El canal de la Confederación Hidrográfica del Sur es una canalización de aguas que une el embalse de Guadarranque en Castellar con la presa de depuración de aguas de la Central Térmica de San Roque.
Paralelo a él discurre un camino asfaltado o no (según el margen por el que vayamos) por el que podremos llegar a la finca de la Almoraima desde dónde un mix de pistas y entradas nos permitirán una amplia variación del recorrido.
Durante el sendero pasaremos por una plantación de naranjos y mandarinas que sorprende justo en medio de un biotopo tipo de Los Alcornocales, rodeados de quejigos, alcornoques, acebuches y árboles de replantación como olmos, álamos, cipreses, pinos halepensis o abetos.
A tener en cuenta es que a pesar de existir un sendero balizado que discurre en parte por dentro de la plantación de naranjos una valla nos impidió el paso y nos vimos obligados a salir por la misma angarilla por la que entramos al naranjal al no existir ninguna alternativa de salida.
Especialmente bonito es el tramo que discurre desde el cortijo del Olivar a la incorporación nuevamente al camino del canal saltando la alambrada, terreno cerrado y fresco dónde una espesa vegetación de ribera con el alcornoque como estrella y una vereda que se pierde por momentos darán el único punto de dificultad al sendero.
Paralelo a él discurre un camino asfaltado o no (según el margen por el que vayamos) por el que podremos llegar a la finca de la Almoraima desde dónde un mix de pistas y entradas nos permitirán una amplia variación del recorrido.
Durante el sendero pasaremos por una plantación de naranjos y mandarinas que sorprende justo en medio de un biotopo tipo de Los Alcornocales, rodeados de quejigos, alcornoques, acebuches y árboles de replantación como olmos, álamos, cipreses, pinos halepensis o abetos.
A tener en cuenta es que a pesar de existir un sendero balizado que discurre en parte por dentro de la plantación de naranjos una valla nos impidió el paso y nos vimos obligados a salir por la misma angarilla por la que entramos al naranjal al no existir ninguna alternativa de salida.
Especialmente bonito es el tramo que discurre desde el cortijo del Olivar a la incorporación nuevamente al camino del canal saltando la alambrada, terreno cerrado y fresco dónde una espesa vegetación de ribera con el alcornoque como estrella y una vereda que se pierde por momentos darán el único punto de dificultad al sendero.
Dejamos el coche en: 36º17.372'N - 5º24.468'W.
Dificultad: Moderada baja.
Distancia: 13,36 kilómetros.
Tiempo: 4 horas 55 minutos.
Esta fue una salida experimental por un terreno desconocido y sin track previo por lo que puede ser perfectamente racionalizado.
Esta fue una salida experimental por un terreno desconocido y sin track previo por lo que puede ser perfectamente racionalizado.
Dejamos el coche justo enfrente del aparcamiento del Zoo de Castellar de la Frontera situado a unos 800 metros de la salida del pueblo. OJO hablamos del Nuevo Castellar, en el margen de la CA-534, CA-533 o A-2100, según el mapa que utilicemos (esto es cada vez es más difícil, benditas coordenadas).
Esta carretera está vallada en su entrada y sólo pueden pasar los vehículos de los vecinos de las fincas adyacentes por lo que se puede transitar por ella con toda tranquilidad, no obstante, si no queremos asfalto cerca, podremos pasarnos al otro margen y listo.
Este tramo es un camino de servicio que discurre paralelo a un canal de la Confederación Hidrográfica del Sur y lleva el agua desde el pantano de Guadarranque a la central térmica de San Roque. Está cruzado por infinidad de puentes que nos permitirán ir cambiando de margen a nuestro antojo.
El camino es tan fresco que proliferan multitud de setas y hongos.
Lo mejor de todo es la tranquilidad, no vemos a nadie transitando por él.
Durante unos cientos de metros y hasta cruzar la carretera A-405 nos separamos del canal. A nuestra derecha queda el Cerro del Moro. Y a la izquierda los terrenos de los Huertos de Ocio de Castellar, unas pequeñas parcelas dónde vecinos del pueblo cultivan y mantienen aves para consumo propio.
Acabamos de cruzar el cauce seco del Arroyo de las Raíces y nos disponemos a cruzar las vías del tren y la carretera. Mucho cuidado en estos metros. Después de cruzar nos encontramos una indicación que nos marca el camino al Cementerio, la ruta correcta sería desviarnos hacia un camino que se abre a la derecha de dónde está el cartel indicador, nosotros seguimos hacia delante y conectaremos con el nuevo camino pasado una cortijada que encontraremos a nuestra izquierda.
La primera sorpresa del día nos la llevamos justo al cruzar la carretera, en el arcén izquierdo un sinfin de mariposas monarca (Danaus plexippus) posadas en el suelo y secando sus alas al sol. La monarca es una especie autóctona de Norteamérica que desde hace pocos años se ha instalado de forma permanente en el sur de España. Como curiosidad comentar que estas mariposas pueden alcanzar en vuelo los 2.000 metros de altura y a veces las tormentas las hace llegar a Europa, más al norte terminan muriendo pero las que caen al sur encuentran un hábitat ideal para su desarrollo, gracias al clima y a plantas como la adelfilla o la planta de la seda, necesarias para su supervivencia.
Estas mariposas son famosas por sus largas migraciones así como el gran número de ejemplares que se unen para realizarlas.
Nos acercamos a la cortijada cercana al Cerro de Fuege Bola. Este pozo y la alberca posterior nos previenen.
Pasada la cortijada nos incorporamos a un nuevo camino, en la parte superior dos columnas de ladrillo rojizo nos avisan de que volvemos a caminar paralelos al canal.
Lo seguiremos durante un kilómetro aproximadamente hasta que nos desviemos a la izquierda en busca de una entrada a la finca de La Almoraima.
Esta cancela nos abre paso a La Almoraima, un paso situado a su derecha nos permitirá atravesarla. La flecha negra indica la dirección que traemos. Dicha finca tiene una extensión de 14.109 hectáreas y es una auténtica
joya por su estado de conservación y diversidad tanto vegetal como
animal.
Este primer carril de entrada nos llevará a una explanada dónde podremos ver la primera baliza. Seguiremos la indicación.
Seguiremos este itinerario pero al revés, estamos tratando de cerrar un circular por lo que nos interesan los giros a la izquierda.
Al centro del cerro del Risco Blanco, por delante y a su derecha el cerro del Ermitaño.
Esta zona es conocida como El Olivar, en el centro un amplio campo de labor.
El campo está arado y con brotes evidentes por lo que evitaremos pisar el sembrado y seguimos las rodadas de algún tractor rodea la plantación. Tal vez alguna gramínea.
Vamos directos a una alambrada que perimetra un naranjal, a la izquierda y siguiendo una nueva baliza llegaremos a una angarilla que nos abrirá el paso a un campo extenso de naranjos y mandarinos, aún no lo sabemos pero nos veremos obligados a volver hasta este punto después de dar una vuelta completa al naranjal ya que no tiene salida. Si queréis saltar la visita a los cítricos pues tomaremos la dirección de la flecha roja dejando la alambrada a nuestra derecha.
Un grupo de chopos deshojados destaca sobre el verde perenne. Seguimos con vistas al Olivar.
Es increible el extenso muestrario arbóreo.
Por esta angarilla (WP ANGARIL) se accede al naranjal, en su entrada una baliza nos marca el camino.
Está perfectamente cuidada y a mitad de recolección y dispone de riego por goteo en toda su extensión. A esta zona se la conoce como El Convento ya que probablemente era propiedad de los monjes del antiguo convento de La Almoraima.
Numerosos cajillos llenos de fruta esperan el paso del camión.
Siguiendo la dirección de la baliza nos encontramos este cartel informativo.
Estamos circulando pegados a la alambrada en busca de un paso que nos permita salir del naranjal y acercarnos a Castellar o al arroyo de Los Frailes. Esta zona aparece en los mapas como "Majal del Convento", supongo que majal puede provenir de "majadal" que como dice el DRAE, es un lugar de pasto a propósito para ovejas y ganado menor, definición que parece más apropiada al entorno que la de "majal" que lo define como: grupo de peces.
De pronto y entre la arboleda aparece el Palacio de La Almoraima, hoy día convertido en hotel para privilegiados y aficionados a la caza mayor.
Está construido sobre la base de lo que fue el Convento de la Almoraima que fue fundado en 1603, siendo un edificio cuadrangular de dos plantas, formado por cuatro crujías con arcos de medio punto que descansan sobre columnas de piedra arenisca. Un patio central con una fuente de mármol y un estanque. Al sur del conjunto existe otra estructura de tres cuerpos que rodean un viejo pozo.
Metiendo un poco de zoom podemos ver la soberbia torre de sillares de la fachada principal, es de estilo neogótico, así como la techumbre a dos aguas con tejas árabes y la espadaña.
El castillo de Castellar se nos aparece encima de los naranjos.
En medio del camino encontramos una valla cerrada con candado que nos impide seguir el trazado de la ruta balizada por la Junta de Andalucía. No nos queda más remedio que seguir buscando entre la alambrada un paso que nos permita salir, en algunos lugares se ven como han remendado con esmero cualquier abertura de la misma.
Tenemos al nuevo Castellar a tiro de piedra pero imposible salir, esa torre pertenece a la Iglesia del Divino Salvador sita en la plaza de Andalucía, guarda en su interior la imagen del Santísimo Cristo de la Almoraima, una talla del s.XVI y muy venerada en la comarca.
Dicha imagen fue traida desde Madrid bajo petición de Beatriz Ramirez de Mendoza, condesa de Castellar y patrona de la Orden Mercedaria. Dicha condesa prometió levantar un convento en su "Estado de Castellar" haciéndola realidad en 1603 cuándo se funda el Convento de La Almoraima, siendo esta imagen la principal del convento, posteriormente fue trasladada a su actual ubicación.
Imagen y bibliografía: www.visitacastellardelafrontera.com
Seguimos perimetrando interiormente la plantación de naranjos en busca de una salida, nada de nada.
Le hemos dado la vuelta completa a la plantación pero con resultados negativos, tenemos que salir por dónde entramos y rehacer nuestros pasos pero ahora por el lado de afuera de la valla.
Este es el reino de las alambradas, a nuestra derecha y fuera de imagen el cortijo del Olivar y la sempiterna alambrada a nuestra derecha igual que antes, imposible encontrar un paso, al menos hemos entrado en un bosque de alcornoques muy tupido y fresco, sin dudas lo más bonito de todo el camino.
Por momentos la vereda se pierde entre la hojarasca. Vamos caminando paralelos a un arroyo donante del arroyo de Los Frailes que a su vez vierte sus aguas en el rio Guadarranque.
Además de la alambrada un muro infranqueable de zarzas y maleza nos impide acercarnos a él.
Cuándo empezamos a temernos lo peor y pensar en tener que volver completamente por el camino de venida una luz se abre a nuestros ojos, creemos ver un paso por la alambrada. ¡Eureka! aún tenemos esperanza de cerrar algo parecido a un circular, más bien completaremos un ocho, o sea, ¡dos circulares en uno!.
Con el bastón a modo de machete limpiamos de zarzas lo suficiente para pasar con el menor peligro posible y saltamos la alambrada, aunque también es posible pasar entre ella ya que tiene un hueco abierto.
Rápidamente nos incoporamos al canal, pero esta vez en sentido contrario.
Y para variar, haciéndo una parte por el margen contrario.
A nuestra derecha, las dos columnas que nos indican el lugar de salida.
Esto es el reino de la seta, colonias como nunca vimos en otro lugar jalonan todo el suelo.
Hemos estado casi al lado de ese monte "roto" tras las casas, pero son cuatro líneas de alambrada para llegar a dónde estamos, unos trescientos metros de distancia.
Nuevo cruce de carreteras con máxima precaución.
Hay un tramo soterrado y probablemente bajo tubo que conecta los tramos en superficie del canal, se puede apreciar el reflujo que forma el agua al salir. Y de aquí al coche. Se acabó.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
Enhorabuena, porque os ha quedado una ruta fantástica, saludos cordiales
ResponderEliminarGracias Carlos.
ResponderEliminarPD. Y sin que se entere nadie, probamos una mandarina de la plantación y no veas como estaba de buena, nada parecido a las que compramos en cafrefour, rica rica.