El Desfiladero de los Gaitanes es una profunda grieta abierta por el rio Guadalhorce a su paso entre las sierras de La Pizarra, Llana y Huma, de unos cinco kilómetros de longitud.
Por dicho desfiladero transcurre el conocido como Caminito del Rey, una ruta abierta para permitir la construcción y mantenimiento de la infraestructura hidroeléctrica realizada a principios de siglo XX.
Con el paso de los años este camino se fue deteriorando de tal modo que alcanzó fama mundial además de por la belleza del lugar, por el gran riesgo físico que suponía su realización. Algunos accidentes mortales terminaron de darle fama al lugar.
Hoy día y una vez remodelado está al alcance de todos el poder disfrutar de sus pasarelas y voladizos por este paraje sin igual.
La salida la efectuamos por la barriada de El Chorro (Álora) a través de denominado Acceso Sur y haremos un recorrido de ida y vuelta.
Por dicho desfiladero transcurre el conocido como Caminito del Rey, una ruta abierta para permitir la construcción y mantenimiento de la infraestructura hidroeléctrica realizada a principios de siglo XX.
Con el paso de los años este camino se fue deteriorando de tal modo que alcanzó fama mundial además de por la belleza del lugar, por el gran riesgo físico que suponía su realización. Algunos accidentes mortales terminaron de darle fama al lugar.
Hoy día y una vez remodelado está al alcance de todos el poder disfrutar de sus pasarelas y voladizos por este paraje sin igual.
La salida la efectuamos por la barriada de El Chorro (Álora) a través de denominado Acceso Sur y haremos un recorrido de ida y vuelta.
Dejamos el coche en el aparcamiento de la estación de ferrocarril de El Chorro, en 36º54.412`N - 4º45.552'W
Dificultad: Baja.
Dificultad: Baja.
Distancia: 9,84 kilómetros.
Tiempo: 4 horas 13 minutos con muchas paradas.
Hasta mediados del siglo XIX el Desfiladero de los Gaitanes era un camino sólo frecuentado por pastores y cazadores, la industrialización hizo pensar en una línea férrea que uniese las cuencas mineras de Córdoba con las fábricas de Málaga, dicha línea se finalizó en 1865 atravesando el desfiladero por túneles y viaductos. El primer viaducto que nos encontraremos será el de Los Albercones.
A finales del siglo XIX y como alternativa al carbón se construyó unas instalaciones que aprovechando el desnivel existente entre la entrada y la salida del desfiladero se aprovechase para la producción de electricidad.
La obra finalizada en 1906 consistía en el desvío de parte del agua del rio Guadalhorce a través de unos conductos que permitirían disponer de un caudal constante que caería a unos cien metros de altura y que permitirían la producción de electricidad.
Impresiona ver como fue horadada la piedra para permitir la canalización completa del recorrido, máxime si tenemos en cuenta que la tecnología de la época se basaba prácticamente en la fuerza bruta de las manos y la dinamita.
Un camino adosado a la roca permitiría las labores de mantenimiento de
dicho canal. Con objeto de asegurar el suministro de agua fueron también
construidos varias presas siendo la de El Chorro inaugurada por el rey
Alfonso XIII en 1921, que colocó la última piedra y recorrió dicho
camino en su visita, el que dió nombre a dicho tramo que desde entonces recibe el nombre de Caminito del Rey
en recuerdo a dicho día.
Conforme nos aproximamos al inicio del camino lo primero que nos encontramos a nuestra derecha son los riscos de la Sierra de los Castillejos también conocida como Las Pedreras y tras ella la Sierra de La Huma con su principal altura.
Conforme nos aproximamos al inicio del camino lo primero que nos encontramos a nuestra derecha son los riscos de la Sierra de los Castillejos también conocida como Las Pedreras y tras ella la Sierra de La Huma con su principal altura.
A la izquierda, las Mesas de Villaverde, el Tajo de la Encantada y el Cerro Cristo, por detrás la Sierra del Almorchón.
A la derecha y antes de Las Pedreras el Cerro de los Hornos, una zona muy conocida por los escaladores.
Esta foto está tomada desde el sendero de subida al monte Huma también conocido como la Montaña Mágica, como llegamos pronto hicimos algo de calentamiento por la zona. ;)
Impacientes esperamos nuestra hora, ya queda poco. Me encanta este reloj a la vieja usanza y en perfecto estado de conservación y funcionamiento.
Recién pasados el Control Sur (en El Chorro), lo primero que nos encontraremos será un carril que discurre a orillas del embalse Tajo de la Encantada. En este primer control nos facilitan un casco y nos dan una pequeña charla sobre las normas a seguir.
El primer tramo será probablemente lo más dificultoso que nos encontremos, sobre todo si hace calor, una empinada cuesta nos llevará hasta el control intermedio dónde vuelven a comprobar la entrada y la cotejan con el dni.
El nuevo camino pasa por encima de las vías del tren por lo que han habilitado unos peldaños para llevarnos a la altura adecuada.
¡Pero qué bonito es esto! El camino antiguo obligaba a pasar por ese puente del ferrocarril, el nuevo lo supera por arriba.
El control intermedio, ya empieza lo mejor.
¡Wow! En algunos tramos el desfiladero tiene una altura de casi cuatrocientos metros.
A partir de aquí, las nuevas pasarelas se superponen a las antiguas, lo que nos permitirá ver como se arriesgaban los que se atrevieron a hacer el antiguo Caminito del Rey, la adrenalina tendría que salirle por las orejas.
Este era uno de los tramos en los que no existía ni suelo, aunque sí una línea de vida que parece haber sido eliminada.
Mirar hacia abajo es más que una obligación.Estas paredes escarpadas bien merecen un rato.
Ambas caras del desfiladero están unidas por un voladizo, un puente colgante con suelo de hierro que nos permitirá disfrutar del momento y si hay un poco de aire que mueva el puente, mejor que mejor. Un poco de emoción suplementaria nunca está de más.
Aunque parezca frágil y peligroso, todo el recorrido rezuma seguridad total.
Las pasarelas recorren el contorno del desfiladero, si nos fijamos en la parte de abajo, es fiel al viejo camino.
A nuestra derecha un paso de las vías del tren, otra obra digna de la época.
Este era uno de los pasos más peligrosos del viejo camino, aquí ni línea de vida ni "ná de ná", algo de aire y hacías la última volada. Por no hablar del pavor que debía pisar un suelo con esos agujeros.
Una mirada atrás.
Un balcón con el suelo casi transparente nos permite andar por los aires, creo que aquí podrían haberse esmerado algo más, algo parecido a lo montado en las pasarelas de la montaña Tianmen en China, hubiese estado de categoría.
Aunque sinceramente creo que es mejor no tener siquiera cristal entre medio.
Impresionante.
Este primer tramo de pasarelas se está acabando, al frente el Valle del Hoyo. Y al fondo el Desfiladero de Gaitanejos.
Una compuerta daba paso a la antigua canalización de agua, desde aquí y hasta El Chorro todo discurría bajo la montaña.
Empezamos un tramo intermedio por carril de arena y entre una espesa arboleda.
Parte del canal al aire libre.
El cortijo del Hoyo pone fin al valle de igual nombre.
Hace rato abandonados el desfiladero de los Gaitanes, quedando atrás en la lejanía.
Parte de la canalización.
Seguimos adelante, ahora toca una pista forestal que nos llevará al segundo tramo de pasarelas.
A este nivel el río Guadalhorce discurre plácido.
Continuamos paralelos al canal.
Entramos en la parte más estrecha del Desfiladero de Gaitanejos, en algunos tramos apenas son diez metros los que separan una pared de otra.
Estamos cerca del control norte, la presa de Conde del Guadalhorce nos lo indica.
Esta central hidroeléctrica fue la primera construida en España. Llegados a este punto procedemos a dar la vuelta, si salimos por el control ya no podremos reingresar, así que de regreso.
Una vista lejana del desfiladero de Gaitanejos, impresiona que por ahí pase el camino, ¡menuda estrechez!
Nos da un poco de pena dar la vuelta, pero aún nos quedan un 50% de disfrute.
En la pared de enfrente nos sorprende este placa, indica el nivel de agua que alcanzó el rio en 1941, damos continuación con la vista a la línea de nivel y nos imaginamos cuánta agua hubo. Medio valle inundado.
También vemos restos de la antigua pasarela.
En el trayecto también nos cruzaremos con personal de apoyo que nos ayudarán o darán explicaciones sobre aquellos asuntos que pueda interesarnos. El chubasquero naranja los detala.
Con estas últimas fotos nos despedimos y animamos a venir por aquí, realmente merece la pena.
Para terminar os enlazo un video del día:
https://www.youtube.com/watch?v=Wo_bqcW62tE
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.
https://www.youtube.com/watch?v=Wo_bqcW62tE
Qué reportaje mas completo y chulo. ¡Gracias por compartirlo!
ResponderEliminarMe alegra que te guste, Saludos.
EliminarEstupenda descripción y buenas fotografías, va ha ser hora de ir a dar una vueltecita por allí. Saludos cordiales
ResponderEliminarCarlos, gracias por tu visita. Animaros que merece la pena. Saludos.
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