Sendero que saliendo desde la Venta la Jarandilla (de triste recuerdo para nosotros ya que una vez nos envenenaron con un guiso de jabalí en mal estado), nos conducirá a la Casa del Lagar a través del sendero del Cañuelo, luego veremos unas tumbras antropomorfas y nos dirigiremos al Embalse de Guadarranque a través de las Lomillas, subiendo posteriormente en busca de la Fuente Vieja, para continuar a través de una de las antiguas calzadas hasta el Castillo de Castellar, visitaremos las Cuevas del Castaño y terminaremos retornando al punto de partida a través de la Calzada Medieval.
Todo el recorrido discurre por la Finca La Boyal o cercanías.
La dehesa “La Boyal” es una finca rústica que
actualmente pertenece al Común de Vecinos de Castellar. Su gestión es
llevada a cabo por el Ayuntamiento conjuntamente con la Junta Rectora,
representada por la Asamblea General de Vecinos.
Tiene una extensión de 526 hectáreas.
Comprenden las parcelas de El Baldío, Las Lomillas, Malabrigo, Cerro de
La Luz, La Moheda y Haza de Los Cahujones.
Esta ruta tiene el aliciente de que si la hacemos en los primeros meses del año podremos ver grandes grupos de la mariposa Monarca, ya que por esta zona viven una de las mayores concentraciones de Europa.
Esta ruta tiene el aliciente de que si la hacemos en los primeros meses del año podremos ver grandes grupos de la mariposa Monarca, ya que por esta zona viven una de las mayores concentraciones de Europa.
Distancia: 12,78 kilómetros.
Tiempo: 6 horas 25 minutos.
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 36º18.674'N - 5º26.971'W
El coche se queda en el aparcamiento de la Venta la Jarandilla, justo a nuestra izquierda tenemos el comienzo del sendero.
La finca Dehesa la Boyal se extiende en los alrededores del Castillo. Son unos terrenos que fueron entregados a sus vasallos por Juan Arias de Saavedra, Señor de la Villa de Castellar, al objeto de atraer más pobladores a la villa, con el tiempo y tras sucesivos cambios de titularidad los terrenos fueron anexionados a La Almoraima y tras un largo periodo de litigios, volvió a manos del Ayuntamiento.
Este primer tramo se desarrolla por un sendero abierto que discurre paralelos al Arroyo de la Arandilla. Justo en su inicio podemos ver los restos de un antiguo puente.
Recién cruzado el arroyo por primera vez, tenemos una bifurcación del camino, nosotros nos dirigiremos por la derecha, y si todo va según lo previsto, apareceremos por dónde indica la flecha naranja. WP BIFURCACIÓN.
El tramo correspondiente al sendero El Cañuelo, comienza justo al cruzar la carretera. OJO con los coches.
Este tramo, totalmente desprovisto de arbolado discurre paralelos a la alambrada que protege la Finca La Boyal.
Vamos en leve pero contínua subida y esto nos permite ver el valle formado por el Arroyo de la Arandilla, por dónde venimos caminando. Como telón de fondo los Cerros del Ermitaño y del Riscoblanco.
Y lo que será el denominador común del sendero, el Castillo de Castellar, el cual veremos desde todos sus ángulos.
La vereda pasa bajo este particular Arco del Triunfo. WP ÁRBOL CAÍDO.
El Arroyo de la Arandilla discurre bastante seco, no obstante con bastante frecuencia oiremos el rumor del agua y encontraremos zonas de encharcamientos, esa piedra del centro nos permitirá vadearlo fácilmente aunque cuidado con los resbalones. WP VADEO. Foto una vez pasado el arroyo.
Una nueva mirada al castillo y nos llama la atención una especie de oquedad en la roca, aunque no está en nuestros planes intentaremos llegar a ella. En estos momentos no lo sabemos, pero se trata de la Cueva El Castaño. El recorte ampliado nos permite verla mejor.
Hemos alcanzado una relativa altura que nos permite tener unas vistas que también se repetirán más adelante. A la izquierda la Sierra del Caíllo (Benaocaz) (visitada en abril de 2014), al centro las Sierras de Líbar, Juan Diego y Palo, a la derecha la Sierra del Hacho de Gaucín.
Un poco más adelante también entra en pantalla, el pueblo de Gaucín.
Y las Sierras Crestellina y Bermeja.
De vez en cuándo también hay que mirar al suelo, y esto nos permite ver un nido de Mantis religiosa.
Pero las panorámicas nos pueden así que desde otro ángulo, apenas visible y entre las sierras Crestellina y Bermeja, asoma el pueblo de Casares.
En un llano nos encontramos un cartel que indica el camino hacia el castillo, aunque aún no vamos a él, seguimos el camino indicado ya que nos llevará hasta nuestra siguiente meta volante: unas tumbas antropomorfas.
Camino que por cierto nos introduce en una zona sombría y verde, típica del canuto alcornocaleño.
Un cartel informativo nos indica que debemos girar a la izquierda y nos ofrece información sobre las tumbas antropomorfas existentes en el lugar.
No está muy clara la datación de estas tumbas, aunque fueron excavadas desde la Edad de Bronce hasta la Edad Media.
Aunque la cartelería dice que sólo es una tumba, nosotros podemos contar cuatro. Tres de ellas están orientadas hacia el este y la cuarta hacia el sur.
Una vez vistas las tumbas dejamos el camino que nos llevaría al castillo y nos incorporamos a una pista, catalogada como CA-512, para dirigirnos a la Casa del Lagar. WP DESV DCHA.
Justo ingresar en la pista y nos encontramos de frente con la Sierra del Arca y el Peñón de Gibraltar.
A unos escasos 150 metros nos salimos de la misma, una visible vereda se nos abre a nuestra izquierda. WP IZQDA.
Rápidamente llegamos al promontorio dónde se ubica la Casa del Lagar, llamada así por la existencia de un pequeño lagar labrado en la piedra. WP CASA.
Aunque lo primero que vemos es un hueco horadado en la piedra y de fines desconocidos.
Y de nuevo parte de la Serranía de Ronda, aunque con dos nuevos elementos, a la izquierda de la Sierra Crestellina, una pequeña mancha blanca que creo es el pueblo de Genalguacil y justo al centro de la imagen, el Embalse de las Matillas. WP VISTA50.
Otra antigua construcción, también en ruinas. WP RUINAS.
En uno de sus laterales un bello macizo de lirios azules (Iris germanica), tan bonitos como invasivos. La primavera empuja y las bulbosas son las primeras en acudir a su llamada.
Y nuevamente parte de la Serranía de Ronda, por detrás quedan las lindes con la zona gaditana del Parque Natural de Grazalema.
Nos incorporamos nuevamente a una pista forestal que nos llevará directamente al Embalse de Guadarranque. Justo en la otra orilla, parte de la controvertida finca de La Almoraima. Esa finca de todos los andaluces puesta al servicio exclusivo de la empresa privada.
La pista, en claro descenso, nos permite observar al frente la Sierra de Montecoche (visitada en diciembre de 2017).
Por estas fechas nos gusta visitar Castellar por un motivo en especial, el poder observar a la Mariposa Monarca (Danaus plexippus). En estas tierras existe una de las mayores poblaciones de Monarcas de toda Europa y en los primeros meses del año es fácil verlas. Tiene una longitud de unos diez centímetros, pesa menos de un gramo y vistosos colores. Son naturales de Norteamérica.
Se caracteriza por sus grandes emigraciones, llegando a alcanzar el otro lado del Atlántico, siguiendo unos patrones de vuelo heredados y basados en una mezcla de ritmos biológicos y la posición solar, siendo de esta forma como llegaron a Europa, encontrando en nuestras tierras unos lugares ideales para su supervivencia.
Es sin dudas, la mariposa más estudiada, habiéndose cartografiado hasta los lugares en los que crece su alimento, la mata de la seda (Gomphocarpus fruticosus o Asclepias fruticosa), introducida en el siglo XVIII desde África y la adelfilla (Asclepias curassavica) que debió introducirse en España desde América central durante el siglo XVI. Son dos especies que el ganado evita por su toxicidad y fundamentales en la supervivencia de la especie.
Nos resultó curioso que en las inmediaciones a esta foto y a pesar de la existencia de varios ejemplares de Asclepias fruticosa (mata de la seda), las mariposas se alimentaban ávidamente del néctar de los numerosos Alfilerillos (Erodium cicutarium) existentes, hasta tal punto que pudimos tocarlas levemente sin que siquiera se movieran.
Esta planta tiene las hojas parecidas a la cicuta (Conium maculatum) por lo que tal vez, de ahí le venga el apellido, aunque no tiene efectos tan nocivos para la salud y según lo visto, a estas mariposas les encanta.
Una vez encontrada la mariposa pues ya nos dedicamos a ramonear un poco por las orillas del Embalse de Guadarranque.
Con La Almoraima siempre enfrente, a la derecha y por debajo, el Cerro de la Moheda con su franja baja totalmente despoblada de vegetación por ser parte de la zona inundable del embalse.
Hemos empezado a subir por la zona conocida como El Tejar y rápidamente ganamos altura, lo que nos permite una mejor visual de Almoraima y Cerro de la Moheda.
Vamos directos a la Fuente Vieja pero nos paramos ante unos bonitos macizos de una flor inmaculadamente blanca, se trata de otra bulbosa Narcissus dubius.
Es una sólida construcción de piedra y gran tamaño. Bajo la bóveda de cañón se encuentra una escalera (de dos peldaños) que desciende hasta el manantial. Dispone de dos entradas, aunque la trasera está tapada por la vegetación, que permitían el acceso a las personas pero no a los animales. Esta fuente estuvo en servicio hasta hace pocos años.
Desde la misma fuente nace un camino de piedra, similar al de la Calzada Medieval pero curiosamente no tan afamado, que nos llevará a las puertas de entrada al castillo.
Desde dicho camino iremos teniendo buenas vistas, y podemos el castillo, cada vez más cerca.
Casi acabando esta calzada y por delante del castillo, podemos ver la conocida como Casa del Americano.
Accedemos al castillo por su puerta sur (foto desde dentro), aunque en esta ocasión pondremos más atención en el exterior de la fortaleza. Para mayor información sobre el castillo podéis ver el resumen de nuestra visita en febrero de 2015.
Y nos disponemos a dar un paseo por sus coquetas calles y sumergirnos en un pasado de olores islámicos, en un muro de blancura y naturaleza viva. Recorrer sus callejuelas zigzagueantes, decoradas con macetas y arriates es reencontrarse con la historia y con las más viejas tradiciones de Andalucía.
Probablemente una de las calles más estrechas de España.
De toda la construcción destaca el Alcázar, también conocido como Palacio del Marqués de Moscoso. Hoy día convertido en hotel.
Esta fortaleza, que ya existía en el siglo X es de origen medieval, siendo uno de los escasos ejemplos de fortificación que ha permanecido habitada hasta nuestros días. Conquistada a los musulmanes por Juan Arias de Saavedra en 1434 a.C. fue incorporada a la Corona de Castilla durante el reinado de Juan II. Su conquistador se convirtió en su primer alcalde y a la postre fue nombrado Conde de Castellar.
Y desde allí mismo tenemos una nueva vista del embalse y acceso norte. WP VISTA 156.
Volvemos sobre nuestros pasos al objeto de acceder al camino que nos llevará a la Cueva El Castaño, cueva por otra parte poco visitada por los senderistas y mucho menos por los amigos de las visitas turísticas. Al principio el camino es cómodo aunque pronto se convierte en un minúsculo pasillo verde en constante descenso, pero sin pérdidas. WP DESVIO CUEVAS.
Con menos esfuerzo del presupuestado llegamos a la cueva, aunque realmente son tres oquedades las existentes. Están situadas a unos 500 metros de la carretera.
Impresionante.
En uno de los laterales vemos unas manchas parduzcas y la emoción nos embarga ¿serán pinturas rupestres o una broma de la naturaleza? Nota: imagen retocada con saturaciones de color.
Cuándo ya estamos preparados para volver por dónde vivimos, la sorpresa, vemos otra covacha aparentemente más grande.
Con algo de precaución trepamos hasta dentro y nos alucina el lugar.
Una doble cueva nos aguarda.
Una porción de techo hundido da luz al oscuro resguardo.
Y una nueva columna. Sin dudas mereció la pena bajar hasta aquí.
Volvemos a la carretera por el mismo camino de venida, lo que nos permitió una nueva perspectiva del castillo.
Unos metros más adelante tenemos el inicio de la Calzada Medieval que nos devolverá al punto de partida. WP INICIO CALZADA.
Este tramo corresponde por sí solo al Sendero Calzada-Dehesa Boyal y forma parte del sendero internacional GR-7 que une Tarifa con Grecia. Caminamos rodeados de jaras, brezos, lentiscos, palmitos y alcornoques.
Y con esta última imagen que une lo humano con lo místico terminamos este intenso recorrido. En una de las piedras al borde de la calzada encontramos talladas una Cruz de Malta y un símbolo frecuente que marca el Camino de Santiago, aunque desconozco su antiguedad y cual fue la intención de su autor. Sólo nos queda cruzar nuevamente la carretera y llegar al coche.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
Hola Andarines,
ResponderEliminarSoy seguidora vuestra. Me encanta vuestro blog y la manera en que nos facilitáis hacer la ruta con todo tipo de información en un acto de generosidad que yo os agradezco, y no como otros que, cargados de prepotencia, publican para el lucimiento personal.
Echo de menos vuestras publicaciones, espero que sea por falta de tiempo y que estéis bien.
Un abrazo y nos vemos en las montañas.
https://www.facebook.com/ana.gutierrezromero.73
Hola Ana, gracias por tus comentarios, me alegra saber que mi blog sirve de ayuda. Hemos tenido un parón por motivos médicos, pero ya estamos en fase de recuperación, de hecho, hoy hemos hecho una pequeña ruta por las cercanías para ir volviendo a pillar ritmo, así que ya estamos calentando las botas.
ResponderEliminarSaludos.