domingo, 20 de marzo de 2016

ALGODONALES-CASILLA LAS LATAS-MIRADOR DE PONIENTE-ERMITA LA VIRGENCITA (14 MAR 2016)

Este sendero se inicia desde el propio Algodonales siguiendo, en principio, la ruta de Las Fuentes que dejaremos a medio camino para subir a la Casilla de Las Latas, desde allí nos dirigiremos al Mirador de Poniente caminando a media ladera de la sierra de Líjar, y en su tramo final por un exigente cresteo que nos pondrá a prueba. Una vez en las pistas de parapente, empezaremos a cerrar el circular por una vereda conocida como La Cañada, una especie de manga entre la sierra de Líjar y el cerro Herriza del Dornajo que nos deparará impresionantes imágenes del valle del Guadalete y pantano de Zahara.
Si os gustan las panorámicas, éste es vuestro sendero, impactantes imágenes de la Sierra del Gastor (Lagarín y Las Grajas), pantano de Zahara-El Gastor, Monte Prieto, Cerro Coros, Sierras de las Cumbres, Pinar, Hinojal y Zafalgar, y ya en la vertiente norte a las Sierras de Lapa, Nava, Espuela o Vaquera.
Un sendero exigente pero sin dudas alguna, merecerá la pena el esfuerzo.

Dejamos el coche en: 36º52.842'N - 5º24.597'W
Dificultad: Moderada alta.
Distancia: 11,85 kilómetros (track limpio).
Tiempo: 7 horas 28 minutos.

La salida la efectuamos desde de la parte alta del Algodonales, al final de la calle del Calvario.

Este camino se conoce como "Camino de la Virgencita" y lleva directamente a la ermita, nosotros salimos en dirección contraria, dejando la ermita para el final.

Aunque el desnivel no es muy acusado, los primeros cuatro kilómetros serán en constante subida y no siempre por tan buenos caminos como el de la foto. A la izquierda podemos apreciar unos mallas de contención de acero,  dispuestas para evitar la caida de piedras al pueblo.

Durante todo el camino las espectaculares vistas sobre Algodonales, Sierra del Gastor, pantano de Zahara, Zahara, Sierra de las Cumbres y la Sierra del Pinar, serán una constante que nos harán detenermos una y cien veces, a pesar de ser las mismas.

Una cancela nos abre paso por la vereda. WP CANCE.

El camino sigue limpio, a nuestra derecha la mole del Mogote (1.051 metros) se muestra en plena "intensidad".

Poco después nos salimos del sendero y en una corta por intensa subida campo a través llegamos a la Casilla de Las Latas, el mayor caserío abandonado de los que llevamos visto hasta ahora, sin dudas tuvo que ser de una gran importancia en tiempos pasados.

Nos llama la atención en gran aljibe de que disponía.

En este caserío se conjungan obras de mampostería con otras, sobre todo los corrales, de piedra seca.



Me pondré un poco pesado con las tomas lejanas, pero es que es irresistible. Es temprano y el sol nos da de frente por lo que las fotos nos son buenas, seguro que a la tarde mejorará la situación.

Desde aquí vemos casi todo. Desde el Puerto de las Palomas, entre el Cerro Coros y el Cerro de Las Lomas, la Sierra de las Cumbres, la Sierra del Pinar con el San Cristóbal, Torreón y Pico del Águila, sierras menores como la de Zafalgar e Hinojal, los Cerrajones, Zahara de la Sierra y la impresionante Garganta Verde y por debajo, todo el fértil valle del Guadalete.

Vamos a media ladera en busca del, en estos momentos, lejano Mirador de Poniente. Esta baliza nos indica el camino, la bifurcación de la izquierda nos llevaría a la Cruz de Algodonales, que ya visitaremos en otra ocasión.

Allí en la altura el impresionante pico de Líjar o Mogote, dónde se ubican unos merenderos y las pistas y Mirador de Levante.

A esta zona se la llama la "Cordillera del Caucho". Llama la atención la falla provocada por el hundimiento del terreno.

A lo lejos podemos ver parte de la Serranía de Ronda y imagen casi completa del Cerro Malaver en Montecorto.

Me encantan las cornisas y si en algo destaca este sendero, es en eso, la mayoría del trayecto la efectuamos por cornisas.

El sol ya está un poco alto, pero aún no es suficiente, salvo para el calor, las previsiones hablaban de unos 8 grados de media y tranquilamente debemos tener 15 o 16, tal vez demasiado para andar cómodos.

El Mogote con la herida longitudinal del cortafuegos ya no parece tan alto, llevaremos ya superados unos trescientos metros de desnivel.

Es imposible evitar fotografiar contínuamente Algodonales y fondo.

Seguimos por cornisas.



Una gran roca partida en dos, enmarca toda la Sierra del Pinar, la de Las Cumbres y por delante de ellas, Zafalgar e Hinojal. WP MIRAD1.

Unos metros más adelante del mirador dejamos la vereda y nos disponemos a subir "a pelo" para alcanzar el cresteo que nos llevará hasta la pista de parapente. Empieza la parte más difícil del recorrido.

Al norte llegamos a dominios sevillanos, alcanzamos divisar Montellano, la Sierra de San Pablo y el Castillo de Cote.

A poniente, Bornos y su pantano, Villamartín, Prado del Rey y Puerto Serrano.

Poco a poco vamos levantando metros.


Bueno, a la vista la primera altura del cresteo, pasaremos casi por el vértice superior (aunque aún no lo sabemos).

Y se nos abre vistas a las sierras de la Napa, Lapa, Nava y la Espuela, y al fondo derecha, nuevamente Montellano y la Sierra de San Pablo.

La subida a este primer pico nos obligará a soltar los bastones y a un par de pequeñas trepadas.

Pero la recompensa bien lo merece.

Alehop, otra más.

Cuándo pensamos que ya no nos queda ninguna subida, aparece ante nosotros otra altura. A por ella.

La foto es una simple excusa para tomar aire, no se mueve una rama y el calor aprieta de lo lindo.

 Bueno, otra subida más, aunque sin apenas dificultad.

 Por uno de los laterales se nos aparece el mirador. Esto está "chupao".

Joder, ¡Otro palito más que visitar! Aquí alcanzamos la altura máxima, 950 metros.

Tomaremos aire antes de empezar la bajada. La pista de parapente bulle de aficionados, como telón de fondo, además de las ya vista Sierra de San Pablo, se nos aparece los cerros del Juncal y Las Rozas, y el cerro de los Juncales con su magnífica laja, visitada la semana anterior.


Un rápido ojeo desde el mirador y continuamos para bingo. Un alemán se me pega al lado mostrando interés por mi cámara de fotos, como yo de alemán ni papas y no me apetece entretenerme demasiado, intercambiamos un saludo y hasta otra.

Nos incorporamos al carril de bajada del mirador, cementado en este último tramo.

Damos un último vistazo a esta zona que poco a poco iremos perdiendo de vista. El sol empieza a ayudar en la calidad de la imagen.

Pronto abandonaremos la pista. Un hito estratégicamente colocado nos marca la salida.

A pesar de que parece difuso, el camino está perfectamente marcado, incluso los planos de Topohispania lo recoge en su integridad.

Avanzamos paralelos a la cresta recientemente pasada, pero varios cientos de metros más bajo.




Miramos hacia arriba y nos recreamos recordando el reciente cresteo.

Esta zona es conocida como La Cañada, un valle en forma de U que desemboca en el valle del Guadalete. El sol está perfecto para la toma de fotos, cosa que me alegra cantidad y encima hay nubes, chachi.

Una nueva visual al cresteo.

Sorprendemos a un tranquilo rebaño de cabras montesas que pacen sabiéndose dueñas del terreno.

Una nueva mirada hacia atrás nos permite ver el valle y el espectáculo multicolor de los parapentes que poco a poco han ido haciéndose al aire.

En la parte baja el terreno vuelve a ser más tupido, pero la vereda sigue clara.



Después de zamparme un bocadillo doble, me siento el rey del mambo.

Simplemente espectacular.


Al fondo el cerro Malaver y la Sierra del Gastor con los inconfundibles Lagarín y Las Grajas. (La mejor foto del día).

Y más cornisas. Me encantan.

Una calera al borde del camino nos indica que estamos en la zona de La Grana.

¿Y quién se cansa de ésto?



Desde hace rato caminamos por un insulso y pedregoso camino en medio de un olivar. Y aparecemos en una pista como caídos desde el más allá.

Desde aquí tendremos la toma más cercana de Zahara de la Sierra, su castillo, y al fondo de izquierda a derecha: el Monte Prieto, Cerro Coros, el Puerto de las Palomas y el Cerro de las Lomas (Sierra de las Cumbres):


El último tramo es un camino asfaltado con una endiablada pendiente, afortunadamente vamos bajando. Sin lugar a dudas hemos acertado en elegir el sentido de la ruta, lo habitual es empezar por aquí, y si lo hacéis, os aseguro que sudaréis mucho más. Las luces tamizadas del atardecer dotan a Algodonales de un "color especial".

No hace mucho estábamos casi a la misma altura del Mogote, ahora parece inalcanzable.

Nuestra última parada será en la ermita de La Virgencita, dónde daremos gracias por haber finalizado este sendero incólumes y pidiendo fuerzas para el próximo. Ave María.

Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12595793
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena,me ha encantado. Espero, con esta entrada como ayuda, poder hacer pronto esta ruta. Muchísimas gracias por mostrarla y compartirla. Un saludo.

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  2. Enhorabuena,me ha encantado. Espero, con esta entrada como ayuda, poder hacer pronto esta ruta. Muchísimas gracias por mostrarla y compartirla. Un saludo.

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  3. Me alegra que te guste, y a por ella que bien merece la pena. Un saludo.

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Gracias por tu visita.