La Ciudad Encantada se localiza cerca de Valdecabras (Cuenca) dentro del Parque Natural de la Serranía de Cuenca.
Es un paraje natural de formaciones calizas erosionadas por el agua, el viento y el hielo. La heterogeneidad de las rocas en cuánto a composición y dureza han provocado un desgaste desigual de las mismas, dando como resultado una muestra sorprendente de caprichosas formas a las hay que sumar lapiaces, torcas y sumideros.
Su origen se remonta al periodo Cretácico (unos 90 millones de años), cuándo el mar de Thetis cubría gran parte de lo que actualmente es la Península Ibérica y la zona que hoy conforma la Ciudad Encantada era parte del fondo marino que con la orogenia alpina se elevó pasando a formar parte de la tierra emergida.
Muchas de sus formas parecen figuras conocidas, por lo que poco a poco, se les han ido poniendo el nombre según la figura a la que se asemejan.
El recorrido oficial es de unos tres kilómetros y hora y media de duración, pero a nosotros nos gusta siempre ir más allá y adentrarnos en los más infimos rincones por lo que este track tiene el doble de distancia y tiempo, salirnos del recorrido oficial nos permitirá descubrir otro sinfín de formaciones no menos interesantes.
Dejamos el coche en: 40º 12.392N - 2º 00.312W
Es un paraje natural de formaciones calizas erosionadas por el agua, el viento y el hielo. La heterogeneidad de las rocas en cuánto a composición y dureza han provocado un desgaste desigual de las mismas, dando como resultado una muestra sorprendente de caprichosas formas a las hay que sumar lapiaces, torcas y sumideros.
Su origen se remonta al periodo Cretácico (unos 90 millones de años), cuándo el mar de Thetis cubría gran parte de lo que actualmente es la Península Ibérica y la zona que hoy conforma la Ciudad Encantada era parte del fondo marino que con la orogenia alpina se elevó pasando a formar parte de la tierra emergida.
Muchas de sus formas parecen figuras conocidas, por lo que poco a poco, se les han ido poniendo el nombre según la figura a la que se asemejan.
El recorrido oficial es de unos tres kilómetros y hora y media de duración, pero a nosotros nos gusta siempre ir más allá y adentrarnos en los más infimos rincones por lo que este track tiene el doble de distancia y tiempo, salirnos del recorrido oficial nos permitirá descubrir otro sinfín de formaciones no menos interesantes.
Dejamos el coche en: 40º 12.392N - 2º 00.312W
Tiempo: 4 horas 20 minutos
Distancia: 6 kilómetros.
Dificultad: Baja.
Frente a la entrada existe una amplia explanada dónde podremos aparcar cómodamente y con bastante sombra.
En la entrada facilitan un plano del recorrido convencional, aunque lo bien marcado del camino lo hace innecesario.
La primera formación que nos llama la atención es la denominada "Tormo Alto", un monolito de más de viente metros altura, y que es el emblema de la Ciudad Encantada.
Es un ejemplo claro de un fenómeno llamado "erosión diferencial" (cuándo la roca erosionada está formada por diferentes materiales que le confieren diferente resistencia según su composición).
El Perro es otra de las formaciones con nombre y recuerda la silueta de un perro con hocico redondeado y rabo cortado. Se localiza en un bosque abierto de pino negral.
De momento estamos realizando el camino oficial. Abundan las formas de seta aunque ninguna de ellas llega a la estilización del Tormo Alto.
Caminar por aquí nos traslada a épocas pasadas y nos hace sentir como si estuvíesemos rodeados de gigantes y dinosaurios.
Enfrente nos encontramos con otra formación conocida como "Los Osos". Dos grandes formaciones que nos evocan dos osos enfrentados.
El tamaño de las mismas hacen que para fotografiarlas tengamos que cambiar de ángulo. Este que vemos sería el segundo oso.
No hace mucho tiempo no era extraño ver osos por la Serranía de Cuenca pero eso pasó a la historia.
Una ballena.
Seguimos nuestro paseo dando rienda suelta a nuestra imaginación y buscando parecidos incluso dónde no los había.
Vamos rodeando la zona de Los Osos y nos permite una visual desde un nuevo ángulo.
Un gran arco calizo llama nuestra atención, es la parte trasera del llamado "Puente Romano", un perfecto arco de medio punto. Muestra de forma endokárstica residual (morfologías subterráneas características de la roca carbonatada).
Vista frontal.
Aquí una de las formas a las que hay que echar imaginación. Se trata de "La Cara del Hombre". Según el planillo se aprecian perfectamente ojos, nariz, pómulos, barbilla y cuello. Nosotros sólo llegamos a la nariz, barbilla y cuello. ;)
Las zonas de penetración del agua configuran un ambiente umbrío lo que propicia la existencia de una flora diferente a las zonas circundantes.
Nos estamos aproximando al Tobogán dónde las plantas rupículas encuentran un habitat ideal para desarrollarse.
En una de sus paredes encontramos a Sarcocapnos enneaphylla, Zapatitos de la Reina.
Si nos agachamos un poco empezamos a ver las grietas y oquedades interiores.
¡Aibá la rehostia! ¡El Octavo Pasajero!
Es extraño que nadie se haya percatado del allien. Queda bautizado.
A esta formación la llaman La lucha entre el elefante y el cocodrilo. Bueno, aceptamos pulpo como animal de compañía, lo realmente bello es el gran arco calizo que parece desafiar las leyes de la gravedad.
Otro arco más.
Otra formación famosa. El Convento es una muestra de forma endokárstica, se trata de una antigua galería subterránea de agua, tiene un perfil ojival desarrollado a partir de una fractura vertical de la roca.
La Plaza Mayor puede que sea de lo que más me gustó, aunque mejor llamarla Jurassic Park, unas setas gigantes nos convierten en gnomos. Aquí todo está sobredimensionado.
Y huecos por cualquier lado.
A partir de aquí nos salimos del recorrido oficial y rápidamente empezamos a ver cosas interesantes. Una abertura en una roca pica mi curiosidad, me acerco y es mucho más grande de lo que pensaba, su interior está hueco y tiene el tamaño de una piscina mediana.
Estoy en las entrañas del karst.
Algunas de las formaciones que no aparecen en la guía y fuera del recorrido oficial. Esta primera es interesantísima.
Esta tiene un muro a modo de una corraleta, probablemente fue usada para guardar ganado en otros tiempos.
Los Osos.
Una cabeza de serpiente.
Un pebetero olímpico.
Un velociraptor nos ataca.
Y con esta última formación acabo le selección de fotos, son muchas más las existentes reflejadas en el track, pero esas las tendréis que descubrir vosotros.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
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