El conocido como Parque de Las Cañadas es un conjunto de vías pecuarias y
antiguos caminos que forman una tortuosa red que se extiende
desde Puerto Real hasta Medina Sidonia, recorre diferentes paisajes
como son las zonas de pinos, lentiscos y acebuches, zonas de cultivo y
otras zonas parcialmente antropizadas. En total son 112 kilómetros de
cañadas de libre y cómodo paso y alcance de cualquier persona.
Saliendo desde el parque del Almendral en la ruta de hoy caminaremos por el camino de los Valencianos, la cañada real del Camino Ancho y cañada real del Camino Viejo de Paterna volviendo al punto de partida a través de la Pinaleta de Derqui.
Dejamos el coche en: 36°32.071'N - 6°10.474'W
Distancia: 17,22 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 48 minutos.
Dificultad: Fácil.
La finca del Almendral es una pequeña extención de terreno que en su momento estuvo plantada de almendros, la mayoría de ellos muertos hoy día, y esconde un gran tesoro botánico imprescindible de disfrutar en primavera y cuya diversidad merecería una entrada exclusiva en el blog.
Aquí podemos encontrar una variada gama de orquídeas silvestres, tales como Ophrys fusca, tenthredinifera, apifera, speculum, cónica, apifera, collina, o scolopax o scolopax picta, entre otras. Tengo contalibilizadas 14 especies aunque seguro hay alguna más.
Y cientos de plantas silvestres de flor.
Por si fuera poco, en esta finca también existe un yacimiento arqueológico con dos épocas definidas, la primera se correspondiente al periodo romano y la existencia de un alfar relacionado con un complejo alfarero de entre los siglos I a.C. al siglo II d.C, dentro del periodo Altoimperial, y la segunda relativa una explotación alfarera iniciada en el siglo XVII y una instalación agrícola del siglo XVIII que además de esta noria que vemos, poseía un molino para aceite y un acueducto para distribución de agua.
Y cientos de plantas silvestres de flor.
Por si fuera poco, en esta finca también existe un yacimiento arqueológico con dos épocas definidas, la primera se correspondiente al periodo romano y la existencia de un alfar relacionado con un complejo alfarero de entre los siglos I a.C. al siglo II d.C, dentro del periodo Altoimperial, y la segunda relativa una explotación alfarera iniciada en el siglo XVII y una instalación agrícola del siglo XVIII que además de esta noria que vemos, poseía un molino para aceite y un acueducto para distribución de agua.
Se trata de la Noria de Autrán, en memoria de Ciprián Aután, propietario de la finca y que a la postre compartía sus trabajos de constructor naval, Director del Arsenal de La Carraca y empresario agrícola. La noria tiene un pozo principal de más de trece metros de diámetro y una profundidad de cinco metros, su pared está reforzada con catorce contrafuertes.
Visitada la noria continuamos en busca del camino del Almendral, para eso tenemos que cruzar la autovía por un paso elevado.
No me gusta el asfalto pero reconozco que este tipo de perspectivas de carreteras que se alejan, me resultan atractivas.
Tras cruzar la autovía nos dirigimos hacia el lugar donde estaba el vértice geodésico del cerro de Ceuta, sobre una basada de una caja de hormigón que protege una bomba de agua. Por esta zona y en la época adecuada podremos ver la escasisima y protegidísima Orchis conica (foto de archivo), otra maravilla de la naturaleza y con una única colonia por toda la zona.
Desde la parte alta tenemos buenas vistas del entorno, destacan la Noria de Autrán al centro de la imagen y por encima Cádiz, las grúas pórtico de los Astilleros y el Puente de La Constitución.
Y más a nuestra derecha, la Hacienda San José (visitada en abril de 2016), del año 1904 y hoy día abandonada y vandalizada. Un cortijo que disponía de dependencias agrícolas, granero, cuadras, salones y torreón, destacaba una capilla de rasgos neogóticos y bóveda apuntada.
Tras recorrer el camino del Almendral y cruzar la carretera A-408, llegamos al camino del Olivar.
Pasamos por la puerta del centro de día Asprodeme, la Asociación Protectora de Personas con Discapacidad Intelectual, ubicado en el camino de Los Valencianos.
Pasamos por la puerta del centro de día Asprodeme, la Asociación Protectora de Personas con Discapacidad Intelectual, ubicado en el camino de Los Valencianos.
Y tras cruzar un paso elevado sobre la autopista AP-4, nos incorporamos al Cordel del Portal al Descansadero de Genaro.
Este barrizal que vemos que pasa bajo el puente es el Cordel Tercero de Servidumbre, si quisiéramos acortar la ruta, este sería el lugar ideal para conectar con la Vereda del Camino Viejo de Paterna, algo que nosotros haremos dentro de un rato aunque sin acortar nada.
Tras un giro a la derecha y cruzar un nuevo paso elevado sobre la AP-4, conectamos con la Cañada Real del Camino Ancho, en un tramo ya conocido.
Esta cañada real es la más importante de todo el Parque de Las Cañadas, tiene una longitud de casi once kilómetros y respeta el ancho legal de 75 metros.
A la llegada a este cruce giramos a la derecha y conectamos con la Vereda del Camino Viejo de Paterna. Muy cerca de aquí hay un geocaché que es debidamente registrado por Nim, los aficionados al tema sabrán de qué hablo.
Ya sólo nos queda seguir rectos todo este camino hasta conectar con la zona de Los Barreros. Este es el lugar exacto por donde apareceríamos si hubiésemos acortado el camino, estamos en la intersección con el Cordel Tercero de Servidumbre.
Tras cruzar la carretera accedemos a la Cañada Real del Camino de Paterna. Desde este punto y a nuestra izquierda tiene su continuación dicha cañada real. Ese tramo está ocupado parcialmente por la A-408, carretera que acabamos de atravesar.
Rápidamente llegamos a la Laguna de Arriaga, vulgarmente conocida como Los Barreros. Esta laguna es una secuela de la actividad humana, aquí existieron unas canteras de extracción de arcillas explotadas hasta mediados
del siglo XX. Estos "barreros" probablemente hayan sido un lugar
tradicional de aprovisionamiento de barro para las alfarerías de la zona
ya desde la antigüedad.
La continuada extracción de arcilla del barrero llegó hasta el punto del nivel freático, lo que provocó la formación natural de una laguna. Con toda seguridad, el complejo alfarero de época romana fechado entre el siglo I a.C y siglo II d.C. hallado en las cercanías, se nutrió de las arcillas extraídas de este lugar, aunque la producción principal de los hornos fue la producción de ánforas, también hay constancia de que se fabricaron ladrillos, tégulas y cerámicas.
Una curiosidad que nadie sabe pero yo lo cuento, es que en las inclinadas paredes de esta laguna podemos encontrar la única colonia de una orquídea silvestre de toda la localidad, tan pequeña como maravillosa, se trata de Ophrys bombyliflora. Ya os dije al principio que esta zona es un auténtico paraiso en relación a las orquídeas silvestres, no conozco ningún lugar de España que en tan poco terreno, exista tantas especies diferentes.
A nuestra izquierda y en la zona de La Aguada encontramos dos lagunas más, esta primera es la más grande.
En ella vimos una pareja de confiados patos domésticos de la variedad conocida como "pato criollo" (Cairina moschata) que problablemente se hayan escapado de alguna de las fincas y que retozan tranquilos sobre un cómodo colchón.
Llegamos a la altura de la carretera del Puente de Casines que no dispone de arcén, afortunadamente por la zona exterior de la valla existe un pequeño camino que nos evitará pisar el asfalto y el peligro que en este caso conlleva. Este tramo del Camino Viejo de Paterna también forma parte de la Vía Augusta y del Corredor Verde Dos Bahías.
Rápidamente llegamos a la Pinaleta de Derqui. Esta pinaleta es un auténtico pulmón verde para
Puerto Real, aquí podemos encontrar una maravillosa masa de pino piñonero,
mezclado con pino carrasco. También abundan las coscojas, lentiscos y majuelos. Podremos observar algunos algarrobos bicentenarios. Algo adentrados en el pinar pasaremos por una zona donde innumerables restos de cerámica nos dejan la evidencia de la importancia de esta zona en la manufacturación de arcilla desde la antigüedad.
La pinaleta y tras pasar una zona colonizada por retamas y oxalis, nos da paso al parque del Almendral, poniendo fin a esta entretenida ruta.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde el humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
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