Completamos la jornada con un paseo urbano por el casco urbano de Torremolinos, conociendo los lugares más emblemáticos de la localidad.
Dejamos el coche en: 36°37.335'N - 4°30.526'W
Distancia: 8,37 kilómetros.
Tiempo: 4 horas 37 minutos (Incluyendo comida).
Dificultad: Fácil. Para este paseo el aparcamiento es el mismo que usamos para la visita al Cocodrilo Park, así que ése es nuestro punto de partida.
La primera parada interesante la hacemos en el Parque de la Batería ubicado en el barrio de Montemar Alto. que con su privilegiada posición que mira al mar es uno de los pulmones de Torremolinos, cuenta con más de 74.000 metros cuadrados, dispone de más de mil árboles y numerosas fuentes.
En su centro encontramos un lago artificial de más de 9.000 metros cuadrados y una estatua de Neptuno.
También dispone de una torre mirador de 15 metros de altura que nos permitirá magníficas vistas del entorno.

Su nombre tiene origen en la antigua batería defensiva de costa que tenía aquí su ubicación. De hecho, aún se pueden observar algunos cañones de artillería y dos búnkeres subterráneos.
Me despisto un momento y la juguetona vuelve por sus fueros. 😅😅😅
Salimos del parque y ya en contínua bajada (cuidado con los resbalones) nos dirigimos a la playa de La Carihuela, lugar por donde nos incorporaremos al Paseo Marítimo. que forma parte de la conocida como Senda Litoral que es un Sendero de Gran Recorrido (GR-92) que une los dos extremos de la Costa de Málaga: desde Estepona hasta Nerja. Un precioso trayecto que discurre por playas, acantilados, paseos marítimos y parajes de excepcional naturaleza. La etapa número 6 transcurre por Torremolinos.
Esta senda también forma parte de un proyecto más ambicioso que quiere unir
todo el arco Mediterráneo, desde España hasta Grecia (ruta denominada
E-12). La Senda Litoral recorre junto al mar las seis playas de
Torremolinos y algo más de 6 kilómetros.
Durante este tramo pasaremos por la Punta del Morro. Este magnífico monumento natural es visible, prácticamente, desde cualquier punto de la costa de
Torremolinos. El inmenso paraje que ocupa la Punta o Morro hace de punto
intermedio de la localidad, la divide en dos mitades y ejerce de
frontera natural entre dos de las playas más famosas de la ciudad: La Carihuela y el Bajondillo. Antiguamente, ejercía de límite físico entre ambas zonas, pero una prolongación del paseo marítimo permite pasear junto al mar y disfrutar de un recorrido único junto al Mediterráneo.

Aprovechando el mirador natural sobre la cornisa de travertino se ubicó una batería defensiva en el siglo XVIII. Posteriormente fue adquirido y reformado para su
uso vivienda entre finales del siglo XIX y los inicios del siglo XX por
un militar inglés llamado George Langwhorty y reconvertido en uno de los
primeros establecimientos hoteleros de la Costa del Sol bajo el nombre Hotel Santa Clara.
Abandonamos el paseo marítimo a la altura de la playa del Bajondillo y nos dirigimos hacia la Casa de los Navajas. Un palacete de estilo neomudéjar con retoques mozárabes. Se construyó en 1925 y perteneció a la familia Luque-Navajas, vinculada al negocio de la caña de azúcar,
fructífero entonces en la desembocadura del río Guadalhorce. Esta
industria se vio favorecida con el riego que implicaba la traída de
aguas a Málaga, magna obra de ingeniera que desvió el líquido que se
movía a los molinos de Torremolinos para llevarlo hasta la capital, y colaborar así con su modernización. Se puede visitar de forma gratuita pero su extraño horario vespertino nos impidió hacerlo.
Cierro la entrada con la Torre de los Molinos, edificio que dió nombre a la ciudad. Hoy día se la denomina Torre de Pimentel, en homenaje a un militar que
ayudó a los Reyes Católicos a conquistar Málaga a finales del siglo XV. Está entre la calle San Miguel y la Cuesta del Tajo.
Fue construida hace más de 700 años, alrededor del año 1300, y su ubicación en la parte alta de un acantilado no es casualidad: fue levantada para formar parte de la amplia red de torres defensivas desarrolladas por los nazaríes por toda la costa sur de la Península Ibérica. Tuvo una importancia crucial para el Reino de Granada, que dominó la provincia de Málaga entre los siglos XIII y XV.
Alrededor de la Torre Pimentel se fue creando un pequeño y humilde barrio de molineros que, con el tiempo, se convertiría en la moderna Torremolinos. De hecho, este monumento ejerce hoy de histórica referencia en pleno centro de la ciudad.
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una
montaña, un árbol,
donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el
buitre
leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su
perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.