El nacimiento del Guadalquivir se produce en una zona de alto valor ecológico, un lugar fresco y agradable dónde fresnos, arces o majuelos acompañan al que lo árabes llamaron "Río Grande". El lugar pertenece al municipio jienense de Quesada y dentro de los límites del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, que es el de mayor extensión de España y el segundo de Europa.
Con el coche se llega hasta el mismo nacimiento así que aprovecharemos el desplazamiento y le daremos continuidad al sendero desplazándonos hasta el Valle del Tejo Milenario, un paradisíaco lugar dónde una arboleda antiquísima, entre los que destacan tejos y pinos laricios, nos permitirán disfrutar de otra ruta dentro de este parque natural.
Distancia: 5,55 kilómetros.
Dificultad: Fácil.
Dejamos el coche en: 37°50.341'N - 2°58.460'W
El coche se queda aparcado justo al inicio del sendero, pudiendo optar por ver el Nacimiento lo primero o dejarlo para el final de la ruta.
A este lugar se puede llegar a través de Vadillo Castril y la pista JF-7092, o desde Cazorla por la A-319 y continuando por la JF-7091. ¿El mejor camino? Pues usar las coordenadas que os facilito y que el gps os lleve sin necesidad de comerte el coco con carreteras, cruces y otras explicaciones.
Una escalera nos permite bajar al cauce del incipiente Guadalquivir.
Este año ha sido muy seco y esto se refleja en el poco caudal que circula por el cauce.
Aunque podría haber sido peor, al menos podremos ver algunas de las cascadillas y fotografiarlas desde lugares dónde con más agua, sería imposible.
Esa especie de ornacina señala el lugar oficial del nacimiento del Guadalquivir, en ella y casi ilegible se encuentra un poema de los Hermanos Álvarez Quintero, aunque realmente las verdaderas fuentes del río se encuentran en una hondonada de la Cañada de las Fuentes, en el lugar dónde confluyen los arroyos de Teatinos, Juan Fría y de la Luz.
El poema en cuestión dice:
¡DETENTE AQUÍ, VIAJERO! ENTRE ESTAS PEÑAS
NACE EL QUE ES Y SERÁ REY DE LOS RÍOS
ENTRE PINOS GIGANTES Y BRAVÍOS
QUE ARRULLAN SU NACER Y ÁSPERAS BREÑAS.
EL REFLEJO OTRO TIEMPO LAS ENSEÑAS,
LAS ARMAS, LOS CORCELES Y ATAVÍOS
DE RAZAS IMPERIOSAS CUYOS BRÍOS
POSTRÁRONSE EN SUS MÁRGENES RISUEÑAS.
ÉL SE ENSANCHA ENTRE OLIVOS Y TRIGALES,
CRUZA PUEBLOS DE HECHIZOS Y POESÍA
Y EL MAR CORRE A RENDILE SUS CRISTALES.
MÁS, COMO LLEVA SAL DE ANDALUCÍA,
SUS AGUAS VUELVEN A LAS DEL MAR IGUALES
PARA LLEGAR MÁS LEJOS TODAVÍA.
Y ASÍ VAN SUS CAUDALES,
TRIUNFANTES EN EL SENO DE LAS OLAS,
A LAS PLAYAS DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA.
Vamos caminando por la conocida como Cañada de las Fuentes. Cruzamos un pequeño puente que discurre sobre la conocida Cueva del Nacimiento, una oquedad rocosa por dónde fluye el agua. WP PUENTE.
Rápidamente llegamos a un área recreativa justo al lado de la Casa Forestal de la Cañada de las Fuentes. WP AREA REC.
Caminamos encajonados por el Barranco de las Vacarizuelas, Morra de los Palos y Cueva de la Luz.
El Morra de los Palos y sus 1.746 mts.
Un nuevo puente nos ayuda a sortear el Arroyo de la Cueva de la Luz. WP PUENTE ARROYO CRUZ.
Si seguimos la pista que llevamos y después de una cerrada curva a la derecha, llegaríamos a esta barrera que impide el paso de vehículos, nosotros acortamos un poco y nos evitamos la curva, atajando directamente a la barrera, salimos por el lugar indicado. Empezamos a caminar por el Camino del Poyo de las Palomas. WP BARRERA.
Como por arte de magia entramos en un biotopo mucho más tupido, una espesa arboleda dónde destacan pinos laricios también conocido como negros (Pinus nigra) cubren toda la zona, acompañados de encinas y más cercanos al cauce del arroyo Cañadas de las Fuentes, que iremos dejando a nuestra derecha, fresnos y cornicabras y otras plantas típicas de las riberas.
Conforme nos adentramos en busca del Valle de los Tejos, el pinar se densifica y los ejemplares son cada vez más grandes, lo cual se agradece sobremanera, a estas horas de la tarde y con un sol de justicia, cualquier sombra vale su peso en oro.
A la altura de los Poyos de las Palomas un escandaloso ruido llama nuestra atención, decenas de pájaros negros, creo que grajos, tienen una sinfonía de sonidos estridentes, sin dudas, es lo que conocemos como pajarraca. 😆😆😆
A nuestra derecha el Barranco del arroyo Cañada de las Fuentes, bajo el el arroyo de igual nombre.
Como continuación a dicho barranco, vemos un pico con una particular forma, se trata del Aguilón del Loco o Pico Villalta (1.956 mts). Cuenta la leyenda que un vecino de Quesada ambicionaba coger la luna, y se subió a él y esperó paciente a su salida con intención de apropiársela, tras varios días, unos lugareños lo encontraron sin vida, había muerto congelado, de ahí el nombre que recibe.
Este pico junto al Picón del Guante (1.910 mts) y el Rayal (1.840 mts) forman la conocida como Cuerda de los Agrios y se unen a a Cuerda del Gilillo (del que en una próxima entrada hablaremos) a través del Collado Zamora y Puerto Lorente.
Este pico junto al Picón del Guante (1.910 mts) y el Rayal (1.840 mts) forman la conocida como Cuerda de los Agrios y se unen a a Cuerda del Gilillo (del que en una próxima entrada hablaremos) a través del Collado Zamora y Puerto Lorente.
A pesar de la espesura del lugar, todo el trayecto se desarrolla por pista y es muy fácil de seguir. A nuestro frente, vemos el "esqueleto" de un gran pino que sin dudas, era centenario.
Y para mayor alegría de todos, otros que sin tenerle nada que envidiar, siguen en perfecto estado de salud.
Una vereda nos lleva directamente al final de nuestro trayecto, el famoso Tejo Milenario, aunque desde lejos no parece merecida tanta fama. Los tejos son coníferas de la familia taxacea y sienten predilección por los lugares frescos, húmedos y suelos calizos. La dureza de su madera y longevidad de los ejemplares lo convirtió en un árbol muy usado en la Edad Media para la construcción de arcos, vigas y embarcaciones. Sus semillas producen unos alcaloides tóxicos que también fueron usados como veneno. Incluso fue venerado por los Celtas y otros pueblos antiguos, lo cual da muestra de la importancia de este árbol en la raigambre popular. WP TEJO MILENARIO.
No nos pareció para tanto, pero conforme nos acercamos empezamos a percibir la grandeza del ejemplar, no demasiado alto pero con un grandísimo tronco que se bifurca en dos grandes ramas que sostienen el conjunto de la copa. Se trata de un gran ejemplar macho de Taxus bacatta.
El tortuoso tronco y sus fuertes raíces clavadas en el suelo, sin dudas nos habla de su antiguedad.
Si sorprende desde su parte delantera, no podemos perdernos su trasera, es auténticamente espectacular.
Los dos troncos secundarios.
Mi envergadura es de 178 cms, por aquí el diámetro debe ser de casi tres metros, bestial.
Nos acercamos a un mirador con un cartel informativo, se trata del Mirador Tejeda Cañada de las Fuentes. Allí enfrente vemos otro tejo. Dicen que se cuentan hasta dieciséis ejemplares por la zona, nosotros con estos cercanos nos conformamos.
Me llama la atención que los troncos están recubiertos de musgos pero cuándo me acerco, resultan ser brotes de tejo sobre musgo, parece ser que esta humedad suplementaria que aporta el musgo, provoca el nacimiento de nuevas yemas.
Para la vuelta vamos a acercarnos al cauce del arroyo e intentar seguirlo todo lo que podamos, que no me gusta repetir camino.
Es muy pedregoso, pero por sus laterales se anda bien.
Otro inmenso ejemplar de pino negro.
Llegados a este lugar abandonamos la cercanía del cauce, se ve demasiado abrupto y me temo que no podremos seguir a pie sin grandes dificultades, así que subimos en busca de la cómoda vereda.
Al llegar a la barrera, hacemos la misma maniobra pero al revés.
Pero conforme podemos, nos vamos otra vez para el cauce que en este lugar ya tiene algo de agua.
Pasamos el lugar de encuentro de los arroyos Cañada de las Fuentes y Cueva de la Luz.
La cartografía marca este zona del arroyo como: Rio Guadalquivir, y parece un poco excesivo.
Llegados al primer puente y bajo el que se encuentra la cueva por dónde fluye el agua no resistimos a echar una nueva ojeada y ver la poza existente allí.
Veníamos de regreso en el coche y vemos como un zorro se atraviesa a nosotros, la sorpresa llega cuándo en vez de huir despavorido se queda parado y nos hace detener el coche, el momento nos depara algunas fotos y videos, aunque ya reposados me hace reflexionar sobre los peligros que conlleva el alimentar a animales salvajes, estos zorros están acostumbrados a que les den de comer y cuándo perciben el ruido del motor de un coche, no dudan en ponerse en medio para solicitar comida, ponen en peligro su vida y lo que es peor, cualquier conductor que vaya despistado y se les cruce el animal puede dar un volantazo instintivo y tirar el coche por la "barranquilla". Si amamos la fauna salvaje, nunca la alimentemos, por ellos y por nosotros.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
Enhorabuena un lugar muy especial el que habéis compartido. Saludos cordiales
ResponderEliminarCarlos, gracias por tu visita. Una pena que hubiese tan poca agua.
ResponderEliminarSaludos.