SALINA LA TAPA Y MARIVÉLEZ (PUERTO SANTA MARÍA) 6 DIC 2017

El sendero discurre bordeando la salina La Tapa, junto al río San Pedro y el río Guadalete. La industria salinera gaditana fue una de las actividades económicas más importantes y emblemáticas de la Bahía de Cádiz, favorecida por las características naturales de la zona. Actualmente son muy pocas las salinas cuya actividad principal es la producción de sal. De éstas, la salina industrial “La Tapa” produce casi el 80% de la sal.

Esta es una de las rutas ornitológicas del Parque Natural Bahía de Cádiz. Las principales aves que se pueden observar son gaviotas, limícolas y estérnidos. Destacan la presencia de flamencos, garzas, espátulas, garcetas, avocetas y águilas pescadoras. Así que si os gusta el pajareo, venid preparados.

Distancia: 10.08 kilómetros.
Tiempo: 3 horas 9 minutos.
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 36º35.472'N - 6º12.954'W

La tradicional salina gaditana tiene un funcionamiento muy simple. Todo el sistema se basa en el movimiento del agua por gravedad, esto implica que todo el entramado de la salina debe estar algo por debajo del nivel del mar. Un sistema de compuertas controla el llenado sucesivo de los diferentes compartimentos. La evaporación del agua por etapas hace más rápido el proceso y permite recoger la sal a medida que cristaliza.

Para comprender mejor que es y por dónde vamos a caminar, os pongo el esquema de una salina.

El recorrido se realiza en su mayor parte por una zona conocida como "Vuelta de afuera". La vuelta de afuera era y es un camino de dominio público y que rodea todo el entramado de caños y esteros que conforman una salina.

Dejamos el coche en uno de los aparcamientos de que dispone el Pinar de la Isleta que a esta hora está desierto, aunque por poco tiempo, ya que decenas de familias vienen aquí a pasar el día.

Hemos aparcado justo en el camino a seguir así que da igual tirar a derecha o a izquierda, nosotros nos vamos a la derecha, porque allí está la luna y de paso, nos evitamos llevar el sol de cara, al menos de momento.

Hemos pasado varios macizos de chumberas y nos sorprendía que todas estuviesen sanas, el gozo dura poco, pronto vemos algunas que ya están infectadas con la cochinilla Dactylopius Opuntiae, una cochinilla que está acabando con todas las chumberas de España. La chumbera llegó de América hace casi quinientos años y ya formaba parte de nuestros paisajes, pero pronto será historia, esta plaga implacable no dejará ni una.

Pronto llegamos a la entrada principal de la salina, que dejaremos a nuestra derecha para tomar una vereda que se acerca a la autovía. A lo lejos, montañas blancas de sal rompen la monotonía del llano paisaje.

Un puente de madera nos permite atravesar un caño que suele correr paralelo a la "vuelta de afuera", se trata del conocido como Caño bajo o La Bajera, que es un canal de desagüe del agua embalsada dentro de las salinas y esteros.

Con mareas grandes el agua entra en la salina a través de las compuertas pero para que entre agua, también es necesario que salga la acumulada y que necesita renovación, y aquí es dónde este caño entra en acción, devolviendo el agua al caño principal.

En un terreno tan llano es fácil tener "vistas largas", esto nos permite ver viejos conocidos, allí a lo lejos está el Parque Natural de Grazalema y podemos distinguir el pico San Cristóbal en la Sierra de las Cumbres y el Torreón en la Sierra del Pinar (visitado en mayo de 2014).

Y a su derecha el Parque Natural de Los Alcornocales y su Sierra del Aljibe (visitada en enero 2014).

Otra imagen de La Bajera.

Dentro de la salina y a pesar de ser día festivo, la actividad no para.

Durante un trecho hay que salir de la vuelta de afuera, pero pronto retornamos a la misma.

Estamos en la bajamar y el canal de desagüe (Bajera), haciendo su trabajo. Son mareas grandes por lo que es momento de refrescar el agua del estero mediante la circulación de la misma, con la pleamar entrará agua fresca y los peces lo agradecerán.

Hemos empezado a caminar paralelos al río Guadalete y una mirada atrás nos permite ver el nuevo Puente de San Alejandro, que lo cruza. Construido en el mismo lugar dónde estaba el viejo puente de barcas se hundió el día de su inauguración, un 14 de febrero de 1779, si os interesa saber como, clica aquí. Dicho puente fue sustituido por otro de igual nombre pero colgante, todo un logro para la época y fue inaugurado en 1846, desgraciadamente este puente también se hundió, la historia sigue aquí. Este puente que vemos, ni es un alarde técnico ni siquiera es bonito, pero lo que es seguro que es cumple su misión y durará mucho más que los anteriores.

Por diferentes lugares se ve la mano humana. Aquí unos palos colocados para dar consistencia al camino que seguimos.

A lo lejos vemos la torre del Monasterio de la Victoria, sobre cuyos cimientos se construyó la tristemente famosa Prisión Central del Puerto de Santa María.

Por el rio vemos un pequeño barco pesquero, realizando labores de arrastre (posiblemente prohibidas). Y por detrás los esqueletos de los famosos candrays.

Y a nuestro lado de la orilla, parte de las instalaciones de la salina de La Tapa y en sus aguas, una bandada de flamencos.

Estamos en la bajamar y esto hace que podamos ver perfectamente la zona intermareal y la diferente vegetación que la ocupa.

La vegetación de marisma podemos clasificarla en tres grupos:

La de marisma baja, zona que se inunda en cada pleamar y zonas permanentemente inundadas (Zostera y Lechugueta). En la foto vemos unas lechuguetas que destacan por un verde vivo.

La de marisma media (Espartina y Sapina).

Y la de marisma alta, zona que sólo se inunda en mareas vivas o nunca (Salados, Verdolaga, Saladillos, Brezo de mar o Armajo).

En el centro de la salina y algo apartada de las actuales instalaciones, vemos la Casa Grande. La antigua casa salinera de la Tapa es uno de los vestigios más representativos de nuestro patrimonio histórico y cultural.

A nuestra izquierda y en línea de horizonte vemos el Cerro San Cristóbal con su gran secreto (visitado en octubre de 2017) y a su derecha y en el cerro contiguo, el lugar dónde su ubica la Necrópolis de Las Cumbres.

Y el puente por el que discurre la autovía A-4.

En sus inmediaciones sorprendemos a una bandada de cormoranes (Phalacrocorax carbo) que huyen en "des-bandada" al vernos llegar, dejando tras ellos unas estelas de agua digna del tamaño que tienen.

Y la foto tonta del día,  sólo que me gustó ver la Sierra de Grazalema bajo este ojo del puente.

Hacia Cádiz y de izquierda a derecha, podemos ver: la grúa pórtico del astillero de Puerto Real y todo un emblema de la Bahía, las torres de alta tensión, torres de gran importancia para los pescadores deportivos que las utilizamos para marcar con su alineamiento unos buenos lugares de pesca en mar abierto y a la derecha, nuestro flamante y gran puente de la Constitución de 1812, conocido por los gaditanos como Puente de la Pepa. Es el tercero de mayor luz de Europa.

Nuevamente causamos trastornos a una bandada, en este caso de gaviotas, se tratan gaviotas sombrías (Larus fuscus).

En cambio estas patiamarillas (Larus cachinnans) permanecen impasibles a nuestro paso.

Vamos cerrando el círculo hacia nuestra derecha, así que casi todos los giros serán en este sentido.

En éste, no. Obviamos una cancela abierta que nos llevaría al interior de la salina.

Este es uno de los elementos imprescindibles en una salina, se trata de la compuerta. Un artilugio que se maneja para permitir o impedir la entrada/salida del agua en el entremado interno. Aunque esta que vemos está muy deteriorada y no parece estar en servicio.

Aquí una compuerta completa.

Las principales estaba situadas en la Vuelta de Afuera y son las que se manejaban a criterio de capataz y en mareas grandes (aguajes), para permitir la entrada de agua fresca en el estero y/o salina.

Hace rato que cambiamos de rio, ahora es el Río de San Pedro quién nos acompaña durante un rato. Tras la caseta blanca podemos ver las instalaciones del Coto de la Isleta y su embarcadero.

Una piedra llama nuestra atención ¿se tratará de un petroglifo?

Pasaremos por la puerta del Club Guadalete y llegaremos al Pinar de la Isleta.

Este pinar periurbano es de tamaño medio pero muy bien conservado y mantenido y es el lugar de expansión de multitud de familias que vienen a pasar el día. En unos minutos llegamos al coche.

Aún así, nos dejará un grato regalo. Una cría de camaleón que andaba despistada por el suelo con el peligro de ser pisada, le tomamos la foto y pronto la pusimos en un lugar seguro, fuera de críos y perros.

Y para terminar, algunas fotos de las aves que podemos ver.

Flamenco rosa juvenil (Phoenicopterus ruber).

Y en adulto.

Cigüeñuela.

Cigüeñuela común hembra (Himantopus himantopus).

Cigüeñuela común macho (Himantopus himantopus).

 Garceta común (Egretta garzetta).

Gaviota reidora (Larus ribibundus).

Gaviota patiamarilla (Larus cachinnans).

Gaviota sombría (Larus fuscus).

Gaviota patiamarilla juvenil.

Archibebe patigualdo chico (Tringa flavipes).

Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:

 

Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.