por el espacio de Tradición y modernidad donde conoceremos todo sobre la matanza y las diferencias entre la matanza tradicional e industrial.
 
A continuación descubrimos El manjar del cerdo ibérico, el jamón dedicada a este producto y finaliza en el ámbito Vive la experiencia, donde disfrutaremos con un vídeo que nos muestra la dehesa donde vive el cerdo ibérico. A lo largo de la planta veremos paneles que nos cuentan la historia de la localidad ligada a la historia del jamón.
 
En la planta baja del Museo del Jamón Ibérico, conoceremos la sala Ofreciendo Calidad, un espacio dedicado a las empresas locales del jamón, también podremos disfrutar del Aula didáctica en la que encontraremos juegos y actividades. El museo cuenta con una Biblioteca y la Sala Polivalente, donde se celebran talleres, conferencias, exposiciones temporales y toda clase de eventos relacionados con el mundo del jamón, finalizaremos la visita al llegar a la recepción.
 
Destaca un simpático y colorido cerdito, obra conocida como "El cerdo universal", del artista Eduardo Naranjo. El artista imagina en ella, todos los pueblos, tiempo y culturas y todas sus visiones del mundo.

Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:

Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.