Cada vez que paso por la autopista Cádiz-Sevilla veo un cerro aislado con una forma llamativa, gracias a un track de Oréades422 en Wikiloc pude comprobar la posibilidad de subir a él, así que hoy fue el día para una nueva ruta de cercanías.
Dejamos el coche en: 36°39.067'N - 6°05.049'W
Distancia: 7,22 kilómetros.
Tiempo: 2 horas 2 minutos.
Dificultad: Fácil.
Lomopardo es una barriada rural del municipio de Jerez de la Frontera en el cruce de la autovía Jerez-Los Barrios con la autopista Cádiz-Sevilla. Tiene 283 habitantes dedicados fundamentalmente a la agricultura, el transporte y la construcción. Allí tomanos un cómodo carril ascendente.
Hacia 1950 la zona era conocida como la Cañada de Lomopardo, lugar de asentamiento de jornaleros que trabajaban temporalmente en las fincas cercanas y que procedían principalmente de Lebrija y Granada. En la década de 1960 empezaron a construirse las primeras viviendas,
donde fueron a vivir jóvenes jornaleros procedentes de barriadas y
cortijos colindantes. En los años 70 se instalaron las Hijas de la Caridad,
cuyas instalaciones hacían las funciones de escuela, comedor y
dispensario. De hecho, durante 24 años la delegada de alcaldía fue sor
Agustina Barcia.
Vistas del primer objetivo del día
Como datos históricos más relevantes podemos citar que en una de las cumbres que vamos a visitar apareció un yacimiento del Paleolítico Inferior y Medio y que algunos historiadores sostienen que por estos lugares tuvo lugar la Batalla de Guadalete, en lo que sí hay total acuerdo es que dicha batalla tuvo lugar en el año 711 y supuso la derrota y muerte del rey visigodo Rodrigo, lo que a la postre también significó la desaparición del poder visigodo en la Península Ibérica.
Extremando el cuidado en el paso por campos de labor
El puente de Cartuja en cuyas inmediaciones dejamos el coche, fue edificado en la primera mitad del siglo XVI, y
está próximo a cumplir 500 años, fue una importante obra de ingeniería
levantada en las proximidades del monasterio de la Cartuja en el lugar
conocido históricamente como Vado de Medina.
Este lugar era paso
obligado para quienes se dirigían al Campo de Gibraltar por los caminos
de Medina y Vejer, o a la Bahía de Cádiz a través de la Cañada de la
Isla. De la misma manera, por este lugar debían cruzar habitualmente los
jerezanos con sus carretas y ganados para el cuidado de las numerosas
fincas situadas al sur y al este del término municipal.
Bajo el puente existió un molino perteneciente al pósito de la ciudad y los almacenes se corresponden con el actual edificio de la Venta de Cartuja. Su construcción, según Romero Bejarano, se llevó a cabo entre 1581 y 1592, a cargo del maestro cordobés Hernán Ruiz III y desde sus primeros años, el azud de derivación fue objeto de numerosas reparaciones.
Bajo el puente existió un molino perteneciente al pósito de la ciudad y los almacenes se corresponden con el actual edificio de la Venta de Cartuja. Su construcción, según Romero Bejarano, se llevó a cabo entre 1581 y 1592, a cargo del maestro cordobés Hernán Ruiz III y desde sus primeros años, el azud de derivación fue objeto de numerosas reparaciones.
En 1604, por ejemplo, el capitán Cristóbal de Rojas,
ingeniero mayor de las fortificaciones de Cádiz, presentó un informe
para su reparación por problemas de cimentación. Sea como fuere, el
molino funcionó hasta 1895 cuando se averió por una riada que lo dejó
inutilizado y ya no volvió a repararse, siendo su último arrendatario el
general Primo de Rivera.
Vistas del puente de La Cartuja
Desde cualquiera de los dos altos que vamos a visitar tendremos buenas vistas de la campiña jerezana, al suroeste el Convento de la Cartuja, los Llanos del Guadalete y la Bahía de Cádiz, al noroeste Jerez de la Frontera, Guadalcacín, al norte Estella del Marqués, al este las Sierras del Pinar, Endrinal y al sureste y ya en el parque natural de Los Alconorcales, la Sierra del Aljibe.
Vértice geodésico con la bahía de Cádiz al fondo
Finalizaremos el recorrido con un paseo por la Ribera del Guadalete y que actualmente está siendo objeto de unas mejoras y abriéndose nuevos tramos paseables.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde el humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
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