El entorno del río Genal es conocido con el nombre del Valle del Genal, resultando una subcomarca dentro de la Serranía de Ronda. El Valle del Genal se subdivide en el Alto y el Bajo Genal, e integra 15 municipios. En el Alto Genal están situados Igualeja, Pujerra, Parauta, Cartajima, Júzcar, Faraján y Alpandeire. En el Bajo Genal están Atajate, Benadalid, Benalauría, Algatocín, Benarrabá, Gaucín, Jubrique y Genalguacil.
Este sendero comienza a la espalda de la Venta de San Juan, al lado del puente del mismo nombre, y discurre entre los términos municipales de Jubrique y Genalguacil (Málaga), por tanto se sitúa en el conocido como Bajo Genal, siendo un recorrido tan fácil como maravilloso, inmersos en un universo verde caminaremos paralelos al río Genal y sus bulliciosas aguas, que después de las lluvias que estamos teniendo bajan en toda su plenitud. Existen tres tramos de pasarelas, recientemente inauguradas, que nos facilitaran el paso en algunos lugares dónde, según el caudal del río, sería más dificultoso pasar. Finaliza en el área recreativa del Prado de la Escribana, dónde el río Almarchal se encuentra con el Genal y dona sus aguas. El regreso se efectúa por el mismo camino de llegada.
Este sendero comienza a la espalda de la Venta de San Juan, al lado del puente del mismo nombre, y discurre entre los términos municipales de Jubrique y Genalguacil (Málaga), por tanto se sitúa en el conocido como Bajo Genal, siendo un recorrido tan fácil como maravilloso, inmersos en un universo verde caminaremos paralelos al río Genal y sus bulliciosas aguas, que después de las lluvias que estamos teniendo bajan en toda su plenitud. Existen tres tramos de pasarelas, recientemente inauguradas, que nos facilitaran el paso en algunos lugares dónde, según el caudal del río, sería más dificultoso pasar. Finaliza en el área recreativa del Prado de la Escribana, dónde el río Almarchal se encuentra con el Genal y dona sus aguas. El regreso se efectúa por el mismo camino de llegada.
Distancia: 8,43 kilómetros.
Tiempo: 4 horas
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 36º34.020'N - 5º14.726'W
El coche lo dejamos en las inmediaciones de la Venta de San Juan, término municipal de Jubrique.
Pero antes nos acercamos al Puente de San Juan para ver como va de caudal el río Genal.
La última vez que estuvimos por aquí. era mayo y llevaba bastante menos agua.
Esa casa pertenece a las instalaciones del camping. No es mal lugar para comer, aunque es preferible la venta.
Iniciamos el sendero, la entrada se realiza por la parte trasera de la Venta de San Juan. Aunque no se aprecia, ahí hay un camino.
El camino asfaltado se dirige a otras instalaciones de camping, y a la derecha se abre una pequeña vereda por la que debemos tomar.
En estas fechas se une al verde reforzado por el frescor de las lluvias caídas con el amarillo dorado que toman las hojas en el otoño, una maravillosa mezcla que provocará un sinfin de paradas para tomar fotos o simplemente para disfrutarlas. Al fondo vemos el pueblo de Algatocín en la Loma del Fraile en La Sierrecilla (1071 mts).
Pero hoy no toca mirar hacia arriba sino hacia abajo, desde el primer instante y prácticamente todo el recorrido iremos bordeando el río.
El Genal nace en Igualeja en un afloramiento natural del acuífero de Sierra Blanca y está declarado como Monumento Natural. (Imágenes de archivo 2015).
El agua cristalina surge a borbotones de las entrañas de una bella oquedad. En época de lluvias, cuando aumenta considerablemente el nivel de su
cauce, se produce lo que los igualejeños llaman reventar el nacimiento:
una sonora e impresionante explosión de agua, que en el argot de geólogo se denomina sifón (sima o pozo que funciona como emisario temporal).
Este primer tramo, bellamente encauzado, parte en dos la localidad de Igualeja y las huertas que lo rodean.
Desemboca en el Guadiaro cerca del Cerro de las Corchas, dónde vierte todas sus aguas.
Caminar por el campo después de llover tiene sus inconvenientes, pero no podemos dejar de reconocer que el frescor y el olor de la lluvia recién caída dotan al camino de una belleza imposible de superar, máxime cuándo el verde de la vegetación contrasta con los ocres otoñales.
Ensimismados en la latencia poética hace que pasemos por el Molino del Álamo casi sin prestarle atención. En muy buen estado de conservación para estar abandonado, sin dudas, desde no hace mucho tiempo.
Unas piedras de moler delatan su función.
En una piedra comida por el musgo parece delatar un año: 1963?
Llegamos al Arroyo del Monardillo y uff ¡cuánta agua! y tenemos que cruzarlo, si lo intentamos por las piedras puestas "ex-profeso", nos pondremos chorreando a pesar de llevar botas impermeables. Afortunadamente para nosotros, ya en otra ocasión nos encontramos con algo parecido y como a la hora de aprender y buscar soluciones prácticas, poca gente me gana pues, lo tenía anotado en mi libro de "Lecciones Aprendidas" e incorporé unas botas de agua portátiles como parte del equipamiento fijo en mi mochilla. Y hoy nos vendrán de lujo.
Se trata de unas simples bolsas de plástico que debidamente plegadas, ni ocupan espacio ni pesan y que evitarán que el agua llegue a nuestros pies por la capilaridad del tejido de los pantalones y calcetines. "Vusotros rierse" pero nuestros pies, sequitos sequitos.😛
Solventado el escollo, guardamos las bolsas de plástico para la vuelta y seguimos. Justo finalizar el vadeo nos encontramos una cancela que nos abre paso a este bonito corredor. WP CANCELA24.
Aprovechamos cualquier resquicio para darle una visual al río.
Llegamos a las ruinas de una vieja casa, que he llamado Casa del Monardillo. WP CASA DEL MONARDILLO.
Caminamos entres tarajes, lentiscos, cañizos y zarzas. Y a poco que nos fijemos también veremos diversos frutales, madroños, granados, membrillos o higueras.
Por si tuviésemos dudas con el track, el camino está perfectamente balizado.
Esta baliza nos indica que estamos en el GR-141 "Gran Senda de la Serranía de Ronda" y en el conocido como GR-249 "Gran Senda de Málaga".
Llegamos a una zona abierta con una casa de campo, se trata de la Vega de Tranpinar. (Recordad que los nombres propios no tienen porqué atenerse a las normas de ortografía tradicionales),
A nuestra derecha nos encontramos una escalinata de piedra, se trata de un hombro del puente que comunicaba esta vega con la de la Estacada, al otro lado del cauce.
Y la juguetona haciendo de las suyas.
Entramos en una zona dónde abundan los chopos o álamos blancos (Populus alba) cuyo colorido otoñal no tiene nada que envidiar a los castaños que vemos en las laderas aledañas.
Y el ruidoso Genal llamando contínuamente nuestra atención.
Primera pasarela y probablemente el único lugar dónde debemos tener algo de precaución en todo el recorrido. Unos hierros clavados a modo de peldaños que hay que subir para acceder a este primer paso elevado.
A nuestra izquierda, las paredes rebosan de vida, varios tipos de musgos e infinidad de helechos polipodios (Polipodium cambricum sp. cambricum) tapizan la piedra.
Pasada la primera pasarela vemos a lo lejos una especie de abrevadero. Se trata de un aljibe que recibe aguas del Arroyo Hondo, el cual cruzamos sin dificultad ya que el agua es canalizada por una tubería oculta bajo nuestros pies.
Hemos venido caminando por una acequia acondicionada como camino y llegamos a la Vega de Juan Ruiz dónde numerosos naranjos y mandarinos llaman nuestra atención.
Aunque el camino está totalmente cubierto de hojarasca no hay lugar a la confusión.
Es inevitable mirar al río y recrearnos con las corrientes que en esta zona se vuelve más alegres.
Siguiendo la acequia llegamos a las divertidas cornisas, en este caso provistas de un grueso alambre que a modo de pasamanos darán tranquilidad y seguridad a los más miedosos.
La zona alta permite diferentes puntos de vistas del rio y la amplia alameda.
Continuamos caminando por la acequia y en una bajada que nos conducirá bordeando la Vega de los Tejarejos.
Si dije que este sendero era bonito, os engañé, es absolumenta bello.
A nuestra derecha encontramos esta portezuela con candado y con un madero que dice: "Secret Garden", probablemente sea alguna instalación del camping o de alguno de los negocios de la zona.
Por aquí el agua corre con verdadero brío.
Y de nuevo la alfombra dorada tapizando el suelo.
Nos apartamos de la vera del río y vamos en busca de la segunda pasarela que nos ayudará a sortear este paso.
No sin antes de percartarnos de un pequeño grupo de unas plantas algo diferentes, se trata de Equisetum arvense, también conocida como Cola de Caballo y ampliamente usada medicinalmente. Por estudios realizados, parece ser que la cola de caballo era la planta más común hace unos 300 millones de años, entre finales de la era Paleozóica y principios de la Mesozoica, vamos, todo un fósil viviente.
La segunda pasarela nos devolverá al presente que habíamos dejado observando a doña Equisetum.
Abajo vemos la continuación de la acequia, no he encontrado información sobre su longitud, pero sin dudas es de varios kilómetros.
Una nueva cancela. WP CANCELA2 que nos abre paso a la Vega de los Duros.
Llegamos a la casa El Manantial, una construccción dedicada a la hospedería.
Por aquí el agua corre con brío.
Un arco de cañas rompe la monotonía del verde.
Y nuevamente el bosque galería.
La tercera pasarela no se hace esperar.
Al fondo, una gran plantación de chopos hacia la que nos acercamos.
WP CANCE3. Esta cancela nos llevará directamente a un gran llano conocido como Prado de la Escribana, dónde existe un área recreativa.
Estamos en el Prado de la Escribana, podremos cruzar al otro margen gracias a este pontón.
Y como no podía ser de otra forma, pues aprovechamiento del medio, si es que la juguetona no descansa.
A la izquierda de la imagen podemos ver la Casa de los Limones.
Y la Fuente de la Escribana.
Y por detrás de ella, el río Almarchal desembocando en el Genal.
Una nueva vista de este colorido prado.
Descansamos un rato, y vuelta por el mismo camino.
Nos fijamos en otra planta dorada. Se trata de Rhus coriaria, vulgarmente conocida como Zumaque. Antiguamente existían plantaciones de zumaque ya que eran usadas en el curtido de pieles por su alto contenido en taninos.
Para terminar, un video de la salida.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
Preciosa la ruta, me la apunto para esta primavera.
ResponderEliminarSimplemente espectacular.
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