El casco histórico está situado en la margen derecha del Tajo, en una colina rodeada por un pronunciado meandro. El término municipal incluye dos barrios muy separados del núcleo principal: el de Azucaica,
en la orilla derecha del río, y el de Santa María de Benquerencia,
situado prácticamente enfrente del anterior en la margen izquierda.
La ciudad fue un importante centro carpetano hasta la conquista romana en 193 a. C. Tras las invasiones germánicas, Toledo se convertiría en capital del Reino visigodo y, posteriormente, en su principal sede eclesiástica.
Ayuntamiento
En el año 711, Toledo fue conquistada por los musulmanes, cuyo dominio finalizó con la toma de la ciudad en 1085 por Alfonso VI. Es conocida como «la ciudad imperial» por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I y también como «la ciudad de las tres culturas», por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes.
Columna visigoda en la Iglesia del Salvador
En el siglo XVI tuvieron lugar la guerra de las Comunidades de Castilla y el traslado en 1561 de la corte a Madrid,
tras el cual la ciudad entró en decadencia, acentuada por la crisis
económica del momento. Ya en época contemporánea, se recuerda el asedio y defensa del alcázar durante la guerra civil. En 1983, Toledo pasó a ser sede de las Cortes regionales y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y en 1986 su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
El Alcázar
Y es ésta influencia de "las tres culturas" la que marcaran el ritmo de nuestra visita, iremos saltando de cultura en cada esquina, lo mismo vemos la famosa Escuela de Traductores (parece mentira que un edificio tan humilde fuese la cuna de la cultura europea medieval) que nos introducimos en una Sinagoga o una Mezquita pasando por el barrio de la Judería o entrando en su maravillosa Catedral, la cual alargará el tiempo de nuestro recorrido de forma intensa pero, sin dudas, será la mejor de todas nuestras visitas interiores.
Escuela de Traductores
La visita estrella es la Catedral. Comienza a construirse en el año 1226, bajo el mandato del Arzobispo D.
Rodrigo Jiménez de Rada, sobre los cimientos de la Catedral visigoda del
S.VI, que fue utilizada como mezquita.
La construcción es de estilo gótico con una clara influencia francesa. Mide 120 m de largo por 60 m de ancho. Está compuesta por 5 naves, sostenida por 88 columnas y 72 bóvedas. Las naves laterales se prolongan por detrás de la Capilla Mayor rodeando el presbiterio y creando una girola con un doble pasillo semicircular. Su primer arquitecto es el maestro Martín, de origen francés, a quien se deben las trazas de la planta y los comienzos de la obra en la cabecera del templo.
La construcción es de estilo gótico con una clara influencia francesa. Mide 120 m de largo por 60 m de ancho. Está compuesta por 5 naves, sostenida por 88 columnas y 72 bóvedas. Las naves laterales se prolongan por detrás de la Capilla Mayor rodeando el presbiterio y creando una girola con un doble pasillo semicircular. Su primer arquitecto es el maestro Martín, de origen francés, a quien se deben las trazas de la planta y los comienzos de la obra en la cabecera del templo.
Hasta el siglo XIV no se pudieron cerrar
las naves laterales, y es en este mismo siglo cuando se construye, en
época del Arzobispo D. Pedro Tenorio y en el costado norte, el claustro
bajo con sus dependencias, siendo la más notable la Capilla de San Blas
que le servirá de enterramiento.
En el siglo XV, se levanta la capilla de San Pedro junto a la entrada del claustro, y posteriormente se construye, en la cabecera, la Capilla de Santiago, panteón familiar de la familia Luna. Al finalizar este siglo, en 1493, siendo Arzobispo don Pedro González de Mendoza, consejero del Isabel la Católica, se cierra la última bóveda dándose por concluida esta magna construcción.
En el siglo XVI se construye el retablo, parte alta del coro y rejas. En la primera mitad del siglo, se cierran todas las vidrieras y se realizan diversas modificaciones de planta como son la sala capitular y capilla Mozárabe con Cisneros, y la capilla de los Reyes Nuevos con Fonseca.
En el siglo XV, se levanta la capilla de San Pedro junto a la entrada del claustro, y posteriormente se construye, en la cabecera, la Capilla de Santiago, panteón familiar de la familia Luna. Al finalizar este siglo, en 1493, siendo Arzobispo don Pedro González de Mendoza, consejero del Isabel la Católica, se cierra la última bóveda dándose por concluida esta magna construcción.
En el siglo XVI se construye el retablo, parte alta del coro y rejas. En la primera mitad del siglo, se cierran todas las vidrieras y se realizan diversas modificaciones de planta como son la sala capitular y capilla Mozárabe con Cisneros, y la capilla de los Reyes Nuevos con Fonseca.
Retablo Mayor
La sinagoga de Santa María la Blanca fue construida en 1180 (según testimonia la inscripción visible en una de sus vigas), este edificio mudéjar posee cinco naves separadas por pilares sobre los que descansan arcos de herradura.
Otro lugar majestuoso que visitaremos es el Monasterio de San Juan de los Reyes, edificio encargado por los Reyes Católicos a Juan Guas en 1476, quien
construyó uno de los templos más bellos de la ciudad de Toledo y uno de
los mejores conjuntos del gótico hispano-flamenco.
La iglesia del monasterio tiene una sola nave cubierta con bóvedas de crucería, con
cúpula estrellada sobre le presbiterio, coro alto y capillas laterales
entre los contrafuertes, destacando la abundante decoración que adorna
el crucero y la capilla mayor. En esta última el esquema decorativo es a
base de arcos conopiales y escudos de los Reyes Católicos sostenidos
por águilas de San Juan.
A través de una pequeña puerta se accede al claustro, obra maestra de
Enrique Egas, compuesto por cuatro alas abiertas a un patio a través de
grandes ventanales de tracería flamígera, bordeados por un friso con
decoración vegetal y animal.
En la planta superior es notable la bella
techumbre policromada que repite, como motivo ornamental, emblemas,
armas e iniciales de Isabel y Fernando, realizado en estilo mudéjar.
Para no hacer demasiada larga la entrada finalizo con una imagen de la Iglesia de San Bartolomé, un edificio de alzado bajomedieval modificado en el siglo XIX para servir como convento de monjas. Ha preservado elementos de estilo mudéjar. Fue incorporada en 1877 como iglesia conventual al monasterio de Jerónimas de la Reina.
En su fachada principal aparece la tradicional decoración isabelina,
formada por estatuas, arquerías ciegas, pináculos y bolas. En ella
destacan las cadenas de los cristianos cautivos que fueron liberados por
Fernando el Católico en la toma de Málaga y Baeza.
Poco a poco vamos desgranando nuestro paseo y entre otros, podremos ver la Mezquita del Cristo de la Luz, Es muy posible que conozcas la leyenda que cuenta como Alfonso VI, al tomar la ciudad de Toledo el 25 de mayo de 1085, accede a la misma a través de las puertas de Bisagra Vieja y Bab al Mardum.
Al hincar su caballo la rodilla frente a una pequeña mezquita
musulmana, la comitiva real accede al templo para descubrir, emparedado
en su interior, un Cristo supuestamente escondido allí por los visigodos
para que no fuera profanado por los musulmanes con una pequeña lucerna
todavía encendida después de 374 años de ocupación musulmana. Este
supuesto ‘milagro’, llevó a Alfonso VI a ordenar que el templo se
consagrara inmediatamente al culto cristiano y se dijera, allí mismo, la
primera misa tras la toma de la ciudad.
La Puerta del Sol tiene un estilo mudéjar y fue construida para dar acceso a la ciudad amurallada. Se trata de una puerta de albarrana, de carácter conmemorativo, de gran influencia nazarí. Está fechada en el último cuarto del siglo XIV. Recibe su nombre de un relieve en el lado extramuros, en el que entre otras figuras aparece un sol.
La Puerta de Bisagra fue uno de los puntos fiscales con los que
contaba la ciudad. En ella se realizaban controles y se cobraban tasas
(el portazgo). Todavía puede leerse, en una de sus placas, que los
“vecinos de Toledo y de sus montes estaban exentos de pagar portazgo”. En el siglo XVI será el maestro Covarrubias el que diseña el conjunto de la puerta más moderna, más renacentista.La
puerta que hay justo detrás, con dos torres de planta cuadrada y
rematadas con tejado a cuatro aguas, se asienta sobre la puerta que
sería de época árabe. Las dos torres se levantaron con el objetivo de
ser puestos de vigilancia por encima de la de Covarrubias.
Trasera de la Puerta de Bisagra
La Puerta del Cambrón es una de las más antiguas abiertas en el
recinto amurallado de la ciudad. Hasta el siglo XV era llamada "Puerta
de los Judíos" (Bab-al-Yaud) por su proximidad al barrio hebreo o
también "Puerta de Santa Leocadia", patrona de la ciudad. A partir de
1442 aparece ya con el nombre actual, al parecer debido a la planta
"cambronera" que crecía en lo alto.
La función de esta puerta, dada su situación y construcción, fue
netamente militar, aunque posteriormente pasara a desempeñar funciones
recaudatorias, de cuyos pagos estaban exentos, según recuerda una plaza
existente en el patio central (armas), los vecinos de Toledo y de sus
Montes.
Puerta del Cambrón
Durante el paseo tendremos algunos miradores que nos permitirán tener buenas vistas del cauce del Tajo, aunque la ribera del Tajo la dejaremos para el próximo recorrido.
Una de las paradas obligadas es en la Iglesia de Santo Tomé, en dónde se puede contemplar una de las obras del Greco, y cumbre de la pintura universal: El Entierro del Conde de Orgaz. Es la versión original y sorprende por su perfecta conservación.
La iglesia de San Andrés es un edificio en el que conviven diversos
estilos. De una parte están presentes el mudéjar y el gótico, y de otra,
lo barroco a raíz de la remodelación realizada en el siglo XVII.
La primera noticia documental referida a esta iglesia data del año
1150 cuando se cita un incendio producido en ella a raíz del cual se
tuvo que reedificar en ese mismo siglo. A comienzos del siglo XIV se
añade el crucero y la capilla de la Epifanía. Tras la última
restauración (1975) se eliminó el pórtico que se encontraba adosado a su
fachada norte.
Iglesia de San Andrés
Para no hacer demasiada larga la entrada finalizo con una imagen de la Iglesia de San Bartolomé, un edificio de alzado bajomedieval modificado en el siglo XIX para servir como convento de monjas. Ha preservado elementos de estilo mudéjar. Fue incorporada en 1877 como iglesia conventual al monasterio de Jerónimas de la Reina.
La parte más antigua de la iglesia es la torre que deriva de un alminar musulmán
Iglesia de San Bartolomé
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
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