La sierra de la Silla está situada entre las localidades de Benamahoma,
Ubrique y Benaocaz y a pesar de su moderada altura nos ofrecerá
increibles vistas de casi todo lo importante del Parque Natural de
Grazalema: Sierra del Pinar, Endrinal, Caillo, valle del Tavizna,
Salto del Cabrero, pantanos como el de Bornos, Guadalcacín y los Hurones
y con un poco de suerte por la visilibilidad, la infinidad de pueblos
colindantes.
Dejamos el coche en: N36°43.473' - W5° 29.399', justo al lado del puente
de Tavizna, al que accederemos a través de la A-373.
Distancia: 9,86 kilómetros.
Tiempo: 5 horas 32 minutos.
Dificultad: Moderada Alta.
Nuestra intención era subir hasta el pico del Adrión y de regreso hacer
una incursión en el pico de la Silla según nuestras posibilidades, pero
las previsiones del tiempo no eran favorables y daban agua para las tres
de la tarde, hora que deberíamos estar en todo lo alto, aún así nos
pusimos en camino, pero tuvimos que modificar nuestros planes, al observar con toda claridad como se aproximaba el frente nuboso
descargando gran cantidad de agua, esto nos hizo buscar el camino de
vuelta y bajar lo más rápidamente posible, de forma que la
lluvia nos pillara lo más abajo posible. Desgraciadamente por una vez la
previsión del tiempo fue exacta, a las tres de la tarde caían las
primeras gotas, pero ya nos daba igual, la parte difícil estaba
superada.
Este sendero es de dificultad moderada-alta, y si incluimos la subida al
pico de la Silla, es de dificil realización, no apto para no iniciados.
El coche se queda junto al puente y unas casas pertenecientes al diseminado de Tavizna, la salida queda a la derecha de la A-373, unos metros antes del
Este es el puente que debemos atravesar en el comienzo del sendero. WP PUENTE12.
Superado el puente encontramos el antiguo camping de Tavizna, este sendero nos llevará a
la Sierra de la Silla, a través del Camino Principal del Higuerón de
Tavizna en un principio, entrando luego en unas veredas no siempre
claras y con pendientes de infarto hasta prácticamente los pies del pico
de La Silla.
Una primera imagen del Higuerón de Tavizna.
El monte Higuerón es de propiedad pública, no así los terrenos del
Adrión y La Silla por lo que debemos ser extremadamente respetuosos a
nuestro paso por allí y no alterar nada de lo que nos encontremos,
máxime cuándo parece ser que los senderistas no somos bien aceptados por
su dueño.
A nuestra izquierda encontraremos una cancela en la que existe una portezuela abatible por dónde pasaremos, entramos en el Camino Principal del Higuerón de Tavizna, también de uso público.
En breve llegaremos al Pilar de las Majadillas, podemos seguir por el camino o mejor aún, atajar en linea recta y ahorrarnos algunos metros de distancia.
Nos salimos de la cómoda pista y atajamos un trecho.
Aún no hemos empezado a sudar aún así paramos un poco que empezamos a tener buenas vistas. El Valle del Tavizna empieza a aparecer escoltado por la Sierra del Albarracín, Pinar y a la derecha y fuera de imagen, la Sierra del Endrinal.
En algún tramo el camino parece de rosas pero no nos engañemos, lo divertido no empezó aún.
Una nueva mirada atrás nos permite ver el Alto del Puntal, también perteneciente a la sierra del Albarracín.
Por delante de la sierra del Pinar encontramos algunas elevaciones menores, además de Las Peñuelas, vemos los cerros Olivillos, Vasco y Las Cuevas, a la derecha el Puerto del Boyar. Destaca por delante de ellos, el solitario cerro que aloja el Castillo de Aznalmara o Tavizna.
Más a la derecha, el Peñón Grande de Grazalema, la Sierra del Endrinal, el Salto del Cabrero por delante, y Coargazal y Las Jauletas.
Un poco de zoom sobre el Salto del Cabrero, con el Simancón de telón de fondo.
Llevamos unos tres kilómetros de intensa subida y tenemos la primera imagen de la Sierra de la Silla, con sus dos picos: Adrión a la izquierda y La Silla a la derecha, y que esperamos visitar pronto aunque desde aquí se nos antojan aún demasiado lejos.
Un exíguo llano nos permite tomar algo de aliento.
Y un tramo de bosque en galería nos parece la gloria, hace calor, mucho calor. Pena que durará poco este respiro.
Nuestro objetivo sigue viéndose lejos, pegados a esas paredes verticales está la senda por dónde debemos subir. Existe en la zona de la flecha un par de grietas que nos llevarán más fácilmente a la planicie, conforme lleguemos ya veremos cual elegir.
El camino nos da otro respiro y transitamos por una especie de cortafuegos recién desbrozado, algo que se agradece sobremanera.
La senda se estrecha y nos lleva a una alambrada que debemos dejar a nuestra derecha, caminaremos durante bastante rato paralelos a ella.
Ahí enfrente encontramos, probablemente, lo más conflictivo de todo el camino. Los restos de una angarilla fuertemente reforzada y recién alambrada impide el paso. A su izquierda el alambre levantado permite pasar por debajo arrastrandonos cual sabandijas, a la derecha unos montones de piedra y una marca de linde nos permite pasarla por encima, sea como sea, alguien ha puesto mucho interés en impedir el paso, pero nuestra motivación es mucho mayor.
También cabría volver atrás pegados a la alambrada, pasar bajo ella, tomar el camino que discurre paralelo a ella, sobrepasar este punto y volver a pasar la alambrada hacia adentro, pero es más complicado.
Con la altura tenemos mejores vistas, el pantano de los Hurones muestra un color magnífico y de pronto viendo esas nubes recuerdo las previsiones meteorológicas, que debido al gran día que estábamos teniendo habían quedado en el olvido, me fijo detenidamente y veo en la linea de horizonte que el agua cae a espuertas, son la una de la tarde y la previsión daba agua aquí sobre las tres. Tenemos dos horas para llegar a la planicie, encontrar un atajo hacia el camino de vuelta y bajar todo lo que podamos, no me agrada la idea de que nos pille la lluvia en todo lo alto, lo consulto con mi compañera de caminos y su dictámen es contundente: "Los picos seguirán ahí otro día, prudencia ante todo".
Otra planicie nos da un poco de respiro, se trata del Cerrajón de la Silla. WP BUJEO.
Tenemos que apurar el paso, la tormenta se aproxima mucho más rápidamente de lo deseado.
Por momentos la vereda de cabras se pierde por la espesa vegetación, el paso se ralentiza pero no hay otra opción, tenemos que llegar arriba para tomar el camino de vuelta.
Una nueva mirada atrás, como telón de fondo, la Sierra del Caillo, Benaocaz, Sierra Alta y a la izquierda, Las Jauletas.
El Salto del Cabrero y el Simancón.
Aunque en la foto no se aprecia, el camino vuelve a empinarse. Debemos ir hasta esta pared de enfrente.
Un gran alconorque parece esperar nuestra llegada. WP GRAN ALCORNOQUE2.
La gran pared impresiona verdaderamente.
A partir de aquí hay que caminar pegados a ella en busca de una de las grietas que nos servirán de paso hacia la planicie.
Aquí tenemos una de ella y la vemos bastante asequible, así que para qué buscar más. Ojo que la imagen bidimensional engaña, en la foto parece mucho más fácil de lo que realmente es.
Otro alcornoque que parece una cabeza de ciervo, indica el lugar.
Es irresistible no mirar atrás. La bruma existente no nos deja tener tomas nítidas.
Por allí el cielo sigue casi despejado, totalmente diferente a lo que tenemos sobre la cabeza.
Seguimos apurando el paso, pero aún así algunas no pierden la sonrisa. De lejos este paso parecía más pequeño, pero el desnivel es considerable, más de 50 grados fijo.
Algunas afloraciones rompen la monotonía del pedregoso suelo.
La subida no se acaba, aún queda más. Los bastones empiezan a sobrar.
Pero la recompensa no se hace esperar. El pantano de los Hurones en primer plano, también vemos el Cabezo de Santa María y por encima, el pantano de Guadalcacín, muy lejos Bornos y su pantano. Tenemos el frente nuboso prácticamente encima y aún no hemos encontrado un paso hacia la otra vertiente, dónde se encuentra el camino de vuelta.
Estamos bajando. Una perspectiva de La Silla, desconocida para nosotros.
Esta zona a pesar de ser mucho más pedregosa, es más cómoda de andar, son piedras más pequeñas y cómodas de pisar.
Hace pocos minutos caminábamos por encima de esas rocas, ahora parecen inexpugnables.
Vistas que no cansan.
Nueva mirada hacia arriba. Descendemos a pasos de gigante.
Tampco se aprecia bien pero esta bajada requiere cuidado, las posibilidades de resbalón son altas. Tranquilamente serán unos 25 metros de desnivel.
El track que tenemos nos indica que debemos pasar entre la alambrada y esas rocas de enfrente, una vez allí resulta imposible, la alambrada ha sido reforzada y pasar por lo alto de la roca no parece llevar a ningún lugar razonable. Miramos hacia atrás y ¡sorpresa!, a unos diez metros, la valla está totalmente destrozada, una avalancha de piedras se la ha llevado por delante. Solucionado el problema, paso fácil por encima.
En la lejanía y apenas visible, Padro del Rey, sobre nuestras cabezas el cielo se cierra.
La parte difícil ha pasado, conforme pasamos la alambrada fuimos directos a un camino claro, ya puede llover cuánto quiera, bueno, mejor si llueve que sea suave, así el campo adquiere todo su esplendor y de paso, no nos embarramos.
A nuestra izquierda encontramos la charca (WP CHARCA1). Buen sitio para comer así que aprovechamos que la lluvia aguanta para sentarnos junto a ella y reponer fuerzas. Esa flecha pintada indica la dirección que nos atajará al nuevo camino, caso que queramos ahorrarnos unos metros. No la pillamos porque en este momento no lo sabíamos.
Junto a ella los restos de un rudimentario pozo.
Cambio de sentido. Este nuevo camino que tomanos a nuestra izquierda pasa justamento algunos metros por debajo de la charca.
WP "A LA DERECHA".
Acabamos de dejar la cómoda vereda que traíamos, cruzamos un llano dónde unas tuberías y una llave de paso o válvula controlan una canalización de agua. El nuevo camino está junto a un depósito de aguas que dejaremos a nuestra derecha.
Son las tres de la tarde y con una puntualidad suiza la lluvia aparece, de momento suave pero a nuestro frente vemos como se aproxima una cortina de agua de mayor intensidad. Nos da igual, ya estamos fuera de la zona conflictiva. Eso sí, nos ponemos los ponchos y cámara de fotos guardada. Aunque como sé que no resistiré sin tomar fotos pues no la guardo demasiado. WP "DEPÓSITO DE AGUA".
Llegamos a unos campos sembrados con lo que pudieran ser garbanzos. Al llegar al cercado de enfrente, giramos nuevamente a la derecha (WP "A LA DERECHA2"), y cruzamos un pontón sobre el Arroyo del Puerto del Lobo, que discurre totalmente seco.
Poco a poco la intensidad de la lluvia aumenta, el agua está cayendo fuerte pero presumiblemente no tanto como arriba, a nuestro frente el Higuerón de Tavizna ha quedado cubierto por las nubes. La sierra de La Silla desapareció hace rato, no creo que fuese demasiado agradable estar por allí arriba, todo mojado y sin apenas visibilidad. Hicimos bien en cambiar los planes y quitarnos de enmedio.
Todo este último tramo lo hacemos volviendo por la otra vertiente del Higuerón, por la conocida como Vereda de La
Mezquitilla.
Este es el segundo y último paso canadiense que cruza la vereda, el coche lo tenemos a un kilómetro de aquí, así que cámara a la mochila que esto se acaba. Aunque llueve fuerte, ya vemos como el sol empieza a salir en la lejanía, en aproximadamente una hora, aquí también saldrá el sol. Por primera vez en mi vida he visto como las previsiones meteorológicas se han cumplido a rajatabla: lluvia de 15,00 horas a 17,00 horas. Hasta la próxima, amigos.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
Hola somos una pareja de senderistas, como nos podríamos poner en contacto?.
ResponderEliminarmi correo elmovil32@gmail.com.
Gracias
Te mando un email.
ResponderEliminarSaludos.